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N
"N
MANUAL DE LA
ESTRELLA
DEL
ORIENTE :
COMPUESTO PARA EL USO DE LOS PATRONOS, POE AUTORIDAD COMPETENTE, Y TRADUCIDO, CORREGIDO Y CON LÁMINAS, pos ANDRES
CASSARD,
Ex-Venerable de la Logv La Fraternidad, Numero 387, fundador de la misma y de la Logia Tabernáculo, Número 598, del Orv de Nueva íork ; Pastares Veces Mtjt Po deroso Gran Maestro de la Sublime Gran Logia de Perfeccion " La Fraternidad ; " Muy Equitativo Príncipe Sobv del Gran Consejo de Príncipes de Jerusalem, " La Fra ternidad ; " Muy Sabio y Poderoso Presidente del Sobv Cap-.- de Bosa >J<, "La Fra ternidad ; " Past-Hustre Comendador en Jefe del Sobv Gv Consistorio del Estado de Nueva York ; Representante General de los Grandes Orientes y Supremos Consejos de Cuba y las Indias Occidentales, Nueva Granada (Colombia), Venezuela, Portugal y Brasil : del Grande Orlente Nacional de la República Dominicana y de la, Gran Logia de Chile, ante todos los altos cuerpos de los Estados Unidos y del Canadá ; Miembro Honorario de los Supremos Consejos de Charleston, Boston, Neo-granadino y Brasil ; de los Grandes Consistorios de Nneva Orleans, Lima y de la Republica Dominicana, y Miembro Nato del Gran Senado Masónico Neo-Granadino ; Miembro activo del Supre mo Consejo de Cuba, Miembro Honorario y Representante de varios cuerpos Naciona les y Extrangeros : Representante General y Plenipotenciario del Grande Oriente y Supv Consejo de Cuba, ante todos los altos cuerpos masónicos de "Ambos Hemis ferios ; " Sobv Gran Inspv Gen-.- de 33, &c. &c. y Gran Patrono de la Órden de la Estrella del Oriente. "He visto su Estrella en el Oriente y he venido a adorarle."
NUEVA YORK: IMPRENTA DE EL ESPEJO MASONICO. 1867.
Es propriedad exclusiva, y cada ejemplar llevará la firma y rúbrica del autor.
EL GRADO DE LA ESTRELLA DEL ORIENTE.
Mi vicia está consagrada d la gran de obra de la redención- del género humano ; y si no lograre mi objeto, á lo ménos me lisongearé de haber contribuido, con cuanto ha estado á mi alcance, en favor del bienestar de la humanidad. Andbes Cassard. '"ION el objeto de propagar tan bello como importante grado, el Gban Patronato se sirvió, el 1." de Octubre de 1864, nombrarme y constituirme " Gran Patrono de la Or den de la Estrella del Oriente, y su Diputado ad hoc en todo lo concerniente á dicha Orden," dándome " las mas ámplias facultades y poderes ilimitados para conferir los cinco puntos, que constituyen el grado, á las esposas, viudas, hi jas y hermanas de los Maestros Masones regulares que deseen recibirlos en la Isla de Cuba y las Antillas, Santo Do mingo, Méjico, Nueva Granada, (hoy Colombia) Venezuela, Centro América, Perú, California y en todas las ciudades, PAISES Ó LUGARES T EN DONDE QUIERA QUE HATA PERSONAS QUE HABLEN EL IDIOMA CASTELLANO Y DESEEN RECIBIR DICHOS grados." Tambien se me autorizó, ámpliamente, para nom brar Vice Patronos en las ciudades, países y lugares que juzgue conveniente, á fin de esparcir las luces benéficas de tan bella institucion, delegando, al efecto, las facultades ne cesarias en aquellas personas que considere mas aptas para desempeñar fiel y debidamente tan delicada comision. 3
INTBODUCCION. Persuadido, por una parte, de la gran necesidad que exis tia de un sistema que, despojado de los inconvenientes y ob jeciones que siempre han presentado los diversos " Ritos de Adopcion " que se han inventado desde tiempo inmemo rial, * reuniera en sí ciertas formas simples, comprensibles y fáciles de retenerse en la memoria por las señoras, sin necesi dad de grandes ceremonias ni aparatos pomposos al conferir se los grados, y sin que tuvieran que pasar por ciertas pruebas morales y otras fórmulas secretas que han dado lugar á que la maledicencia hubiera podido inventar hechos vulgares y del todo inverosímiles, pero que han perjudicado de tal mo do los "Ritos de Adopcion," que estos existen hoy única mente en algunos archivos como recuerdo de lo que fué, por* Una de las primeras sociedades de señoras fué establecida en Fran cia hacia los años de 1740, y se tituló : L' Ordre des Felicitaibes. Te nia cuatro grados, y por la breve noticia que he podido obtener, carecia de todo mérito, y dos años despues apareció otra sociedad titulada : Caballeros y Heroinas del Ancla, que era poco mas ó menos como la anterior en su forma de iniciacion y casi todas sus ceremonias. En 1747 un tal Beauchaine, Ven-.' de una de las Logias de Paris, instituyó otra sociedad que nombró : 1/ Ordre de Fenders. Esta institucion plagió sus principales ceremonias de los Carbonarios. Sin embargo, llegó á ser muy popular, y las señoras y caballeros mas distinguidos de Francia pertenecieron á ella. Luego se formaron las ó*rdenes del " Hacha, " de la " Fidelidad" y otras ; y en consecuencia el Grande Orv de Francia, en 1774, adoptó un nuevo rito titulado : " Rito de Adopcion." Se dictaron leyes y se establecieron reglas para el mejor gobierno de estas " Logias de Adopcion," una de cuyas reglas era : que ninguno, á ménos que no fuera Mason regular, podia ser iniciado ni visitar dichas Logias, las cua les fueron puestas bajo la inmediata direccion y sancion de una Logia regularmente constituida, y su Vv, ó en su ausencia su Diputado, debia presidir, asistido de la Gran Maestra. Bajo estas reglas se fundó una Logia en Paris, en 1775, bajo el patronato de la Logia San Antonio, cuya Logia de Adopcion presidió la Duquesa de Borbon, quien fué insta lada como Gran Maestra. Despues se han formado varios sistemas pero han desaparecido, y el único que parece tener alguna consistencia y que reúne, en mi concepto, todos los elementos de permanencia, es la Orden de La Estrella del Oriente, porque su pureza, sencillez y grande importancia y utili dad corresponden con la Masonería especulativa de nuestros días. 4
INTRODUCCION. que no se practican en ningun país ; y, satisfecho, por otra parte, de la belleza y simplicidad del grado de La Estrella del Oriente, (que puede conferirse en una sala privada, sin el mas leve aparato, y sin que, las señoras, tengan que poner se en roce inmediato ni comunicacion directa con caballeros en cámaras obscuras, lo cual ha dado pábulo á los falsos aser tos que la lengua de la calumnia ha diseminado para perjudi car la Institucion ; ) é íntimamente convencido de lo útil y conveniente que será á las esposas, viudas, hijas y her manas de Maestros Masones poseer este grado, pues que, po seyéndolo, obtendrán, por donde quiera que vayan, todos los auxilios que puedan necesitar en caso de un accidente ó cual quier desgracia que pueda sobrevenirles ; considerando dete nidamente todas estas razones, y siempre dispuesto á contri buir en cuanto pueda al desarrollo de las luces y al bie nestar de la humanidad, me decidí á aceptar el Gran Pa tronato de la Orden, en los términos latos en que se me ofreció, con el objeto de hacer extensiva dicha Orden. Y no se mofe el escéptico de las ideas que he avanzado respecto de lo útil y conveniente que será á las señoras poseer este grado, porque puedo presentar testimonios fehacientes de innumerables casos que han acontecido á muchas fami lias del Sur de los Estados Unidos durante la guerra calami tosa que ha devastado una gran parte de tan bello país, cuyas familias deben lo que hoy poseen, y aun sus propias vidas, al mero hecho de haber poseído el grado de La Estrella del Oriente, y haber podido, en la ocasion precaria, hacer las se ñales que las hicieran acreedoras á los auxilios y consideracio nes debidas á un miembro de la Gran Familia. En Virginia, Baltimore, Carolina del Norte y Sur, Tennessee, Atlanta, Nueva Orleans, etc., etc., existen millares de se ñoras que pueden corroborar mis asertos y quienes hoy reco miendan el grado de La Estrella del Oriente, no solo como una cosa verdaderamente útil, sino como la mas bella emanacion humana. La Orden de La Estrella del Oriente se fundó á fines del siglo pasado, (1778) pero hasta últimamente no se habia 5
INTRODUCCION. propagado, debido, sin duda, al hecho de no haberse recono cido propiamente su belleza y utilidad. Pero hoy está espar cida por todos los Estados Unidos : no hay un Mason que ocupe una mediana posicion en la órden, que no posea el grado de La Estrella ; habiéndose hecho tan sumamente popular, que es rara la noche en que no se confiera, en alguna Logia de la ciudad, á un número considerable de señoras. Sin temor de exponerme á la nota de sofístico, puedo ase gurar que mas de cincuenta mil señoras poseen, en los Esta- • dos Unidos, el grado de La Estrella y que mas de cien lo reciben todas las noches. Hay Vice Pateonos nombrados en la Isla de Cuba, Santo Domingo, Méjico, Nueva Granada, Costa Rica, Chile, Brasil, República Argentina, Uruguay, Italia, Portugal y aun hasta en España. * La teoría del grado está fundada en las Escrituras: sus obligaciones están basadas en los principios de Equidad y de Justicia ; y todos los beneficios que se dispensan á los miem bros de la fraternidad, corresponden, igualmente, á las esposas, viudas, hijas y hermanas de los Masones. Cada uno de los cinco caracteres que se han adoptado en estos grados representan ó ilustran muchas de las sublimes virtudes masónicas, á saber : 1." La Hija de Jephte, manifiesta el respeto y obediencia á un voto solemnemente contraído. 2." Ruth, la adhesión á los principios religiosos. 3° Esther, la fidelidad para con los amigos. 4." Marta, la fe viva en la hora de los peligros ; y 5.° Electa, la paciencia y sumisión aun en los actos injustos. * El Vice Patrono de Cuba es el Ilv Hv Cid, 83 ; el de Santo Domin go, el Hv Hv Luis Cambiaso ; el de Cartagena, Colombia, el Muy Hv Hv Francisco de Zubiria, Gran Maestro del Grande Oriente Neo-grana- . diño ; el de Buenos Aires, el Ilv Hv Juan Madera ; el de Uruguay, el Ilv Hv Juan M. de la Sierra, Gran Secretario ; el del Brasil, el Ilv Hv Joao Severino da Silva, Gran Secretario ; el de Portugal, el Muy Ilv Hv Conde de Paraty, de Lisboa, etc. 6
INTRODUCCION. Toda0 estas son virtudes masónicas ; y la historia no pre senta caracteres mas brillantes que los cinco que forman el bello conjunto de este grado. El elevado y digno objeto que se ha tenido en vista al tra tar de diseminarse este precioso grado, debe ser un estímulo poderoso para que, en lugar de oponerse á que se introduzca en algun Oriente, sus Grandes Oficiales ó Dignatarios y todos los Hermanos deben contribuir y poner el mayor conato en que se establezca por todas partes y se conozca y generalice un sistema que augura tan buenos resultados. Ta se nota su maravilloso efecto ; y el espléndido resultado que está produ ciendo es : ATEAER AL SENO DE NUESTBA INSTITUCION Á UN NÚMEEO DE SEÑORAS VIRTUOSAS, INTELIGENTES T DE GRANDE influencia, quienes, de otro modo, hubieran podido ser ca tequizabas por hipócritas jesuítas ó clérigos ignorantes y fa náticos, y convertídolas en una arma poderosa y formidable contra nosotros. En el Manual que hoy tengo el gusto de presentar á mis lectores, no hay un solo punto en que el mas ascético mora lista pueda hacer objeciones. Al contrario : todo es puro, todo bello : todo altamente instructivo y moralizador. En una palabra : el grado de La Estrella del Oriente, es, en mi humilde opinion, una de las joyas brillantes que engala nan la historia de la Masonería. La esposa, la viuda, la hija y la hermana de un Maesteo Mason, tendrán, en el grado de La Estrella del Orien te, un Pasaporte seguro por donde quiera que vayan, pues á un leve toque de la cadena mística se les prestarán todos los auxilios que puedan necesitar. ¿ Puede darse algo mas bello y grandioso para las señoras ? Ademas de las razones que he mencionado, y de otras que pudiera aducir con el objeto de estimular á las señoras á que tomen tan bello como importante grado, el vivo placer que indudablemente experimentarán al recibirlo, y la amena ins truccion que deribarán de su lectura, etc., deberán servir de suficiente, estímulo para que se apresuren á poseerlo. Espero, pues, que todas las esposas, viudas, hijas y her 1
INTRODUCCION. manas de los Maesteos Masones eegulaees, se dispongan á recibir el grado de La Estrella del Oriente ; y mis esfuerzos quedarán ámpliamente compensados si mis Her manas obtienen el opimo fruto que esta bella institucion les tiene reservado.
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REGLAS PARA LOS VICE-PATRONOS.
EEGLAS PAEA LOS VIOE-PATEONOS .
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AS esposas, las viudas, las hermanas y las hijas de los ■*-' Maestros Masones regulares, son las únicas que tienen el derecho de recibir este grado. Las Señoras divorciadas, las viudas, hijas y hermanas de Maestros Masones que se hayan casado con individuos que no son Masones, están excluidas de este privilegio. Las hijas y hermanas de Masones que no sean casadas, de berán tener, por lo menos, diez y ocho años de edad para ser itidas. Todos los Maestros Masones regulares pueden y deben re cibirlo y ser expertos en los medios de reconocimiento. El grado de La Estrella del Oriente se podrá conferir, bien en una Logia, ó en un salon ó apartamento resguardado. Poco mas de una hora se requiere para conferirlo propia mente. Una clase de cinco ó mas Señoras, acompañadas de cinco ó mas Maestros Masones, formada con el objeto .de instruir se, se titulará : Una Familia. Podrán reunirse cada quin ce dias, cada mes ó cada tres meses. No debe permitirse que se haga alteracion alguna en las señales, palabras de pase ú otros medios de reconocimiento, y se insistirá en que haya una perfecta uniformidad en todo. Ningún Vice-Patrono tendrá la facultad de delegar sus poderes, ni autorizar á persona alguna para que confiera este grado, sin la autorizacion expresa del Gran Patrono de la orden, obtenida al efecto. Los Hermanos que quieran obtener Patentes de VicePatronos, ó deseen informes respecto de la Orden de La Es trella del Oriente, pueden dirigirse á Andrés Cassard, Gran Patrono, Box (apartado) 6,766, New York. 9
MANUAL.
MANUAL.
SEÑORAS : Os hemos invitado aquí con dos objetos. Pri mero, el de tener la favorable oportunidad de informaros respecto de vuestras relaciones con la fraternidad masónica, y de este modo disipar las predisposiciones que hayais podi do tener contra ella ; y, segundo, el de conferiros, si lo de seais, el bello, instructivo y religioso grado de La Estrella del Oriente. Consideramos como un honor á los Masones el que os hayais dignado aceptar nuestra invitacion, y unídoos á nosotros, en esta ocasion ; y así tratarémos de hacer esta reunion lo mas placentera é instructiva posible. Todos los que se hallan presente aquí saben que los Maso nes dan grande importancia á sus misterios : que se toman mucha pena é incurren en grandes gastos, y que prueban, con sus palabras y hechos, que la Masoneria está inculcada en su alma y es el objeto de sus afecciones. Debe, por consiguien te, ser muy claro á las esposas, hijas y hermanas de los Ma sones, que existe algo en la Masonería, conocido solo de los iniciados, que les es muy delicioso y bello, si no sublime y grandioso. Esto, á menudo, motiva la pregunta siguiente : ¿ de qué utilidad puede ser la Masonería á las Señoras? Como quiera que, hasta cierto grado, separa á la esposa del esposo, dándole á éste ciertos secretos y r1 Jberes en los cuales la es posa no puede participar, las Señoras, algunas veces, se pre disponen contra la Masonería, y aun se convierten en sus enemigas y se oponen á ella violentamente, suponiéndola, en su ofuscacion, como contraria á las leyes de Dios. Sin embargo, una leve idea de la naturaleza y del real objeto de la 10
MANUAL. Masonería, disipará todo esto, si es que existe en la imagina cion de alguna de vosotras algo respecto de este particular. Los Masones aman y adoran su Sociedad, sobre todas las demas, porque tiende á reformarlos^ á ilustrarlos y á hacerlos mas felices. A reformarlos, por que ella enseña moralidad, virtud, temperancia, economía, caridad y justicia á todos los hombres. A ilustrarlos, porque imparte conocimientos úti les, solemnes y de grande importancia ; conocimientos que nos han sido transmitidos por mas de tres mil años ; y a ha cerlos mas felices, porque los relaciona y pone en coneccion social con los hombres mas honrados y los mejores en cada país. ¿Comprendeis ahora, Señoras, por qué los Masones aman tanto á la Masoneria? Cuando se ataca la reputacion de un Mason, cada Hermano está pronto á defenderlo, si es inocente ; y si se le ataca en persona, halla miles defensores. Si está pobre y en necesidad, por reveses de fortuna, sus Hermanos lo ayudan, contribu yendo con cuanto sus facultades le permitan. Si viaja en un país extraño, y se enferma ó se halla en necesidad, aun cuan do todos los que le rodeen sean enteramente extraños, los Masones no son extraños para él : son sus Hermanos ; y serán tan humanos, generosos y caritativos con él, como si le hubie ran conocido toda su vida. Si muriere, la fraternidad lo con ducirá á su último asilo y derramará lágrimas amantes á su memoria. ¿ Comprendeis ahora, Señoras, por qué los Maso nes aman tanto á la Masonería ? Mas ahora es necesario que os demostrémos por qué las Señoras tambien deben ser tan amantes y afectas á la Maso nería, como verdaderamente hay muchas que son sus mas ar dientes amigas y defensoras. Contestaré ahora, pues, á la pre gunta que se hace á menudo : ¿ de qué utilidad es la Masonería al sexo femenino ? Señoras : estáis unidas á la Masonería por vínculos aun mas íntimos y tiernos que los que os imaginais ó yo puedo informaros. La viuda y la huérfana de un Maestro Mason reciben las afecciones y ofrendas de la Logia en lugar del marido y el padre. Si su honor y reputacion es injustamen 11
MANUAL. te ofendido, (Ay ! cuántas veces el carácter de la mas pura y honrada es asaltado calumniosamente ! ) los Hermanos las de fienden. Si se hallan en necesidad, ó en malas circunstancias, los Hermanos las socorren. Si viajando se hallan enfermas, ó en desgracia, entre personas extrañas, no tienen mas que dar se á conocer como HHv, y la mano henéfica se extiende hacia ellas ! La dulcísima voz aliviadora resuena en sus oidos pa ra consolarlas y animarlas ! Ta no son extraños, sino ami gos, y amigos queridos ; no pudiendo así menos que bendecir una Sociedad cuyas obras benéficas no se circumscriben á los límites de la casa ó de la Logia. Señoras : no creais que esta es una mera pintura ó una obra de mi fantasia : os hablo de lo que ha pasado y está aconte ciendo cada dia. Se han proporcionado asilos á las viudas : sus hijos han sido educados y elevados á altas posiciones so ciales, debido todo á la benéfica influencia de la Masonería ; y estos y otros actos que se ejercen asiduamente en las Lo gias de cada país, y por todos los Masones esparcidos sobre la superficie de la tierra, si fuera nuestra costumbre el publi carlos, se imprimiría anualmente un vasto volumen de estos actos de beneficencia celeste. Estas son, Señoras, las razones porque creemos que debe riais ser las mas acendradas amigas de la Masoneria. Vos otras obteneis todas las ventajas que la Sociedad ofrece : su mano benéfica y todas sus simpatias ; miéntras no requerimos de vosotras mas que el que la sostengais. El único privilegio masónico que se os niega, es el de visitar las Logias, y esto no os seria de ninguna ventaja, si aun nos fuera posible el con cedéroslo, y sí daria motivo á que la voz de la calumnia se levantara contra nosotros, lo cual causaría mas pena á vues tros sensibles corazones que el placer que del otro modo ob tendrías. " Las Señoras no pueden ser Masones." Esta es una regla que nos ha sido legada hace mas de tres mil años, jun to con otras leyes inmutables de la Masonería. Cada uno de estos H Hv presentes, al iniciarse, ha jurado solemnemente " no permitir que se alteren ningunas de las antiguas reglas y costumbres de la Masoneria," y esta es una de ellas. Por con 12
MANUAL. siguiente no podemos invitaros á que visitéis nuestras Logias. Pero, como os he dicho, podemos y os haremos partícipes de los privilegios mas consisos, y de todos los beneficios de la Masonería, uniéndoos así á nosotros, prácticamente, en nues tra grande, gloriosa y celestial obra de hacer bien, al yénero humano. ¿ Es, pues, extraño, Señoras, que esperemos el que seáis las amigas y defensoras de la Masonería ? La única objecion que se puede hacer á lo que acabo de de ciros es esta : " ¿ cómo podrá una Señora, viajando entre ex traños, si se halla en un conflicto, ó en necesidad de amigos, darse á conocer como la esposa, la viuda, la hija ó hermana, de un Mason?" "A ménos que ella no posea algo mas que su mera palabra que ofrecer á las personas á quienes se dirija, será difícil que se la crea. Hay tantos impostores por todas partes, que no hay persona caritativa que no haya sido vergonzosamente engañada, no una, sino muchas veces." " Por consiguiente, la Señora que tenga las mismas relacio nes ó afinidad con la Masonería que vos teneis, debe, en tal caso, poseer algun medio por el cual pueda darse á reconocer de los Maestros Masones: algun modo perfecto, fácil de po nerse en práctica ó ejecutarse y que sea al mismo tiempo in teligible." " ¿ Existe algo que una Señora pueda aprender, y que, practicándolo, en caso de necesidad pueda ponerlo en uso con la confianza de que probará efectual ? " Imagino que me interrogais de este modo, y así os contestaré : que hay esactamente ese medio de reconocimiento ; y mi objeto primor dial hoy es el enseñaros ese medio, si estáis dispuestas á recibir lo. El grado se titula : " La Estrella del Oriente." Tiene sus señales, palabras, y medios de reconocimiento, que se han puesto en práctica millares de veces y ha probado ser exacta mente lo que una Señora necesita en los casos mencionados. —Las señales que son para el uso de las Señoras, son fáciles de aprender y de retenerse en la memoria. Las palabras de pase que los Masones usan en contestacion á dichas señales, son igualmente fáciles. Los otros medios de reconocimiento, con ayuda de la Es trella, que cada Señora debe poseer en la forma de un alfiler 18
MANUAL. de pecho, no se olvidan fácilmente. En una palabra, todo d sistema es sumamente fácil para un uso práctico en cualquier tiempo que se requiera. Hay, ademas, un gran mérito en el grado de La Estrella del Oriente, que aun que no fuera mas que este, deberia hacerlo digno de vuestra predileccion ; y es : s« pureza, su simplicidad y su religiosidad. En él se da la Historia de la he roica hija de Jephte, víctima de los votos de su padre. Se refiere á Ruth la recogedora de espigas en los campos de Booz. Ella abandonó todo para habitar entre el pueblo de Dios. Se habla de Esther, la noble Israelista, que tan he roicamente resolvió salvar la vida de los desterrados de Is rael. Se menciona á Marta, la fiel sirvienta de Cristo, lloran do la pérdida de su hermano, y sin embargo, adhiriéndose á su Salvador. Y, finalmente, se hace una narracion patética de Electa, la cristiana por excelencia, quien mas que todas las mugeres sufrió en obsequio de su Maestro, Cristo, sacrifican do sus propiedades, su familia y aun su propia vida. Estas son, Señoras, las lecciones que os ofrezco en el grado de La. Estrella del Oriente, si quereis recibirlas ; y nada mas puro y bello ha emanado jamas del corazon humano. Pero ántes de comunicaros los secretos del grado de La Estrella del Oriente, por los cuales podeis haceros cono cer de los Masones, es necesario que cada una de vosotras haga una solemne promesa de honor, de guardar todos estos secretos inviolables en vuestros pechos. Si infortunadamen te alguna de vosotras divulgare lo que tan secretamente os comunicarémos aquí, no solo será fatal á vuestro carácter, si no que destruirá todas las ventajas del grado. Su principal valor y mérito consiste en retenerlo en manos de personas dignas. Tengo el indecible placer de informaros que, aun cuando se ha conferido este grado á millares de Se ñoras por todas partes, no se ha dado un caso de que halla sido vergonzosamente revelado ; pero ni en verdad tememos que tal desgracia ocurra jamas. La Señora que nos dé su palabra de honor en este caso, compromete su existencia pro pia, pues el honor de una Señora es mas sagrado y apreciado 14
MANUAL. que la vida misma. Por consiguiente, cualquiera de vosotras que esté pronta á darme las seguridades que requiero, será acreedora á que le confie dichos inestimables secretos. La promesa que requerimos de vosotras es en esta forma ; y os la leeré para vuestro conocimiento y consideracion debida. Señoras : ¿Prometeis bajo vuestro sagrado honor el no co municar jamas impropiamente los secretos del grado de La Estrella del Oriente ? En prueba de vuestra sinceridad levantad la mano derecha. Si alguna de vosotras no quisiere hacer esta solemne pro mesa de honor, tendrá la bondad de retirarse del salon, miéntras dirijo algunas palabras á mis Hermanos Masones. (El Pv vé que cada Señora levante la mano.) Señoras, mil gracias. Hermanos : Hasta ahora me habia limitado á las Señoras únicamente, queriendo así manifestarles el justo aprecio que hacemos por el honor que nos han hecho en venir á visitar nos y reunirse hoy con nosotros. Vosotros sabeis y podeis testificar que mis aserciones respecto de la Masoneria y sus ventajas para con sus son reales y verdaderas, y que estas Señoras tienen la misma afinidad ó relacion íntima con nuestra fraternidad, que he descrito. Ahora, pues, os ma nifestaré que solo las Esposas, Viudas, Hermanas é Hi jas de Masones, son acreedoras ó deben recibir el grado de La Estrella del Oriente. Todo Maestro Mason regu lar tiene el derecho de recibir este grado, y podrá confe rirlo si se le autoriza al efecto por uno de los Patronos de la Orden. Si alguno de vosotros deseais recibirlo ahora, debeis hacerme la promesa requerida. Levantaos. Hermanos : ¿ Prometeis bajo vuestra palabra y honor de Maestros Masones, no revelar jamas los secretos de este gra do, ni conferirlo pero ni estar presente cuando se confiera di cho grado de La Estrella del Oriente, á ménos que no sea bajo las restricciones mencionadas ? En prueba de vues tra sinceridad levantad la mano derecha. (El Patrono vé que cada Hermano levante la mano.) Gracias, Hermanos, sentaos. (Entonces se dirige á las Señoras de nuevo.) Señoras : Ahora que sé que no violaréis la confianza que voy 15
MANUAL. depositar en vosotras, no reservaré nada de lo que concierne á este grado, y procederé á comunicároslo. Llamo vuestra atencion primeramente á la Estrella que se halla en el centro del Diploma que contiene los emblemas del grado de La Estrella del Oriente. Dicho Diploma está arreglado con el objeto de ayudar la memoria de los que ha yan tomado el grado. Con justa razon se le llama: el Moni tor de La Estrella del Oriente, pues usándolo podeis re cordar cuanto se os va á comunicar hoy. Observad con aten cion los cinco emblemas en el centro de dicha Estrella, y son la Biblia sagrada, abierta ; el ramo de Lirios ; el Sol ; el Corde ro y el Leon. Todos estos son emblemas cristianos y tienen una significación propia. La Biblia sagrada, abierta, representa : " El Universo.'''' El ramo de Lirios, que está á la derecha : " El Lirio de los Va lles.'" El Sol, que se halla mas abajo, tambien á la derecha, significa : " El Sol de la Rectitud.'" El Cordero, que se halla á la izquierda : " El Cordero de Dios ; " y el Leon, que tambien se halle á la izquierda : " El León de la tribu de Judá." Todo esto alude á nuestro Redentor Jesus-Cristo, en quien todos los Masones Cristianos ponen su confianza, y á cuyo nacimien to se alude en las frases que se hallan en la parte arriba del Diploma, á saber : He visto su Estrella en el Oriente y he venido Á adorarle. (El Patrono explicará esto á cada una en particular á fin de que todas queden perfectamente instruidas.) Estos emblemas os demostrarán cuán ligada está la religion cristiana con este bello é interesante grado ! Este bello Diploma está circunvalado de flores y símbolos que pertenecen á cada punto del grado. En la parte superior, poco mas arriba de la Estrella que se halla en su centro, está la representacion de la Hija de Jephte, parada delante de su padre, preparada para su sacrificio. A la derecha está la representacion de Ruth, parada delan te de Booz, implorando su simpatía y proteccion. A la mano derecha, en la esquina de la parte baja, se halla la representacion de Erther, delante del Rey Asuero, implo rando proteccion en favor de su pueblo. En la esquina de la 16
MANUAL. parte baja de la izquierda, está la representacion de Marta, arrodillada delante de Cristo, suplicándole que resucitara á su hermano Lázaro. En el centro del Diploma, á la izquier da, está la representacion de Electa en su mision de Caridad, socorriendo á los pobres y consalando á los afligidos. El moto de la órden : " Virtus omnia nobilitat." La virtud ennoblece a todos, se halla en el sello del Diploma. Las cinco puntas de la Estrella hacen alusion al Nacimien to, Vida, Muerte, Resureccion y Ascencion de Nuestro Señor Jesus-Cristo. Cada punta de la Estrella tiene su color pecu liar ; y su significado se os explicará en debido tiempo. Los nombres de los cinco caracteres, es decir, La Hija de Jephte, Ruth, Esther, Marta y Electa, se ven en las cinco puntas y su historia forman este grado. Cada uno de ellos tiene un emblema en frente, y son : la espada, el mazo de espigas, la corona, la columna rota, la copa y las manos unidas. Estas for man una parte de las historias. En una palabra, sin la Estrella signos mencionados, seria tan difícil para vosotras recordar las explicaciones del grado de La Estrella del Oriente, como lo seria al Mason recordar los grados que toma en Logia sin la ayuda del Monitor para refrescarle la memoria. Siempre que una Señora se encuentre en desgracia ó ne cesidad en medio de extraños, puede hacerse conocer por cualquier Maestro Mason que se halle presente, haciendo una de las cinco señales que le enseñaré. Cada señal tiene su nombre propio y su explicacion, así como su palabra de pase, que se dará en contestacion por el Hermano Mason que la reconozca. Os suplico que pongais la mayor atencion miéntras os explico los cinco puntos y os enseño las señales y palabras de pase, pues ellas son la esencia del grado de La Estrella del Oriente. Cuando un Maestro Mason vea una de estas señales, es su deber contestar como sigue : escribe su nombre en una tarjeta ó un pedazo de papel, y al reverso pone la palabra de pase correspondiente. Esto sirve de introduccion entre ellos, y les facilitará el que vayan adelante, y por medio de las otras señales de reconocimiento se satisfagan de sus respectivos privilegios masónicos. 17
LA HIJA DE JEPHTE.
LA HIJA DE JEPHTE. PRIMER PUNTO. LA historia completa de estos cinco caracteres femeninos la encontraréis en la Sagrada Escritura ; ó tal vez la co noceréis perfectamente. Por consiguiente, solo os recitaré aquellos pedazos escogidos que tienen relacion con la Maso nería y con el grado de La Estrella del Oeiente. Comen zaré, pues, con la de la hija de Jephté, que, como os he dicho, está representada en la parte superior del Diploma, parada delante de su padre, preparada para su sacrificio. Jephté fué Gobernador de Israel y Comandante de las ar mas del Señor. Fué un hombre muy piadoso, y, segun la tradicion, fué Mason. Habiéndose puesto en marcha con su ejército en una ocasion, rogó á Dios del modo mas ferviente que le ayudara á fin de salir victorioso, é hizo al efecto la siguiente promesa (la mas imprudente é infortunada que 18
LA HIJA DE JEPHTE. pudo haber hecho, como se vió luego ) que si Dios accedia á sus súplicas, y volvia triunfante, ofreceria en holocausto á cual quiera que saliera á recibirle de su casa. Sus súplicas fueron oidas de Dios : Jephté ganó una gran batalla, y volvió á su casa triunfante á la cabeza de su ejército. Cuando llegó cer ca de su casa se detuvo por un momento á considerar, pues entonces recordó el voto solemne que habia hecho, y espera ba con ánsias ver cual era el primer objeto que salia á reci birle. Él esperaba que seria un cordero mimado que tenia su hija. Pero, imagínese, concíbase cual no sería su agonía y dolor cuando vió á su única hija, una niña hermosa que ape nas comenzaba á ser muger, salir de su casa, llena de gozo, cantando y bailando con panderetas para recibir á su padre y abrazarle ! Él rasgó sus vestidos, y con angustia y dolor, dijo : " At, hija mia ! de verdad me has abatido, t tu eres DE LOS QUE ME ABATEN ; PORQUE HE ABIERTO MI BOCA Á JeHOVA T NO LO PODRÉ REVOCAR." Cuando se informó á su hija el carácter de la promesa que su padre habia hecho, y se la hizo entender que la vi da y honor de su padre estaban comprometidos, ella no vaciló un momento en cumplir la promesa de su padre, y so lamente dijo : " Padre mio, si has dado tu palabra al Señor, haz de mí todo lo que le has prometido." Entonces suplicó á su padre que la concediera dos meses de tiempo para prepararse á sufrir su terrible hado ; y habiéndole sido concedido, se re tiró con sus amigas á las cuevas de las montañas, á orar de dia y de noche. Cuando los dos meses se cumplieron, y lle gó el dia fatal destinado para su sacrificio, una vasta multi tud se reunió para presenciar el evento. Muchos creian que la hija de Jephté rehusaría el someterse á tan terrible sa crificio. Pero al llegar el sol á su meridiano, se la vió bajar por la montana, acompañada de un gran número de sus ami gas, y aproximarse al lugar donde se habia erigido el altar, y su padre, con el corazon desgarrado, yacia preparado á cum plir su promesa. Ella se acercó á él, le dió un afectuoso beso, y se despidió de él. Entonces su padre tomando el espeso velo negro que 19
LA HIJA DE JEPHTB. ella traia, la cubrió el rostro y sacó su espada. Pero ella in mediatamente tiró del velo y dijo : " que no quería tener su rostro cubierto, pues no temía morir." Su padre la replicó, que no podriia descargar el golpe miéntras ella lo mirara, y volvió á cubrirla con el velo. Ella se descubrió por segunda vez, y ' dijo á su padre " que miraria al cielo para que su mano no temblara al ver su rostro, pero que no consentiría morir cu bierta." Por tercera vez su padre insistió en cubrir su rostro, pero con gran resolucion ella lo arrojó detras de su espalda, asiéndolo por ámbas puntas firmemente, y dirigiéndose á su padre ante la multitud, le declaró solemnemente, " que si in sistia en cubrirla, apelaria á las leyes en su favor, y rehusaría morir, lo cual ella estaba dispuesta á hacer gustosamente." Ella dijo, " que la costumbre era cubrir el rostro de los asesi nos y criminales cuando se les iba á ejecutar, pero que ella no era criminal y moría solomente por salvar el honor de su padre." Ella repitió " que alzariia los ojos al cielo, y que así se la die ra el golpe fataL" Este se descargó ; y su espíritu se levan tó á los cielos, sobre los cuales sus últimas miradas estaban fijadas. Así se consumó la obra que ha hecho el nombre de la Hija de Jephté inmortal en los anales de la Sagrada Escri tura y en la Masoneria. Durante muchos siglos, y hasta la época de Samuel, " era oostumbre en Israel que sus hijas fueran anualmente cuatro días á lamentar la muerte de la hija de Jephté. (Aquí el Patron enseña las palv, sigv y las repite.) La señal es * * * y alude á * * * La palabra de pase nos recuerda el lamentable pero glo. rioso acontecimiento á que se refiere la historia de la hija de Jephté. El color azul.—Alude al color cerúleo de las montañas en las cuales la hija de Jephté pasó los dos meses en reclu sion, preparándose para su muerte. 20
LA HIJA DE JEPHTB.
Emblema.—La espada y el velo. PA8AGE DE LA ESCRITURA. T cuando él la vio, rompió sus vestidos diciendo : At, hija mia ! De verdad me has abatido, y tú eres de los que me abalen ; porque he abierto mi boca á Jehova y no lo podré revocar.—Jueces, cap. XI, 35.
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RUTH.
RUTH. SEGUNDO PUNTO. LA narracion que nos hace la Escritura sobre Ruth es una de las bellas, tiernas y patéticas del Sagrado libro. Es tan interesante á los jóvenes como á las personas de edad, y nos da cuenta exacta de la sociedad antigua, 1,300 ántes de la era Cristiana ; pero cuando la ilustramos con las tradicio nes de la Masonería, como lo hacemos en el grado de La Estbella del Oriente, es aun mas interesante. Ruth pertenecia á la nacion de Moab, un pueblo idólatra. Se casó con un cristiano ; y por sus ejemplos de piedad y be neficencia, ella se convirtió en la verdadera religion. En su hora postrera él la suplicó que abandonara la mala compa ñía con que ella tendria que asociarse, y que fuera á la ciudad de Bethlehem, donde habitaba el pueblo de Dios. El nom bre de este cristiano era Mahalon, y segun la tradicion fué Mason. 22
RUTH. Despues de su muerte ella siguió sus consejos. Abandonó, pues, su casa, sus propiedades y sus amigos, y en compañía de su anciana madrasta se dirigió á Bethlehem, donde llegó tan andrajosa y pobre que tuvo que dedicarse á algun traba jo para asegurar su subsistencia y la de su madrasta. Sin embargo, no podia hacer otra cosa mas que ir á los campos de cebada, (pues era el tiempo de la cosecha) á trabajar entre lo mas comun del pueblo, para mantenerse. En su primera tentativa le faltaron las fuerzas, pues ella habia sido criada en el lujo y la abundancia, y ese trabajo era muy fuerte para ella. Las puntas de las piedras herían sus pies, y el re verberante sol la sofocaba. Las burlas é insultos de sus com pañeros la alarmaban y descorazonaban. Así fué que á eso del medio dia, no habia recogido mas que un mazo de espi gas, fruto de todo su trabajo; y cansada y agoviada bus có la sombra de un árbol para refrescarse y descansar un mo mento, ántes de retirarse del campo. A la sazon entró Booz, dueño del campo. Él era uu hombre piadoso y caritativo, y segun la tradicion era Mason. Era el mas rico y mas querido y respetado en Bethlehem. Cuando entró en el campo, observó debajo del árbol la figura de una persona distinta en forma y manera á los demas segadores, y dijo Booz al que cuidaba de los segadores : " ¿ Quién es esta ? " A lo que el segador respondió : " esta es aquella Moabita que vino de Moab, y pidió permiso para recoger las espigas que se fuesen escapando de las manos de los segadores : desde esta mañana ha estado en el campo, sin ir un momento á su casa y solo ha recogido un puño."— Esto excitó las simpatías de Booz, quien desde luego se di rigió á ella para consolarla y animarla. Cuando ella le vió venir, creyendo que era el dueño del campo y se dirigía hácia ella para despedirla por haragana, ó creyendo que tal vez seria una ladrona, ella levantó sus ma nos para enseñarle todas las espigas que habia recogido, y que no se habia robado nada, y luego suspendió ambas ma nos sobre el pecho, demostrando que estaba dispuesta á so meterse á cualquier pena que se la impusiera, elevando sus ojos hácia el cielo, implorando su clemencia y proteccion. 23
RUTH. Ella habia abandonado su casa, sus propiedades y sus amigos por Dios, y de Él esperaba proteccion. Booz no fué in diferente á esta muda apelacion, y la animó á que continuara en su trabajo ; ordenando á sus criados que no se la inquie tase y que de sus gavillas le arrojasen á propósito algunas es pigas para que ella las recogiera sin rubor, á fin de obtener una cantidad suficiente para poderla mostrar á su suegra. Booz tambien ordenó que de las provisiones que se traje ran para sus segadores, se la diera de comer y de beber. Aquí concluye la Historia Masónica de Ruth ; pero la Sagrada Es critura nos dice que ella se casó despues con este hombre ge neroso, y que tuvieron por hijos á Obed, padre de Isaí, y abuelo de David, padre de Salomon, cuyas virtudes y poder son bien conocidos de todos los Masones. (Aquí el Patron explica las señales de Ruth, el color, etc.) La señal es * * * y alude á * * * La palabra * * * y tiene por objeto recordarnos la humil de pero gloriosa historia de Ruth. El color amarillo alude al grano maduro que contenían los mazos de trigo maduro que Ruth recogia en los campos do Booz.
Emblema.—El mazo de trigo. PASAGE DE LA ESCRITURA. Y Booz dijo al que cuidaba de los segadores : ¿ Quién es esta moza ?—Ruth, cap. II, 5. 24
ESTHER.
ESTHER. TERCER PUNTO. LA historia de Esthee es la de una heroina, inspirada por los nobles sentimientos de la religion, dispuesta á salvar á su pueblo, ó á perecer con él. La narracion que nos hace la Sagrada Escritura, y se encontrará en el Libro de Esther, es bella é instructiva.' Esthee nació y se educó en la pobreza entre los desterra dos de Israel, que entonces vivian en la Persia. Su belle za y virtud, y, aun mas que todo, sus facultades intelectuales, atrajeron la atencion del Poderoso Rey Astjero, quien se ca só con ella y la coronó, regalándola un hermoso palacio y elevándola mas que á todas las mugeres de la nacion. Miéntras mas íntimamente la conocia y descubriia sus gran des talentos, mas la amaba y iraba. No habia una cues tion, por difícil que fuera, que ella no la resolviera, ni un caso intrincado que ella no pudiera asistirle á esclarecer 25
« ESTHER. lo. Así fué que él la hizo su confidenta en todos los asuntos del reino, probando Esther, en todas ocasiones, que era una verdadera descendienta del sabio Rey Salomon. Todas las tradiciones de aquella época prueban que Estheb fué una de las mugeres mas notables que adornan las páginas de la historia. Ls tradicion masónica nos informa tambien que el Rey Asuero fué Mason : que era un hombre que se jactaba de cumplir su palabra ; y que el poder omnipotente é importan te de la verdad, le eran un objeto de gran contemplacion. No os sorprendais, por consiguiente, cuando oigais la nar racion de esta historia singular. Los enemigos de los Judíos, que eran muchos y muy pode rosos, los habian acusado al Rey, falsa y calumniosamente, y le habian inducido á publicar un Edicto, por el cual, en cierto dia, todo el pueblo judaico seria exterminado. Todos los hombres, las mugeres y los niños de estos desterrados, debian ser asesinados; y así el pueblo escogido de Dios, iba á ser borrado de la faz de la tierra. Pero Dios esco gió á la Reina Estheb como el instrumento para evitar tan grande calamidad. Tan pronto como ella supo que se habia promulgado tan cruel edicto, determinó ejercer toda su influencia con el Rey para salvar á su pueblo ó perecer con él. El Rey la habia prometido que cuando ella viniera ante él, adornada y deco rada como Reina, y solicitara alguna gracia, le seria otorga da " aun que pidiera la mitad del reino." Ella creyó que la hora de probar su sinceridad habia llegado ; y no dudaba apelar á él, pues sabia cuán fiel era á sus promesas. Ella se dedicó á orar, y á ayunar tres dias, y vistiéndose luego con sus atavíos reales y poniéndose su corona se presentó al Rey. Era un dia de gala : el Rey estaba recibiendo á los gobernadores de las diferentes naciones que estaban bajo su dominio, y su sala de audiencia estaba llena de los diferentes dignatarios de su reino. La escena, al entrar esta heroína en la sala de audiencia, fué magnífica. Todo lo que podia ha cer el acto mas brillante é imponente, estaba allí, pues se veía
ESTHER. al Rey en su trono, lleno de joyas radian es : los brillan tes uniformes de los oficiales y decoraciones del salon real : en fin : todo formaba un contraste esplendoroso. La Reina, pálida con la larga abstinencia que habia sufrido, se paró de lante del trono del Rey, y así que él la vio, se levantó y alargando hacia ella su cetro de oro, que tenia en la mano, y que ella besó, la dijo : " ¿ Qué es lo que quieres, Reina Esther ? " " ¿ Qué peticion es la tuya ? " " Aun que me pidas la mitad de mi reino se te dará." La historia masónica de Esther termina aquí, pero la Es critura nos dice que, á su debido tiempo, ella hizo su súplica al Rey, la cual le fué concedida, y así salvó á todo el pueblo jndáico de la muerte cierta que le estaba preparada, sin que se hubiera saciificado una sola victima. En conmemoracion de haber Esther librado al pueblo ju dío de la conspiracion que Haman habia formado para des truir, en cierto dia, á todos los Israelitas en la Persia, los ju díos celebran una fiesta solemne, y del carácter mas im ponente, el 14 y 15 del mes Hebreo T|¡$ ( Adar ) que corres ponde á nuestro mes de Marzo. Dicha celebracion se llama Pür ó Pürim, ó La fiesta de los sorteos. Estos sorteos se hacian el primer mes de cada año y desig naban el vigésimo del mismo año para la egecúción de los perversos designios de Hamait. Pero esta supersticion le 'causó su propia ruina y fué el medio de la preservacion de los Judíos, quienes pudieron evitar la catástrofe qtfe les ame nazaba, por la influencia de la reina Esther. Dicha fiesta se celebra con mucho regocijo, disfrutándose de toda clase de placeres y recreaciones inocentes. La vís pera de la fiesta dan limosnas á los pobres para que puedan gozar tambien de ellas; y en la tarde del 13 de Adar, que es cuando comienza dicha fiesta, los judíos se reunen en la Sinagoga y encienden las lámparas ; y así que las estrellas empiezan á aparecer, ellos dan principio á la lectura del " Li bro de Esther." Hay cinco lugares en el texto que cuando el lector llega á ellos, suspende la voz hasta donde le es dable; y cuando llega al pasage en donde se mencionan los 27
ESTHER. diez hijos de Haman, los pronuncia á la carrera y casi sin to mar aliento, para manifestar que estas diez personas fueron destruidas en un momento. Cada vez que se nombra á Haman toda la congresion palmetea y da golpes en el piso con los pies, diciendo : " Que perezca su memoria." Existía una antigua costumbre de traer á la Sinagoga una piedra grande, con el nombre de Haman escrito sobre de ella, y miéntras se leia el " Libro de Esther," la congregacion pe gaba á la piedra con otras chicas hasta hacerla pedazos. En la mañana del siguiente dia, bien témprano, vuelven á la Sinagoga, donde, despues de leer aquel pasage del Exodo, cap. XVII, 5-16, en que se menciona la guerra con Amaleo, se repite la lectura del " Libro de Esther " con las mismas ce remonias del dia anterior, y despues se van á sus casas muy contentos y satisfechos y tratan de pasar el resto del dia en juegos y distracciones. Obligan á todos los de sus casas á ir á la Sinagoga y asistir á las ceremonias, porque dicen que todos disfrutaron del be neficio del perdon que Esther obtuvo para ellos. Este dia los discípulos hacen regalos á sus preceptores ; los padres de familia á sus hijos y sirvientes, siendo los regalos que se dan á estos últimos arreglados al estado mas ó menos de indigencia en que se hallan. En una palabra : todo este dia y la no che la invierten en juegos, diversiones, banquetes y gozos, como para cumplir con lo que se previene en el citado "Libro. de Esther," cap. IX, 22, que dice : " Por aquellos dias en que los judíos tuvieron reposos de sus enemigos: y aquel mes que les fué tornado de tristeza en alegria y de luto en regoci jo ; que los hicieran dias de banquetes y de gozo, y de enviar par tes á cadd uno su vecino y dádivas á los pobres. (Aquí el Patrono explica las señales, emblemas, color, etc.) La señal es * * * y alude á * * * La palabra de pase es * * * y nos recuerda el gran sacri ficio y triunfo de la heroína Esthee. El coloe blanco alude al vestido de seda de Esthee, em blemático de la pureza de sus sentimientos. 28
ESTHER.
El emblema nos recuerda la condicion regia de Esther y la manera en que ella se condujo con el rey. PASAGE DE LA ESCRITURA. Y el rey la dijo : ¿ Qué es lo que quieres, reina Esther ? I Qué peticion es la tuya P Aunque me pidas la mitad de mi reino, se te dará.—Libro de Esther, cap. V, 3. 20
MARTA.
MARTA. CUARTO PUNTO. HEMOS llegado á los puntos de La Estrella del Orien te que son especialmente de un carácter cristiano, pues los de Marta y Electa están basados en el Nuevo Testamen to, miéntras los otros tres mencionados pertenecen al Viejo Testamento. La historia de Marta es la de una joven oprimida por el pesar de haber perdido á su único hermano, Lázaro, y sin em bargo, descorazonada con tan terrible golpe, tenia una fé ili mitada en Cristo. Marta y Maria eran hermanas que vivian con su hermano Lázaro. La tradicion nos informa que es te era Mason. Los tres hermanos vivian en gran armonía, y eran amados y estimados de todos los vecinos de Bethania, porque eran amigos de Jesus Cristo, quien, en sus frecuentes visitas á aquel pueblo, que se hallaba inmediato á Jerusalem, residía con ellos durante su estadia. Ellos eran conocidos 30
MARTA. por el nombre de " discípulos de Jesus," á quien manifesta ban la mayor afeccion. ■ Una ocasion en que Cristo estaba ausente de Betbania, Lá zaro cayó repentinamente enfermo. El caso no itia dila cion, y " las afligidas hermanas enviaron un mensagero á Cristo, diciéndoles : Señor, mira que aquel á quien amas está enfermo." Ellas creian que tal mensage tendria por objeto el apresurar al Divino amigo en su favor y hacerle venir á salvar la vida de Lázaro. Pero Jesus no vino. Lázaro con tinuó de peor en peor y al fin murió ! Segun costumbre, fué enterrado, y las dos hermanas lloraban desoladas la muerte de su hermano ! El amigo bajo cuyo milagroso poder habian vivido hasta entonces, las habia abandonado en su mayor ne cesidad ! ¿ Cómo podian ellas vivir en lo adelante ? Pero aun cuando Cristo habia aparentemente sido indife rente á su llamamiento, él sabia lo que hacia. Él queriá probar la fé de Marta ; y la muerte de su hermano era una parte de su prueba. Al cabo de los cuatro días, Marta, que no ce saba de mirar hácia Jerusalem, con la esperanza de que Él (Cristo) aun vendría á consolar sus afligidos corazones, oyó, con indecible gozo, que " el Maestro venia," y salió á recibirle. Al encontrarle, se arrodilló delante de Él, y con las manos levantadas, en una actitud suplicante, le dijo : " Señor, si hu biérais estado aquí, no hubiese muerto mi hermano." Y al mirarle, descubrió aquella gentil sonrisa, presagiadora de es peranza y misericordia, y ella añadió : " Bien que aun estoy persuadida de que ahora mismo te concederá Dios cualquier cosa que le pidais." Jesus la contestó: "Tu hermano re sucitará." Marta replicó : " Bien sé que resucitará en la re surreccion, en el último dia." Jesus díjola entonces : " Yo% soy la resurreccion, y la vida; el que crea en mí, aunque hu biere muerto, vivirá ; todo el que vive y cree en mí, no mori rá eternamente." ¿ Crees tú esto ? Así el Señor probó la fé de Marta. ¿ Creia ella que Él te nia el poder de resucitar á su hermano de entre los muertos ? Ese fué el objeto de su prueba ; y hubiera sido bastante para desanimar y hacer vacilar á otras, pero no á Marta, quien 31
MARTA. contestó inmediatamente, con toda la fé posible : " ¡ Oh, Se ñor ! si lo creo, y que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios, que has venido á este mundo!" Jesus recompensó en breve la fé de Marta. Tomándola de la mano, se fueron á la casa de Maria, y de allí los tres juntos se dirigieron al sepulcro de Lázaro, á quien Jesus re sucitó de entre los muertos. (Aqui el Patrono explica las señales, emblemas, color, etc.) La señal es * * * y alude á * * * La palabra de pase es * * * y nos recuerda el espíritu de fidelidad que caracteriza la historia de Marta. El color verde alude á lo resurreccion de Lázaro y, de un modo indirecto, á la final y grandiosa resurreccion des pues de esta vida pasagera.
Emblemas.—La columna tronchada es el emblema de la muerte de un joven en la primavera de su vida. PASAGE DE LA ESCRITURA. Jesus dijola entonces : Yo soy la resurreccion, y la vida ; y el que crea en mí, aunque esté muerto, vivirá. T todo el que vive y crée en mí, no morirá eternamente. ¿ Crees tú esto ? —Juan, cap. XI, 25-26. 32
ELECTA.
ELECTA. QUINTO PUNTO. EL último de los cinco caracteres femeninos, cuyas virtudes y desgracias hacen la gloria de la Estrella del Orien te, es Electa. En la Sagrada Escritura no se menciona á esta célebre cristiana, excepto la alusion que de ella hace San Juan, el Apóstol, en su Segunda Epístola. Todo lo que de ella sabemos lo debemos á la tradicion masónica. El nombre de su esposo era Gaio, y fué por mucho tiempo Oran Maestro de los Masones, en cuyo destino le sucedió el ilustre Juan, el Evangelista. Electa nació y se crió entre un pueblo idóla tra, y por consiguiente ella y sus hijos adoraban los ídolos. Afortunadamente ella, su esposo y toda su familia oyeron un discurso de San Pablo, y todos se convirtieron en la fé de Jesus y se hicieron cristianos. Esto fué en un período cuando se perseguía atrozmente á todos los que profesaban la fé de Cristo. Prisiones, perse cuciones, pérdidas de propiedades, y aun á menudo la pérdi 33
ELECTA. da de vida, eran el premio dado á los que se adherian á Cris to. Sin embargo á Electa y á su familia no se molestó por muchos años. La gran influencia masónica que su espo so ejercía, le habian creado amigos entre las personas que de otro modo los hubieran perseguido ; y aun cuando se les seña laba y burlaba como á los discípulos de un Salvador crucifica do, sin embargo, no se les hacia daño. Al adoptar la religion cristiana, Electa habia adoptado todas las virtudes y gracias que aquella proporciona. Ella gastaba una gran suma de dinero en socorrer á los pobres ; y dedicaba la mayor parte de su tiempo en visitar y cuidar á los viageros indigentes, y en dar de comer á los hambrien tos. Estas eran las doctrinas que el espíritu de- la religion cristiana la habia enseñado á practicar. Ella se preparaba así para otra vida mejor, mas positiva. Sus hijos que crecían á su lado la imitaban en cuanto veian. Su fama se extendió por todas partes, y Electa se nombraba como la madre de los Jieles y amiga de los afligidos. Sin embargo, la hora de sus pruebas habia llegado. El Em perador Romano dió órdenes estrictas para que todos los que profesaban la religion de Cristo, la adjuraran, ó de lo contra rio sufririan la pena de muerte. Los soldados del Imperio recorrian todos los campos y ciudades en busca de los que se sabian que eran adictos á la fé de Cristo, y millares fueron sacrificados por su fidelidad á la causa santa. No era, por oonsiguiente, posible que una persona tan conocida como Electa, pudiera escaparse. Un piquete de soldado pronto se hizo paso por las puertas que siempre estaban abiertas para el pobre y desgraciado, pero el capitan, que era un Mason, y habia oido todas sus buenas obras, trató de salvarla, suplicándole ardientemente que abjurara de la reli gion de Cristo : que dicho acto no era mas que una mera for ma, que no afectaria sus creencias privadas ; y dándole un crucifijo, la dijo que lo arrojara al suelo y lo pateara, asegu rándola que si hacia esto delante de sus soldados, la dejaria inmediatamente y ella y su familia se salvarian. Pero en vez de arrojar la cruz, ella la tomó, y la besó, y colocándola en su pecho la estrechó fervientemente, derra 34
ELECTA. mando lágrimas de amor y de adhesion á Jesus-Cristo ; ase gurando á los soldados que en esta posicion estaba dispuesta á morir, pues desde que abrazó la religion cristiana habia de seado que se le presentara la ocasion para probar su amor y fe en Jesus-Cristo. Ella suplicó al capitan que cumplie ra con su deber, cualquiera que fuera, pues Cristo la ayudaría con su divina gracia á cumplir con el de ella. Ella y toda su familia fueron puestos en una obscura prision, donde permanecieron por espacio de un año. Su magnifica casa fué quemada, y todas sus propiedades robadas y des truidas. Al fin del año, el Juez Romano fué en persona á la prision, y como era Mason y se habia á menudo reunido y recibido las instrucciones del Gran Maestro, su esposo, él les suplicó que adjuraran de su fé, pues aun no era tarde, y podia salvarles. Él la suplicó, en nombre y por el amor de sus hi jos y en vista de los horrores de la muerte que indudablemen te les esperaba, que desistiera de la determinacion que habia tomado. Pero Eleota estaba tan firme en su propósito como el primer dia de su prision ; y ella y toda su familia estaban dispuestos á morir. Ella sostenia que era propio que aquellos por quienes Cristo habia muerto, dieran una prueba de su fé, muriendo por él. Ella y su familia fueron sacados y arrastrados, hasta que apénas les quedó un átomo de vida. Entonces los pusieron en carros, tirados por bueyes, y entre la algazara y burla del pueblo, los llevaron á una loma inmediata, donde uno á uno los fueron clavando en cruces. Ella fué la última á quien se crucificó, y como la amante y fiel sirvienta de Cristo, vió á su marido y á cada uno de sus hijos suspendidos y clavados, hasta que la muerte puso fin á sus sufrimientos. Ella tam bien pronto espiró, y sus últimas palabras fueron dirigidas á Dios para que perdonaría á sus asesinos, escitando á estos Á AMARSE LOS UNOS Á LOS OTROS. En la primera sesion que tuvo la Gran Logia, después del desgraciado acontecimiento, San Juan relató el hecho tal cual ahora lo damos. Y como habia pocas personas presentes que no hubieran participado de las bondades y hospitalidad do Electa, la relacion se recibió con un profundo interes, y se
ELECTA. acordó perpetuar dicho acontecimiento con las señales y pa ses que ahora os doy. 1800 años han transcurrido ya, y, sin embargo, de generacion en generacion se transmite el calami toso, pero triunfante suceso de la Cristiana Mártir Electa. La señal es * * * y alude á * * * La palabra de pase es * * * y nos recuerda el fin trágico de la heroina Electa y sus últimas palabras Amarse los unos Á los otros. El color rojo simboliza su fervor y ardiente devocion por la fé, y alude á la noble generosidad de Electa para con los pobres y desvalidos y aun con sus perseguidores y asesinos.
El emblema nos recuerda la ardiente hospitalidad de Electa. fasage de la escritura. Y al presente os ruego, Señora, no como escribiéndoos un nuevo mandamiento, sino aquel que hemos tenido desde el principio, que nos amemos los unos á los otros.—II Juan, CAP. I, 5. (Aquí el Vice-Patrono repetirá todas las señales, pala bras de pase, colores emblemas, etc., de cada grado, teniendo un Diploma en la mano para poder explicarse mejor, y lo re petirá todo tan á menudo como fuere necesario, ordenando que una señora haga una señal y que los caballeros presentes con testen y continúen haciendo todas las señales y recibiendo las contestaciones, á fin de que las señoras se familiaricen bien con las señales, palabras, colores, emblemas y los caba 36
ELECTA. Ueros queden perfectamente instruidos en el modo de recono cimiento.) Os he hecho, pues, una narracion completa de estas cinco bellas historias, y podréis fácilmente percibir cuan instruc tivas son las tradiciones masónicas, cuando se ilustran con la Escritura. Ahora llamaré otra vez vuestra atencion sobre la Estrella que se halla en el Diploma. (Aquí el Patrono explicará el significado de las palabras : HE VISTO SU ESTRELLA EN EL ORIENTE T HE VENIDO Á ADORARLE : dará la gran palabra cabalística y enseñará el gran tocamien to del grado.)
Ahora bien, Señoras, ó mas bien dicho Hermanas : tal cual ilustréis las virtudes de las escogidas de Dios, así seréis re compensadas. ~No tendréis que sufrir lo que ellas ; sin em bargo, penas y sufrimientos os aguardan en la vida ; y las que sufran con mas resignacion y resistan mas las tentacio nes mundanas, probarán, que si hubieran vivido en tiempos antiguos, habrian sido tal vez dignas imitadoras de Ruth y de Electa. Antes de concluir, os haremos una súplica. Como Maso nes, os encarecemos especialmente que intercedais en nuestro favor en la buena obra de la redencion del género huma no en que estamos empeñados. Os hemos probado que lo que hacemos es tanto para vuestro bien como para el nuestro. Así, pues, Hermanas, ayudadnos. Ayudadnos, defendiendo nuestros principios, siempre que oigais que los ignorantes los atacan, haciéndoles conocer su error y persuadiéndoles en nuestro favor. Vuestras sonrisas y vuestra buena voluntad son el mejor estímulo que necesitamos. Con esto podeis ha cer cuanto querrais, y nosotros os prometemos hacer doble de lo que hagais, en vuestro favor. A las buenas Hermanas v 37
DECORACIONES. amables Señoras que prueben ser las amigas de los Masones y de la Masonería, les prometemos amarlas y respetarlas miéntras vivan ; y cuando dejen este mundo y pasen á la mo rada del Señor, tributaremos á su memoria el recuerdo fra- i ternal que merecen los buenos y virtuosos. DECORACIONES. TODAS las Señoras que reciban el grado de La Estrella del Oriente, deben llevar una divisa, particularmente cuando viajen, de modo que, en caso de un accidente ó des gracia, sean fácilmente reconocidas y obtengan la proteccion de los Masones. Con este objeto el Gean Patronato ba adoptado un alfi ler de cinco puntas (la Estrella de la Orden) hecho de oro fino, esmaltado con los diferentes colores y emblemas respec tivos, para que las Señoras puedan usarlo en el pecho, en to das ocasiones, pues es una joya preciosa. Los Caballeros (Masones) deben tambien llevar dicho al filer prendido en el chaleco. Ademas se ha adoptado una banda de cinta de seda, hecha á propósito, de tres pulgadas de ancho, con los cinco colores de la Orden, á lo largo de la banda, para que las Señoras pue dan usarla en las fiestas y banquetes masónicos. La banda tiene tres rosetas de cintas de los cinco colores de la Orden. Una roseta se halla en la parte superior de dicha banda ó so bre el hombro derecho. Otra sobre el pecho, y la tercera so bre la union de las dos puntas ó extremos de la banda. En el centro de cada una de dichas tres rosetas hay una estrellita dorada, de cinco puntas. Los extremos de la banda deben estar adornados con ca nelones de plata» Dicha banda se lleva de derecha á izquirda. Para mejor inteligencia de las Hermanas, les doy un gra bado ó facsímile de dicha banda asi como tambien del alfi ler ó joya de la Orden. Los Vice-Patronos deben usar dicha Banda cuando actúen. 38
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