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“Ophelia” Autora: Alicia Alejandra Arellano Nava Sinopsis

OPHELIA es una chica de diecinueve años de edad que vive en Cozumel, México, pero se muda a París, Francia. La historia se desarrolla en la época de los noventa alternando los dos lugares, tanto en forma de recuerdos como en el tiempo presente de la historia. El filme inicia con nuestra protagonista en el aeropuerto de París, recorriendo con la mirada aquella nueva ciudad mientras que se muestran recuerdos de cuando tenía dieciocho años y estaba en México. OPHELIA es una chica delgada, alta y de tez blanca, que asiste a una preparatoria privada de Cozumel. Está en el último año y lleva materias enfocadas a Literatura y Música, ya que es lo que le gustaría estudiar en la universidad. OPHELIA vive con su madre: ELENA (46), sus abuelos: LUKAS (70) y ANDRA (67), su tío SEBATIAN (34), y su padre: LEO (47), un capitán de un barco pesquero, que se ausenta muy seguido de casa. También tiene un hermano mayor: ULISES (24), que estudia en España. En Cozumel su vida transcurre de forma tranquila y sin mucha acción, rodeada por el mar y la naturaleza. OPHELIA ama donde vive; sin embargo, desde los últimos años de la preparatoria muestra descontento y desprecio hacia todo. Haciendo menos a México y teniendo apatía hacía cosas que antes le gustaban, como pasar horas contemplando el mar, nadar, bucear, trabajar en una reserva ecológica, dar paseos en bote, estar con su familia, etc., empieza a buscar otros hobbies. Ahora le interesa el estilo de vida europeo y urbano. Enaltece esa forma de vida a través de la música, el arte, el cine, los libros, las costumbres, etc. Debido a sus méritos académicos obtiene varias ofertas de becas que la apoyan en su educación futura; así decide deshacerse de la vida que conoce y aplica para La Sorbona de París, donde es aceptada. De este modo, es como OPHELIA se muda a Europa para estudiar Letras sas con una pequeña especialización en Música, comenzando una serie de nuevas experiencias que la llevarán a cambiar su visión frente a la vida, así como a replantearse el verdadero significado de la felicidad y de su existencia.

Al llegar a París en invierno, y entusiasmada por encontrar un nuevo mundo y una nueva vida más excitante y con estilo bohémico, se tropieza con varias situaciones que la van haciendo dudar de sus decisiones y de lo que realmente busca. El lugar en donde se hospeda es una pequeña habitación en un edificio viejo y gris con ventanas que no tienen vista a ningún lado más que a una pared de ladrillos, y las reglas que tiene son demasiadas y ridículas. En la universidad las personas son frías y poco amigables. Las clases muy exigentes. El clima no le permite hacer actividades. La ciudad más romántica la congela. OPHELIA, sobrellevando todo esto, le cuesta trabajo entablar relaciones y hacer amigos. La mayoría de sus compañeros son ses y tienen grupos entre sí, por lo que no ponen mucho interés en los extranjeros. Las pocas amistades que hace son de diversos países como España, Alemania, Holanda y Bélgica. Ahí conoce a AUBREY (21), con la que entabla una relación de amistad más cercana, pero que al paso del tiempo descubre es falsa porque solo es utilizada por sus buenas notas en la escuela. Con estas situaciones OPHELIA se va ensimismando y haciendo de mirada melancólica, recordando constantemente Cozumel: la vista al mar que tenía desde la ventana de su recámara, la sensación que le provocaba la brisa marina, el olor de la playa y el sonido de las gaviotas. Cada día OPHELIA camina por las calles de París viéndolas frías y grises, comparándolas con las imágenes agradables que antes veía en las fotografías y en las películas. Se siente como un ente sin vida en medio de una multitud de desconocidos. La vida no tiene calor ni color. Con pocas ganas de querer estar en donde se aloja, OPHELIA sale a la vida nocturna perdiéndose y hundiéndose en un abismo que se vuelve adictivo. Le gusta embriagarse para distraerse de todo lo que le rodea. Se enamora de un chico alemán: HEINRICH (22), con el que tiene sexo por primera vez. Sin embargo, él solo la toma como una chica más y desaparece. Sintiendo que nada tiene sentido empieza a liarse con muchas personas cada vez que va a clubes nocturnos, teniendo relaciones sexuales con hombres muy a menudo. OPHELIA trata de llenar un vacío intenso sin poder conseguirlo, dándose cuenta de que su vida cambió mucho desde que dejó Cozumel y trayendo constantemente a su mente recuerdos vivos del pasado.

Durmiéndose en clases, bajando sus calificaciones, comiendo mal y estando la mayor parte del tiempo sola, no puede dejar de caer en el agujero al que se ha metido. Todo lo que hace por las noches es su escapatoria. En una ocasión, termina en casa de una mujer mayor: CÉCILE (44), con la que tiene sexo. Al despertar, OPHELIA, un poco extrañada de darse cuenta de que su acompañante es una mujer, se quiere ir de inmediato sintiéndose que ha llegado demasiado lejos. Sin embargo, CÉCILE comienza a platicar con ella y la convence de quedarse a desayunar. A OPHELIA le llama la atención su casa: los libros y obras de arte que esta mujer tiene, así como su personalidad enigmática. Así comienzan las salidas constantes entre las dos y las pláticas largas entre sexo, filosofía y alcohol. OPHELIA se está enamorando. CÉCILE habla de filosofía, arte, literatura, música, y lo relaciona con el sentido de la vida y la búsqueda de la felicidad, en un mundo lleno de apariencias y mentiras. OPHELIA no puede más que sentir como si CÉCILE supiera sobre todo lo que ella ha experimentado desde hace poco. Cae en la conclusión de que vive en un mundo rodeado por apariencias que se creyó, en una búsqueda de una felicidad inexistente; y que por fin, y sin querer, ha empatizado con una persona que nunca se imaginó. Desafortunadamente, al pasar el tiempo CÉCILE se separa súbitamente de OPHELIA para irse con un hombre, DENIS (52), que es importante dentro del ámbito intelectual y la está ayudando en la publicación de un libro. CÉCILE ama a OPHELIA, pero nunca la tomó como algo serio para un futuro. OPHELIA, desconcertada por no poder explicarse el comportamiento de CÉCILE, entra en una profunda depresión. Se da cuenta de que CÉCILE también es una pieza de todas esas mentiras que tiene el mundo, una mujer consciente de ellas, y que el tiempo la ha apagado poco a poco aceptando la realidad y contradiciéndose. OPHELIA sabe que CÉCILE la ha dejado por miedo a lo que dirán los demás, y porque ha entablado una relación con DENIS, a quien no ama pero está por compromiso; no obstante, a la vez, se identifica con ella. Sabe que ambas son víctimas de una sociedad fría que produce sombras y reflejos que se venden como felicidad, de un sistema superficial y poco profundo. Al final, OPHELIA recuerda imágenes de Cozumel mientras se hunde en su tina de baño y mira a la ventana de su departamento, en donde, al otro lado, solo se puede observar una pared de ladrillos grises. FIN