LOS CINCO PROPÓSITOS DE LA IGLESIA TEXTO: 1 Corintios. 1: 10 “Os ruego, pues, hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que habléis todos una misma cosa, y que no haya entre vosotros divisiones, sino que estéis perfectamente unidos en una misma mente y en un mismo parecer” INTRODUCCIÓN: Cuando una iglesia define claramente su destino, todos debemos estar dispuestos a subirnos a bordo. La razón es que todos estamos buscando algo que le dé significado, propósito y dirección a nuestras vidas. La clave para la armonía de la iglesia es estar unidos en un mismo parecer. Las personas que trabajan juntas para un gran propósito, no tienen tiempo para discutir asuntos triviales. Pablo utiliza la palabra griega noús para mente que significa actitud, intención, propósito.
Un propósito claro permite que se concentre el esfuerzo. Es esencial para la salud de su iglesia que usted periódicamente “limpie la casa”, es decir, que abandone programas que ya han cumplido sus propósitos.
Preguntémonos apropiadamente “¿Qué está deteniendo el crecimiento de mi vida y de mi iglesia?” ¿Cuáles son las barreras que previenen que ella sea todo lo que Dios quiere que sea? Es que, todas las cosas vivientes crecen. Es natural que las cosas vivientes crezcan; no es natural que no crezcan. Los niños crecen de manera natural. No les decimos a nuestros hijos: “Te ordeno que crezcas,” sería ridículo. No tengo que hacer eso. Mientras ellos estén sanos, ellos van a crecer.
Por lo tanto, creo que lo que necesitamos hacer es ver las cosas que hacen que nuestra Iglesia esté sana. Y al estar sana, crecerá automáticamente. La pregunta entonces será, “¿Qué hace a una Iglesia sana?” La respuesta es, “balance.” Balance hace a un cuerpo sano, y la Iglesia es el cuerpo de Cristo.
¿Sabías que tu cuerpo es un balance de sistemas? Y cuando todos estos sistemas están balanceados, tú estás sano. Pero, cuando cualquiera de estos sistemas se desbalancea, llamamos a esto enfermedad.
Toda Iglesia es controlada o dirigida por algo. Algunas Iglesias son dirigidas o controladas por: 1. La tradición. Simplemente hacen lo que siempre se ha hecho. Y no piensan mucho sobre el tema. Ellos simplemente dicen, “Bueno, ésta es la manera que tradicionalmente se ha hecho, y por lo tanto vamos a predicar, vamos a cantar, y vamos a tener programas de esta manera porque esta es la forma que se han hecho por generaciones y generaciones.” 2. Algunas Iglesias son dirigidas por personalidades, hay un líder fuerte, tal vez el pastor, anciano gobernante o líder clave en tu Iglesia que tiene personalidad de dirigente. Y que en cierta forma controla todo, y todos hacen lo que esta persona quiere. El problema con Iglesias conducidas por personalidades dirigentes, es “¿Qué pasa cuando esta persona muere?” Muchas veces, la Iglesia se viene abajo o no crece de una manera sana como Dios quiere. Y comúnmente se encuentra muy desbalanceada. 3. Algunas Iglesias son dirigidas o controladas por sus finanzas. 4. Algunas iglesias son dirigidas por espíritus contrarios a la voluntad de Dios. Apocalipsis 2:15; 2:20 Una iglesia movida por un propósito está comprometida a cumplir con las cinco tareas que Cristo le ordenó a su iglesia.
Dos grandes pasajes de las Escrituras nos declara firmemente esto: Muchos pasajes describen lo que la iglesia debe ser y hacer, hay dos declaraciones de Jesús que los resumen: - El Gran Mandamiento, Mateo 22: 37 - 40 - La Gran Comisión, Mateo 28: 19 – 20 Propósito No. 1: Ama al Señor con todo tu corazón La palabra que describe este propósito es adoración. Cuando le expresamos nuestro amor a Dios, lo estamos adorando. Propósito No. 2: Ama a tu prójimo como a ti mismo Este propósito es ministerio. La iglesia existe para ministrar a la gente... debe ministrar a toda clase de necesidades: espirituales, emocionales, relacionales y físicas. Ef. 4: 12
Propósito No. 3: Id y haced discípulos A este propósito se llama evangelismo. La iglesia existe para comunicar la Palabra de Dios. Es responsabilidad de todo cristiano compartir las Buenas Nuevas a donde quiera que vaya. Propósito No. 4: Bautizándolos Este propósito se llama comunión. No sólo simboliza nuestra nueva vida en Cristo, sino que hace visible la incorporación de una persona al cuerpo de Cristo. Propósito No. 5: Enseñándoles que guarden Este propósito se llama discipulado. La iglesia existe para edificar o educar al pueblo de Dios. El discipulado es el proceso para ayudar a las personas a que se parezcan más a Cristo en sus pensamientos, en sus sentimientos y en sus acciones. Col. 1: 28
CONCLUSIÓN:
Un gran compromiso con el Gran Mandamiento y con la Gran Comisión hará crecer una Gran Iglesia