Concepto del rol y status. ¿Qué contenidos tiene? •
a) La sociedad no es simplemente un conglomerado accidental y desordenado de seres humanos. Es un sistema estructurado en el que cada individuo ocupa una posición (status) definida. Se entiende por status social el puesto que cada individuo ocupa en la estructura social, tal como lo evalúa la propia sociedad. Una misma persona ocupa diferentes status en función del contexto en que se relacione o del grupo desde el que se defina.
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b) A cada status le corresponde un repertorio de pautas y normas de comportamiento que prescriben, a la persona que lo ocupa, cómo deberá actuar en cada situación y lo que los demás pueden razonablemente esperar que haga en virtud del lugar que ocupa. Llamamos papel (rol), al conjunto de todas estas pautas de comportamiento asociadas a cada status. La importancia de los papeles sociales radica, no sólo en el grado en que regulan la conducta, sino también en el hecho de que permiten a los hombres predecir los actos de los demás, y determinar, por tanto, sus propios actos de acuerdo con aquellos. En consecuencia, las relaciones sociales existen entre los papeles desempeñados por los de una sociedad. –
En todo caso, los conceptos de status y rol son dos herramientas fundamentales en el análisis del comportamiento social que, como vemos, están íntimamente relacionados entre sí. Se trata de dos caras de una misma moneda. A un status se le asocia siempre un conjunto de roles y, por su parte, un rol lo es siempre del status del que deriva. El status se ocupa, los roles se desempeñan. Esta es la razón por la que algunos sociólogos asocian los status a los aspectos estáticos del sistema social, y los roles a los aspectos dinámicos. Así, status se relaciona con la estructura de la sociedad, y roles con la función:
Tipos de status. Entre esa multiplicidad de status, algunos tienen un fundamento biológico. En todas las culturas, la edad o el sexo determinan alguna de las posiciones que pueden ocuparse. Pero la mayoría de ellos surgen del proceso mismo de la vida colectiva, de sus actividades económicas, políticas o religiosas. Una forma común de clasificar los status consiste en distinguir entre adscritos y adquiridos. - Un status adscrito deriva de factores sobre los que el individuo carece de control y, por tanto, es independiente de su voluntad. El status de hijo o el de heredero a la corona pertenecen a esta clase.
• - Por el contrario, el status adquirido depende de acciones positivas y, en ocasiones, del esfuerzo del propio interesado por alcanzarlo: los status de esposo, profesor, líder sindical... • En la medida en que la estructura del grupo está formada por el conjunto de status que lo integran, cada persona ocupa, al menos, tantos status como grupos a los que pertenece. Sin embargo, existe siempre uno que es el status clave porque identifica al individuo socialmente y le sitúa en la estructura social. La determinación de cuál sea ese status principal depende de la forma en que cada sociedad valore las distintas actividades institucionales. En una sociedad en la que la mayoría de las actividades se organizan en torno a las relaciones de parentesco, el status familiar ocupa el lugar preeminente. En la nuestra, en la que se concede una fuerte valoración al éxito económico, el status dominante suele ser el profesional. La profesión es; generalmente, el criterio fundamental en la valoración de la personalidad social.