EL ALMA, ANHELO HACIA LA LUZ
LA CORONA DEL AMOR
24 Desde su niñez, Kirpal Singh estaba sediento de conocimiento. Leía vorazmente una biblioteca entera, pero al final de cada libro de religión, biografía o filosofía, escribía las palabras, “No hay salida”. Durante este periodo de intensa búsqueda y anhelo, contaba que con frecuencia su almohada quedaba empapada de lágrimas. Su compasión innata la orientaba hacia aquellos que sufrían. Sirvió al enfermo y al moribundo en los hospitales, así como también en las calles durante las virulentas epidemias, sin importarle su propia seguridad. Eso fue antes de la aparición de los antibióticos. Su capacidad para el trabajo arduo fue legendaria y tuvo una inclinación intrínseca hacia las prácticas espirituales. Su habilidad para predecir eventos, aún desde niño, es bien conocida y documentada, pero oraba para que este regalo se mantuviera en secreto. Kirpal Singh nació en una familia que comía carne, sin embargo él se rehusó rotundamente a comer carne desde niño. Su padre, Hukam Singh lo presionaba a comer carne, a lo cual el niño dijo, “¿Padre, no proviene la carne de animales muertos y harías de mi cuerpo una tumba?” Sus padres sonrieron y dejaron que el niño se saliera con la suya. En otra ocasión, su padre le dijo, “Pal, nuestros amigos serán tus amigos, y nuestros enemigos serán tus enemigos”. Kirpal contestó respetuosamente, “Padre, tus amigos serán mis amigos, pero tus enemigos serán mis amigos, porque he venido para amarlos a todos”. Cuando su padre, sufrió un derrame que lo debilitó y como consecuencia perdió su memoria, Kirpal, pacientemente le enseñó a hablar de nuevo. Alrededor de 1917, sufrió un segundo derrame y perdió la memoria. Una vez más, este hijo consciente de sus deberes le enseñó a hablar. Cuando se recuperó completamente, Hukam Singh le dijo a su hijo, “Pal, estoy muy complacido contigo. Pide lo que quieras, riqueza, hijos, fama y cosas por el estilo, y si la bendición de un padre tiene algún efecto, con seguridad tendrás lo que desees”. Kirpal respondió, “No quiero cosas terrenas, sólo deseo conocer a Dios en esta vida”. Su padre le dijo, “No he visto a Dios, pero si Dios existe, ¡con seguridad lo conocerás!”1 Poco después, durante la meditación, Kirpal comenzó a tener visiones de un ser radiante a quien tomó por Gurú Nanak. En los siguientes siete años, esta forma luminosa conversó con él, llevó su alma a planos superiores y le confirió muchas revelaciones. Durante este período, Kirpal compuso varios poemas en alabanza a su radiante Guía, aunque permanecía sin saber que existía una contraparte física en la Tierra.
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LA CORONA DEL AMOR Kirpal, quien era amante de los ríos, en 1924 viajó en tren hasta la estación del Río Beas, aproximadamente a treinta millas de la ciudad de Amritsar. Cuando solicitó las indicaciones para ir hasta la ribera del río desde Bua Das, el controlador del tren le preguntó si había venido a ver al Santo de Beas. Siempre ansioso de reunirse con lo sagrado, Kirpal siguió las indicaciones y caminó tres millas hacia el dera o ermita del Santo. Cuando Kirpal Singh llegó, Hazur estaba adentro tomando su comida. No queriendo molestar al Sabio, se sentó y esperó afuera. Cuando finalmente salió Hazur, Kirpal se estremeció. Estaba asombrado de ver el mismo personaje majestuoso que lo había estado guiando internamente durante los siete años anteriores. Le preguntó, “¿Maharaj, por qué esta demora para conocerlo?” Hazur respondió, “Este era el momento más oportuno”. “El Gurú aparece cuando el chela está listo, incluso para la mente más escéptica”, recordó Kirpal con respecto a su primer encuentro. “Probablemente ninguno de ustedes haya sido tan escéptico como lo fui yo. Temía ir donde alguien que no hubiera conocido a Dios y que mi vida pudiera haber sido arruinada”. Los siguientes veinticuatro años de vínculo místico entre Sawan y Kirpal, fueron únicos en la historia de los Maestros y los discípulos. Algunos han encontrado un paralelo en la profundidad de su relación, con la de Shams Tabriz y Rumi, Bulleh Shah y Shah Inayat, Gurú Ram Das y Arjan Dev. Considerándolo bien, no hay nada que se le pueda comparar. El amor es el principio y el final del camino. El 11 de Junio de 1939, Baba Sawan Singh le escribió a su amado discípulo: Que la compasión del Señor de tu alma esté contigo, Que el Señor de tu alma te ayude siempre y sin tardanza. Querido Kirpal Singh Ji, Radhasoami2. Recibí tu amorosa carta y estoy feliz de leer su contenido. Mi estimado, los Santos heredan la incomodidad en la vida. “Cuando la corona del amor fue colocada sobre mi cabeza, Se me concedieron suspiros como moneda y el desierto como propiedad”. “Somos marionetas en las manos del Señor, Somos arrastrados por nuestro destino;
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LA CORONA DEL AMOR Vamos a donde se nos ordene, ¡Nanak, cuán verdadero es esto!” Hemos venido al mundo para servir al Señor. Mantén tu ser dedicado a la meditación y completa el curso de la espiritualidad. Pero el servicio a Su creación es igualmente esencial. Mírame, permanezco dedicado al servicio de la humanidad desde la mañana hasta la noche. A veces no tengo tiempo suficiente para meditar, pero Hazur Maharaj (Baba Jaimal Singh Ji) solía decir que el servicio a la humanidad no es menos importante que la meditación. Y si sientes que la gente no le presta tanta atención como debiera a nuestro amor, no esperemos ninguna compensación por nuestros servicios al satsang. Toda clase de gente viene al satsang. Hay algunos cuyos corazones están rebosantes de amor y están listos para sacrificarlo todo, cuerpo, mente y dinero. También hay gente que se satisface hablando ruidosamente y calumniando, ellos siempre están listos a difamar. Pero nuestro deber es amarlos a todos. Si ellos no abandonan sus malas costumbres, ¿por qué debemos dejar nuestros nobles ideales? Mi consejo para ti es que hagas el satsang mientras cumples honestamente con tus obligaciones oficiales y también completas tu curso de bhajan y de simran. Estoy muy complacido contigo, estás sirviendo al Señor con todos tus recursos, cuerpo, alma y dinero. Transmite mi Radasoami a Bibi Krishna y amor para los niños. Tuyo, (Firmado) Sawan Singh. La siguiente es una fotocopia de la carta original de Baba Sawan Singh en Urdu a su amado Discípulo:
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LA CORONA DEL AMOR A los pocos años de su iniciación, Kirpal Singh, quien ya había tenido a las dos primeras regiones internas, cultivó asiduamente el regalo de su Maestro y cruzó los restantes reinos espirituales superiores. Cuando la unión de su alma con el Ser Supremo se consumó, su perfección interna y externa se completó. Durante su larga relación, Kirpal Singh sirvió devotamente a la misión de su Maestro. Los Últimos Días de Hazur. De acuerdo con las propias palabras del Maestro Kirpal, en la mañana del 12 de Octubre de 1947, Hazur lo mandó llamar a su cabecera: “¡Kirpal Singh! He distribuido el resto del trabajo, pero no he confiado mi tarea de la iniciación en el Naam, ni mi trabajo espiritual a nadie. Ese trabajo te lo confiero hoy, de manera que esta santa y sagrada Ciencia pueda florecer”. Mis ojos se llenaron de lágrimas y tan afligido como estaba, le supliqué, “¡Hazur! La paz y la seguridad que tengo sentándome a Tus pies no la puedo tener en los planos superiores...” Mi corazón se llenó de angustia. No pude hablar más y me senté mirando. Hazur me animó y me cuidó todo el tiempo. Después de esto, cada vez que tuve el privilegio de estar a solas con Hazur, Él hablaba de los asuntos internos del Dera y me instruyó sobre cómo actuar cuando partiera para siempre... Una noche, cuando Hazur mencionó sus experiencias esotéricas internas, comentó, “El sol se ha elevado. ¿Puede la gente de Jullunder (una ciudad del Punjab) ver también este sol?” Aquellos que estaban sentados en los alrededores ignoraban esta expresión secreta. La opinión del médico que estaba a cargo era como la de los demás que estaban junto a él, que el cerebro de Hazur no funcionaba correctamente debido a su enfermedad. Poco después, cuando fui a verlo, Hazur repitió la misma pregunta dirigiéndose a mí, “¡Kirpal Singh! El sol se ha elevado. ¿Puede la gente de Jullunder ver también este sol?” Le respondí, “Sí, Hazur, el sol se ha elevado y no sólo la gente de Jullunder sino también los que viven en Inglaterra o en América, quién atraviese los planos internos puede ver este sol” 3. Acto seguido, Hazur dijo, “Has respondido correctamente mi pregunta”. De la misma manera, Hazur mencionó varios secretos ocultos, pero aquellos que estaban a su alrededor, difícilmente pudieron entender lo que estaba insinuando. Este era un tema familiar sólo para aquellos que son practicantes internos y con conocimiento espiritual. Así, ¿qué podrían saber los pobres hombres acerca de ellos? Al inspeccionar los eventos y sucesos a su alrededor, Hazur observó: “Es una lástima que los seguidores de Sant Mat también se conviertan en presas de las malas interpretaciones. La enseñanza de los Santos es, ‘Mira con tus propios ojos. Si no ves con tus propios ojos, ni siquiera le creas a tu Maestro...’” En otra ocasión, Hazur dijo: “¡Kirpal Singh! La gente irá en multitudes a donde encuentren las riquezas del Naam. Cuando Baba Ji vino de Agra, no trajo consigo ni seguidores ni dinero. Buscó internamente sólo a su Gurú y a través de sus bendiciones se creó el Dera actual. Obedece las órdenes de tu Gurú. Si
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LA CORONA DEL AMOR una esposa obediente actúa de acuerdo con los deseos y ofrecimientos de su esposo y la gente la insulta, déjenlos que digan eso. Tienes que continuar con la misión bajo las órdenes de tu Maestro... Diles a todos que mediten con amor y se inviertan internamente para alcanzar la forma astral del Maestro”. En consecuencia, en vida de Hazur y de estricta conformidad con Sus deseos, en Noviembre de 1947, se puso a Su consideración una propuesta sobre un “Satsang Espiritual”, cuyos objetivos principales eran la ética y el beneficio espiritual del género humano en general, sin importar la casta, el color o el credo. Esto fue efusivamente apreciado por Hazur, quién dijo: “Estoy completamente contigo en esta tarea”. Y me pidió darle una forma práctica... presentar la espiritualidad al género humano en general, en una forma lúcida y científica... El tema de la enfermedad de los Santos, también es un asunto que lo deja a uno perplejo. El hecho es que la enfermedad de Hazur fue el resultado del peso de deudas kármicas, de los profundos suspiros y lágrimas de aquellos aquejados entre nosotros. Las relaciones externas de los Santos son también el mejor ejemplo exaltado del modo de vida y carácter humano estándar. Voluntariamente, sin murmurar ni pronunciar una palabra de queja, ellos asumen la carga de sus almas iniciadas y esto se convierte en su tarea habitual. Cada día, el cuerpo de Hazur se debilitaba más. Desde la noche del 29 de Marzo de 1948 hasta la mañana del 1° de Abril, una inusual inquietud y una visible “agitación” visitaron su estructura física. Este síntoma también fue creado para probar a aquellos que le rodeaban. Durante el período de Su enfermedad, Hazur dijo muchas veces, “Si una persona competente en el bhajan y en el simran se sienta junto a mí, me siento cómodo y aliviado. Por lo tanto, aquellos que vengan a visitarme o se sienten cerca, deben hacer simran”. En consecuencia, cuando apareció el síntoma de “agitación del cuerpo”, Hazur dijo nuevamente y varias veces, “Si la persona que tiene que hacer el trabajo espiritual después de mi partida, viene y se sienta junto a mí, mi problema se irá”. Para cumplir con este último y evidente deseo del Maestro, los parientes cercanos de Hazur vinieron y uno a uno se sentaron a la cabecera de Hazur, pero no hubo ningún alivio... En la mañana del 1° de Abril de 1948, Hazur fue extremadamente benevolente con este humilde servidor… ya que con el apoyo de una enfermera4 a su servicio, le concedió la oportunidad de estar a solas con Él, durante diez o quince minutos. En ese momento, acongojado, me senté cerca de Su cama y le oré a Hazur, “¡Maestro! Tú estás por sobre el cuerpo y las influencias corporales, sin preocuparte de las comodidades o incomodidades, pero nosotros, seres humildes e indefensos, estamos fuertemente aquejados y no podemos soportar el ver a Hazur sufriendo corporalmente de este modo. Tienes todos los poderes. Estaríamos muy agradecidos si Hazur, muy bondadosamente, remueve esta muestra de enfermedad de Su cuerpo”.
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LA CORONA DEL AMOR Es verdad que la oración tiene éxito donde fallan todos los esfuerzos humanos. Hazur, con suma benevolencia, aceptó esta oración... Cuando abrí mis ojos, Su cuerpo estaba en perfecto reposo, su frente brillaba y resplandecía. Abrió sus misericordiosos ojos que vertían amor... y lanzó una mirada a mi humilde ser, ambos ojos relucían con rayos de luz, como los ojos de un león. Incliné mi cabeza en solemne y silenciosa adoración y dije, “Todo se debe a la benevolencia de Hazur”. Hazur se mantuvo quieto mirando por tres o cuatro minutos en mis ojos, en un silencio asombroso, mis ojos experimentaron un indescriptible deleite que me infundió una embriaguez como si hubiera bebido y que se extendió hasta los más remotos poros de mi cuerpo entero. Nunca antes había experimentado esto en toda mi vida. Luego, esos ojos que vertían misericordia, se cerraron y no volvieron a abrirse. En sus últimos momentos, Hazur estuvo en completa paz. Cuando exhaló su último suspiro, coloqué mi cabeza sobre sus pies y dije, “El sol de la divinidad que se había elevado, se ha puesto y no tengo palabras para expresar mi pena”. De esta manera, a los 90 años, el 2 de Abril de 1948, a las 8:30 de la mañana, este brillante Sol de la Espiritualidad, después de esparcir Su Luz en los corazones de millones, desapareció para descansar bajo el horizonte en el Dera Baba Jaimal Singh5. Fue un momento de gran dolor para los devotos dejados atrás. En esta extraordinaria fotografía, vemos la multitud, el polvo y el clamor, el féretro siendo llevado sobre los hombros de los discípulos y la familia. En primer plano, se ve a Sant Kirpal Singh con su mano derecha levemente levantada en un ademán tranquilizador y de guía.
El féretro de Hazur siendo llevado al Río Beas. Abril 2 de 1948. En esta última y excepcional imagen de esa época, detrás del féretro en las riberas del río, la conmovedora figura de Sant Kirpal Singh permanece derecha, con su cabeza 176
LA CORONA DEL AMOR inclinada y las manos cruzadas. La cremación se hizo pronto y las sagradas cenizas de Hazur fueron vertidas en las fluidas aguas del río Beas mientras la oscuridad de la noche cubría la tierra. Luego, y de conformidad con los deseos de su Satgurú, el discípulo Gurmukh de Hazur, calladamente salió de Delhi y poco después, fue a las montañas del Himalaya para prepararse para la gran misión por venir.
El dolor y el amor… ________ 1.
“Pal” era el nombre afectuoso con el cual lo llamaba su familia. Sobre este particular, Kirpal cariñosamente les habló a sus discípulos sobre el poder de las bendiciones de los padres.
2.
Radhasoami o Radhaswami, es otro nombre para el Ser Supremo o Anaami, introducido por Soami Ji de Agra al final de los años 1800. Este término fue usado como saludo y despedida por Baba Sawan Singh Ji. Radha significa el alma y Soami el Señor, lo que quiere decir, “Señor del Alma”. El nombre Radha Soami contiene una clave para la ciencia espiritual: Radha aad surat Ka naam, Soami aad shabd nij dhaam Radha es el nombre de la fuente primaria del alma (surat); Soami es el nombre de la fuente primaria del shabd (Verbo) Prosa, Sar Bachan (Beas, India: Radha Soami Satsang). Debido a que el nombre Radha Soami dio lugar a contiendas y litigios con varios grupos que reclamaban su uso correcto, Sant Kirpal Singh rara vez se refirió a él, pero siempre que se dirigían por el saludo “Radha Soami”, él lo regresaba amablemente con el máximo respeto.
3.
Cuando se acercaba el final de Gurú Nanak en la Tierra, también le habló de este Sol interno a su hijo terrenal, Siri Chand (quien ignoraba esto) y a su devoto seguidor Angad, quien lo entendió y fue su sucesor.
4.
Bibi Ralli fue a donde Kirpal Singh y le imploró, “La condición de Hazur es precaria y debes venir”. Entonces ella lo llevó a la cabecera del enfermo Hazur.
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LA CORONA DEL AMOR 5.
Pasajes de Un Breve Bosquejo de la Vida de Hazur Baba Sawan Singh Ji Maharaj, (Delhi: Ruhani Satsang, 1949, Darshan Singh, Retrato de Perfección, Una Biografía Pictórica de Kirpal Singh, (Bowling Green, VA), 1981.
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