JUZGAR Con frecuencia se escucha a personas decir cosas como “juzgar es pecado” y “solo Dios puede juzgarme”. ¿Eso es cierto? ¿Qué enseña la Biblia sobre juzgar? Ahora tomando como guía algunos versículos de la biblia podemos llegar a la conclusión que “JUZGAR NO SIEMPRE ESTA MAL, SER HIPOCRITA SI”. Pero también podemos encontrar que muchas personas se guían de versículos como los del Sermón Del Monte: “No juzguéis para que no seáis juzgados. Porque con el juicio con que juzguéis, seréis juzgados; y con la medida con que medís, os será medido” (Mateo 7: 1-2). Para entender un poco más lo que Jesús nos quiso decir podemos continuar con lo dicho por él: “¿Y por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano, y no echas de ver la viga que está en tu propio ojo? ¿O cómo dirás a tu hermano: Déjame sacar la paja de tu ojo, y he aquí la viga en el ojo tuyo? ¡Hipócrita! Saca primero la viga de tu ojo, y entonces verás bien para sacar la paja del ojo de tu hermano” (Mateo 7: 3-5). Se hace claro que Jesús condena la hipocresía. Debemos mirarnos a nosotros mismos antes de juzgar a los demás. Cristo nos habla de sacarnos la viga de nuestro ojo antes de sacar la mota del ojo de alguien más, pero mira lo interesante: No está mal sacar la mota del ojo de los demás sin ser hipócritas. No es pecado juzgar cuando no somos hipócritas. De hecho, es algo correcto. Si veo que mi hermano está mal, en algo que lo aparta de Dios, yo tendría que odiarlo mucho para callar y no buscar ayudarlo, ¿no crees? Consentir el pecado en los demás no es amar. Por lo tanto, muchas personas utilizan otro pasaje de la biblia para decir que juzgar es malo: “Por lo cual eres inexcusable, oh hombre, quienquiera que seas tú que juzgas, pues en lo que juzgas a otro, te condenas a ti mismo, porque tú que juzgas haces lo mismo” (Romanos 2:1) Pero claramente podemos ver que este pasaje también se condena la hipocresía, No el juzgar como tal. Porque de hecho ¡Allí pablo está juzgando a esas personas que juzgan injustamente! Todo esto porque la biblia nos ordena que debemos juzgar correctamente, entonces he aquí donde nos nace una nueva pregunta;
¿Cuál es la forma correcta de juzgar? Lo primero que debemos saber para lograr aclarar esta duda, es que Jesús nos ordenó que fuéramos justos antes que todo: “No juzguéis según las apariencias, sino juzgad con justo juicio” (Juan 7:24). Segundo, si vamos a juzgar a otros, debe ser siempre en amor, sin hipocresía y llamando a las personas al arrepentimiento. Eso lo podemos leer en varios pasajes de la Biblia. Estos son algunos de ellos:
“Hermanos,
si alguno fuere sorprendido en alguna falta, vosotros que sois espirituales,
restauradle con espíritu de mansedumbre, considerándote a ti mismo, no sea que tú también seas tentado” (Gálatas 6:1)
“Hermanos, si alguno de entre vosotros se ha extraviado de la verdad, y alguno le hace volver, sepa que el que haga volver al pecador del error de su camino, salvará de muerte un alma, y cubrirá multitud de pecados” (Santiago 5:19-20).
Entonces cuando juzgamos a las personas no tenemos tiempo de amarlas, por tanto, ¡Jesús nos enseña que juzgar bien hace parte de amar! Puesto que las personas que aman dicen la verdad y se confrontan con el evangelio. Ahora bien, he aquí la última y según mi criterio la más importante de las preguntas que nos nace al cuestionarnos sobre el juzgar;
¿Por qué es importante juzgar justamente? Bíblicamente podemos que juzgar justamente es suma importancia para no ser engañados y exaltar la verdad. El libro de mateo nos dice lo siguiente: “Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces. Por sus frutos los conoceréis” (Mateo 7:15-16). Por tanto, aquí se nos muestra la necesidad de juzgar bien y con sabiduría. Podemos decir que aplicando el don de discernimiento podremos juzgar justamente, el problema estar en juzgar más allá de lo que podemos discernir; en Apocalipsis 2:2 Jesús felicita a la iglesia en Éfeso por haber juzgado y sacado entre ellos a los falsos maestros, en el mismo capítulo regaña a la iglesia en Pérgamo por no haber hecho lo mismo (14 -15). Además, en la Biblia también podemos ver cómo en 2 Timoteo 3 el apóstol Pablo describe y juzga a la clase de personas con las que no debemos juntarnos, y en 2 Timoteo 4:1-5 instruye a Timoteo en la importancia de corregir y reprender lo que esté mal. Otro ejemplo claro sobre el juzgar justamente fue dado por pablo debido a que en la iglesia de Corinto había un hombre que tenía sexo regularmente con su madrasta y todos los sabían. Pablo le escribe a esa iglesia que deben sacar a ese hombre de la congregación, y que no deben relacionarse con personas que dicen ser creyentes, pero viven como si no lo fueran. (1 Corintios 5). Ahora ya entendido lo que nos dice la biblia sobre el juzgar, nos toca el trabajo de mirarnos interiormente y reconocer nuestras injusticias, nuestros malos juicios hacia nuestros hermanos y amigos, poniendo todo en manos de Dios, que sea él ayudándonos a ser cada día mejor, para así juzgar por amor a nuestros amados sin hipocresía, y recordando siempre que, así como nosotros juzguemos así mismo Dios nos juzgara. (Mateo 7: 1) Hermano, tu qué quieres vivir siempre en santidad, y en honor a nuestro Dios ten en cuenta estas palabras, para que no seas perjudicados por aquellas ovejas disfrazadas de lobos rapaces;
“Examinadlo todo; retened lo bueno. Absteneos de toda especie de mal.” (1 Tesalonicenses 5:20-21)
“presta más atención a lo que hagan que a lo que digan, porque hablar es barato."(consejo)