La Estetica John Dewey 335g1c

La estética de John Dewey

1. Separación arte vida 2. Tarea que se impone 3. La noción de experiencia 3.1. Cómo se tiene una experiencia 3.2. La experiencia auténtica 4. Arte como manifestación de una cultura 5. Arte como lenguaje universal

1. Separación arte-vida

• El arte como experiencia, 1934. • El arte ha sido trasladado a un reino diferente de la realidad de la vida misma. • Esta separación Dewey la atribuye a tendencias como el nacionalismo y el imperialismo, al crecimiento del capitalismo y a la industria moderna.

• Dicha separación se puede apreciar en los museos y galerías, en la figura del coleccionista y en el mercado del arte. • Dewey propondrá que el productor artístico debe verse surgiendo del goce de las cosas de todos los días, cuando expresa la plena significación de la experiencia ordinaria.

2. Tarea que se impone

• Restaurar la continuidad arte-vida. • No es necesario irse lejos para encontrar pueblos en los que no existe tal escisión: escarificaciones en el cuerpo, plumas, trajes vistosos, ornamentos, utensilios de casa.

3. La noción de experiencia

• El concepto clave para entender la estética de Dewey será la noción de experiencia, esto es el modo en que el ser humano interacciona con su medio social y natural. • Sin embargo, cuando trata aquí la noción de experiencia va a hacer una distinción entre: las experiencias caracterizadas por la distracción y dispersión; y aquellas en la que la experiencia adquiere intensidad y unificación llegando a su cumplimiento. • El aborda el tema del arte desde la crítica a una vida que se había segmentado e institucionalizado. Una vez más tomará la experiencia como noción que permite superar antiguos dualismos, del tipo mentecuerpo / materia-alma / naturaleza-sociedad.

3.1. Cómo se tiene una experiencia • Durante la vida continuamente están ocurriendo interacciones entre criatura viviente y circunstancias que lo rodean. Estas interacciones en el lenguaje cotidiano llamamos experiencias. • Sin embargo, no todas pueden considerarse “una experiencia” o “experiencia estética”, por ello va a exponer en el capítulo 3 de El arte como experiencia cómo se ha de tener una experiencia. Para ello, podemos destacar una serie de características o cualidades de la experiencia estética o consumada:

1. Absorción: • Frente a la dispersión y distracción, la fragmentación e incoherencia con la que nos desenvolvemos en la vida, el propone la concentración, la absorción en la actividad. • En este sentido, no sólo el artista o el espectador puede realizar absorta, sino que Dewey dice que cualquier ser humano puede desplegarla en cualquier actividad que este llevando a cabo (ejemplo: un jardinero, un ama de casa, un científico o un filósofo) “La singularidad de la pequeña ciudad próxima a mi pueblo es la omnipotencia de sus semáforos rojos. Los hay en todas partes. Hay uno en particular que desata mi ira. […] Confieso que ese semáforo rojo era mi pesadilla casi cotidiana hasta el día en que descubrí este texto de un autor zen contemporáneo, Thich Nhat Hanh: ‘A la vista de un semáforo rojo o de un stop, podemos sonreír y dar gracias porque es un bodhisattva que nos ayuda a regresar al momento presente. El semáforo rojo es un gong de plena conciencia. Hemos podido creer que es nuestro enemigo porque nos impide llegar a nuestro objetivo, pero ahora sabemos que es nuestro amigo, pues es él quien nos advierte que regresemos al presente. Allí donde se encuentran la vida, el gozo y la paz’”. Brunel, H., Humor zen, Olañeta, Barcelona, 2012, pp 93-94.

2. Unidad • Existe unidad porque la experiencia supone la incorporación de lo hasta ahora madurado, así como su reconstrucción en cada situación. • Según Dewey, la vida nos lleva a una reconstrucción constante que puede resultar placentera o dolorosa. • La unidad de la experiencia incluye las cosas y los acontecimientos del mundo, transformados por esa criatura viviente u organismo que interacciona con ese mundo (Principio de continuidad e inmediatez mediada). • No es que los objetos se den a la experiencia para que estos sean experimentados, sino que todo confluye como una unidad en la inmediatez de la experiencia; esto es no sólo incluye el proceso de experimentación, sino también lo experimentado en un continuo.

3. Creatividad • La experiencia no es mera recepción pasiva, sino acción creativa, su organización dinámica implica crecimiento hacia aquello que genera y forma parte de la vida. • Así, el arte no se entrega solamente como resultado en el cual desaparecen los antecedentes que lo produjeron, sino que supone un proceso activo de modo que: por un lado esos antecedentes se hacen manifiesto en la percepción; por otro lado, el participante interpreta y asiste a esa obra/objeto/acontecimiento, mediante un proceso creativo similar al del artista. • Dewey va a defender una pedagogía de la creatividad que además de estimular la capacidad de salir de caminos convencionales para reordenar las experiencias conocidas en nuevas relaciones, permita desarrollar concienciación, participación creativa, transformación social.

3.2. La experiencia auténtica • Dewey reacciona contra la concepción aristocrática que elevaba el arte por encima de los intereses humanos y los convertía en una cosa ideal y espiritual. • Discute la impropiedad e inutilidad de aquellos ensayos de clasificación propuestos por su artificialidad y por su distracción frente a lo que es estéticamente importante, esto es, la experiencia auténtica • La experiencia auténtica: experimentamos las cosas conscientemente.

• La experiencia auténtica o verdadera supone una reorganización de lo nuevo y lo viejo, de manera que los significados y creencias anteriores adquieren nuevo significado y valor en el estado presente. • Así, la experiencia auténtica supone tomar conciencia de nuestras capacidades y recursos para poder resolver un conflicto, reinventando la conexión existente entre nosotros mismos y el mundo en que vivimos. • Aunque vivimos en un mundo con ciertas rutinas, existen crisis que rompen la continuidad y regularidad y requieren restauración. (No entender la experiencia auténtica como exclusiva del arte, el pensamiento será también ese proceso de búsqueda de restauración de la continuidad perdida)

• La experiencia auténtica supone al mismo tiempo actuar y padecer. En este sentido, para Dewey el arte contiene estas dos cualidades, puesto que en la obra de arte no se nos da únicamente un objeto o producto, sino un proceso activo de realización.

4. Arte como manifestación de una cultura

• El arte será una de las manifestaciones de la interacción del ser humano con el ambiente. Es una de las soluciones humanas a conflictos y problemas con los que se ha encontrado. • El arte como expresión nunca deja de tener valor, nunca termina de expresar. • En el arte participan todos los elementos del mundo y la vida humana y los integra en una unidad viviente y experimentada conscientemente (de ahí la necesidad de reestablecer esa continuidad).

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Dewey no va proponer ninguna clasificación de las artes porque considera que cada experiencia artística determina su propio género. Las obras de arte no alejadas de la vida común, ampliamente gozadas por la comunidad, son signos de una vida colectiva unificada. Pero son también una ayuda maravillosa para la creación de esa vida (…), el grado en que el arte ejercita su oficio es también una reelaboración de la experiencia de la comunidad.

• Se plantea una reflexión necesaria acerca de la relación entre arte y cultura, y más específicamente acerca de cómo culturas ajenas nos permiten acercarnos a modelos alternativos a nuestra moderna visión del arte. • ¿Debemos entender lo mismo por “arte” y “estética” en todas las culturas y épocas? • ¿Qué requisitos se precisan para acceder a las manifestaciones estéticas de otras culturas? • ¿Se puede dar una “seria fertilización cruzada” en el o entre culturas a través del arte?

• Dewey va a abrir el concepto de arte tanto a las obras clásicas de las Bellas Artes, así como otras prácticas occidentales y no-occidentales que poseen este tipo de experiencia, ya sea caligrafía china, origami, artes de lucha, rituales en tribus. • Hay que tener en cuenta que la tradición occidental se había mostrado etnocéntrica si aplicaba conceptos tales como arte o filosofía a tradiciones no occidentales, pero también se mostraba etnocéntrica si no lo hacía. Esto refleja dos problemáticas: por un lado, el problema de la descontextualización, aquel que rompía los vínculos del mundo en el que se creo y daba sentido a dichos productos; por otro lado, el hecho que no se les pueda atribuir categorías propiamente occidentales las ha dejado fuera, relegándolas a un campo distinto e incluso inferior. • La modernidad había caracterizado al arte con cualidades tales como autonomía e inconmensurabilidad, con productos que no podían ser reducidos al mundo ordinario o de uso cotidiano, sino que solo podían ser contemplados desde el juicio estético.

5. Arte como lenguaje universal

• El arte como lenguaje inaugura la posibilidad de abrir nuevas vías de interacción y entendimiento entre culturas. • Dewey va a coincidir con otros autores al afirmar que el desconocimiento del contexto no sólo no va a dificultar el a prácticas de otras culturas, sino que incluso puede ayudarnos. • Así Dewey plantea la experiencia estética como vía no reduccionista a categorías propiamente occidentales

• Esto no supone el derribo de las barreras entre las diferentes culturas, porque cada pueblo tendrá su propia experiencia desde el contexto en el que se encuentran inmersos (geografía, religión, historia, etc.) • Sin embargo, el arte, como manifestación de la vida de la comunidad, permite inaugurar un diálogo de iguales entre diferentes culturas. • A través del arte, aprendemos de otras culturas, cambiamos nuestra forma de participar con ellas, y llegamos a ser más similares, más humanos.

• Dewey considero y resolvió problemas actuales como la museificación y fetichización. • Pero quizás lo más significativo de su propuesta estética es su tarea de restaurar la continuidad entre arte y vida. • En este sentido su obra El arte como experiencia, no es tanto una obra dedicada al arte, sino a la vida. Dewey quiere liberar a la vida de esos dualismos violentos, reubicando al hombre en el medio, haciéndole participe y destacando esa creatividad desde la cual poder construir nuestra propia vida y habitar el mundo significativamente.

“Quienes sean incapaces de sentir en su interior la pequeñez de las grandes cosas, tampoco podrán distinguir ni calibrar en su vida la gran magnitud de las pequeñas.” Kakuro Okakuza, El libro del Té