La bruja de la Huasteca Les hablo de una señora al parecer muy decente, que a determinada hora deja el catre de repente. Hace una lumbre en el piso y luego a rezar se sienta, y como si fuera hechizo se pone a saltar contenta. Brinca la lumbre uno, dos tres, cuatro, cinco, seis y siete caramba vuelta termina se inclina y cae sin rodillas. Luego las esconde, detrás del molino, pa’ que su marido no las pueda hallar. Toma su escoba, vuela buscando un niño recién nacido, le chupa la sangre pues tiene hambre, y en un instante busca los enfermos agonizantes, va al camposanto por algún muerto que ha descubierto, come y rasguña, no es culpa suya que sea tan mala que tenga mañas que sea tan inquieta y en la huasteca le guste andar. Y para ahuyentarla se usan alfileres, tijeras y enseres que en cruz se pondrán Cuando un niño llora estén preparados porque esta señora pronto llegará. Brinca la lumbre ce, ome, yeyi, nahui macuilli, chicuace, chicome caramba se inclina y cae sin rodillas. Toma su escoba, vuela buscando un niño recién nacido, le chupa la sangre pues tiene hambre, y en un instante busca los enfermos agonizantes, va al camposanto por algún muerto que ha descubierto, come y rasguña, no es culpa suya que sea tan mala que tenga mañas que sea tan inquieta y en la huasteca le guste andar. Y para ahuyentarla se usan alfileres, tijeras y enseres que en cruz se pondrán Cuando un niño llora estén preparados porque esta señora pronto llegará.