PERFIL DEL PROMOTOR LOCAL ACTIVIDADES QUE DEFINEN EL PERFIL PROMOTOR NECESARIO EN UNA AGENCIA DE DESARROLLO LOCAL. 1. Identificador de ideas de negocio y posibilidades de mercado Los tiempos de crisis están llenos de nuevas oportunidades de negocio para quienes saben descubrirlas. Al mismo tiempo, la crisis obliga a muchas personas a organizarse por su cuenta y a poner en marcha su propia iniciativa empresarial, generando su propio puesto de trabajo. El Agente de Desarrollo Local incluye, entre sus funciones prioritarias, la de promover y apoyar estas nuevas iniciativas empresariales. Por ello, es esencial que sea capaz de identificar buenas ideas de negocio, personas con potencial emprendedor capaces de hacer realidad las ideas y, a su vez, mercados que, con su interés y participación, den viabilidad al correspondiente proyecto. 2. El nacimiento de buenas ideas de negocio Una buena idea es el comienzo de una buena empresa. Las ideas de negocio pueden surgir de diversas fuentes. Entre ellas, de la identificación de recursos ociosos, infrautilizados o alternativos existentes en un ámbito local; de las conclusiones y propuestas surgidas de un ejercicio de planificación estratégica; o del ejercicio del pensamiento creativo. De acuerdo a una conocida clasificación las formas de observar y aprovechar las oportunidades, son fuente de nuevas ideas: las invenciones, el interés personal o los pasatiempos, el análisis de las tendencias sociales, la observación de deficiencias de los competidores, la existencia de una necesidad insatisfecha previamente detectada, el descubrimiento de nuevas utilidades de algunos bienes, las transformaciones en el empleo actual y la identificación de nuevas utilidades para nuevos productos y servicios. Como parte de la observación detenida de la vida cotidiana, hay que visualizar los cambios que se producen a nuestro alrededor, los cuales proporcionan información sobre posibles oportunidades de negocio o mercados. Las fuentes de ideas de negocio: lo que es inesperado, lo que es incongruente, las necesidades que surgen en los diferentes procesos de transformación, los cambios estructurales, los movimientos demográficos, los cambios en las percepciones de la gente y los nuevos conocimientos. Si no se parte de la existencia de nuevas ideas, pero se pretende crear una empresa o negocio, existen algunas alternativas para la generación de ideas, las que quizás conviene tener en cuenta: • Utilizar técnicas de creatividad para la elaboración de ideas de negocio, como las reuniones de expertos dirigidas a provocar una “lluvia de ideas” (brainstorming), las cuales constituyen un procedimiento útil, ya sea para buscar un nombre apropiado para la empresa, la marca de un producto o para ampliar el listado de clientes potenciales. • Acudir a una cámara o asociación empresarial.
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Estudiar la posibilidad de iniciar un negocio en franquicia. Una vez que se tenga una idea de negocio decidida, es necesario hacer una primera valoración para observar si ya existen otras empresas que se dediquen a esa actividad en el ámbito local y efectuar una primera aproximación al mercado, investigando su dimensión, oportunidades, evolución previsible, etc. También se deberá rastrear los movimientos de las empresas del sector, buscar información general pertinente y realizar un primer avance de los costos que involucra dicha iniciativa. Es aconsejable que la idea de negocio sea clara y concisa, ya que de nada valen las vaguedades o ideas mal definidas. Pasar de la idea a la realización de un proyecto es un proceso complejo, en el que deben tomarse decisiones sobre la idea, el mercado y el emprendedor. Generalmente la idea es resultado de una situación de insatisfacción detectada que pretende superarse, con el fin de incrementar la satisfacción de los clientes potenciales. Así pues, los mercados son la referencia y el objetivo donde aplicamos las ideas de negocio. Si esos mercados no están controlados o restringidos de alguna forma, decimos que existe libre competencia en ellos. Esto es, queda abierta, al menos inicialmente, la posibilidad de entrar o salir de él, pero adecuándose a las normas establecidas. Los métodos utilizados con mayor frecuencia en la generación de ideas de negocio son aquellos que se adaptan al respectivo mercado, en el momento oportuno, en el lugar adecuado y con el producto o servicio que se demanda como:
a. Copiar mejorando. A pesar de que los emprendedores no lo reconocen, la copia de una idea anterior suele ser el método más habitual de nacimiento de ideas de negocio. Aquél que copia debe estar seguro de tener alguna ventaja competitiva respecto a la idea copiada, ya que si ofrece el mismo producto, y en el mismo segmento de mercado, puede no tener demasiado futuro. La ventaja puede residir en la mejor localización respecto a los clientes, los menores precios, la mayor calidad del producto, el mejor servicio posventa, etc. b.
Transferir ideas de un país a otro. Es muy probable que la idea que es válida en un país, pueda serlo en otro. Sin embargo no siempre es así, ya que existen diferencias económicas, logísticas y culturales que pueden hacer inviables estas imitaciones, incluso hoy día, en que los poderosos medios de comunicación de masas facilitan una cierta uniformidad en los hábitos de consumo y la aceptación de determinados productos.
c.
Crecer modularmente. Este crecimiento se produce por la repetición de módulos y esquemas de funcionamiento: se prueba primero con una idea de negocio que luego se va optimizando y, a partir de ello, se repiten los módulos hasta que se crea una red o una cadena. El problema, en este caso, consiste en que gestionar una cadena no es lo mismo que gestionar un módulo, así que se debe encontrar un sistema de gestión óptima que responda a las necesidades concretas de la empresa.
d. Adquirir empresas. Existe la posibilidad de adquirir empresas en funcionamiento a emprendedores dispuestos a desprenderse de ellas. En este caso, se deberán negociar las formas de pago e incorporar las innovaciones pertinentes a la empresa y su gestión. e. Segmentar empresas. Es el caso de las unidades de una gran empresa que se separan de la organización interna de aquella y se convierten en proveedores de la misma, pero como empresas independientes. f. Vitalizar una idea de negocio. A veces el origen de la idea de un negocio se origina en el trabajo cotidiano por alguno de los empleados de una empresa, que decide montar su propia empresa y desarrollar esa idea. g. Construir sobre una imagen concebida. Consiste en apoyar una idea de negocio sobre una imagen, marca, paisaje o persona conocida que esté relacionada con el servicio o producto ofrecido. Un ejemplo es la publicidad de prendas o calzado que utiliza la referencia a deportistas famosos. h. Proyectar sobre habilidades personales. Está relacionado con la construcción de un negocio aprovechando habilidades personales existentes, las cuales pueden luego convertirse en imagen de marca e, incluso, en estilo de empresa. i. Perfeccionar los eslabones de la cadena de valor. En la fabricación de productos existen pasos intermedios o eslabones productivos que pueden realizarse más eficientemente a través de empresas externas, siempre que tengan un valor agregado suficiente como para hacer rentable la creación de una empresa.
j. Descubrir oportunidades nuevas. Son las generadas por los emprendedores que introducen una idea de mercado a partir de la observación de una necesidad o el descubrimiento de nuevas formas de resolver determinados problemas. ¿Quién hubiese supuesto que la idea de las notas autoadhesivas de colores llegaría a ser un extraordinario negocio? k. Encontrar una forma diferente de producir y/o entregar un bien o servicio. La costumbre y la rutina a la hora de solucionar ciertos problemas no significa que no existan nuevas formas de realizarlas. Es necesario añadir imaginación y creatividad constantemente y, de este modo, buscar nuevas posibilidades de negocio. Por ejemplo, prestar servicios o entregar productos a domicilio, entregarlos con un compromiso de atención inmediato, etc. l. Apostar por un emprendedor o idea de negocio. En este caso, se trata de dar soporte a la idea de otra persona innovativa, capaz de llevarla adelante y que pensemos que tiene posibilidades de éxito. Como vemos, los métodos que pueden ser útiles para crear ideas de negocio son muy variados. Sin embargo, hay que insistir en que tener una idea no quiere decir que sea viable. Es necesario realizar una valoración de su viabilidad económica y financiera, y ser conscientes de que la pugna competitiva es dura y las novedades pueden dejar de serlo muy rápidamente. 3. Identificación de emprendedores Las personas que deciden poner en marcha iniciativas empresariales con una visión de futuro, que arriesgan capital y talento con el objetivo de impulsar una idea y montar su propia empresa, son los emprendedores: hombres o mujeres que crean su puesto de trabajo y dan empleo a otras personas. El autoempleo y la creación de micro y/o pequeñas empresas responde, a veces, a la necesidad de dar salida a situaciones de desempleo; otras, a la voluntad de organizarse con autonomía (sin jefe) para comprobar los resultados de una buena idea o para trabajar de manera diferente. La ampliación de pequeñas unidades empresariales introduce una capacidad de gestión y de cualificación personal diferente, como también nuevos esquemas de organización que permiten la innovación tecnológica. Estos nuevos emprendedores buscan, de modo prioritario, la creación y consolidación de sus propios puestos de trabajo. Su finalidad es diferente a la especulación, ya que es el valor agregado de sus iniciativas lo que les permite continuar como emprendedores. Muchas de estas iniciativas se crean en condiciones difíciles, sin una financiación garantizada y sin una certeza de rentabilidad inmediata en el momento de sacar los productos o servicios al mercado. Existe un riesgo empresarial inevitable, y es necesario estar preparado para enfrentarse a ello.
La diferencia principal de estos emprendedores con relación a aquellas personas que prefieren trabajar por cuenta ajena, es precisamente su capacidad de iniciativa, su creatividad, su predisposición ante el riesgo empresarial y su tenacidad, entre otras. Estas características son las que pueden permitir que un Agente de Desarrollo Local identifique a un emprendedor potencial dispuesto a aprender el oficio de emprendedor innovador. A continuación señalamos, a modo de resumen, las capacidades más valiosas y necesarias en el oficio de emprendedor: • Iniciativa. • Poder de convicción. • Capacidad para asumir riesgos. • Flexibilidad. • Creatividad. • Independencia y autonomía. • Capacidad de analizar y resolver problemas. • Imaginación. • Liderazgo. • Capacidad para trabajar en equipo
Donato S. PROGRAMA DE DESARROLLO LOCAL y REGIONAL-2004