Versos Paria 4j295q

Alex Ulacio

Versos de un Paria

Venezuela, febrero de 2014

Carta de una mujer que sepultó su nombre Mayo, año 2024 Estimado amigo:

Me dirijo a ti para pedirte un favor del cual estoy convencida que solamente tú me puedes complacer. Te pido que publiques los versos y prosas que adjuntos a esta misiva te envío. El autor de estos versos fue un gran amigo mío y al mismo tiempo, yo fui una gran amiga de él. Su nombre no es necesario que lo mencione, porque a lo mejor (lo presiento) tu sabes quién es. El jamás me pidió que los publicara, es más, siempre que mencionaba esta posibilidad, él la rechazaba rápidamente, argumentando que su poesía no era para venderse, para premiarse ni para ganar fama, consideraba que su poesía era enteramente suya, que fluía desde él para alimentarlo a él, y que solo la veía como un modo de desahogarse, no anhelaba fama ni reconocimiento. Él y yo nos conocimos en nuestra adolescencia. Con el pasar del tiempo nos fuimos compenetrando tanto, entendiendo el uno la vida del otro, pudiendo precisar el más íntimo recuerdo del otro que llegamos a sentir que mi vida era suya y que su vida era mía, que latíamos con el mismo corazón, que nuestra piel era la misma y que nuestras vidas eran una misma cosa, de la que no recordábamos el principio y llegamos a pensar que no tenía final. Entonces, de sorpresa vino la muerte y nos devolvió esa individualidad natural del ser humano, nos dimos cuenta que su sangre no era la mía, que su vida no la

mantenían los latidos de mi corazón, y que mi vida tenía un fin diferente a la de él. En una ocasión sentimos en carne viva la violencia, el odio, la muerte y el sufrimiento y decidimos irnos alrededor del mundo para encontrar la cura para todos los males del mundo. Ambos teníamos algo en común, tan íntimo, que lo afrontábamos siempre juntos, y era la constante lucha psicológica dentro de ambos. Por un lado sentíamos el impulso egoísta, de procurarnos los más deliciosos placeres y de alcanzar la gloria y el respeto de los hombres, además de la subordinación de estos, y por otro el impulso artista y hasta bohemio de vivir en comunión con la naturaleza, vivir para leer, escribir, pintar y cantar, de irnos en una compañía de actores ambulantes, de sacrificarnos por los pobres, de recoger perros inválidos para curarlos, de alimentar a los ancianos y dar juguetes a los niños. Siempre vivíamos en una lucha constante para decidirnos por alguno de los dos estilos de vida. Por eso, a lo mejor, era que a veces el mostraba una aparente duplicidad de personalidad. El aparentaba ser un tipo grosero, descarado y payaso, egoísta y retrechero, repugnante e hipócrita, pero no era así de verdad. En realidad era muy sencillo, desprendido, serio, maduro y muy sensible. Amaba profundamente a su país y a su pueblo, y le dolía el sufrimiento de los demás, sobre todo de sus compatriotas; y consideraba como sus compatriotas a todos los latinoamericanos y a Latinoamérica como su patria, porque aseguraba que los países de América Latina, no estaban separados más que por fronteras invisibles, que era lo mismo desde México hasta Argentina, y que no había que hablar de nacionalismos independientes sino de un nacionalismo común, que no cayera en la arrogancia, el desprecio y el xenofobia, que según él, fueron estas las causas de las Tres Guerras Mundiales. Pero con el tiempo se

dio cuenta que su patria era el mundo entero y sus compatriotas, todos los habitantes de la tierra y que no hay mucha diferencia entre América y África o Europa, y entre Europa y Asia, o Asia y América. Que la vida es igual en todas partes, porque en cada lugar de la tierra hay solitarios y soñadores como nosotros, hay niños que sueñan convertirse en emuladores de sus héroes, hay madres que se sacrifican por sus hijos. En todos lados la gente llora por amor, tiene miedo de la soledad y hace el amor en secreto. Aunque nació católico, estudiaba la Biblia y el Corán, las enseñanzas de Buda, y supo que todas las religiones son falsas, y aun siendo falsas, en su más íntimo sentido tienen algo sublime y maravilloso: y es que cada una de ellas, en su origen, son auténticas. Quizás por eso nunca discriminaba a nadie por su color de piel, sus creencias, su condición social y sus ideologías políticas. Su ideología era la del amor. Lo dejó todo: futuro, carrera, amigos, familia, paz y tranquilidad, y se fue a luchar contra el mundo, no para destruirlo, sino para renacerlo, revolucionarlo. Y si nadie le secundaba, se iba solo, esto no le importaba pues creía entonces que el solo podía cambiar el mundo, pero los tiempos de dios y sus errores le enseñaron que un solo hombre no podía ni puede ni podrá cambiar el mundo, y que la mejora de este mundo no se basa en políticas o gobiernos, sino en el cambio paulatino y positivo que cada individuo haga de sí mismo. En un examen de conciencia. Estaba dispuesto a luchar hasta el final. Era capaz de dar su vida para alcanzar su ideal. Así murió. Pero ya dejemos a un lado estas cosas. Aunque no lo creas, yo no soy la protagonista de este libro. En ningún poema escucho su voz dirigida a mí, quizás en uno solo de ellos, pero más nada. El jamás me amó como

mujer, y yo lo sabía, pero aun así lo amé con todas mis fuerzas. Me enamoró su ser encantador. Cuando terminó la guerra él se fue y solo me dejó parte de sus versos envolviendo una rosa sin espinas. Los poemas no tenían ni orden ni títulos ni nada de eso y yo me tomé la molestia y el atrevimiento, porque sé que eso no se hace, de ponerles nombre y acomodarlos. También inserté algunas cartas y anotaciones que guardaba en mis papeles. Pero dejémoslo hasta aquí, estoy segura que harás todo lo necesario para una publicación limpia. No quiero recordar más. Me despido de ti segura de que cumplirás mis deseos. Adiós, tengo que alimentar a mis morochitos que apenas nacieron hace seis días, un niño y una niña. Me despido hasta siempre… adiós amigo

M. PD: No reveles mi nombre, lo sepulté cuando él se fue. ¿Dónde los sepulté? En la penumbra y la muerte eterna… el olvido.

A una Ermitaña (En su cumpleaños 18) Los jóvenes cuando llegan a la adolescencia dejan atrás la época de la infancia, se quitan la venda de la inocencia que no les dejaba ver el mundo tal como es. Lejos de ser esto una desgracia, la mayoría se quita gustoso este velo y se integran al mundo. En cambio otros se refugian en la soledad, en el silencio, en la tranquilidad, no dejándose arrastrar por este torbellino. A estos muchas veces los consideran como los que se saltan la adolescencia y llegan a la vejez de una vez, los llamados viejos prematuros, o melancólicos, solitarios. Ermitaños. Ermitaña, como te llaman. Muchos jóvenes son felices reuniéndose para salir, disfrutan un mundo en el cine o en el parque, en medio de una bullosa discoteca, bebiendo hasta más no poder vodka o cerveza, otros disfrutan una fiesta en casa, entre personas de confianza, en los que todos comen parrilla, beben cerveza y escuchan música a todo volumen. Pero también están los “otros”. Nosotros somos los otros. Los otros que no se sienten cómodos en medio de esos huracanes de ruido y desorden, quienes se sofocan con el aire de esas reuniones. Estamos los otros que preferimos la compañía en grupos pequeños, sin tanto ruido ni escándalo, los que preferimos divertirnos contando chistes malos como los que tu cuentas y buenos como los que yo cuento. Los otros que nos la pasamos cazando chistes para luego contarlos, que preferimos una buena película o buen programa como una gran diversión y a un buen libro como la más grande de las fiestas.

Estamos los otros que buscamos la soledad no porque estemos amargados, sino que es que en ella nos sentimos bien, en ella podemos encontrarnos a nosotros mismos, encontrar las respuestas que los demás no nos saben dar y si eres como yo, de reírnos de esos chistes de los que los demás no se ríen. Dejemos que los jóvenes se burlen de nosotros los viejos dejémoslo a ellos con sus salidas y sus fiestas, porque en verdad la juventud no la determina ni el comportamiento, ni las convenciones, no la determina la compañía que uno tenga ni la manera de pensar, de hacer o de creer. La juventud está en el corazón, en la mente, en la fuerza, en la energía, en el fondo de cada uno de nosotros. En verdad jamás dejamos de ser niños ni dejamos de ser adolescentes y cada uno de nosotros, antes de llegar a la vejez ya la tiene dentro de sí, así como la vida trae en sí la muerte, todo principio trae en sí el fin y todo lágrima tiene tras ella una sonrisa, así mismo es el tiempo: si logras equilibrar todas las etapas de la vida, has logrado anular su paso. Por eso los años no pasaran sobre ti: tu cuerpo se hará viejo, no hay duda pero tu alma no, aunque todos piensen que es todo lo contrario. Has encontrado la manera de burlarte del tiempo. Feliz Cumpleaños.

Estás ahí Sé que estás ahí Estás en silencio, mas no ausente, aun puedo oírte desordenar mis cosas. ¿Qué buscas? Te oigo hurgar y roer mi pecho como un ratón hambriento que se afana por conseguir migajas de comida en la mesa ¿Buscas acaso una estrella? ¿Buscas por casualidad una canción? ¿Buscas algún juguete? Ven, tómalos y juega con ellos. En mi pecho conservo muchos, Hay carritos, soldados de plomo, superhéroes de plástico, Hay pelotas y bates, una bicicleta voladora. Tómalos y juega, Pensaba momificarlos para siempre pero ahora que eres oscuridad y silencio, que estás abandonado al olvido, te echaron a la basura, y el río del destino te trajo hasta mí, ven, acércate sin temor y juega… Juega como ya nunca lo harás, crea ejércitos y guerras con los soldados y con los tanques, crea mundos nuevos con los legos y los carritos, sube hasta la luna en bicicleta, toma mi guante, cálzalo en tu inexistente mano y atrapa los flies que de vez en cuando mi corazón deja caer. Y corre, corre con tus piernas que destrozó la máquina de la muerte, corre como nunca lo harás a través de las llanuras que construyo para ti,

a través de los diamantes que están sellados en mi corazón, y vuela, álzate con tus alas, paséate por mi cabeza, mira a través de mis ojos, asómate al mundo por los orificios de mis oídos, viaja por el tiempo sobre el lomo del pegaso que otra alma como la tuya sembró en la mía antes de su partida, y juega con los unicornios, yo te doy permiso. No pienses ya en nada espera a que te llegue el turno otra vez, entonces cuando dejes mi pecho, vete sin decir adiós, deja mis cosas desordenadas, yo te doy permiso.

Robo Corazón, corazón, te has robado mi corazón… quédatelo antes que lo rompas

*** Tu silencio me atormenta tu indiferencia me mata tu falta de lágrimas me sepulta

Ámame Ámame, mucho más, mas mucho, mucho, mucho ámame como nunca me has amado ámame con tus entrañas ámame con un ímpetu nunca visto en ti ámame más que yo a ti que necesito ser amado

Dame tu amor Dame tu amor, Sé suave y dulce como gallina con sus crías Sé hambrienta y salvaje como leona con su presa.

Tu llegada Antes de conocerte mi vida era un arroyo entonces llegaste y diste más fuerza a mi corriente, nutriste mi lecho, y desbordaste mi cauce… luego que llegaste mi vida se hizo río y solo tú, en ella navegas como los delfines delamar

Acribillado. La lluvia caía lentamente las nubes negras se juntaban el sol estaba secuestrado cuando murió el alma mía. Allí, echado en la calle el charco de roja sangre mis ojos abiertos no veían en el corazón la bala que apagó esta vida. Los curiosos buscaban lo que perdido no habían mi ánima lo veía todo quería volver a ser viva. Nadie lloraba por mí yo a nadie le dolía sabía que me iba sin decir por última vez Adiós… adiós madre mía.

Bala perdida La joven madre soñaba veía en su hijo un grande liga. Una mañana vio que en sus anaqueles faltaba el harina para el pan de cada día, sacó de su escondite unos billetes quiso ir a la bodega revisó su hogar y estaba vacío su hijo pequeño se quedaría solo ella no permitiría que su hijo conviviera con la soledad aunque fuera por un minuto, y sin mas, lo invitó a la bodega caminando por las calles, vivían cada minuto con algarabía llegaron a la cuadra de la bodega en un extremo de la cuadra “Los caras sucias” armados, estaban dispuestos a acabar con la culebra que desde hacía rato tenían con “Los popis” que estaban en el otro extremo de la cuadra, también armados. Se armó la balacera. Hoy la urna blanca pasa frente a mi casa …Malbrú se fue a la guerra ay que dolor que dolor que pena Malbrú se fue a la guerra ay no se cuando vendrá do re mi, do re fa no se cuando vendrá…

pero la madre… jamás había sentido tanto dolor en tan solo un cuerpo.

El pájaro y la semilla Lenta… lentamente vuelo el pájaro hacia el vacío callada… calladamente su canto alimenta el silencio inesperada… inesperadamente cae de su vuelo, y herido lenta… lentamente muere agonizando el pájaro poco a poco va dejando su vida respira agonizante se va dejando su estela en los cielos su estampa en los árboles su fruto en la tierra tu y yo lo vemos, lloramos recoges el pajarito con tus dedos una lágrima tuya se desploma en su pico juntos lo sepultamos, ponemos lirios en su última morada le rezas al santo padre por su alma te recuestas a mí y lloras

Me dijiste

No te mueras. no me dejes sola, no me dejes sin antes dejar las huellas de tus caricias en mi piel sin dejar la marca de tus besos en mi boca sin dejar tus hijos en mi vientre sin dejar tus poemas al mundo no te vayas sin dejar nada Promesa difícil de cumplir.

Morir a tu lado. Quisiera dormir en el calor de tu cuerpo con el roce de tu piel desnuda y levantarme con el susurro de tu respiración en mi pecho y el tintineo de tu corazón en mis oídos; Que seas lo último que vea al dormir …lo primero al despertar; Quiero mis hijos en tu vientre y que se alimenten en el sagrado néctar de tus pechos pequeños, dulces y erectos como cerezas de dulce carne. Yo que te vi florecer en primavera y me enamore de ti en el verano quiero ver como el otoño invade tu rostro, y como la blanca nieve del invierno cubre tu cabello. Quiero perderme cada noche en el dédalo secreto de tu anatomía y jugar al amor contigo cuando las luces se apaguen. Quiero morir a tu lado y desintegrarme en tu piel de arena como un marinero que muere en la orilla del mar, tras haber nadado la vida entera.

Te hallé Vagaba por las calles buscando tu sombra Y no te hallé Vagué por las calles en busca de respuestas tampoco las hallé. Ni en el azul ni en el blanco Ni en las mandarinas Ni en la frescura del aire ni en el reposo bajo la sombra de los árboles. Me fui por el mundo a navegar para buscar tu perfume en la soledad de esta tierra, traspasé muros invisibles y cercas de alambre púa me interné en el campo y busqué tu sonrisa y tu calor en las hojas de una planta en los pétalos de una flor en una nube errante en las letras de la palabra amor. Me hice colibrí y te busqué en el interior de las rosas Me hice pájaro y te busqué en el interior de las frutas Me hice hombre y te busqué en el mundo de los vivos Me hice poeta y te busqué en el mundo de la magia, de los brillos, de los colores. Entonces te hallé en la poesía en las flores que adornan mi jardín te hallé adherida a mí y no te busco porque en todo lo que es mío estás tú,

vives dentro de mí y todas las respuestas se hallan en el gran acertijo de tu cuerpo.

Te conozco Te conozco como al viento, como a la sombra como el aroma del ocaso cuando llega o el ritmo de la lluvia cuando golpea mi techo. Te conozco como a los días o los meses del año como a los números, como a las letras como las piedras del camino como a las rayas de mis manos te conozco como a las cosas elementales te conozco tanto que ya sé de memoria los cambios en la curvatura de tu fisonomía la textura de tus dedos azucarados el sabor de tus labios de fresa te conozco tanto que cuando sale el sol cierro las ventanas para que no te de y puedas levantarte a las once como te gusta, tanto que no te preparo las arepas con jamón ni el café con leche porque sé qué prefieres las arepas con queso y el café negro tanto que sé que tu color favorito es el amarillo, porque es el color del sol, de los girasoles y los canarios sé qué prefieres las dalias a los lirios, el jazz al blues o el rock, la poesía a la novela o al teatro, el cine a la playa o al zoológico el fútbol al béisbol te conozco tanto que se que te bañas todos los días a las cinco de la tarde porque a esa hora

sientes que estás sucia e impresentable se que te da asco los ratones y las cucarachas y en cambio adoras las mariposas y las hormigas se que te encantan las películas de pistolas y asesinatos y detectives y en cambio, odias las películas cursis, bobas y baladíes, en las que no hay acción ni muertos ni blasfemias te conozco tanto que sé que sabes todos los capítulos de los picapiedras y los supersónicos sé que te encanta armar ciudades con los imanes de la nevera y trencitos con las cajitas vacías de fósforos sé que la clave de tu correo electrónico es “preciosa” porque así te decía tu abuela que te crio. Te conozco tanto que ya sé que piensas pelear conmigo para convencerme que nuestro primer hijo debe llamarse Esteban, y también sé que me terminarás ganando.

Ayer

Mi cama es testigo de las muchas noches en las que, llorabas tus desgracias consolándote en mí y en las que develaba mis secretos a la luz de una vela oyendo quedito la “escalera al cielo” Hoy me pregunto dónde estarás, quien te besa ahora, quien te hace el amor con la devoción de un apóstol quien come chocolate en tu cuerpo desnudo, quien desgrana tus senos quien te ama, que es de tu vida sin mí quien te dice te amo cuando lloras quien se desvela para adorarte en la oscuridad …pero se acabó. Para mí fuiste un huracán que pasó violentamente dejando escombros, un meteorito que pasó para despejar el cielo, un arco iris que calmó la tempestad yo fui para ti solo una muleta, un maniquí un osito de peluche no fui más que una botella para el despecho que tú misma te buscabas, a lo mejor no te acuerdas de mí llegabas ebria siempre a mí te desnudabas, hacías de tu cuerpo un manjar, te devoraba, te ponías a llorar te dormías y al amanecer,

sin saludar al sol siquiera, te ibas. Hoy me pregunto si eras de verdad, si era que te imaginaba o si simplemente eras una perra borracha que me prostituías y me dejabas a la mañana siguiente con el amor a flor de piel y un olor a brandy en la boca que no me quitaba ni la colgate.

Paso del tiempo Al año dejé la teta A los dos años aprendí a hablar A los tres ya corría A los cuatro aprendí a leer A los cinco jugué béisbol A los seis buscaba tesoros en el patio A los siete exploraba el espacio A los ocho jugaba a la guerra A los nueve robaba besos A los diez hurtaba pornografía A los once jugaba en la placentera oscuridad A los doce perdí la virginidad A los trece aprendí inglés A los catorce escribí mi primer poema A los quince te conocí A los dieciséis me drogué A los diecisiete me enamoré A los dieciocho me embriagué A los diecinueve me salieron canas A los veinte te perdí A los veintiuno escribí un libro A los veintidós te encontré otra vez A los veintitrés te fuiste para siempre Y a los veinticuatro capitulé.

Te vas de mis manos

El tiempo que el destino me da para quererte… no es suficiente, pues la vida es breve, el tiempo es largo y fíjate que el amor es corto… además hay que gastar tiempo en otras cosas, como por ejemplo, leer los diarios, ver los noticieros, trabajar detrás del mostrador y dormir unas diez horas diarias para no perder la noción esa extraña de que vivimos… además ya no hay tiempo para soñar el café nos ha quemado las neuronas del sueño… entonces, figúrate, que me veo obligado a atesorar estos momentos, sellarlos con el barniz del recuerdo… grabar tu nombre en un libro que el olvido no reclute, en un corazón que pronto se llenará de gusanos y de tierra, pero entonces, me voy dando cuenta, que no soy yo quien guarda tu nombre, ni que se enamora de tus ojos y mucho menos hará germinar tu simiente… es en ese momento es cuando me doy cuenta que no me escribes, que no me buscas ni me llamas, que entonces de ti solo me quedan tus lágrimas cuando anhelante de un amigo, me llamas a gritos,

vengo hacia ti te consuelo, me dices te quiero, te acaricio el cabello y te digo que vales mucho, me miras, me das un beso en la mejilla me dices: “te quiero como mi hermano” y es cuando me doy cuenta que estoy enamorado solo y que el tiempo se me está yendo de las manos y que tú te estás yendo de mis manos y que todo se me está yendo de las manos.

Aun tengo esperanza Las mariposas amarillas aún revolotean, y las flores aún retoñan. Aún hay vida. Aún tengo esperanza.

Haces falta tú Bajo la sombra, sobre la tierra; andando largos y agotadores caminos, en una plaza, acostado en un banco mirando el cambio de forma en las nubes, mirando atarantadamente el caer de una gota de un grifo sobre el cemento de la batea, o indiferente, con los audífonos puestos, caminando entre escombros, callando en medio del bullicio y entonando una canción hacia el mas recóndito silencio; en cada acto, en cada rincón e instante celebro la vida mía en la vida de los demás canto con voz muda lo que otros alaban con guitarras, bajo y batería y construyo con gestos y expresiones lo que otros con cincel y arcilla moldean, y son los colores de mi cuerpo los colores de los cuerpos de quienes quiero el único cuadro de mi museo y las almas de los que me rodean, son los pétalos de la flor que derrama, como rocío mis versos sobre la tierra perfumada a sangre y sudor de los esfuerzos para sobrevivir… y para que a mi mundo no le sobren vacíos haces falta tú, que lo llenas todo.

Me dejaste ¡Y qué soledad! ¡Qué soledad se siente! Cuando estás ausente, aunque una multitud me rodee

Juventud Juventud, de mí no te vas para jamás volver, en mí te quedarás, en mí reverdecerás a cada instante que estalle en risas, en gritos y canciones. En mi pecho te quedarás, aprisionada y latirás sí, latirás con más fuerza a medida que me broten canas, que se encorven mis huesos, que mis ojos se nublen.

Tu para J.A Tú naciste desnuda como una flor un día en que el mundo se desangraba caían muros y cortinas de hierro. Te conocí una tarde ardiente en la que el sol fue eclipsado por ti y luego caí arrodillado y enamorado ante ti. Y te siento donde no estás en la espesa oscuridad de mi cuarto cuando son las dos y treinta y cinco y te toco pero no te siento en mis dedos sino en los hilos tímidos de mi alma. Y te veo donde nunca estarás en la incandescente luz de mi ventana cuando son las ocho y veintidós e intento mirarte pero no lo logro con mis ojos sino con mi sensible corazón. Tú estás sin estarlo y lo eres sin serlo y tú, solo tú, eres la única en la que pienso porque eres mía, aunque seas tuya y te disfrute otro. Y te oigo cuando estás callada en la caída de una hoja o en el hablar de las paredes cuando son las doce, las dos o cualquier hora

Tu ¿Quién eres? ¿Un ángel o una mujer? Tu, que abriste mis ojos a la vida, al amor, a la poesía Tu, que me desvelas con el brillo de tus ojos libertadores

Tu, que haces latir mi corazón más aprisa que nunca Tu, que te diste el lujo de partir mi corazón en un segundo Tu, que estás en todo con tu presencia invisible

Marisela Querida Marisela tengo otra, todos estos meses he estado montándote los cachos. Otra ha tomado tu lugar. Te ha suplantado. Pero no la amo más que a ti sino que deseo más su olor a naranja tierna que tu olor de manzana verde; y deseo más sus ojos negros que tus ojos azules; deseo más sus cabellos de negros rizos que tu cabello rubio ondulado; y deseo más su piel tostada que tu piel blanca como las palomas; Es cierto que ella ha tomado tu lugar pero no podrá sacarte de mi memoria y ponerte en mi olvido. Para siempre serás mi dulce niña la que me enseñó a besar. No pido que me perdones (no tengo moral para hacerlo) solo te pido que me comprendas, que entiendas a este corazón que tu enseñaste a amar, y me abras la puerta. Terminamos: pero no olvidaré ni tus besos, ni tus ronquidos, ni tu forma de

maquillarte ni tu perfume serás mi dulce niña siempre Sí, Marisela, tengo otra pero serás mi dulce niña siempre.

Gabriela Amada mía, eres mía solo mía, no quiero que seas de otro. Eres mía porque me encanta que desordenes el cuarto dejando tus sostenes encima del televisor o debajo de la cama y que cada mañana me despiertes con tus dulces besos sobre mis labios y me encanta oírte cantar cuando te bañas mientras enjabono tu espalda; y siento satisfacción al comer las tajadas que fríes para mí, que son lo único que sabes hacer cada vez que te digo que tengo hambre y soy feliz cuando me dices que camisa debo usar cada día -no sé qué haría sin tieres mía y no cambiaría por nada el hecho de que me obligues a ir a las fiestas que detesto y porque tampoco cambiaría por nada del mundo el que me hagas bailar nuestra canción: “I just can’t stop loving you” mientras te susurro en la pata de la oreja la traducción de la canción.

Agnes Éramos antes un solo cuerpo, un gorrión solitario que surcaba el cielo y deleitaba con su canto vino entonces una piedra que segó la vida del que éramos. Decidió entonces Dios enviarnos nuevamente a la tierra, pero nos partió en dos para que nos buscáramos y nos uniéramos pero nos puso lejos en tiempo y espacio. Andamos entonces buscándonos, escarbando en las rendijas del tiempo tratando de conseguirnos y eliminar la distancia que nos separa. Y estás presente aun estando ausente, tu cuerpo físico calienta el mío me doma tu aliento, tu respiración me mantiene a salvo tu calor aunque en realidad solo tengo grabada tu imagen en mí. Tu que todo lo explicas con precisión con las palabras justas sin adornos ni fallas tu que lloras en silencio cuando te defraudo que ríes sin estridencia ni escándalo como solo ríen las reinas tu que eres una gran madre que desnuda eres hermosa,

delicada y dulcemente fragante como una flor en mi mano, que toco, que huelo, que deshojo que me entrego a ella.

Amortajada Cuando te creía muerta, amortajada, te levantas de tu sepulcro; vagas buscando el sendero por el que se nos extravió el tiempo donde los sentimientos se congelaron y donde en medio de ruinas una solitaria perdiz hizo su nido tímidamente me buscas, tanteando el terreno, esperando el momento justo para colgarte a mi cuello rodeándolo con tus flexibles brazos pero resulta que ya no te quiero y mira, en el suelo, emparamadas por la lluvia están las flores marchitas y la gente emparaguada las pisan pero a cada rato cae un pétalo … una nueva estación ha llegado…

Yo no te ato

Yo no te ato ni te niego la felicidad no reniego de ti ni desato contra ti mi odio es que solo me siento aturdido, confundido yo no te ato ni trato de decidir por ti no rechazo tu mano ni te borro de mi memoria solo es que quiero ver con nuevos ojos yo no te ato ni te prohíbo nada no te cierro las puertas ni cruzo mis brazos ante ti es que solo no quiero seguir sufriendo con los caminos que quieres tomar y a los que no estoy invitado.

Mi deleite El deleite de mis ojos eres tú aunque en tu sostén se pierdan tus senos aunque la más ligera brisa te eleve y tu cara apagada ningún deseo encienda. El deleite de mis ojos eres tú aunque ninguna curva dibuje tu cuerpo aunque tu mirada perdida nunca se encuentre y las reinas de belleza no te envidien. Porque lo que me deleita eres tú es tu corazón mi sol, tu alma mi luna y la persona que eres, de mi ser, la dueña Son tus abrazos, son tus besos, es tu silencio lo que me enamora, me hace suspirar y cuya lejanía, con solo pensarlo me aterra

Te amo Te amo infinitamente; te amo tanto que los dedos de mi cuerpo no alcanzan para contar mi amor ni las estrellas del universo para contemplarlo, Te amo sin condiciones ni límites Te amo sin estilo pero con pasión Te amo sin pedir pero dándolo todo Te amo a viva voz y en carne viva. Te amo como llama ardiente que no se consume como manantial que no se seca… Te amo como se aman las cosas eternas: sin verlas ni tocarlas, sin preguntar su origen ni esperar su final.

Declaración de amor Porque me cansé de estar solo Porque me cansé de no tener con quien lamentarme o reírme Porque quiero sentir un alma junto a la mía Porque en ti veo una esperanza Porque eres tú la mejor candidata Porque no me importa que pensemos distinto Porque no me importa que seas más alta que yo Porque no me importa que no tengas el cuerpo tan espectacular como otras Porque no me importa el tamaño de tus senos Porque no me importa que no seas tan bella Porque me importa lo que eres Por eso te pido que seas mi novia.

Mi rosa Eres la rosa que Dios ha sembrado en el jardín que el mismo en mi corazón plantó. Eres la rubia rosa que me enamora con su color que me hace creer que existe el amor. Eres la hermosa rosa que me tentaste a cortarte pero que con sus espinas sin querer me hirió. Y eres la rosa más hermosa de entre todas las rosas y yo soy el amante mas fiel de entre todos los amantes pues aunque no puedo tenerte entre mis manos sin poderte hacer mía, yo sigo empeñado en amarte porque eres mi rosa sin tu saberlo y nos separa la poderosa muralla que tu levantaste con una palabra

La oruga Hay una oruga que te ama, lo sé; esa oruga soy yo. Me arrastro en pos de ti, fabrico seda para tenderte una suave red que te atrape para mí. Pero mi aspecto te asusta, te da asco, buscas una chancleta para aplastarme; detestas las orugas, tu prefieres los cardenales de plumaje rojo y dulce canto. No quieres amar una horrenda oruga, no quieres que te vean con ella no quieres que te bese ¿No sabes que dentro de toda asquerosa oruga hay una dulce y hermosa mariposa?

Nuestra Historia Nuestra historia fue así: - Te traje lirios ¿Los quieres? - no - te traje el canto de un ruiseñor dentro de una crisálida ¿Lo quieres? - No, no sé qué es una crisálida - Te traje el eco de tu voz dentro de una jaula ¿Lo quieres? - si es de mi voz ¿Para qué lo quiero? - Ya sé, te traje toda mi vida, todos mis sentimientos, todo mi corazón solo para ti ¿Los quieres? - NO

Cuando cierre mis ojos Cuando cierre mis ojos las rosas seguirán siendo bellas los pájaros seguirán cantando y el sol seguirá brillando los niños seguirán creciendo y la música sonando la poesía floreciendo y la tierra girando; el llanto por mi muerte se irá apagando y se perderá en el silencio; cuando yo cierre mis ojos nada se habrá perdido solo carne y unos cuantos huesos, el tiempo borrará mi recuerdo

El Hormiguero Los números han construido un hormiguero y me han encerrado en el, me han convertido en una hormiga más. La de mayor jerarquía nos habla y yo solo escucho palabras sin sentido, frases absurdas y falso arte; quienes me rodean no hablan mi idioma A medida que el tiempo avanza mis párpados ceden al sueño y el cansancio toma por asalto mi alma Las hormigas castigan mi inutilidad, y cumplo la condena de ver hacia fuera sabiendo que por siempre me quedaré adentro.

Ariadna Un rizo de tu cabello guía mis pasos como si fuera un hilo de tu alma, ansioso de tu boca busco flores azules para regalarte, pero ya las flores han muerto. El camino hacia a ti es muy complicado lleno de pasillos oscuros y bestias cornadas; yo me defiendo solo con mis manos convierto al amor en espada y mi espada en amor. Abatido por el cansancio de la lucha llego hasta ti con un rayito de luna en el pecho y una sonrisa tuya basta para limpiar mis lágrimas. Triste por saber que la vida acaba pronto trato de ganarle al tiempo coleccionando tus besos pero al dormir en tus brazos, el tiempo nos gana.

Cruz y destino Un niño cada noche miraba las estrellas con ojos de un ser enamorado, buscaba en los libros mapas de asteroides, cometas y planetas. Sin telescopio ni nave estudiaba el cosmos, y buscaba en la bóveda celestial algo de polvo estelar, una chispa de alguna de las hermosas estrellas. Hasta que se enamoró de Casiopea, de Andrómeda y la estrella Polar y cada noche las saludaba con su corazón. Y cuando el mundo le preguntó porqué amaba lo que nunca alcanzaría solo dijo: “Es mi destino, mi cruz”

Elegía Otra luz que se apaga una llama más besada por el viento; un alma pura que inicia el último viaje, la postrera travesía. Todo llega a su final, una flor que se marchita un amanecer que se desvanece en el horizonte, un alma pura que se despide tras luchar cada segundo hasta el último aliento; A tus pies, los frutos de tus entrañas, ellos crecieron bien aprendieron de tu nobleza tu humildad, tu fortaleza y tu inconmensurable valentía. Una vela que se termina de consumir, una flor cuyo último pétalo cae al suelo, eres hoy una estrella en el cielo, una luz que como un faro nos guía en la penumbra. Sobre tus cenizas celebramos la vida y daremos a la muerte solo estas lágrimas que se secaran al viento.

No hubo tiempo Breve y fugaz como un relámpago, ese fuiste tu… iluminaste mi camino por un instante, un pestañeo nada mas. Al desaparecer me dejaste en la más profunda oscuridad… Pero tu recuerdo no me abandona, caminas a mi lado, vigilas mis pasos, tu voz acaricia mis oídos en la noche. Breve como un tronar de dedos, así fuiste tú… como una flor que al alba llega de la mano con el rocío y en el crepúsculo sus pétalos parten hacia la muerte. Una flor arrancada antes, mucho antes de tiempo, tan pronto te fuiste que no pudiste florecer no pudiste deleitar a nadie con tus colores; ni ser acariciada por la brisa, cortejada por los colibríes ni ser parte de un bouquet. Te fuiste tan pronto que no me dio tiempo de estrecharte entre mis brazos, apretarte contra mi pecho, de besarte, de tocar con mis labios la suave superficie de tus mejillas

ni de cantarte la canción de la palomita blanca de copetico azul que en sus alas nos lleva a ver a Jesús, ni de enseñarte a hacer trenes con las cajas vacías de fósforos o edificios con cartones de leche o pelotas con papel aluminio o con medias viejas no me dio tiempo de narrarte el cuento del lobo y los siete chivitos de enseñarte a empuñar un bate o lanzar una pelota ni de montarte en mis hombrios para hacerte sentir un gigante ni de hablarte de aquel humilde carpintero que daba luz a los ciegos y vida a los muertos ese mismo sobre cuyas piernas estás sentado hoy (así quiero creerlo) Tan pronto te fuiste que no pude oír tu llanto ni ver la curva de tu sonrisa ni ayudarte a dar tus primeros pasos ni de ver tu rostro, mucho menos de decirte cuanto te amo.

Insomnio El claro de luna se tiende sobre el piso, las cortinas danzan al compás del viento y si callo mis pensamientos puedo oír girando las agujas del reloj. A lo lejos ladran los perros, allá en el monte adentro, recuerdo que en los libros los ladridos nocturnos siempre acompañan a los caminantes y en cierto modo yo camino entre los sueños, los pensamientos y los deseos dormidos.

Lejos y cerca Tan lejos y tan cerca los gritos silenciosos tan claros, tan confusos a la vez. Afuera, el mundo duerme y el rocío aguarda la llegada del sol, sobre una hoja del rosal pende una gota, oculta esa sonrisa que no veré, bajo la almohada, se refugia el quejido inaudible de quien murió sin haber vivido.

Los Perros

Los perros pasean por las calles Husmean las bolsas de basura, Le ladran a los carros, Persiguen las motos Se humillan ante los hombres. El torrencial cae y los perros buscan refugio, bajo un árbol, bajo un techo, tiemblan de frío los perros con sarna.

Corazón

Estrellas titilan Sobre el asfalto endurecido una ola de viento que acaricia tus mejillas, un recuerdo que se congela, un arcoíris sin color, lejos, muy lejos… todos, testigos visuales de un corazón que se contrae, se empequeñece se vacía sin remedio.

Carta a una señorita Querida Amiga: Como quisiera tenerte al frente para hablarte o mejor aún, quisiera que cuando estés frente a mí, poder armarme de valor, perder la parálisis en la lengua y el frío de los nervios en la piel. Quisiera decirte y convencerte de una vez por todas de que soy el hombre que más te conviene para tu felicidad; pero resulta que ni eso yo mismo lo creo. A veces, ni siquiera, creo que este hombre que hoy soy sea el más indicado para mí, para mi vida y mis problemas. Este hombre que te ama, se debate continuamente en un torbellino: se la pasa caminando hacia delante, pero cuando lleva unos cuantos pasos, retrocede o cambia de rumbo. Este hombre que dice amarte, es una mezcla extraña de ambiciones e incapacidades, de amarguras y risas, que ni siquiera el mismo se soporta. Creo que tu decisión es la mejor que pudiste tomar. A veces quisiera que cayeras en mis redes de la misma manera que las liebres caen en las trampas, los ruiseñores en las jaulas y los peces en las redes. Como quisiera que te arroparas con mi piel en las noches de frío o en la oscuridad de un camino. Como quisiera que, como un rosal cualquiera, tus mejores rosas, adornen mis lares y que como toda una diosa domaras la bestia salvaje que hay en mí. Pero tal vez, esa bestia te haría daño. Como quisiera ser la onda de viento que aparta de tu piel el calor sofocante o el rayito de sol que te saluda al despertar. Como quisiera que mis deseos, ambiciones, tristezas y frustraciones se esfumaran y que tú te convirtieras en mi realidad, seas mi día y mi noche.

Te abrí mi corazón. Liberé de su jaula a mi amor que cantaba prisionero como un azulejo. Mis palabras alzaron vuelo, se toparon con tus oídos y aterrizaron en tu corazón, y tú de un soplo las mandaste a volar. Sabías que ese azulejo por dentro llevaba un cuervo, que tarde o temprano podía sacarte los ojos. Y tenías razón. ¿Cómo puedo osar yo, que una mujer como tú, que se desenvuelve tan bien, que no cede al sufrimiento ni la amargura, que no se desespera en tratar de cambiar el rumbo de su vida, con tantos amigos llenos de vitalidad, con compromisos, que gusta de los placeres de la vida, que tiene todo un futuro por delante, con una carrera y unas aspiraciones enormes, pueda ceder a juntarse con alguien como yo? Yo, que sufro por las normas del mundo, no me atengo a reglas, ando por ahí tratando de escapar a la realidad, tratando de construir una muralla entre el mundo y sí mismo, que se resiste a trabajar, a estudiar, a formarse para el futuro y anda tras quimeras superfluas, que prefiere andar por el mundo sin saber de dónde le caerá el próximo bocado de comida que resignarse, buscar un trabajo de nueve a cinco, detrás de un mostrador, atendiendo por obligación a personas quienes siempre tienen la razón aunque no la tengan, y que prefiere no saber dónde estará en diez años? Entonces, justamente entonces, cuando objetivamente me veo en el espejo, es que puedo entender y aceptar tu respuesta. Nadie quiere a un hombre rebelde, un paria, un pirata que navega entre las penumbras de la más honda existencia. A veces, intento, aceptar al mundo e integrarme a el, para ver si así, podrías llegar a verme con otros ojos. Y resulta que consigo un trabajo, y los primeros días voy con resignación casi entusiasta a él, me integro bien, le caigo de maravilla a mis jefes, pero tambaleo; mi mente sin yo proponérmelo, comienza a navegar por sí sola, en los mares del arte, recreando imágenes, palabras, metáforas, y es

entonces cuando me pierdo; me vuelvo deficiente, le saco de quicio a los es, ando como en las nubes, y luego me siento como un traidor, siento que me traiciono a mí mismo, y de repente, dejo de ir a trabajar, y sabiéndome despedido, la dirección del trabajo la sepulto en los anales más recónditos de la memoria. A veces, intento, formarme, buscar estudiar, crearme una carrera para el futuro. Paso los exámenes de ingreso, me dan becas y beneficios, le caigo bien a los profesores que me consideran una persona muy inteligente y con futuro prometedor, le caigo bien a mis compañeros, los ayudo a estudiar, a pasar las materias, los hago reír con mis ocurrencias, y de vez en cuando, el poeta prisionero, dice algo que despierta cierta iración en ellos. Pero me pasa lo mismo que con el trabajo: mi mente viaja por los mismos senderos de siempre, en clases, sin querer me sale un verso, un párrafo con una pizca de inteligencia o sabiduría (sabiduría barata, no me compares con Aristóteles) y entonces un cambio involuntario, pero espontáneo, opera en mí. Me vuelvo descuidado con las obligaciones escolares, olvido trabajos, exámenes, pruebas, los repruebo, me torno solitario, y en los recesos me llego a encontrar sin amigos, pues mis compañeros, viendo desparecida el aura que me hice, me abandonan. Y como pájaro enjaulado que al ver la jaula abierta huye feliz, así mismo, con cierto cinismo y felicidad dejo los estudios y soy el mismo paria de siempre: retorna el pirata a mí. Y en las ocasiones en las que tu recuerdo llega a mi mente, cuando te visualizo como mi esperanza, mi escape, la mujer ideal que quiero me acompañe todos los días, la que me puede salvar de este abismo: te deseo y solo entonces, mi amor por ti, es sincero. Ambos somos indomables, siempre vamos un paso (tal vez diez) por delante de las demás personas, queriendo ser diferentes, resaltar, queriendo dejar una huella en la

historia, ambos nos amargamos, nos entristecemos por la imbecilidad de este mundo, ambos sufrimos de la rara mezcla de filantropía y Misantropía en la misma alma. Ambos somos dos lobos esteparios que andamos por el mundo cubierto de nieve. Pero tú eres más sencilla, práctica y resignada. Tus deseos no te obsesionan, no se posesionan de ti, y te conformas con salir bien en la universidad, tener un buen sueldo e ir los fines de semana a la playa o al cine. Me rachazas y tienes razón. Este hombre te haría daño, te arrastraría irremediablemente al aislamiento, o si no, te dejaría marcas de una huella que nunca terminaría de sanar. Sabes que juntos nos amargaríamos mutuamente, no saldríamos de una pelea, terminaríamos y volveríamos continuamente, y juntos terminaríamos aislados y solos en este mundo. Pero también ignoras que seríamos una pareja perfecta. Que yo tengo lo que a ti te falta, y tú que le me falta a mí: te tengo tu ambición y tú mi resignación, te tengo tu humor y tú mi seriedad, te tengo tu paciencia y tú mi determinación, te tengo tu sostén y tú mi abrigo. Pero, tienes razón, este hombre que ahora soy no sirve.

Despedida Me había figurado en futuro algo distinto con un poco más de luces y juguetes nuevos, una pizca extra de resignación y con total conformismo y en lugar de unirme a la rebeldía sin causa, me figuré combatiéndola; en lugar de paria, un modelo a seguir. Un mundo de colores vivos y líneas perfectas y no este mundo desordenado y de tono gris.