I.
INTRODUCCIÓN
La naturaleza no está programada de manera que las formas supervivientes sean también las más útiles para el hombre. Es comprensible que sean los individuos de crecimiento vigoroso los que tuvieran la posibilidad de sobrevivir en la lucha por la existencia, que los otros de crecimiento lento y débil. Pero como en muchos casos son los individuos de crecimiento lento los que fructifican antes y en mayor cantidad, su valor para el hombre es superior y se desea conservarlos. Cuando el hombre decidió domesticar las plantas, seleccionó también estos tipos que sin la intervención humana, hubieran perecido en la lucha por la supervivencia. En las épocas más recientes, el cultivo metódico también contribuyó a la mejora de las plantas cultivadas ya que se intentaba conseguir con la ayuda de sistemas apropiados ciertas características deseadas. Casi todas las especies pueden reproducirse con exactitud a través del injerto (multiplicación xenovegetativa). El injerto no es la única posibilidad de propagar los árboles frutales pero si la preferida en los viveros (a gran escala). El injerto permite al fruticultor investigar la potencia genética de una variedad en relación a los distintos patrones tal como se pone tal como se pone de manifiesto en los distintos sistemas de cultivo. A excepción de los ciruelos mirabolanos, los ciruelos damascos y ,los ciruelos claudios, que pueden propagarse conservando las propiedades por medio de vástagos (retoños), todas las variedades de los restantes árboles frutales deben ser injertados sobre patrón.
II. 2.1.
REVISIÓN LITERARIA
PREMISAS HISTOLOGICAS DEL INJERTO
Tan pronto como el cambiun de la variedad se pone en o con la variedad del cambium del patrón puede tener lugar la unión mediante una fusión del callo Todos los intentos restantes de unir dos ejemplares de forma duradera no acaban en éxito. A pesar de existir tan sólo una capa de tejido esencial para el injerto, existen varias posibilidades de unir los dos individuos, tal como lo prueban los distintos tipos y métodos de injerto. El cambium del patrón se libera de distintas formas y en distinta medida según el método de injerto elegido. Cuando se injertan partes del mismo grosor como es el caso del injerto oblicuo y el injerto inglés, en el patrón se practica un corte de dimensiones iguales al practicado en la variedad a injertar. En un caso ideal ambas capas del cambium encajan perfectamente. Algo similar ocurre en el injerto llamado de incrustación o pie de cabra: el cilindro del cambium del patrón se corta de tal forma que permite un buen o con el cambium liberado en forma de cuña en la variedad a injertar. En ambos casos se precisa un trabajo muy minucioso para que las capas cortadas de tejido puedan combinarse con exactitud En los injertos de escudete y en los sistemas injertos de corona se produce una separación de la corteza y la madera inferior, sólo posible mediante desgarro de la capa del cámbium lo que deja en libertad una mayor superficie de tejido de unión tanto en la parte leñosa como en el líber En la gran mayoría de sistemas de injerto sólo se usa el cambum de la parte leñosa para la unión. Mientras en el injerto oblicuo y en el injerto de incrustación se precisa realizar un trabajo muy minucioso, en otros casos no es necesario ya que el estrercho anillo del cambium de la variedad a injertar se encuentra sobre una mayor superficie cambial del patrón. Es fácil de comprender que este hecho aumente la seguridad de éxito del injerto. Como es lógico casi todos los injertos se llevan a cabo en el periodo en que la corteza se separa con facilidad de la parte leñosa
2.2.
FISIOLOGÍA DEL INJERTO
Las funciones de los dos individuos unidos por el injerto son bastante distintas. El patrón está radicado en la tierra y se encarga de absorber el agua y las sustancias nutritivas, así como la síntesis de otras sustancias como aminoácidos y sustancias necesarias para el crecimiento mientras que la variedad injertada se encarga de ejecutar la fotosíntesis para conseguir la energía necesaria y también la fabricación de proteínas y hormonas. Esta división de funciones es la misma en los árboles injertados que en los ejemplares de raíz propia. No obstante cuando se unen dos individuos de dotación genética distinta con metabolismos específicos, existen cambios muy variados. La relación entre el patrón y la variedad injertada plantean numerosos problemas que pueden llegar a tener una gran importancia económica para el fruticultor. La fuerza de crecimiento de los arboles injertados es un resultado de la acción conjunta entre la fuerza del patrón y la de la variedad injertada, sin duda es mayor la influencia del patrón sobre la variedad injertada que al revés (lo que se pone de manifiesto) al hacer injertos invertidos. La influencia del patrón es tanto más fuerte cuanto más largo es su tronco. Los condicionamientos genéticos que influyen en los distintos tipos de crecimiento de los patrones permiten a los especialistas en injertos jugar con distintas separaciones entre árboles y distintas alturas del injerto. La influencia del patrón no se limita en absoluto a estos detalles ópticos donde mejor puede constatarse es en el crecimiento en espesor y en la capacidad generativa del cultivar injertado. La influencia de los patrones de manzano de crecimiento débil sobre la posibilidad de obtener cosechas más tempranas de la variedad injertada ha quedado bien establecida mediante diversos trabajos. Todos los fruticultores saben que el rendimiento de una variedad es superior y comienza antes si el injerto se realiza sobre un M9 que utilizando las combinaciones distintas usadas hasta la fecha. Junto a la influencia sobre el inicio de su cosecha, su rendimiento y su regularidad los patrones pueden influir también en le época de maduración, la calidad de los frutos (tamaño y color) y su posibilidad de almacenamiento.
El que se dedica a estos temas sabe que los patrones tiene también gran influencia en la sensibilidad a las enfermedades de los distintos cultivares o bien la capacidad de superar las enfermedades como la virosis. También se sabe que las lesiones de una variedad suelen aparecer en combinación con el patrón empleado. Como es lógico imaginar las investigaciones sobre la influencia del cultivar sobre el patrón son más difíciles de realizar ya que las medidas necesarias deben llevarse a cabo en el suelo o en las raíces enterradas. Los estudios de distintos autores han puesto de manifiesto que la influencia del cultivar injertado sobre el crecimiento de las raíces del patrón no se traduce en el número en el número y tamaño de las de las raíces sino en su extensión (ramificación) y profundidad. De esta influencia puede resultar un tipo distinto de estabilidad. Cuando se introduce una tercera parte entre el patrón y el cultivar a injertar, como es el caso de todos los injertos intermedios formadores de tronco o de armazón, este tercer componente también tiene importancia en el comportamiento fisiológico de la combinación. Su influencia sobre el cultivar injertado puede ser muy distinta. No siempre pueden esperarse influencias positivas sobre el cultivar injertado por parte del injerto intermedio. Lo que es seguro es que la influencia de este componente intermedio sobre el crecimiento del cultivar es menor que la influencia ejercida por el patrón. Además esta influencia depende de la longitud de la parte intermedia injertada. La resistencia a las heladas de un cultivar determinada, factor que viene fijado genéticamente no puede ser aumentado por la influencia de un injerto de tronco resistente a las heladas. No obstante se han observado mejoras graduales en algunos lugares, por lo que cabe suponer que esta mejoría sea debida a la buena maduración de la madera como consecuencia del injerto intermedio. Los técnicos de esta materia han observado siempre que el injerto de variedades sobre injertos intermedios de tronco de piel roja puede provocar una coloración intensa en los frutos de la variedad injertada, lo que ha sido también demostrada
en muchos estudios sobre el tema. Ello no significa en absoluto que cualquier colorante o propiedad determinada del patrón pueda determinada del patrón pueda pasar al cultivar injertado de hecho estas influencias positivas puede constituir a una mejora gradual en el color de los frutos, son únicamente casuales. Mientras que las influencias de los injertos intermedios pueden influir en el desarrollo cualitativo y cuantitativo de las raíces. En todas las investigaciones sobre la relación entre patrón y cultivar a injertar, y también sobre injertos intermedios, tiene una gran importancia la ausencia de virus en las partes injertadas. La determinación de virus latentes que pueden causar efectos por ejemplo de crecimiento enano, nos hace dudar del resultado de muchos estudios anteriores sobre patrón y variedad a injertar 2.3.
TRANSFERENCIA Y UNIÓN DE LOS TEJIDOS
A excepción de los injertos los portainjertos ya se encuentran en lugar fijo en el momento de esta operación. Esto significa que las plantas unidas en el suelo disponen ya de un aporte de agua y nutrientes y por ello portan con un organismo capaz de funcionar. En un organismo bien abastecido, cada célula de los tejidos tendrá un buen estado de salud ¿Qué sucede no obstante con los tejidos de las varas o estacas a injertar, que han sido separados de la planta madre y que han siso almacenados durante un cierto tiempo? Podría pensarse en que la separación del sistema abastecedor puede provocar la muerte de la estaca esto es lo que sucede si esa parte se dejara abandonada a su suerte bajo las influencias atmosféricas. Si la vara es guardada de una forma adecuada es posible conservarla con vida. Los cuartos o sótanos con baja temperatura ambiente húmedo y poca luz son ambientes adecuados para ello.- La posibilidad de guardar con éxito las varas representa una especie de banco de tejidos un especial problema de los almacenamientos de este tipo es la posibilidad de mantener el contenido de agua en los tejidos. No obstante es a partir del injerto cuando comienza el periodo crítico del brote, la púa o yema, cuando los calores y vientos de la primavera amenazan con secarlo, antes de que se haya logrado un buen o entre las partes injertadas. Sólo cuando se haya formado tejido y las dos partes establezcan una unión mediante los llamados puentes de parénquima se posibilita el transporte de agua del patrón a la púa del injerto. Esta conducción de urgencia de seguridad permanece intacta hasta que los
cambiums se hayan unido entre sí y se haya formado un puente leñoso gracias a la aparición de nuevas células. Gracias a este puente leñoso se consigue el buen transporte de agua. En este proceso de unión existe otro factor de importancia indudable: Las varas deben ser injertadas antes de que comience la transformación de las yemas, es decir que se acabe el período de reposo y se inicie o prepare el desborre. Todos los especialistas en el tema saben que un injerto no ha prendido cuando las yemas del cultivar injertado en su lugar de depósito, muestran síntomas de apertura en primavera, lo que no es extraño en los cerezos. Ello se debe a que la púa, cuando las yemas empiezan a despuntar no es capaz de formar un callo suficiente, lo que impide una fusión de los tejidos. Gruppe realizó investigaciones con yemas en reposo y yemas que comenzaban a despuntar de cerezos y ciruelos comunes, y vio que estas debían ser injertadas (injerto de púa) lo más pronto posible en primavera (independientemente de que fuera un injerto de invierno o injerto al aire libre) ya que las condiciones previas para una buena formación del callo sólo se daban en yemas en reposo. La fase de reposo más profundo se sitúa en setiembre y octubre es decir mucho antes de lo que se suponía hasta ahora. Durante ese período de reposo existe una sustancia vegetal inhibidora que desempeña un papel importante. El Ácido Abscicico (ABA). Los brotes cortados con hojas deben ser también conservados para las púas de injertos sin hojas, para conservar su contenido en agua pero durante un tiempo mucho menor. Mientras que los tejidos de las varas de invierno se encuentran en un estado latente donde los procesos vitales se hayan reducido al mínimo, los brotes con hojas se encuentran a un máximo de actividad. Cualquier intervención produce un shock muy fuerte que sólo puede ser superado si el traspaso de las partes se realiza en un tiempo muy corto. Además las partes del brote no necesarias para el injerto además las partes del brote que causan la evaporación del agua deben ser sacadas del brote justo después del corte, los brotes maduros pierden menos agua por evaporación que los verdes. Los brotes marchitos o secos no deben son adecuados para el injerto. Tampoco se consiguen buenos resultados con brotes dañados por las heladas. Un signo seguro de estas lesiones es la coloración pardusca del anillo del cambium o de
una parte del mismo (los brotes de los frutales de hueso suelen ser más delicados que los de pepita) Además de estas influencias existen también otros factores que puedan afectar al cambium en su capacidad de formación de células lo que influye de forma directa en su capacidad de unión. En la descripción de estos fenómenos se pone de manifiesto que las dificultades para una transferencia parten principalmente del cultivar a injertar, ya que es en él en donde los tejidos separados del resto del organismo deben conservarse vivos. El sensible cambium que se expone en el cultivar y en patrón mediante sendos cortes, no soporta bien las condiciones atmosféricas por ello es conveniente proceder a cortar ambas partes justo antes del injerto. Las últimas investigaciones con yemas y púas pre cortadas han mostrado que el cambium de las partes ha injertar permanece intacto durante un tiempo mayor al pensado si el manejo es el correcto. Para la transferencia de tejidos tiene por último tiene gran importancia que la parte leñosa de ambas partes no pueda impedir el o de las zonas cambiales. Para que desde el comienzo de la unión exista un estrecho o entre el patrón y la parte a injertar se atan bien ambas partes con rafia e incluso pueden llegar a clavarse. El patrón y el cultivar a injertar, comienzan a soldarse en un ambiente cerrado ya sea por el recubrimiento de la unión con cera o preparados especiales o bien atadura tipo bandas de goma o lámina metálica, estudios sobre injertos han mostrado la existencia de tres fases en el proceso de unión 1ra Fase: Durante los dos primeros días no se observa ninguna reacción en las partes injertas. Sobre la superficie aparece un color pardusco originado por las células heridas durante el corte. Al tercer día intervienen ya las células del cambium no heridas y otras células del patrón que se encuentran justo debajo de la herida. Este crecimiento celular inicial conduce a la formación del llamado tejido intermedio que crece en el espacio libre entre el patrón y la parte injertada. La zona de la herida del patrón es rodeada y cubierta en parte por este tejido intermedio en estadio puede existir ya un o entre el patrón y la variedad injertada. No obstante lo más frecuente es que la zona de la herida del patrón se cubra de tejido intermedio y presione la zona de la herida de la púa o yema injertada. Entonces aparece aquella capa aislante que ya fue nombrada al hablar
de los caso de incompatibilidad. En los casos normales, no obstante esta capa de separación es vencida por el tejido intermedio mediante crecimientos en torno o a través de ella o alejándola hacía zonas no importantes para el o entre ambas partes. 2da Fase: Aumenta la presión entre ambas partes debido al mayor crecimiento del tejido intermedio. El brote se ha comportado hasta ahora de una forma pasiva. 3ra Fase: Partiendo del tejido intermedio del patrón se forman unas cuñas de crecimiento que se dirigen hacia el tejido de la corteza o yema injertada. A continuación se desarrollan los puentes de parénquima. Ahora tiene lugar el primer trasvase de agua hacía la zona exterior leñosa de la púa (aún un sistema de emergencia) gracias a estos puentes de parénquima lo que provoca la primera reacción positiva de la parte injertada. El cambium del cultivar injertado recibe un nuevo impulso y comienza gradualmente su proceso de división celular, después del cual se produce la unión de ambos cambiums a través de los puentes de parenquima. Este cambium recién aparecido comienza a formar xilema hacia el exterior y libre hacía el exterior. Cuando se han formado ya unos puentes leñosos, gracias a la acción del cambium se establece el suministro de agua a través de ellos. Los puentes de emergencia se paralizan. Buchloch (1958) realizó unas investigaciones histológicas en combinaciones de peral - membrillero y pudo comprobar que el o protoplasmático entre el patrón y la púa injertada tenía lugar a través de la conexión de tubos cribosos. La unión de las dos partes injertadas dura de 30 a 50 días. Antes de esta fecha conviene sacar las ataduras que sujetan al patrón de la púa injertada. 2.4.
INJERTO INGLES
Es conocido sobre todo por su utilización en la vid pero también los árboles frutales de porte alto y de porte medio pueden ser obtenidos por este método de injerto, realizándolo en cabeza sobre el patrón, a la altura elegida, a condición de que este sea de pequeño diámetro, ya que el patrón y púa deben ser de patrones similares.
Este método permite ganar un tiempo bastante apreciable con respecto al de hendidura o de incrustación, ya que se hace sobre los patrones mucho más jóvenes. Se utiliza en arboles de pepita peral o manzano principalmente 2.4.1. Técnica de realización Hay que recolectar las varetas en invierno y conservarlas en estratificación -
Desmochar el patrón en Marzo refina r la herida con la serpeta y cortar la parte terminal del patrón en bisel alargado
-
A los dos tercios de la parte superior de este bisel practicar una hendidura transversal de arriba hacia abajo, de dos a tres centímetros de longitud
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La púa está constituida por una porción del ramo que lleve tres yemas aparentes. Su diámetro debe ser igual al del patrón
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A su vez la base de la púa debe ser también cortada en bisel, de la misma forma que el patrón, el bisel comienza algunos milímetros por encima y el lado opuesto de la última yema.
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Al igual que en el patrón colocar una hendidura longitudinal a los dos tercios de la parte superior del bisel y a dos o tres centímetro de profundidad.
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Colocar el bisel de la púa frente al bisel del patrón, introduciendo las lengüetas de manera que están vis a vis, de esta forma realizamos un fuerte acoplamiento, es conveniente atar y es indispensable recubrir con mastic.
Nota: En la vid se procede de la misma manera salvo que el patrón es distinto se realiza lo que se llama estaca injertada, siendo el patrón un ramo sin enraizar. Tanto el patrón como la púa se preparan como se ha dicho anteriormente y después se acoplan sin ligaduras ni recubrimiento del mastic, este injerto se realiza en período invernal con ramos estratificados; el conjunto de púa patrón se entierra en cajas que contienen aserrín, madera y un poco de carbón de madera, estas cajas se riegan y se colocan en un local con temperaturas de 30° C durante 10 a 12 días se deben eliminar las yemas que lleve el patrón. Cuando el callo cicatricial está formado se colocan las plantas en el vivero
III.
CONCLUSION
El injerto ingles tiene un alto porcentaje de prendimiento.
Es un tipo de injerto muy importante ya que es usado en producción de paltos y otros cultivos de exportación.
IV.
BIBLIOGRAFIA
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