Las Ballenas Cautivas 1d4e5u

Resumen del Libro: Las Ballenas Cautivas Autor: Carlos Villanes Cairo

Capítulo 1, El Canto de las ballenas: Yak era un niño esquimal que vivía en el Polo Norte, junto a su Madre, a su Padre Roy, a su abuelo y a sus dos hermanos pequeños. Usaban ropa que ellos mismos hacían con las pieles de los animales que cazaban. Generalmente Roy cazaba Renos y Yak con el abuelo salían a pescar. Por su parte, la mamá y los hermanos pequeños iban a recoger huevos cerca de la playa, al borde del acantilado. Un día Yak salió a pescar con el Abuelo y no picaba ningún pez. El abuelo le hablaba a Yak de que él conocía el canto de las ballenas y le contó que lo descubrió un día que cayó al mar y las escuchó mientras estaba bajo el agua. El abuelo también le hablaba del espíritu del mar, que podía enojarse y hasta matar a las personas o impedir que pudiesen pescar. Mientras trataban de pescar, vieron a lo lejos a tres animales que se movían y asomaban la cabeza y se sumergían. Como estaban tan lejos, no lograban saber de que se trataba. Entonces el abuelo decidió meter su cabeza bajo el agua para escuchar. Después de esto, el abuelo dice que efectivamente son ballenas. El abuelo le pide a yak que vaya inmediatamente a buscar a Roy. Entonces yak parte en el trineo a buscar a su papá y lo encuentra desollando un reno que recién había cazado. Roy tomó el trineo con los seis perros que tenía disponibles y partió rápidamente hacia donde el abuelo. El abuelo dijo que las ballenas estaban atrapadas, y tenían heridas porque trataban de romper el hielo par poder respirar. La ballena mas pequeña tenía las heridas mas grandes. Según el abuelo, las ballenas iban a morir. Capítulo 2, La vuelta al mundo en 80 segudos: Los esquimales hablaron con su amigo Ted Lindsay y le contaron lo que estaba pasando con las ballenas. Ted era un ecologista que vivía cerca del aeropuerto del pueblo de Punta Barrow en Alaska. Ted se especializaba en la conservación del medio ambiente y en la fauna del Polo Norte y por eso le interesaba mucho lo que estaba pasando con las ballenas. Ted habló con su amigo Bob Smith que era el jefe de servicios informativos de la estación retransmisora de Punta Barrow. Ted la pidió ayuda a Bob para que presentaran el caso en matinal de noticias de la televisión. La transmisión duró 80 segundos y la noticia se propagó a todo el mundo.

Después de esto, llamaban de todo el mundo a Ted y Bob para ofrecer ayuda, pero a ellos lo que más les interesaba era que se involucrara el ejército, porque eran los que más podrían ayudar a salvar a las ballenas. Mientras tanto, los esquimales trabajaban con sierras mecánicas tratando de agrandar el agujero en el hielo para que las ballenas pudiesen respirar. Capitulo 3, Alerta Blanca: A la hora del telediario de la noche Bob Smith transmite por televisión la noticia con muchos mas detalles. Cuenta la historia de cómo llegaron hasta las ballenas y luego entrevistan a los esquimales. Bob entrevistó al Abuelo y le preguntó que cómo habia llegado hasta las ballenas. El Abuelo explicó que lo había guiado el Gran Espíritu de las Aguas. El Abuelo había metido su cabeza bajo el agua y entendía lo que las ballenas querían decir. Las ballenas le pedían ayuda porque no querían morir congeladas en el mar mientras sus hermanas marchaban en búsqueda del sol y empezaban a veranear en los mares calientes. También se mostraron en televisión las grandes heridas que tenían las ballenas y que habían sido causadas en su esfuerzo por romper el hielo para poder respirar. Luego Bob entrevista a Ted Lindsay y le pregunta si cree que las ballenas se puedan salvar. Ted responde que sí y que posiblemente el ejército tenga los recursos para salvarlas. Luego Bob anuncia por televisión que la compañía norteamericana Petroleum Star Corporation, que realizaba prospecciones a pocos kilómetros de allí, enviaría cinco toneladas de gambas y otros mariscos para a alimentación de las ballenas. También enviaría motosierras especiales para mantener abierta la piscina artificial para que los animales puedan respirar mientras llega la ayuda oficial. Alrededor de la piscina artificial donde estaban las ballenas, se instaló un campamento con un generador portátil de electricidad. Dos turnos de hombres se relevan durante la noche para proteger a las ballenas del posible ataque de los feroces osos blancos que andan por la zona. Ahí mismos estaba Yak con su abuelo y Yak le preguntaba como era la voz del Gran Espíritu de las Aguas y si era fácil entenderla. El abuelo le explicó que no todos llegan a oirla o a entenderla y que se escucha con el corazón y con verdadera fe. Capitulo 4, Las fuerzas de tierra, mar y aire Ted, el ecologista, recibe un telegrama de la armada de Estados Unidos diciendo que a petición del pueblo americano, las Fuerzas Especiales de los Estados Unidos asumen el compromiso de salvar a las ballenas cautivas el Océano Glacial Ártico. Se indica que participarían en forma conjunta la Fuerza Aérea, la Marina y Servicios Especiales del Ejército. Ted se pone muy contento y le avisa de inmediato a Bob Smith. Bob luego le dice a Ted que hay un problema porque las ballenas tiene hambre y necesitan comer diariamente cinco toneladas de mariscos.

Raymond Cooper es el militar que queda asignado a cargo de la misión. Ted recibe una llamada de la Señorita Juliet Adams, del Sun Review de Nueva York, que al parecer estaba más informada que él y le reclamaba porque en el telediario habían dicho que las ballenas podían morir de hambre porque el ejército se negó a darles alimentación. Esto era un mal entendido, pero el hijo de la señorita Adams no dejaba de llorar por las ballenas. Luego llamar el Comandante Reymond Cooper diciendo que estaba muy interesado en la misión y que viajaría personalmente al terreno para evaluar las necesidades inmediatas y hacer la estrategia de salvamento. Yak le dice al abuelo que les pagarán quince dólares por hora mientras trabajen en el rescate. Al abuelo no le pareció tan bien por que el Espíritu de las Aguas no les cobra a ellos cuando les manda peces. ¿Porqué tendrían que cobrar ellos por devolverle a sus ballenas? Capítulo 5, La Gran Sospecha Los rusos empezaron a sospechar que algo raro pasaba en el Polo Norte porque había mucho movimiento de barcos norteamericanos. Por eso le advirtieron al capitán de un barco ruso que pasaba cerca de esa zona. El capitán del barco se llamaba Dimitri Glasnov y el barco se llamaba Almirante Makarov. Los rusos se comunicaban enviando mensajes cifrados, para que nadie más los pudiese entender. Al barco ruso se le dio la orden de cancelar el retorno y los marineros se pusieron tristes porque no podrían regresar a sus hogares como estaba programado. Al barco ruso se len informó que en la zona había varios helicópteros, dos aviones y un hovercraft rompehielos. Los rusos no lograban imaginar qué era lo que estaban haciendo los norteamericanos. Pensaban que tal vez llevaban material radiactivo o iban a rescatar algún submarino, pero nunca pensaron que se trataba de un rescate de ballenas. Capítulo 6, Parece fácil, pero es imposible El capitán del barco ruso escucha en una radio de Londres acerca del operativo que estaban haciendo los norteamericanos para salvar a tres ballenas grises. Al principio el capitán se sintió burlado, pero luego se puso contento al pensar que podría regresar a casa. Luego el capitán se comunicó por satélite con la base rusa y le dijeron que de todas maneras tenía que avanzar hacia el objetivo porque podría existir alguna operación encubierta o secreta detrás de todo el operativo. El comandante norteamericano Raymond Cooper anunció por televisión que la estrategia sería abrir un camino en el hielo con el hovercraft, para que las ballenas pudiesen salir hacia el mar abierto. Ese camino tendría un largo de mas de doscientos kilómetros. Habría que seguir alimentando a las ballenas durante todo ese tiempo y también alimentar a los osos blancos, para evitar que se coman a las ballenas. Bob y Ted fueron a reportear en helicóptero a la zona de los hechos y descubrió que el hovercraft había quedado atascado y no podía avanzar en el hielo porque habían unas minicordilleras. Entre cuatro helicópteros trataban de tirarlo.

Un rato después Bob dio la triste noticia por televisión y dijo que el presidente de los Estados Unidos daría un mensaje al país mas tarde. El presidente dio unas palabras de apoyo y dijo que tenía mucha fe en que las ballenas se salvarían. Capítulo 7, Las desgracias no vienen solas Se anuncia por televisión que la ballena mas pequeña ha muerto, posiblemente de pulmonía. Esto es posible porque las ballenas son mamíferos de sangre caliente y se resfrían igual que nosotros. Las ballenas necesitan salir a respirar a la superficie por lo menos cada media hora. Cuando la ballena pequeña dejó de salir a respirar, se asumió que estaba muerta. El Abuelo de Yak decía que el Espíritu de las Aguas se la había llevado y que volvería a nacer pero convertida en otra ballena. Los esquimales piensan que sus hijos son sus propios antepasados que vuelven a nacer, por eso los tratan con mucha consideración y nunca les pegan. Yak le pregunta al Abuelo si él sabía que la ballena iba a morir. El Abuelo le dijo que sí, y que se dio cuenta porque cuando salía a respirar emitía un sonido diferente y se le notaba que la vida se le estaba yendo. Capítulo 8, La danza de los helicópteros El uso del hovercraft rompehielos fue descartado y lo remolcaron de vuelta a su base. El plan alternativo del comandante Cooper esta utilizar un mazo rompehielos, que era un bloque de cemento armado que se dejaba caer desde un gran helicóptero para romper el hielo. Con tres golpes el hielo se rompía. Luego intervenían unos artefactos traídos de Minesota, que eran como ventiladores de aire caliente y barrían el hielo para abrir camino. El resto lo hacían los esquimales con sus sierras. También había personas dedicadas a ahuyentar a los osos. Ted se puso pesimista y pensaba que de es forma no lo lograrían. Luego el capitán del barco ruso se comunicó con Ted Lindsay para ofrecer ayuda en el rescate. Ted le dio gracias y le dijo que esperara la respuesta para ver si podían aceptar su ayuda. Los rusos antes habían tenido experiencia rescatando ballenas. Se perdió un helicóptero de los que participaba en la operación. Se envían tres helicópteros a buscarlo y no dejan que Ted participe, aunque él afirmaba conocer esa zona como la palma de su mano. El problema es que la temperatura en esa zona era cerca de 35 grados bajo cero y sin calefacción, el piloto del helicóptero perdido moriría en pocas horas. Al poco rato encontraron al helicóptero perdido que se había caído y quedó destrozado, pero su piloto, el teniente Mayer, sobrevivió y sólo tenía una pierna rota. Capítulo 9, Ayuda del otro lado del mar El comandante Cooper discute con Ted Lindsay acerca de las posibilidades que les quedan para salvar a las ballenas porque con el plan actual se estaban tardando demasiado. Una posibilidad, es permitir que

los rusos les ayuden y otra es dormir a las ballenas y cargarlas con helicópteros hasta el mar abierto. Ambos planes eran complicados. El de dormir a las ballenas era complicado porque no se había probado nunca en animales acuáticos y tampoco sabían la dosis correcta. Y por otra parte, a los norteamericanos no les agradaba mucho la idea de que los rusos salvaran a las ballenas. El comansante Cooper consultó con su superior y quedó a la espera de una respuesta. Seis horas mas tarde, llega la respuesta desde Washington diciendo que se autoriza a que los soviéticos realicen el rescate siempre y cuando garanticen que podrán llevar a las ballenas sanas y salvas a mar abierto. El capitán ruso Glasnov no respondió a la petición de garantizar el éxito del rescate, pero indicó sus coordenadas y también dijo que otro barco ruso ayudaría en el rescate, el Vladimir Arsenyev. Y partieron hacia Barrow. Capítulo 10, El último susto Se hizo público que los rusos salvarían a las ballenas. Al rato llamó Juliet Adams a Ted Lindsay diciéndole que eran unos mentirosos y que su hijo le pedía explicaciones porque siempre le habían dicho que los rusos eran malos y ahora aparecían ellos como los salvadores de las ballenas. El barco ruso Almirante Makarov iba avanzando en medio de la niebla y no tenía visibilidad suficiente. Por eso pidieron ayuda para que los guiaran por satélite. Así llegaron sin problemas hasta el lugar y comenzaron a abrir camino en el hielo, mientras las ballenas los seguían un poco mas atrás. Luego hubo problemas porque los rusos avanzaban muy rápido y el camino se comenzaba a cerrar de nuevo con hielo. Ted logró comunicarse con Glasnov para que retrocedieran junto al Arsenyev y volviera a abrir el camino en el hielo. Los rusos tenían una máquina como tractor que soplaba el hielo y no le hacía daño a las ballenas. Finalmente las ballenas llegaron al mar abierto y partieron hasta la costa frente a México, junto a sus hermanas. Yak y su abuelo eran los más felices. Yak se compró una radio con el dinero que había ganado.