TENSIONES COMPLEJAS Cuando se aplican a una barra cargas en sentido encontrados, ésta disminuye pero al mismo tiempo aumenta de grosor. Cuando se estira una liga, aumenta su longitud, aunque disminuye su ancho y su grosor. Si una barra sólida, soportada en sus extremos por dos bases, recibe una carga en su superficie superior, se reflexionará provocando compresión en los planos superiores, y tracción en los inferiores. Los tres ejemplos anteriores muestran que en la práctica no se dan tensiones puras, sino complejas; es decir, que como resultado de una deformación se presenta otra distinta en otro sentido. El fenómeno es aplicable a cualquier ejemplo de carga de formación, y es importante tomarlo en cuenta cuando se elige un material odontológico restaurativo, porque éste puede tener, por ejemplo, adecuada resistencia a la compresión (cúspide de un molar presionado sobre una foseta antagonista), pero despreciables valores de resistencia a la tracción (deslizamiento entre vertientes), lo que invariablemente provocará su ruptura. Así pues, se deben considerar las tensiones complejas que se dan durante la masticación, para elegir un material restaurador que no se deteriore ante la simultánea aparición de diversas tensiones en su microestructura que pongamos en la boca para restituir una función estará expuesta a estas tensiones. DEFORMACIONES Cuando los átomos de un material modifican su posición a causa de una carga y al cesar ésta regresan a su posición original (es decir, que las fuerzas de unión interatómicas no son vencidas), dicho material presentará deformación elástica, por la propiedad llamada elasticidad. Si la carga es de tal magnitud que, al cesar, los átomos no retornan a su posición original (es decir que las fuerzas de unión interatómicas son vencidas), el material presentará deformación plástica, por la propiedad llamada plasticidad; se entiende que en este caso la deformación será permanente. Después el punto de vista odontológico, es importante el manejo de los términos anteriores y la compresión de estos fenómenos, ya que el éxito de algunos tratamientos depende del correcto aprovechamiento de estas propiedades. Cuando uno o varios dientes están en mala posición, ésta puede corregirse aplicando cargas por medio de cuerpos elásticos (ligas, resortes, alambres), que son deformados elásticamente y fijados a los dientes. Por ejemplo, el alambre de ortodoncia, que es material elástico, se usa para corregir la posición de un diente. El alambre, al ser deformado elásticamente, tenderá a regresar a su forma original, lo que provocará un recorrido; si en ese recorrido se interpone un diente, lo tratará de mover.
Al restaurar un diente, puede usarse un material un estado plástico (como la amalgama y las resinas compuestas), al cual se le da la forma anatómica del diente. Al aplicársele cargas para modelarlo se le está deformando y esta deformación debe ser plástica para que al endurecer conserve la nueva forma que se le ha dado. Todos los materiales de impresión deberán ser colocados en estado plástico, sobre los tejidos que se van a impresionar para que mantengan esa deformación permanente al endurecer.