NECESIDAD DE PODER El poder es una relación entre varias personas, en la que una ejerce control sobre la conducta de las demás, lo que se traduce en una capacidad para modificar el comportamiento de los otros. El motivo de poder es el interés por dominar y controlar el comportamiento de los demás. Winter (1973) defiende que las características principales de este motivo estarían definidas por una tendencia estable a buscar influencia, persuasión y control sobre los demás y conseguir reconocimiento. Las personas con puntuaciones elevadas en necesidad de poder buscan satisfacer este motivo de diferentes formas, bien como líder de un grupo u organización, bien eligiendo profesiones en los que se requiera tal necesidad, etc. Las manifestaciones del motivo de poder están relacionadas con variables tales como el sexo, clase social, o maduración. Así, McAdams (1982) argumenta que en los varones se caracteriza por conductas manifiestamente más competitivas y asertivas que en las mujeres. De la misma manera, señala que, a igualdad de intensidad en este motivo, los varones de clase baja se comportan más agresivos que los de media-alta y que depende del estadio evolutivo para que la necesidad de poder se plasme mediante comportamientos más o menos espontáneos. CARACTERÍSTICAS CONDUCTUALES DE LAS PERSONAS CON MOTIVO DE PODER Con mucha mayor frecuencia de lo que puede ser habitual en otras personas, aquellos que detentan necesidad de poder intentan convencer y persuadir a los demás acerca de diversas cuestiones. Para algunos autores, esto hace que elijan profesiones donde puedan ejercer influencia sobre los demás (Winter, 1973). Los varones son asertivos, competitivos y agresivos. Las mujeres no manifiestan dichas características en mayor intensidad que los demás (McClelland, 1975). Realizan conductas cuyo objetivo es lograr prestigio ante los demás (Winter, 1973). Utilizan a los del grupo al que pertenecen para obtener beneficio personal. Suelen hacer alianzas de conveniencia con otras personas, que las deshacen en el momento que no obtienen el provecho que habían planificado (Heckhausen, 1980).
Pueden llegar a ser buenos líderes, en el caso de que su comportamiento se oriente a la tarea y se rehuya el beneficio personal. En la evaluación y juicio de los demás, se guían por estereotipos, siendo más susceptibles de ser influidos por prejuicios (Copeland, 1992). McClelland (1985) estima que la necesidad de poder cumple con los requisitos fundamentales para ser considerada como un motivo, debido a que tiene tres funciones de la conducta: Energizantes el motivo de poder está directamente relacionado con los fundamentos biológicos del mismo, en concreto, por la activación del sistema nervioso simpático. Orientadoras: viene manifestada por el hecho de que los individuos con elevada necesidad de poder presentarían mayor actividad cerebral ante estímulos relacionados con poder que ante estímulos neutros y manifestarían mayor actividad que aquellos que tenían un motivo de poder bajo. Selectivas: la función selectiva se evidencia por el hecho de que recuerdan selectivamente mejor las escenas y experiencias relacionadas con poder. (McAdams, 1982) señala que los sujetos con elevada necesidad de poder recuerdan más las experiencias “cumbres “(aquella que la persona describe como poseedora de una gran importancia emocional, por ejemplo, un estudiante puede recordar lo emocionalmente poseído que se sintió al interpretar un papel en una obra muy aplaudida por el público, esta sería una experiencia cumbre, porque es evidente que le había emocionado el ejercer impacto sobre otros.
MEDICION DE LA NECESIDAD DE PODER Se suelen realizar al menos dos evaluaciones: una en condiciones en las que se ha evocado la necesidad de poder y otra en una situación neutra, con el objetivo de determinar la frecuencia con la que aparecen espontánea y habitualmente tales expectativas propias de la necesidad de poder, lo que sería una medición de la disposición motivacional. Los estudiosos de la personalidad como Freud, Murray y Castell,, han advertido que los seres humanos están caracterizados por una necesidad de poder, agresión o dominación.
La historia de la forma en que se obtuvo una medida del motivo de poder es muy compleja, la primera categorización de las imágenes de poder fue realizada por Veroff (1957) utilizando como modelo los candidatos a unas elecciones de estudiantes. La suposición de Veroff fue que aparecerían puntuaciones más elevadas en necesidad de poder que en el resto de alumnos y que dicho motivo sería claramente manifiesto en los momentos previos a la votación. La idea era que estos tendrían una probabilidad de deseo de poder superior al de los otros y que su necesidad de poder podría ser activada mientras aguardaban a ver si conseguían el poder con mayor facilidad que en condiciones neutras Algunas de las escenas habituales que denotan esta necesidad son las siguientes: -Realización de una acción vigorosa con impacto en los demás. -Intento de convencer y persuadir, Veroff comprobó que quienes tenían una mayor medida de poder trataban de convencer a los demás con ms frecuencia que los sujetos de baja medida de poder -Intento de controlar y dirigir. -No pedir, ni solicitar ayuda. -Realizar acciones que tienen repercusión emocional en los demás. -Búsqueda de reputación y prestigio. ESCAPES DE LA NECESIDAD DE PODER AGRESIVIDAD Como en el caso del motivo de logro gran parte de la investigación desarrollada por McClelland se centró en el modo que se comportan en determinadas circunstancias las personas con una intensa necesidad de poder. Se comprobó una mayor necesidad de poder no siempre conducía a la agresión, sino más bien estos individuos son más competitivos, esto se comprobó con un grupo de estudiantes con alto grado de necesidad de poder participaran voluntariamente en deportes competitivos más que los de baja. EL hecho que un hombre lleve a cabo acciones agresivas depende muchísimo de los valores de su clase social, como Winter (1993) comprobó. INCLINACION HACIA PROFESIONES INFLUENTES
Uno de los modos que los individuos pueden ejercer su influencian de manera más socializada es a través de las profesiones a las que deciden dedicarse, es decir buscan oficios que impliquen tener mayor alcance que las demás ocupaciones en lo que se refiere a poder e influencia. LA BUSQUEDA DE PRESTIGIO Una de las formas en que los las personas con alta necesidad de poder pueden mostrarse poderosos de un modo socialmente aceptables, es la que consiste en la obtención de símbolos de poder a los que WINTER (1993) denomino como posesiones de prestigio, como por ejemplo coches. Cuando se les pedía a los individuos que mostraran su preferencia los que presentaban una motivación de poder se inclinaban por una marca extranjera. Las tarjetas de crédito constituyen también un símbolo de prestigio. Parece evidente que el motivo de poder conduce a las personas a coleccionar cualquier objeto como símbolo de prestigio que resulte apropiado para la posición que ocupa en la vida. LA ACTUACION PARA OBTENER UN RECONOCIMIENTO EN EL SENO DE UN GRUPO PEQUEÑO Para los jóvenes, las notas escolares constituyen una importante forma de obtener un reconocimiento. Los alumnos con una motivación de poder más intensa trabajan más por obtener calificaciones más altas y por eso clasifican en un mejor puesto al concluir la secundaria, es preciso señalar que las ventajas obtenidas no siempre tienen correlación con el cociente intelectual. Las personas con una elevada necesidad de poder
gustan de tener a su alrededor
personas que las respeten y que sean seguidoras leales. Además, tienden a actuar en un grupo para llamar atención sobre sí mismas. En un estudio pequeño de desconocidos descubrió que los individuos con motivación de poder elevada hablan más e influían más en los otros participantes, pero no eran los que resultaban más agradables ni se les estimó más entre quienes habían contribuido a
que se realizará la tarea. Asimismo, se notó que las personas con
necesidad de poder evaluaban negativamente a otros del grupo con mayor frecuencia que las demás personas. Par ser un buen líder se necesita otras características en combinación con una elevada necesidad de poder. Es decir, para lograr un liderazgo eficaz se debe tener también rasgos de conducta positiva y de una orientación hacia el trabajo.
En un experimento se descubrió que el liderazgo no solo depende de las características personales, sino también de los demás del grupo, por ejemplo, si un grupo contiene una personalidad muy irritante, quizás no sea posible que alguien asuma un liderazgo eficaz por muy favorable que sean sus características personales.