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Mercadona Ir a la navegaci�nIr a la b�squeda Mercadona Mercadona Cadiz 2012.jpg Mercadona Nuevo Modelo de Tienda2.jpg Tipo negocio y cadena de supermercados Industria Distribuci�n Fundaci�n 1977 Fundador(es) Francisco Roig Ballester Sede Bandera de Espa�a Calle Valencia, 5 Tabernes Blanques, Valencia, Espa�a Calle Valencia, 5 Director General Bandera de Espa�a Juan Roig Alfonso Ingresos Green Arrow Up.svg 20 811 millones � (2015)1? Beneficio neto Green Arrow Up.svg 611 millones � (2015)1? Activos 8 194 637 000 euros, 7 660 114 000 euros y 7 060 386 000 euros Propietario Juan Jos� Roig Alfonso Empleados 74 000 (2016)1? Sitio web www.mercadona.com Mercadona es una compa��a espa�ola de distribuci�n con sede en el municipio de Tabernes Blanques y origen en Puebla de Farnals, los dos pertenecientes a la provincia de Valencia. Cuenta con 1636 supermercados (2018) repartidos entre todas las provincias espa�olas y Portugal,2? con una sala de ventas de una superficie media de 1300 m�, que responden al modelo llamado comercio urbano de proximidad, y mantienen un surtido en alimentaci�n, droguer�a, perfumer�a y complementos donde incluyen sus propias marcas blancas, junto con otras marcas comerciales.3? �ndice 1 Origen e historia 2 Organizaci�n social 2.1 Consejo de istraci�n 2.2 Capital social 3 Modelo de gesti�n 4 Datos de facturaci�n de Mercadona (2002-2018) 5 Presencia geogr�fica 6 Marca de la distribuci�n 7 Controversia 7.1 Modelo de gesti�n 7.2 Conflictos laborales 7.2.1 Polivalencia 7.2.2 Imagen y estereotipos de g�nero 7.3 Otros problemas 8 Referencias 9 Enlaces externos Origen e historia �C�rnicas Roig. De toda la vida� Mercadona S.A. nace en 1977, dentro del grupo C�rnicas Roig,4? propiedad de Francisco Roig Ballester4? y su esposa Trinidad Alfonso Mocholi, con el objetivo de ampliar la comercializaci�n de carnes y expandirse al negocio de ultramarinos. Seg�n uno de los hijos del matrimonio, Juan, el nombre de Mercadona se puso para emular el de una marca de pasta italiana, Mercadonna, pero modificado ligeramente;5? sin embargo, en otras fuentes se se�ala que proviene del valenciano mercat de dona (�mercado de la mujer�).6? En 1981 Juan Roig compra la empresa de sus padres, que en ese momento cuenta con ocho tiendas de ultramarinos en Valencia,4? con el apoyo de su esposa y de sus hermanos Francisco, Amparo y Trinidad.

La estrategia de expansi�n se realiza en un primer momento mediante la adquisici�n de otras empresas de su sector que comienzan a acusar la presi�n del capital franc�s y as� se hace en 1988 con la adquisici�n de los 22 supermercados en Valencia de Superette,4? en 1989 con la adquisici�n de las empresas Cesta Distribuci�n y Desarrollo de Centros Comerciales para tener presencia en Madrid,4? en 1991 con la adquisici�n de Supermercados Dinos y Super Aguilar y en 1998 con la adquisici�n de las cadenas catalanas de Almacens Paquer, Superama y Supermercats Vilar�. Tambi�n se firman alianzas como la alcanzada en 1997 con Almacenes G�mez Serrano para introducirse en el mercado andaluz. La concentraci�n mencionada coloca tambi�n a Mercadona en una situaci�n dif�cil en aquella �poca pero, a pesar de jugosas ofertas de compra de la empresa, Juan Roig decide mantenerla y explorar modelos de gesti�n que le permitan su crecimiento. En 1990 Juan Roig junto a su esposa Hortensia, se hacen con la mayor�a del accionariado de la empresa. Como primera reacci�n a esa concentraci�n Mercadona realiza una pol�tica de reducci�n de precios con los proveedores e invierte fuertemente en publicidad y en la realizaci�n de ofertas gancho, en las que se publicitan productos con un precio extremadamente atractivo compens�ndose con otros productos el margen perdido, pero pronto se ve que los resultados no son los esperados y se decide replantear la situaci�n mediante un modelo llamado Gesti�n de Calidad Total y una estrategia llamada Siempre Precios Bajos, que vieron la luz en 1993. Los supermercados Mercadona alcanzaron los 24.305 millones de euros en facturaci�n (2018), con un beneficio neto de 593 millones de euros.1? Su cuota de mercado en la distribuci�n alimentaria es del 24,1 %1? con presencia en las 50 provincias y en las 17 Comunidades Aut�nomas de Espa�a �ausente �nicamente en Ceuta7? y Melilla�8? a trav�s de 1636 establecimientos (2018).9? Su plantilla est� compuesta de 76 000 empleados (2016)10? con un 34 % de hombres y un 66 % de mujeres.11? La pr�ctica totalidad de la contrataci�n es indefinida.10?12? El crecimiento y expansi�n de Mercadona es considerado como un �xito que ha llamado la atenci�n de estudiosos del sector. Durante el per�odo 1998-2003 el crecimiento de su volumen de ventas super� el 25 % anual, cuando el ratio normal del sector no suele superar el 9 %.13? siendo superada en crecimiento �nicamente por Walmart y consolid�ndola como la decimocuarta empresa de distribuci�n en el �mbito mundial. Seg�n la revista estadounidense Family Business Magazine est� entre las empresas familiares m�s grandes del mundo, en el puesto 85 entre 250, siendo la n�mero 2 de Espa�a despu�s de El Corte Ingl�s.14? Un informe de Kantar World sobre el sector indica que en 2015 creci� hasta dos d�cimas y que contin�a siendo l�der con una cuota del 22,9 %15? Organizaci�n social Consejo de istraci�n El capital de Mercadona es mayoritariamente familiar y en 20151? su consejo de istraci�n se compon�a de las siguientes personas: Juan Roig Alfonso, presidente Hortensia Mar�a Herrero Chac�n, vicepresidenta y esposa de Juan Roig Alfonso Fernando Roig Alfonso, miembro del consejo y hermano de Juan Roig Alfonso Rafael G�mez G�mez, miembro del consejo Hortensia Roig Herrero, miembro del consejo e hija de Juan Roig Alfonso y de Hortensia Mar�a Herrero Chac�n Amparo Roig Herrero, miembro del consejo e hija de Juan Roig Alfonso y de Hortensia Mar�a Herrero Chac�n

Juana Roig Herrero, miembro del consejo e hija de Juan Roig Alfonso y de Hortensia Mar�a Herrero Chac�n Carolina Roig Herrero, secretaria del consejo e hija de Juan Roig Alfonso y de Hortensia Mar�a Herrero Chac�n Capital social Con datos de 2016, el capital de la empresa se reparte como sigue:3?16? Juan Roig Alfonso (50 %) Hortensia Mar�a Herrero Chac�n (30 %) Fernando Roig Alfonso (9 %) Rafael G�mez G�mez y familia (7,30 %) Modelo de gesti�n En 1993 la empresa implanta una estrategia que llama Siempre Precios Bajos (SPB) que pretende mantener bajos los precios de los productos sin disminuir la calidad.4? Elimina la publicidad y las ofertas gancho para que el consumidor sienta que siempre encontrar� precios bajos con independencia de cuando compre.4? En lugar de negociar con los proveedores para conseguir disminuir el precio del producto con contratos a largo plazo se recurre a los llamados interproveedores, que son varias decenas de empresas que deciden producir para Mercadona, y los productos son vendidos con la marca del supermercado.4? Con este objetivo en 1996 Mercadona crea Hacendado, Bosque Verde, Deliplus y Compy.4? La estrategia SPB va unida a un modelo de gesti�n enfocado en el cliente llamado Gesti�n de Calidad Total (GCT).4?17? En la pol�tica interna de la empresa se centran en la satisfacci�n del cliente, como si fuera el verdadero jefe.4? Seg�n su presidente Juan Roig, su estrategia central se ha resumido en la combinaci�n de buenos salarios y una alta productividad.18? El salario medio de Mercadona en 2014 era de 24.122 euros, el tercero de las 16 empresas del sector evaluadas por un estudio de Infoempresa.com.19? En 2019 tiene prevista su expansi�n internacional, abriendo su primera tienda en Portugal20?21? Datos de facturaci�n de Mercadona (2002-2018) Facturaci�n de Mercadona entre 2002 y 2018 (en millones de euros, Iva incluido)22? Fuente: Mercadona Gr�fica elaborada por: Wikipedia Presencia geogr�fica Mercadona posee once bloques log�sticos con 854 000 m� en Valencia, M�laga, Barcelona, Alicante, Sevilla, Tenerife, Madrid, Le�n y Gran Canaria. Tiene previsto abrir un nuevo bloque log�stico en Vitoria (�lava) y dispone de almacenes sat�lites en Canarias y Baleares. En cuanto a superficies de venta Mercadona dispone de 1574 supermercados en Espa�a.23?1? Marca de la distribuci�n Varios productos de la marca Hacendado. Mercadona es la cadena de distribuci�n de Espa�a que vende m�s productos de marca blanca o marca del distribuidor con un 46,5% del total de productos vendidos.24? Adem�s, cerca del 60% de los productos que vende son de marcas propias. Mercadona utiliza la marca Hacendado para los productos de alimentaci�n, Deliplus para los productos de cosm�tica, Bosque Verde para limpieza del hogar y droguer�a y Compy para productos para mascotas. Controversia Modelo de gesti�n La preeminencia de las marcas de la propia distribuidora con respecto a una menor variedad de otras marcas ha provocado algunas cr�ticas25? encabezadas por

proveedores,26? con alguna menci�n del gobierno.27? En cuanto a los proveedores, adem�s de las quejas de aquellos que fabrican marca propia por la retirada de sus productos,26? se han anunciado presiones de Mercadona interproveedores, que seg�n ellos ven limitada su libertad de acci�n,28? pretenden controlar toda la cadena productiva29?30? o trasladar los costes de distribuci�n por expectativas no alcanzadas.31?32? Respecto a la acusaci�n de concentraci�n vertical33? cabe destacar la creaci�n por la familia Roig34? de Sociedades de Capital Riesgo como Angels Capital35? y Atitl�n Alpha Capital que intervienen de forma prioritaria en las relaciones con los interproveedores36?37?38? Conflictos laborales La pol�tica social ha sido tambi�n cuestionada, en especial por el sindicato CNT que desde 2004 mantiene un conflicto laboral39? que fue dado a conocer por los propios empleados de la compa��a. Trabajadores de Mercadona en huelga Los casos m�s destacados y conocidos en los medios de comunicaci�n, como en la propia red de Internet,40? son las sentencias firmes por acoso a las trabajadoras de la empresa.41? Algunas acusaciones m�s que han sido hechas contra esta empresa son violar el derecho de las trabajadoras a guardar el tiempo de lactancia de sus hijos, puesto que en lugar de distribuirse mediante una hora al d�a a lo largo de nueve meses - como establece el Estatuto de los Trabajadores en su art�culo 37.4;42?- es unificado en un s�lo mes,43? lo cual, en contra de lo manifestado por la empresa como beneficio social, en lugar de ofrecer un mes m�s por maternidad supone en realidad una limitaci�n al derecho potestativo de elecci�n en cuanto al per�odo de lactancia.44? Mercadona ha sido acusada tambi�n de someter a sus trabajadores a un examen anual de conducta.45? Tambi�n un colectivo de trabajadores de Mercadona en San Sadurn� de Noya, Barcelona, llevaron a cabo en los a�os 2006 y 2007 la huelga indefinida m�s larga de la historia de Catalu�a.46? La huelga comenz� el mes de marzo del 2006 y termin� el mes de abril del 2007, un total de trece meses.47? Actualmente, el conflicto entre CNT y Mercadona sigue abierto, y se han presentado nuevas denuncias por acoso laboral y malos tratos hacia los trabajadores.48?49? Polivalencia Una cr�tica muy repetida a Mercadona es que exige a los trabajadores ser polivalentes y capaces de trabajar en cualquier parte del supermercado en cualquier momento, lo que dificulta su desarrollo en una profesi�n determinada y limita sus posibilidades de crecimiento a la propia empresa.50? Imagen y estereotipos de g�nero Tambi�n ha sido criticada la imagen impuesta a los trabajadores por la empresa, ligada a los estereotipos de g�nero. Se exige que los hombres vayan afeitados y con el pelo corto y las mujeres "no maquilladas como una puerta, pero s� con algo de color". Adem�s, no se permite a ninguna persona tener piercings visibles.50? Otros problemas En 2012 en el programa de investigaci�n Salvados, de la cadena La Sexta, se puso de relieve que Mercadona no colaboraba con los bancos de alimentos.51? Despu�s de conocerse esto Mercadona corrigi� su actitud y firm� un acuerdo con el Banco de Alimentos para realizar donaciones52? y ha colaborado posteriormente con esa instituci�n.53?

Finalmente, y fruto de su marcado car�cter global, en el �mbito de la Uni�n Europea son abundantes las normas de �mbito comunitario en la materia, bien sean de aplicaci�n directa, o mediante directivas. Regulaci�n por pa�ses Espa�a En Espa�a presenta una gran dispersi�n normativa y una notoria obsolescencia y arca�smo en muchos aspectos (especialmente en materia de contrataci�n mercantil y de navegaci�n comercial). Actualmente se intenta reformar esta rama del Derecho: el Derecho Concursal ya fue actualizado y optimizado en 2003 en el caso espa�ol y el Derecho societario se encuentra en proceso (la nueva Ley de Sociedades de Capital, te�ricamente de "car�cter transitorio", seg�n su Exposici�n de Motivos, tiende a adaptarse a la realidad de las relaciones societarias, especialmente respecto a los pactos parasociales). Desde mediados de 2006 est� en proceso de realizaci�n en Espa�a de un C�digo Mercantil que vendr�a a unificar buena parte del Derecho Mercantil espa�ol, dejando sin vigencia el C�digo de Comercio y agrupando bajo un mismo texto la normativa referida al empresario, las sociedades, los t�tulosvalores, la contrataci�n mercantil, el derecho de la competencia y de la propiedad industrial, y el r�gimen de las prescripciones de las obligaciones mercantiles. Quedar�an de forma notable fuera la parte la normativa concursal y la de la navegaci�n, entre otras. Dicho proyecto de c�digo es a la fecha de marzo de 2013, casi una realidad a falta de su aprobaci�n y su posterior publicaci�n y supondr�a una aut�ntica reforma de este sector en Espa�a, extremadamente disperso hasta la fecha. Es preciso recalcar que la elaboraci�n de este c�digo es de car�cter puramente codificador, sin que se vaya a entrar a renovar el contenido jur�dico de las disposiciones, con alguna excepci�n prevista. Su caracterizaci�n ser� flexible, permitiendo modificaciones en su articulado con facilidad. Por otro lado, es notable la influencia de la normativa europea que, por medio de directivas o por aplicaci�n directa de reglamentos, ha ido dotando a esta parte del ordenamiento jur�dico de una homogeneidad y modernidad en toda la Uni�n Europea, sin perjuicio de, como se ha se�alado anteriormente, los trabajos armonizadores a nivel internacional. La regulaci�n positiva del Derecho mercantil parte de dos principios fundamentales como son, por una parte, el reconocimiento constitucional del derecho a la propiedad privada2? y a la libertad de empresa en el marco de una econom�a de mercado,3? y la potestad del Estado para planificar la actividad econ�mica.4? A la vez, ambos principios deben ponerse en relaci�n con las disposiciones del Derecho de la Uni�n Europea en materia de mercado interior y libertad de circulaci�n.5? Con arreglo al art�culo 149.1.6 de la Constituci�n, el Estado tiene competencia exclusiva en materia de legislaci�n mercantil. No obstante, existe legislaci�n auton�mica, en algunos casos muy amplia, en materia de Derecho de cooperativas, as� como en materia de transporte y comercio interior. Las principales disposiciones nacionales en materia de Derecho Mercantil son, por orden cronol�gico: Constituci�n Espa�ola de 1978. C�digo de Comercio de 1885. Ley de 22 de diciembre de 1949, de Transporte mar�timo de mercanc�as en r�gimen de conocimiento de embarque. Ley 50/1980, de 8 de octubre, del Contrato de Seguro. Ley 19/1985, de 16 de julio, Cambiaria y del Cheque. Ley 11/1986, de 20 de marzo, de Patentes de Invenci�n y Modelos de Utilidad. Ley 34/1988, de 11 de noviembre, General de Publicidad. Ley 3/1991, de 10 de enero, de Competencia Desleal. Ley 12/1991, de 29 de abril, de Agrupaciones de Inter�s Econ�mico.

Ley 12/1992, de 27 de mayo, sobre Contrato de Agencia. Real Decreto 1784/1996, de 19 de julio, por el que se aprueba el Reglamento del Registro Mercantil. Ley 27/1999, de 16 de julio, de Cooperativas. Ley 17/2001, de 7 de diciembre, de Marcas. Ley 20/2003, de 7 de julio, de Protecci�n Jur�dica del Dise�o Industrial. Ley 22/2003, de 9 de julio, Concursal. Ley 15/2007, de 3 de julio, de Defensa de la Competencia. Ley 3/2009, de 3 de abril, sobre modificaciones estructurales de las sociedades mercantiles. Ley 15/2009, de 11 de noviembre, del contrato de transporte terrestre de mercanc�as. Real Decreto Legislativo 1/2010, de 2 de julio, por el que se aprueba el Texto Refundido de la Ley de Sociedades de Capital. M�xico En M�xico, el Derecho mercantil se desarroll� en la �poca colonial, y los principales ordenamientos eran los de Cardo y Sevilla, los cuales tuvieron vigor hasta la promulgaci�n del primer C�digo de Comercio del M�xico independiente, el 27 de mayo de 1854, llamado C�digo de Lares. El que rige actualmente fue promulgado el 15 de septiembre de 1889 y entr� en vigor el 1 de enero de 1890 por Porfirio D�az. Las principales normas y disposiciones en la materia vigentes en M�xico son las siguientes: C�digo de Comercio. Publicado en el D.O.F. del 7 de octubre al 13 de diciembre de 1889. �ltima reforma 19/10/2011. Ley de Sociedades de Inversi�n. Publicada en el D.O.F el 4 de junio de 2001. �ltima reforma 28/06/2007. Ley de Sociedades de Responsabilidad Limitada de Inter�s P�blico. Publicada en del D.O.F. el 31 de agosto de 1934. Ley de Uniones de Cr�dito. Publicada en el D.O.F. el 20 de agosto de 2008. Ley Federal de Corredur�a P�blica. Publicada en el D.O.F. el 29 de diciembre de 1992. �ltima reforma 08/06/2011 (en actualizaci�n). Ley Federal de Instituciones de Fianzas. Publicada en el D.O.F. el 29 de diciembre de 1950. �ltima reforma 28/06/2007. Ley Federal para el Fomento de la Microindustria y la Actividad Artesanal. Publicada en el D.O.F. el 26 de enero de 1988. �ltima reforma 22/07/1991. Ley General de Instituciones y Sociedades Mutualistas de Seguros. Publicada en el D.O.F. el 31 de agosto de 1935. �ltima reforma 20/06/2008. Ley General de Organizaciones y Actividades Auxiliares del Cr�dito. Publicada en el D.O.F. el 14 de enero de 1985. �ltima reforma 20/08/2008. Ley General de Sociedades Cooperativas. Publicada en el D.O.F. el 3 de agosto de 1944. �ltima reforma 13/08/2009. Ley General de Sociedades Mercantiles. Publicada el en el D.O.F. el 4 de agosto de 1934. �ltima reforma 02/06/2009. Ley General de T�tulos y Operaciones de Cr�dito. Publicada en el D.O.F. el 27 de agosto de 1932. �ltima reforma 20/08/2008. Ley para Regular las Sociedades de Informaci�n Crediticia. Publicada en el D.O.F. el 15 de enero de 2002. �ltima reforma 25/05/2010. Ley para Regular las Actividades de las Sociedades Cooperativas de Ahorro y Pr�stamo. Publicada en el D.O.F. el 13 de agosto de 2009. Fe de erratas D.O.F. 21/08/2009. Ley para Regular las Agrupaciones Financieras. Publicada en el D.O.F. el 18 de julio de 1990. �ltima reforma 18/07/2006. Lineamientos de Operaci�n del Registro P�blico de Comercio. Publicados en el D.O.F. el 13 de junio de 2011. Reglamento del Registro P�blico de Comercio. Publicado en el D.O.F. el 24 de octubre de 2003. �ltima reforma 23/09/2010. Acuerdo por el que se establecen las formas para llevar a cabo las inscripciones y

anotaciones en el registro P�blico de Comercio y en el Registro �nico de Garant�as Mobiliarias. Publicado en el D.O.F. el 12 de octubre de 2010. Aclaraci�n al Acuerdo por el que se establecen las formas para llevar a cabo las inscripciones y anotaciones en el registro P�blico de Comercio y en el Registro �nico de Garant�as Mobiliarias. Publicado en el D.O.F. el 19 de octubre de 2010. DECRETO por el que se reforman, adicionan y derogan diversas disposiciones de la Ley de Inversi�n Extranjera, de la Ley General de Sociedades Mercantiles, de la Ley Org�nica de la istraci�n P�blica Federal, de la Ley Federal de Derechos, de la Ley Federal de Procedimiento istrativo y de la Ley Federal para el Fomento de la Microindustria y la Actividad Artesanal. Publicado en el D.O.F. el 15 de diciembre de 2011. Las empresas militares privadas son compa��as que ofrecen log�stica, mano de obra y otros servicios para fuerzas militares. Sus contratistas son civiles autorizados para acompa�ar a las tropas en el teatro de operaciones. Se puede argumentar que las fuerzas paramilitares bajo control privado son funcionalmente mercenarios, en lugar de guardias de seguridad o asesores. Sin embargo, los gobiernos nacionales se reservan el derecho de regular el n�mero, naturaleza de su funci�n y armamento de semejantes fuerzas privadas, aduciendo que no se encuentran empleadas en el frente de batalla en favor de las actividades militares, por lo que no se pueden considerar mercenarios. Si los empleados de este tipo de empresas se involucran en las actividades militares de forma activa, normalmente se les puede considerar mercenarios, y sus empresas empleadoras pueden llamarse compa��as de mercenarios. Tres de estas compa��as, que los medios de comunicaci�n consideraron compa��as mercenarias en los a�os 1990 son: Executive Outcomes Angola, Sierra Leona (cerrada el 31 de diciembre de 1998) Sandline International, Pap�a Nueva Guinea, Sierra Leona (cerrada el 16 de abril de 2004) Gurkha Security Guards Ltd, Sierra Leona. S.G.S.I. Group, Ruanda, (durante 1997) Blackwater Worldwide, EUA En 2004, esta industria de los mercenarios obtuvo un considerable impulso debido sobre todo al empleo de compa��as privadas militares por parte de los Estados Unidos y otros de la coalici�n para trabajos de seguridad en Iraq. En marzo de 2004, cuatro empleados de la empresa estadounidense �PMC Blackwater� que vigilaban un almac�n de suministros de alimentos fueron atacados y asesinados en Faluya. En unos incidentes cuyas im�genes dieron la vuelta al mundo, los asesinatos y el subsiguiente descuartizamiento de los cuerpos se convirtieron en el principal argumento usado por el gobierno estadounidense para llevar a cabo la batalla de Faluya que tuvo lugar poco m�s tarde y que se sald� con cientos de muertos. Las compa��as militares privadas suelen ser vistas con desagrado por las Naciones Unidas (aunque a pesar de ello, la misma ONU ha usado de sus servicios para dar apoyo log�stico en �frica). En un informe sobre las PMC (private military companies) efectuado por el ministerio de asuntos exteriores brit�nico y publicado en febrero de 2002, este ministerio hace notar que la demanda de servicios militares por parte de la ONU y de organizaciones internacionales podr�a significar que el empleo de semejantes empresas es m�s barato que el uso de tropas regulares por parte de los pa�ses . En todo caso y a d�a de hoy, tras considerar el uso de empresas privadas militares como apoyo de las operaciones de Naciones Unidas, el ex secretario general, Kofi Annan, tom� la decisi�n de prescindir de estas. Mercenarios en �frica Antiguo Egipto

Los primeros datos sobre el uso de mercenarios se remontan hasta el Antiguo Egipto, alrededor del a�o 1500 a. C., cuando el fara�n Rams�s II hizo uso de 18.000 de ellos en el transcurso de sus batallas. pag�ndoles con lo que saqueaban, la comida y agua. Siglo XX Burnham, el Jefe de los Scouts, dibujado por Baden-Powell, Rodesia, 1896. Durante el siglo XX, los mercenarios han prestado sus servicios en los conflictos del continente africano. Han sucedido varios incidentes desagradables a lo largo de las m�ltiples guerras africanas, algunos de los cuales involucraban a ciudadanos europeos y americanos, hombres por lo general buscadores de fortuna, que fueron enviados a situaciones de combate de las que no pudieron sobrevivir para recibir su paga. Muchos de los aventureros en �frica que han sido descritos como mercenarios estaban de hecho motivados ideol�gicamente para apoyar a ciertos gobiernos, y no luchaban para el mejor postor. Entre estos mercenarios particularmente notorios se encuentran: Frederick Russell Burnham, DSO (1861 - 1947). Fue un explorador militar estadounidense, el Jefe de los Scouts (Fuerzas especiales) sob ordens de Lord Roberts durante la Segunda Guerra de los b�er. Se le conoce mejor por haber prestado servicio en el ej�rcito colonial brit�nico y por haber ense�ado woodcraft1? (es decir escultismo) a Robert Baden-Powell, siendo �sta una de las influencias m�s notables del fundador del escultismo. Mike Hoare, que estuvo en la crisis del Congo a principios de los a�os 1960 y en el fallido golpe de estado en las Seychelles de 1978. Bob Denard particip� en numerosas campa�as en �frica en bastantes pa�ses, generalmente ofreciendo sus servicios a Francia. Sin embargo su especialidad era la intervenci�n en las Comores. Su �ltima intervenci�n ocurri� en 1995, cuando particip� en el golpe de estado fallido y el gobierno franc�s intervino para que fuera expulsado. V�ctor Gonz�lez, este espa�ol domiciliado en Gibraltar con la empresa SGSI Group ha sido acusado en varias ocasiones de haber organizado el servicio secreto de Guinea Ecuatorial que ha matado a un n�mero intederminado de personas de la oposici�n ecuatoguineana que viv�an exiliados en pa�ses de �frica y Europa. Tambi�n es proveedor de material tanto de diferentes gobiernos como de organizaciones paramilitares en la zona. Simon Mann estuvo envuelto con la empresa Executive Outcomes Ventures en Angola y Sierra Leona. En 2004 fue declarado culpable de intento de compra de armas, presuntamente para dar un golpe de estado en Guinea Ecuatorial. Los mercenarios lucharon para el Biafra en la cuarta brigada de comandos durante la guerra civil nigeriana (1967-1970). Otros mercenarios tuvieron como cometido pilotar aviones para esta facci�n. En octubre de 1966 por ejemplo, un DC-4M �Argonaut� de la Royal Air Burundi pilotado por un mercenario llamado Heinrich Wartski (tambi�n conocido como Henry Wharton), se estrell� en Camer�n con suministros militares destinados a Biafra. A mediados de los a�os 1970, el brit�nico John Banks reclut� mercenarios para luchar a favor del Frente Nacional de Liberaci�n de Angola (FNLA) contra el Movimiento Popular de Liberaci�n de Angola (MPLA) durante la guerra civil tras conseguir Angola la independencia de Portugal en 1975. Al ser capturado, su papel como l�der de los mercenarios hizo que fuera condenado a muerte por fusilamiento. Otros nueve mercenarios fueron encarcelados, y hubo tres ejecuciones m�s: El estadounidense Daniel Gearhart fue sentenciado a muerte, al haberse publicitado en un peri�dico de Estados Unidos como mercenario; Andrew MCKenzie y Costas Georgiu (autodenominado �ste �Coronel Callan�), quienes hab�an servido en el ej�rcito

brit�nico, fueron sentenciados a muerte por asesinato. El estadounidense Bob MacKenzie fue muerto en los Montes Malal en febrero de 1995 mientras comandaba un escuadr�n de guardias de seguridad Gurkha en Sierra Leona. Este escuadr�n fue poco despu�s sustituido por la empresa Executive Outcomes. Ambos fueron empleados por el gobierno de Sierra Leona como asesores militares y para el entrenamiento de las tropas gubernamentales. Se ha alegado que estas firmas proporcionaron soldados que tomaron parte activa en la lucha contra el Frente Revolucionario Unido (RUF). Un retrato ficticio de las operaciones de mercenarios en los a�os 1970 es el libro de Frederick Forsyth �Los Perros de la Guerra�, novela que tiene lugar en la isla de Malabo (renombrada �Zangaro� en el libro), donde supuestamente se hallaba una reserva de platino. Desde el descubrimiento de petr�leo a mediados de los a�os 1990, esta isla no necesita esas supuestas reservas de platino para acaparar el inter�s de financieros y mercenarios. En agosto de 2004 se elabor� un plan para derrocar al gobierno de Guinea Ecuatorial en Malabo. Actualmente, ocho soldados sudafricanos de la era del apartheid (el l�der de los cuales es Nick du Toit), seis aviadores armenios y cinco guineanos se encuentran en la prisi�n de Playa Negra, en esta isla. Est�n acusados de ser la avanzadilla de un golpe de estado con el objeto de colocar al opositor Severo Moto en el poder. La CNN informaba el 25 de agosto de 2004 que: El abogado de Nick du Toit dijo que fue presentado a Thatcher en Sud�frica el a�o anterior por Simon Mann, el l�der de los 70 hombres arrestados en Zimbabue en marzo como sospechosos de integrar un grupo de mercenarios que se dirig�an hacia Guinea Ecuatorial. Seg�n estas palabras, el golpe de estado estar�a planeado por Simon Mann, fundador de Executive Outcomes y antiguo oficial del SAS. El 27 de agosto de 2004 fue encontrado culpable en Zimbabue de tr�fico de armas para su uso en este golpe. Mann iti� que transportaba armas, aunque asegur� que las mismas eran para la protecci�n de una mina de diamantes en la Rep�blica Democr�tica del Congo. Se asegura que el seguimiento de las pistas a trav�s de los documentos implica a Sir Mark Thatcher, Lord Archer y Ely Calil (un comerciante de petr�leo liban�s). De nuevo, la BBC informaba en un art�culo titulado �Preguntas y Respuestas: La trama del golpe en Guinea Ecuatorial�: El programa de televisi�n de la BBC Newsnight tuvo a los registros financieros de las compa��as de Simon Mann, que muestran grandes pagos a Nick du Toit y tambi�n unos dos millones de d�lares de ingresos, aunque las fuentes de esta financiaci�n es pr�cticamente imposible de investigar. El 10 de septiembre de 2004, la BBC informaba sobre Zimbabue: Simon Mann, el l�der brit�nico de un grupo de 67 presuntos mercenarios, acusado de planear un golpe de estado en Guinea Ecuatorial, ha sido sentenciado a siete a�os de prisi�n. El resto de los pasajeros han recibido condenas de 12 meses de prisi�n por violar las leyes sobre inmigraci�n, mientras que los dos pilotos han sido condenados a 16 meses. El tribunal ordena tambi�n la confiscaci�n del Boeing 727 de Mann y los 180.000 d�lares encontrados a bordo. Dada la actual crisis en Zimbabue, un Boeing 727 es una util�sima adici�n a la l�nea a�rea estatal, y los 180.000 d�lares podr�an ser m�s que suficientes para cubrir los gastos de mantener a esta cantidad de hombres en prisi�n. Mercenarios en la historia asi�tica Siglos XV y XVI El grupo mercenario Saika de la provincia japonesa de Kii, tom� un significativo rol durante el asedio de Ishiyama Hongan-ji que dur� entre agosto de 1570 y agosto de 1580. Los mercenarios eran famosos por el apoyo de los Ikko-ikki y dificultaron

enormemente el avance de las fuerzas de Oda Nobunaga. Siglo XX En el per�odo chino de los se�ores de la guerra, muchos mercenarios ingleses y estadounidenses prosperaron, como Homer Lea, Philo Norton McGriffin, Morris Cohen y Francis Arthur "Un Brazo" Sutton. Durante las etapas iniciales de la Segunda Guerra Sino-Japonesa, los Estados Unidos no quer�an abiertamente envolverse en el conflicto (debido a un pacto de no agresi�n con el Imperio del Jap�n), sintieron la obligaci�n de asistir a los chinos para parar la agresi�n japonesa. La istraci�n Roosevelt en 1941 cre� el Grupo de Voluntarios Americanos (AVG), conocidos como los Tigres Voladores. Los pilotos fueron contratados por la Compa��a Manufacturera Aeron�utica Central y ganaban de 600 d�lares a 750 d�lares como sueldo base y 500 d�lares extra por el derribo confirmado de cada avi�n enemigo, financiados por el General Chiang Kai-shek. Tambi�n en el conflicto de Vietnam (1965-1975) se los conoci�. Mercenarios en la historia europea Mercenarios en la �poca cl�sica Durante la �poca cl�sica muchos mercenarios griegos lucharon en las guerras para el Imperio persa, por ejemplo: Jerjes I, rey de Persia que invadi� Grecia en 484 a. C., emple� a mercenarios griegos. El m�s recordado es Demarato, por su advertencia a Jerjes de no subestimar a los espartanos antes de la batalla de las Term�pilas. En la An�basis, Jenofonte relata c�mo Ciro el Joven reclut� a un gran ej�rcito de mercenarios griegos (los �Diez mil�) en 401 a. C. para arrebatar el trono de Persia a su hermano, Artajerjes II. A pesar de que este ej�rcito obtuvo la victoria en la batalla de Cunaxa, Ciro muri� en el combate y toda la expedici�n se encontr� perdida. Aislados y muy adentrados en territorio enemigo, el general espartano Clearco y muchos de los otros generales griegos fueron asesinados poco m�s tarde a traici�n por orden de Artajerjes. Jenofonte desempe�� un papel fundamental al alentar al ej�rcito griego de los �Diez mil� para que marcharan hacia el norte hacia el mar Negro, en una lucha �pica durante su retirada. Memn�n de Rodas (380 a. C. - 333 a. C.) fue el comandante de los mercenarios griegos que luchaban para el rey persa Dar�o III cuando Alejandro Magno de Macedonia invadi� Persia en 334 a. C. y venci� a los persas en la batalla del Gr�nico. Alejandro empleaba tambi�n a mercenarios griegos durante sus campa�as. Eran �stos unos hombres que luchaban directamente para �l, y no como el resto de las unidades de su ej�rcito que proced�an de las polis griegas. Cartago contrat� a pastores de las Islas Baleares como lanzadores de honda durante las guerras p�nicas contra Roma (v�ase hondero balear). La amplia mayor�a de los militares cartagineses eran mercenarios, a excepci�n de los altos oficiales, la marina y la guardia de palacio. Los de las tribus independientes tracias, como los �Bessi� y �Dii�, se unieron con frecuencia a ej�rcitos mayores como mercenarios. Los mamertinos (o hijos de Marte), fueron mercenarios italianos empleados por los reyes griegos de Siracusa hasta el final de las guerras p�nicas. En los �ltimos tiempos del Imperio romano, los emperadores y los generales tuvieron cada vez m�s dificultades para reclutar unidades militares a partir de la ciudadan�a por diversas razones: falta de mano de obra, falta del tiempo necesario para el entrenamiento, carencias materiales e, inevitablemente, consideraciones pol�ticas. Por lo tanto, a finales del siglo IV, el Imperio comenz� a contratar bandas completas de b�rbaros ya fuera dentro de las legiones o como federaciones aut�nomas. Los b�rbaros fueron romanizados, y los veteranos supervivientes se establecieron en �reas que requer�an ser repobladas. La Guardia varega del Imperio romano del Este, tambi�n conocido como Imperio bizantino, es la unidad m�s conocida formada por mercenarios b�rbaros.

Mercenarios en las guerras medievales Los emperadores bizantinos continuaron la antigua pr�ctica romana de contratar contingentes extranjeros para la defensa del Imperio. En 1071, por ejemplo, el emperador Romano IV lider� una campa�a contra los turcos sely�cidas de Iconio. Seg�n el musulm�n Imad ad-Din (siglo XII) y otros cronistas contempor�neos a Romano IV, el ej�rcito, de unos 100.000 hombres, estaba compuesto por romanos (bizantinos), rusos, k�zaros, alanos, cumanos, georgianos, armenios, germanos, normandos, godos de Crimea, patzinakos y b�lgaros. La mayor parte de las tropas propiamente bizantinas proven�an de los themas (legiones) de la mitad oriental del Imperio, con refuerzos de la Guardia Varega y de los Tagmata (los regimientos de �lite acantonados en Constantinopla). Bizancio fue tambi�n la creadora de uno de los m�s c�lebres cuerpos mercenarios, la Guardia varega. Su origen se remonta a un tributo de hombres que enviaba el soberano de K�ev al Emperador bizantino. Con Alejo I Comneno, fue disuelta la vieja guardia del Palacio Imperial, los Excubitores, y en su lugar coloc� a la Guardia varega. Estos acud�an de entre los pueblos m�s belicosos, de los cuales los varegos (vikingos) y los anglo-sajones eran los m�s comunes, aunque tambi�n hab�a alemanes, teutones, normandos, escoceses y toda clase de gente del norte. Como esta guardia no ten�a v�nculos con la poblaci�n griega, era de suponer que ser�a m�s eficaz a la hora de aplastar cualquier rebeli�n. Uno de sus m�s famosos integrantes fue el que posteriormente ser�a el rey Harald III de Noruega, tambi�n conocido como Harald Hardrada, que lleg� a Constantinopla en 1035, donde se alist� a la Guardia Varega. Particip� en dieciocho batallas y fue nombrado �Akolouth�s�, comandante de la Guardia, antes de regresar a su pa�s en 1043. Muri� en la Batalla de Stamford Bridge en 1066, donde su ej�rcito fue derrotado por un ej�rcito anglosaj�n comandado por el rey Harold Godwinson, en las guerras que enfrentaron a este �ltimo con Hardrada y con Guillermo de Normand�a, llamado el Conquistador. En Italia, el condottiero era un jefe militar que ofrec�a sus tropas, los condottieri, al servicio de las ciudades-estado. Habia veces que los mismos condottieros se volvian regentes de alguna ciudad-estado, ejemplo de ello fue Francisco Sforza. Durante la �poca de los Reinos de Taifas en Al-�ndalus, los caballeros cristianos como El Cid pod�an luchar para algunos gobernantes musulmanes contra sus enemigos, ya fueran �stos cristianos o musulmanes. Los Almog�vares fueron mercenarios aragoneses, catalanes y navarros, preferentemente provenientes de los Pirineos, que lucharon para la corona de Arag�n, aunque a principios del siglo XIV se form� la Gran Compa��a Catalana, integrada por m�s de 8.000 almog�vares al mando de Roger de Flor, Berenguer de Entenza y Bernat de Rocafort, para auxiliar al Imperio bizantino. Roger de Flor obtuvo grandes victorias en Asia Menor, destacando la batalla de Filadelfia, y lleg� hasta las Puertas de Hierro, en los Montes Tauro, en Armenia. Tras el �xito de la Compa��a Catalana, el emperador nombr� Megaduque del Imperio a De Flor, y poco m�s tarde, C�sar del Imperio, la tercera dignidad en importancia de Bizancio. Este �xito despert� el recelo de Miguel IX, coemperador e hijo del emperador Andr�nico II. Tras el asesinato de Roger de Flor en Adrian�polis por orden de Miguel IX, la compa��a de almog�vares, apostada en Gal�poli, saque� gran parte de Tracia y Macedonia, aunque sin acercarse a la inexpugnable Constantinopla, y posteriormente lucharon al servicio de varios nobles francos de Grecia, hasta que se negaron a pagarles, por lo que los almog�vares tomaron, en venganza, los ducados de Atenas y Neopatria, donde la bandera de la Corona de Arag�n ondear�a durante los siguientes 70 a�os. Durante la Baja Edad Media se formaron compa��as libres, que eran realmente compa��as de tropas mercenarias. Las naciones-estado no pose�an los recursos

necesarios para mantener fuerzas permanentes, por lo que tend�an a alquilar los servicios de estas compa��as para servir en sus ej�rcitos en los tiempos de guerra. Este tipo de compa��as tuvieron su origen al final de los periodos de conflictos, cuando los hombres de armas ya no eran requeridos por sus respectivos gobiernos. Los soldados veteranos buscaban entonces otras formas de empleo, generalmente convirti�ndose en mercenarios. Las compa��as libres se especializar�an normalmente en formas de combate que requer�an largos periodos de entrenamiento que no ser�an factibles por parte de las milicias movilizadas. La Compa��a Blanca, comandada por Sir John Hawkwood, es la m�s conocida de este tipo de compa��as en el siglo XIV. El gal�s Owain Lawgoch (�Owain de la Mano Roja�) form� una compa��a libre y luch� para los ses contra los ingleses durante la Guerra de los Cien A�os, antes de ser asesinado por un escoc�s de nombre Jon Lamb, a las �rdenes de la corona inglesa en 1378, durante el sitio de Mortagne. Mercenarios en la �poca Moderna Los mercenarios suizos eran buscados durante la segunda mitad del siglo XV por ser una fuerza de combate especialmente efectiva, hasta que sus algo r�gidas formaciones de batalla se hicieron vulnerables a los arcabuces y a la artiller�a que se desarroll� en este periodo. Fue entonces cuando los lansquenetes europeos, coloridos mercenarios con reputaci�n de irreductibles, tomaron el testigo a las fuerzas suizas y se convirtieron en la fuerza m�s formidable de finales del siglo XV y a lo largo del siglo XVI, siendo contratados por todas las potencias en Europa y luchando frecuentemente en bandos opuestos. Santo Tom�s Moro, en su Utop�a, abogaba por el uso preferente de mercenarios en lugar de los ciudadanos. Los mercenarios b�rbaros empleados por Utop�a estaban inspirados en los mercenarios suizos. Aproximadamente en el mismo periodo, Nicol�s Maquiavelo argumentaba contra el uso de ej�rcitos de mercenarios en su obra maestra, �El Pr�ncipe�. Su razonamiento era que la �nica motivaci�n del mercenario era su paga, por lo que este tipo de soldados no estar�a dispuesto a correr el tipo de riesgos que podr�an dar la vuelta a una batalla pero que podr�an costarle la vida. �l cre�a, l�gicamente, que los ciudadanos con un apego real a su naci�n estar�an m�s motivados para defenderla, lo que les convertir�a en mucho mejores soldados. El Necronomic�n aparece en gran parte de los escritos de Lovecraft, que cita tambi�n otros libros de magia, como De Vermis Mysteriis (en lat�n, �Sobre los misterios del gusano�) y Le culte des goules (que en franc�s quiere decir �El culto de los gules�), atribuido al Conde D'Erlette (un gui�o a August Derleth, miembro del �C�rculo de Lovecraft�). Otros de los libros, reales o no, que aparecen en las ficciones de Lovecraft son los fragmentos o manuscritos Pnak�ticos; Image du Monde, de Gauthier de Metz y El gran dios Pan, de Arthur Machen. Or�genes En 1927, Lovecraft escribi� una breve nota sobre la autor�a del Necronomic�n y la historia de sus traducciones, que fue publicada en 1938, tras su muerte, como Una historia del Necronomic�n.3? Seg�n esta obra, el libro fue escrito con el t�tulo de Kitab Al-Azif (en �rabe: �El rumor de los insectos por la noche�, rumor que en el folclore ar�bigo se atribuye a demonios como los djins y gules) alrededor del a�o 730 d.C. por el poeta �rabe Abdul Al-Hazred (cuyo nombre original podr�a haber sido Abdala Zahr-ad-Din, o Siervo-de-Dios-Flor-de-la-Fe), de San� (Yemen). Se dice que Alhazred muri� a plena luz del d�a devorado por una bestia invisible delante de numerosos testigos, o que fue arrastrado por un remolino hacia el cielo. Lovecraft abunda en datos para hacer veros�mil la existencia del libro. Por

ejemplo, cita como uno de sus compiladores a Ibn Khallikan, erudito iran� o �rabe que existi� realmente. Tambi�n cuenta que hacia el a�o 950 fue traducido al griego por Theodorus Philetas y adopt� el t�tulo actual griego, Necronomic�n. Tuvo una r�pida difusi�n entre los fil�sofos y hombres de ciencia de la Baja Edad Media. Sin embargo, los horrendos sucesos que se produc�an en torno al libro hicieron que la Iglesia cat�lica lo condenara en el a�o 1050. En el a�o 1228 Olaus Wormius tradujo el libro al lat�n, en la que es la versi�n m�s famosa, pues (siempre seg�n la ficci�n lovecraftiana) a�n quedan algunos ejemplares de ella, mientras que los originales �rabe y griego se creen perdidos.3? A pesar de la persecuci�n, seg�n Lovecraft se realizaron distintas impresiones en Espa�a y Alemania durante el siglo XVII. Supuestamente, se conservar�an cuatro copias completas: una en la biblioteca Widener de la Universidad de Harvard, dentro de una caja fuerte; una copia del siglo XV, en la Biblioteca Nacional de Par�s; otra en la Universidad de Miskatonic en Arkham (EE.UU.) y otra en la Universidad de Buenos Aires (Argentina). Ficci�n veros�mil Sobre el car�cter ficticio del libro, Lovecraft escribi� lo siguiente: Ahora bien, sobre �los libros terribles y prohibidos�, me fuerzan a decir que la mayor�a de ellos son puramente imaginarios. Nunca existi� ning�n Abdul Alhazred o el Necronomic�n, porque invent� estos nombres yo mismo. Luwdig Prinn fue ideado por Robert Bloch y su De Vermis Mysteriis, mientras que el Libro de Eibon es una invenci�n de Clark Ashton Smith. Robert E. Howard debe responder de Friedrich von Junzt y su Unaussprechlichen Kulten.... En cuanto a libros escritos en serio sobre temas oscuros, ocultos, y sobrenaturales, en realidad no son muchos. Esto se debe a que es m�s divertido inventar trabajos m�ticos como el Necronomic�n y el Libro de Eibon.1? De hecho, el famoso �rabe loco Abdul Alhazred no es m�s que un apodo que �l mismo se puso en la infancia, inspirado en la reciente lectura de Las mil y una noches (Alhazred = all has read, el que lo ha le�do todo). Lovecraft logr� hacer un excelente enga�o al aportar datos respecto al Necronomic�n. Por ejemplo, se�alaba que quedaban muy pocos ejemplares de tal libro "prohibido" y "peligroso". En el cuento El horror de Dunwich se ubican ejemplares en la Universidad de Buenos Aires, en la Biblioteca de Widener de Harvard, la Biblioteca Nacional de Par�s, en el Museo Brit�nico y en la inexistente Universidad de Miskatonic en la ciudad de Arkham (que aparece repetidamente en los cuentos de Lovecraft). Tanto es as� que muchos creen efectivamente en la existencia de tal libro y se han dado casos de sujetos estafados al comprar los supuestos "originales" del Necronomic�n. Sin lugar a dudas, este libro tiene la fama de dar pie a las m�s grandes confusiones. Se pueden encontrar p�ginas en internet que pretenden develar sus misterios y hasta lugares donde se ofrece a la venta. Es frecuente que se cometan estafas, ofreciendo "ejemplares del Necronomic�n" y r�plicas de grimorios medievales. August Derleth cuenta en su art�culo �The Making of a Hoax� c�mo en la publicaci�n Antiquarian Bookman aparece un anuncio, en 1962, que dice: Alhazred, Abdul. Necronomic�n, Espa�a 1647. Encuadernado en piel algo ara�ada descolorida, por lo dem�s buen estado. Numeros�simos grabaditos madera signos y s�mbolos m�sticos. Parece tratado (en lat�n) de Magia Ceremonial. Ex libris. Sello en guardas indica procede de Biblioteca Universidad Miskatonic. Mejor postor.

En el mismo art�culo se cuenta que una vez un estudiante gast� la broma de incluir su ficha en el registro de la Biblioteca General de la Universidad de California, en la secci�n BL 430, dedicada a las religiones primitivas.4? As�, el Necronomic�n fue pedido insistentemente, incluso por profesores. Se dice que Jorge Luis Borges cre� una ficha sobre el mismo en la Biblioteca Nacional de Argentina5?, as� como que en el cat�logo de la Biblioteca de Santander (Espa�a) aparec�a tambi�n una versi�n latina del libro. Numerosos escritores y artistas han intentado hacer realidad esta ficci�n, con lo que se han publicado muchos libros con este t�tulo. Normalmente se procura mantener el misterio y en el mismo libro no se incluyen aclaraciones explicando que es falso. Algunos de estos necronomicones son simples listados de los primigenios m�s conocidos, junto a s�mbolos y oraciones sin significado imitando burdamente el estilo de Lovecraft, pero existen tambi�n algunos muy cuidados, valiosos y dignos de colecci�n. Por problemas de derechos de autor, algunos de ellos no contienen las frases que Lovecraft invent� como citas del Necronomic�n en sus relatos. El extraordinario dibujante H. R. Giger public� una recopilaci�n de sus dibujos bajo el t�tulo Giger's Necronomicon, en dos vol�menes, en una edici�n muy cuidada pensada para coleccionistas (encuadernados en piel negra, 666 ejemplares, con un holograma escondido). La editorial espa�ola La factor�a de ideas ha publicado tambi�n con este t�tulo un libro de relatos escritos por seguidores de Lovecraft. Cabe destacar el Necronomic�n de Donald Tyson, publicado en 2004 por Edaf, escrito como la biograf�a en primera persona de Abdul Alhazred, siguiendo el estilo literario de los escritores �rabes, y que recoge y explica todos los mitos y ciudades que aparecen en los relatos de Lovecraft, incluyendo la explicaci�n del origen del mundo con el estilo tr�gico de Lovecraft. En la cultura popular El Necronomic�n hace apariciones menores en muchas pel�culas, novelas6?, juegos de mesa, programas de televisi�n, videojuegos... Una versi�n m�s conocida como el Necronomic�n Ex - Mortis; se presenta como un punto de la trama principal de la serie de pel�culas de The Evil Dead.7? El autor de novelas de fantas�a y ciencia ficci�n, que ha tratado muchos temas y mitos del c�rculo de Lovecraft, Javier Torras de Ugarte, dedic� al Necronomic�n su novela "El Libro Eterno" (2013). En esta novela, una distop�a que figura un futuro en el que se intenta recordar el pasado a trav�s de los libros, el Necronomic�n es hallado por dos j�venes que ni entienden lo que hay escrito ni saben realmente lo que han encontrado, pero son conscientes de que si cae en malas manos el futuro de la humanidad se ver� seriamente amenazado. Este Necronomic�n est� basado en algunos relatos del c�rculo de Lovecraft, aunque en ning�n momento se menciona su contenido m�s all� del d�stico inexplicable de su transcriptor: "Que no est� muerto lo que yace eternamente y con eones extra�os incluso la muerte puede morir".[cita requerida] Ubicaci�n Seg�n Lovecraft "Historia del Necronomicon", las copias del Necronomicon original fueron sostenidas por solamente cinco instituciones por todo el mundo: Museo brit�nico La Biblioth�que nationale de Biblioteca de Widener de la Universidad de Harvard en Cambridge, Massachusetts La biblioteca de la Universidad de Buenos Aires La biblioteca de la ficticia Miskatonic University en el tambi�n ficticio Arkham, Massachusetts La Universidad Miskat�nica tambi�n tiene la traducci�n latina de Olaus Wormius, impresa en Espa�a en el siglo XVII. La Universidad Nacional Mayor de San Marcos posee una copia en griego seg�n el relato de Lovecraft y Derleth El que acecha en el umbral.

Otras copias, escribi� Lovecraft, fueron mantenidas por particulares. Joseph Curwen, como se se�al�, ten�a una copia en El caso de Charles Dexter Ward (1941). Una versi�n se lleva a cabo en Kingsport en El festival (1925). Se desconoce la procedencia de la copia le�da por el narrador de The Nameless City, y una versi�n es le�da por el protagonista del relato The Hound (1924). V�ase tambi�n