La crisis financiera de la Comercial Mexicana empezó en el 2008 ya que se especuló con instrumentos derivados sin atender las reglas corporativas y además utilizó los instrumentos para obtener beneficios con base en el comportamiento de los precios de los subyacentes, asumiendo un mayor riesgo. Problema: La Controladora Comercial Mexicana apostó a un fortalecimiento (apreciación) del peso frente al dólar, pero esto no ocurrió de esta manera; ya que el peso experimento una caída de poco más del 10%, dejando a la “Comer” con un incremento de deuda de 1,080 mdd. Es por esto que se declararon en concurso mercantil, pidiendo en la primera etapa una “re estructuración de deuda, inyección de recursos por parte de accionistas, concesiones de los proveedores, suspensión de intereses momentáneamente” además de la detención de embargo en las demandas que pedía recursos en ese momento. En un primer instante no se le concedió el concurso mercantil debido a que la deuda se creía que era mayor a los 80 millones de pesos que la Comercial Mexicana pensaba que debía; aunque después, los inversionistas, proveedores y poseedores de deuda de la empresa aceptaron detener sus movimientos y empezar a negociar, ya que si no se procedía de esta manera la Comercial Mexicana debía declararse en quiebra y muchos perderían dinero invertido en esta empresa. Una de las razones por las que la “Comer” asumió tal riesgo fue debido a que en 2007 reportaron utilidades de 260 mdp por derivados, es decir el 7.4% de sus utilidades antes del pago de interés, impuestos, amortización y depreciación (EBITDA) por sus siglas en inglés. La empresa obtenía utilidades extras en el mercado apostándole al peso frente al dólar (casi hasta el doble) y su problema ético que enfrentaron es que el director de istración y Finanzas, Francisco Martínez de la Vega, junto con el tesorero realizaban transacciones de derivados, especulando en estos, pero sin tomar la aprobación del director general, Santiago García, ni mucho menos del consejo de istración.Fue así que mediante negociaciones, amparos y pequeñas promesas, la Comercial Mexicana absorbía los casi 140 millones de deuda diarios. El error ético que presentaron fue comprar tiempo, evitando despidos, cierres de sucursales y la escasez de productos. Este conflicto se alargó hasta diciembre del 2008 y fue en esta fecha que varios bancos citados entablaron una demanda mercantil contra esta empresa.
Solución: Fue gracias a la ayuda del abogado Salvador Rocha Díaz, que se logró un acuerdo verbal de “stand still” (que es como un paro indefinido de las demandas en contra de la Comercial Mexicana) esto fue de gran ayuda, ya que lograron aplazar estos procesos hasta marzo del 2009.
En el 2010 la Comercial presentó un plan de pagos divididos en tres partes. La primer parte establecía una deuda de 940 mdd a pagarse en 8 años, la segunda tenía que ver con una venta de activos de 520 mdd a más tardar en 6 años y por último fue dar a sus acreedores acciones por una cantidad de 75 mdd, otorgándoles un derecho de canje por capital social de la firma. Los conflictos entre la empresa y los acreedores fue la diferencia del monto de deuda, puesto que la Comercial Mexicana reconocía solamente 1,010 millones de los 2,100 millones que solicitaban los acreedores. Hablando del precio de la acción este cayó 43%, pasando de los 15.40 pesos por título a 6.75 pesos