FARMACOPEA Y SU IMPORTANCIA
Definición: La farmacopea se define básicamente como, libro que posee recetas medicinales reales o supuestas, en los cuales se incluyen los elementos de su composición y modos de preparación. Estos libros fueron cruciales en la reglamentación de la dispensa respecto a los medicamentos en países europeos durante los siglos pasados, pues en estos obligatoriamente deben haber “Reglas y preceptos” que contribuían a los estándares de calidad de aquellos medicamentos, que originalmente eran producidos a partir de un énfasis botánico, lo que llamaríamos hoy “Medicina homeópata “.
Su importancia es que al poseer reglas, recetas de preparación e ingredientes específicos, supuso estándares de calidad para los medicamentos de esa época y supuso un punto de inflexión para la farmacología moderna, pues a partir de estos libros nacieron nuevos recopilatorios llamados “ Vademécum” los cuales son esenciales en la práctica clínica y aunque tienen connotaciones comerciales resultan invaluables para el médico practicante, ya que tiene los listados de productos según marcas, nombre genérico, categorías farmacéuticas, indicaciones, productos según laboratorios, e información completa para recetar, según lo aprobado por los entes regulatorios de los ministerios de salud. La industrialización del siglo XX acabo prácticamente con este tipo de recopilatorios, pues empezó a ser mucho más eficaz producir los medicamentos de manera industrial que seguirlos produciendo de manera artesanal, dando así una de las bases de la farmacología moderna. Cabe resaltar, que a ciencia cierta no podemos decir que las farmacopeas no son de utilidad actualmente, puesto que hoy en día siguen habiendo cantidad de personas considerables que se basan en el estudio de medicina a partir de mezclas botánicas y naturales.
Parentesis por si se quiere añadir algo más, quienes les toquen exponer. La primera farmacopea fue escrita por un viejito en el siglo 9 llamado Ben Mesué, y de ahí en adelante hasta el siglo XV eran echas en arcillas o barro, hasta que fue impresa la primera farmacopea en la ciudad de Florencia. Los ingleses, alemanes, ses, etc. Tomaron las bases de esas antiguas farmacopeas hechas en barro para hacer sus propios escritos más sofisticados y depurados de muchas recetas que para ellos fueron inútiles.