Sana tu niño interior y comienza a ser libre
Por Christopher Barquero, Periodista y Personal Coach Siempre he dicho que cuando nacemos somos como el disco de una computadora en blanco y que solamente cargamos nuestro sistema operativo que es el amor. Si nos remontamos a la niñez y describimos esa maravillosa etapa -- en la cual establecemos las bases para toda nuestra vida -- recordaremos que éramos más ingenuos, teníamos mayor capacidad de asombro, solíamos ser emotivos, más flexibles, elásticos, juguetones, sinceros, sin preocupaciones, sin dramas ni complejos y optimistas; por lo general, no teníamos miedo a pedir nada, a preguntar, a expresarnos sin límites. Cuando empezamos a crecer, como esponjas absorbemos cantidad de información establecida por la sociedad, la iglesia, la política, reglas, creencias y demás patrones de conducta, que lo único que hacen es limitarnos y alejarnos de toda aquella gloriosa felicidad. De ese modo nos vamos desconectando realmente de nuestra esencia con ese niño o niña que llevamos todos internamente, y vamos adquiriendo una personalidad formada por todo lo que nos rodea. Y es que está comprobado que entre los 3 y los 5 años de edad, adquirimos todos los patrones de conducta que nos influencian, basando así nuestras experiencias posteriores, en lo que aceptamos como verdad desde aquel entonces.
Y aquí la carretera se divide en dos: porque de pronto nos toca un entorno muy favorable u otro que no colabora tanto en nuestro desarrollo. Porque, claro está, no es lo mismo recibir buenos comentarios de quienes nos rodean, los cuales nos empoderan en confianza hacia nosotros mismos, y nos hacen crecer dignamente, tales como: "eres talentoso", "eres brillante", "estamos orgullosos de tí", "eres un campeón/ campeona", "tú todo lo puedes", a que te digan -lo que es muy frecuente- "no hagas esto o lo otro", "eso no está bien", "así no te debes sentar", " te dije que no lo hicieras", "te lo advertí", " no comas más estás como cerdo", "eres el idiota de la familia", o hasta "por qué no eres una niña/o normal", típica frase de una serie de la televisión mexicana. Somos bombardeados por dardos de negatividad que muchas veces inconscientemente nuestra familia, amigos y compañeros, repiten como robots programados y nos encadenan, nos marcan para toda una vida, y repercuten en nuestra etapa adulta, en lo personal, en lo profesional y en las relaciones interpersonales y de pareja. La cosa es que lo que nos afecta en la etapa de la niñez, nos repercute toda la vida y si aprovechamos el o que podemos tener con nuestro niño interno, podemos sanar muchas situaciones, entender y avanzar con más seguridad y confianza por la vida. En cantidad de terapias, técnicas y hasta en la psicología, revivir ciertos momento de la época de la infancia nos da claramente la respuesta a cantidad de patrones de conducta que establecemos en nuestra vida diaria de adultos. Desde por qué no logramos una pareja, un trabajo o una vida estable, hasta situaciones con los hijos, con quienes nos rodean y demás, que fácilmente al identificarlos pueden desaparecer y eliminar un peso de tu vida. Porque, de lo contrario, sería como cargar la bolsa del mercado con lo que compramos hace años, que entonces ya no sólo se trata de cuánto pesa, sino de lo podrido que está y de la manera que nos afecta. Es inevitable: si quieres avanzar en tu camino, debes escuchar al niño o la niña que un día fuiste y que todavía, te aseguro, existe dentro de ti. Ese niño simpático, alegre, jovial, capaz de divertirse, pero que también en muchas ocasiones sufrió por algo que le hicieron, le dijeron; que no fue tan agradable y que marcó su vida, pero que a la vez, a través de los años, bloqueamos esos recuerdos. Si escuchas lo que ese niño o niña tiene qué decir, desde el alma, créeme que tus ojos brillarán diferente. Si bien el pasado no lo podemos cambiar, ni cómo reaccionamos en aquel momento --haciendo lo mejor que podíamos--, sí podemos avanzar y reconocer, sanar sobre todo lo que nos afectó y seguir adelante. Este tema es tan trascendental que hasta Hollywood le ha rendido tributo, y
quizás cuando vimos la película "Un encuentro conmigo", protagonizada por Bruce Willis, no lo vimos con esta conciencia, pero te aseguro que si este artículo llega a tu corazón y vuelves a ver esa película, será con otros ojos. En dicha trama Bruce Willis es un asesor de imagen que supuestamente camina por la vida de la mano del éxito pero de personalidad amargado y sobre todo arrogante, antipático, egocéntrico, en fin, que él tiene todo lo desagradable que una persona puede tener. El caso es que llega a su encuentro, él mismo, pero a los ocho años de edad, y, claro está, llega a hacerlo replantearse ciertas cuestiones existenciales. Se podría decir que el pequeño representa la consciencia molesta que viene a sacudirlo y ayudarle a enderezar su camino. A través de la película, el personaje de Bruce Willis, va descubriendo múltiples situaciones. Por ejemplo, cómo la gordura de niño, le marcó tanto, que lo llevó en su etapa adulta, a dedicarse a corregir la imagen de otros y a esforzarse él mismo por mejorar su cuerpo. Cómo el hecho de haber perdido una pelea en la escuela, le etiquetó por los demás como un perdedor por años y de ahí se impulsó convertirse en un hombre de "éxito" en el sentido de acumular ganancias, bienes, y dejar que su tiempo y su vida fueran dominados por los negocios. Al punto que días antes de cumplir 40 años, se encuentra sin amigos, sin familia, habiendo dejado ir a la mujer de su vida, y que no tenía nada de valor real, más que el dinero, sin haber logrado todo lo que había soñado cuando niño para cuando fuera grande. Llegó a entender cómo se despreciaba a él mismo cuando era niño, y cómo ni deseaba acordarse de quien había sido; supera el hecho de pensar y cargar en la conciencia que por un disgusto él creyó haber contribuido a la muerte de su madre, cuando en realidad ella ya padecía una enfermedad. Es por eso que se hace tan importante no descuidar nuestro niño interno, porque es nuestra esencia y nos tiene las respuestas a muchas interrogantes que nadie te va a dar. Además, es muy importante que recuperar, y hasta comportarnos como niños en algunos momentos (no me refiero a ser caprichosos o hacer berrinches), sino a disfrutar plenamente, volver a reír, entusiasmarnos y dejar de pensar en las situaciones del trabajo, del dinero, del amor y todo lo que nos cansa de ser adultos, cuando podemos llevar una vida mejor de la mano de ese niño que se sorprendía de muchas cosas, que jugaba descalzo en la tierra, que no le temía a nada o casi nada, y cuya sonrisa era sincera y brotaba de su corazón. Te recomiendo detenerte en algún momento y pensar en cómo puedes recuperar la frescura de la niñez. Si todavía ignoras las maneras en que fuiste avergonzado o usado por otras personas para desahogarse, debes aceptar que fuiste
herido y sanar, perdonarles y ponerte en su lugar. Sin afán de justificar, sólo de entender y avanzar. La agresión que te haya marcado puede ser física, emocional y hasta sexual. Perdona a esas personas, ellos no fueron malos, sólo eran niños heridos también. No seas tú uno también con tus hijos, contigo mismo o los demás. Haz un recuento de tu infancia, de cuáles son los aspectos que te molestan de los demás, y recuerda si pasaste por alguna circunstancia similar en tu niñez, identifica a quienes te hirieron o defendieron y cómo eso marcó tu vida. Deja atrás esas heridas, rompe patrones, quítate ese peso de encima, y avanza sin tanto resentimiento, odio, temor ó carga. Establece o con tu niño interior a diario, aunque sea unos cinco minutos, y sobre todo hazlo socio de tus decisiones, recuerda que muchas veces no consideramos esa esencia y nos vamos por lo que la mente o razón nos dicen; que de pronto no es lo mejor porque nosotros mismos buscamos por ese medio engañarnos muchas veces. Entre algunas cosas que hacen los niños que no debemos perder, es importante que pongas el corazón en lo que hagas, disfruta todo con pasión y energía; sé flexible y adaptable; deja tus prejuicios, el mundo se vive mejor sin tanta idea preconcebida; es indispensable que te diviertas, no pierdas la capacidad de asombrarte, no hay nada de malo en expresar ilusión, explora; comparte, así como lo hacías con tus juguetes. Si te caes te levantas, lo que no mata fortalece; deja la vergüenza, que no sirve sino para bloquear. Exprésate, estés feliz o triste, déjalo salir, porque si te tragas tus emociones, estamos mal; siempre di lo que sientes o piensas, que impere la verdad. Recuerda que los límites los establece la mente; no dejes de aprender cosas nuevas; cuando quieras hacer algo no te importe lo que digan otros, atrévete y olvídate de los demás pero sobretodo disfruta de cada momento. Relájate cuando sea necesario, toma un descanso, no eres una máquina, recuerdas que de niño te encantaba descansar después de jugar como si tus pilas no se acabaran, pues haz lo mismo. Sal por un helado, camina sobre la tierra con los pies descalzos por el parque, sal a mojarte un día de lluvia, búscale forma a las nubes, da un paseo en bicicleta, mira con otros ojos la vida, con los ojos de un niño: ¡maravíllate, impresiónate, agradece! No te obsesiones con lo que viene en el futuro, utiliza lo que tu niño interno te puede aportar para mejorar, sanar y hacer mejor tu presente. Y recuerda: sonríe, agradece y abraza tu vida.
(FUENTE: huffingtonpost) http://zonaintegral.com/crianza-natural/373-sana-tu-nino-interior-ycomienza-a-ser-libre Si te interesa saber más sobre este tema, en El Jardín del Libro encontrarás varios títulos para ayudarte a sanar a tu niño interior. Todos con el 5% de descuento. Pedidos para España y también internacionales
Música de delfines para tu niño interior. Una selección de música de relajación hecha por Mike Rowland y Christa Michell
Abraza a tu Niño Interior. Nunca es tarde para sanar tu infancia, de Victoria Cadarso. Este libro de la psicóloga Victoria Cadarso, autora de Las emociones ¿engordan o adelgazan?, explica con detalle cómo nuestro auténtico ser, nuestro yo verdadero, ese niño interior, se escondió para no sentirse vulnerable; creando una estructura defensiva para protegerse del dolor de no poder mostrarse como realmente era sino como se esperaba de él. Abraza a tu niño interior busca ayudarte a integrar tus primeras experiencias y a recuperar lo genuino y auténtico de tu esencia. Con ejercicios de meditación, visualización, escritura y reflexión que te conducen a un intenso y productivo proceso de autoconocimiento y desarrollo personal, reparando tus heridas y reconciliándote con tu infancia para sanarla. Nunca es tarde para lograrlo.
Sanar nuestro niño interior. Cómo superar los miedos , condicionamentos e infelicidades que nos vienen de la infancia, de Charles L.Withfield. El niño interior representa aquella parte de nosotros realmente viva, creativa y realizada, que la educación, el dolor y el miedo han sepultado en las profundidades del subconsciente. Es nuestro verdadero yo, lo que realmente somos. Este libro describe el camino necesario para el descubrimiento y sanación de nuestros temores, confusiones e infelicidades. Sanar nuestro niño interior empieza donde terminan muchos otros libros que tratan de los hijos adultos de alcohólicos. También describe y desarrolla el concepto de hijos adultos de familias problemáticas o disfuncionales en general, en lugar de concentrarse únicamente en los hijos de familias alcohólicas.
Recuperar el niño interior, de Jeremiah Abrams El niño interior es esa parte vital del Yo que permanece sumergida y que conecta con la alegría y con la tristeza de nuestra infancia. Este niño es el verdadero self que vive en nosotros en todo aquí y ahora, y resulta clave para nuestra autorrealización plena como adultos. No sólo un libro teórico sobre el tema, sino práctico acerca de cómo recuperar y sanar este niño que todos llevamos dentro. Participan los mejores autores de esta vanguardia en psicología.
Cura tu soledad. Cómo encontrar el amor y la plenitud a través de tu niño interior de Erika J. Chopich y Margaret Paul. Esta es una guía práctica de curación interior, especialmente útil para cualquier persona que se encuentre en una encrucijada, en un momento de cambio o de crisis, o en una fase de desarrollo personal o espiritual. Las autoras han dado un paso adelante con respecto a la consecución de unas relaciones sanas y adultas, proponiendo al lector una serie de reflexiones y ejercicios que le permitirán tener un conocimiento más profundo de sí mismos y superar los sentimientos de soledad y abandono.
¿Como sanar mi niño interior? Publicado mayo 15, 2011 | Por Milagros
¿Como sanar mi niño interior?, es la pregunta que muchas veces nos hacemos y no sabemos como resolverla, pues como veras todas las personas tenemos una historia personal ya sea de nuestro nacimiento, infancia, adolescencia o en tu vida adulta. Tu tercer chakra llamado también plexo solar, está relacionado con tu autoestima, con ese poder de amarte a ti misma, de reconocer tus defectos y virtudes pero sobre todo aceptar esa parte de tí, que no te gusta como algo natural sujeto a ser modificado desde tu ser interior. Sanar tu niño interior significa que debes ser consciente de esas historias dolorosas que marcaron tu vida y que al no resolverlas muchas veces se
encuentran alojadas en diversos órganos de tu cuerpo ocasionandote alguna enfermedad o alguna molestia que te cuesta aceptar. En tu tercer chakra, hoy vamos a tocar una molestia bastante frecuente en las mujeres, es el caso del exceso de peso y la presencia de celulitis en el cuerpo, según Louise L. Hay en su libro Usted puede sanar su vida, ”El origen emocional de la celulitis es alguien atascado en sufrimientos de la niñez, que se aferra al pasado, tiene dificultad para avanzar y miedo de escoger la propia dirección.” El exceso de peso es otro buen ejemplo de cómo podemos desperdiciar muchísima energía en el intento de corregir un problema que no es real. Es frecuente que la gente se pase años combatiendo el fantasma de la grasa, sin poder bajar de peso. Entonces culpan de todos sus problemas al exceso de peso, que en realidad no es más que un efecto externo de un profundo problema interior que generalmente es siempre miedo y necesidad de protección. Cuando se siente asustada o insegura , o le parece “que no sirve para…”, mucha gente se refugia en los kilos extra como una protección. Para Liberman Jacob, en su libro Medicina del Futuro, “insitir en acusarnos de pesar demasiado, sentirnos culpables con cada bocado que comemos, repetir todos los rituales a que nos sometemos cuando aumentamos de peso, todo eso no es más que una perdida de tiempo. Dentro de veinte años podemos seguir en la misma situación, si no hemos abordado jamás el verdadero problema emocional“. Lo único que habremos hecho será asustarnos más y sentirnos mas inseguras y entonces necesitaremos pesar más para compensar y obtener cierta protecion. Cuando tu niña interior está lastimada, no sientes amor por ti misma, no se tiene un gran respeto por uno misma y no se está agradecido por el milagro de el cuerpo y de la mente, nos regañamos y criticamos interminablemente, maltratamos el cuerpo con la mala alimentación, el alcohol y otras drogas. Piensa cuáles son algunas de las maneras en que negamos nuestro bien. Ahora que tal si realizamos algún ejercicio para aprender a amarte mas a ti misma: 1.- Ponte de pie y con la ayuda de un espejo te vas a mirar a los ojos, vas a pronunciar tu nombre y te vas a decir a ti misma: “Te amo y te acepto tal como eres”. Te será dificil aceptar al comienzo esta idea, pero después veraz como se graba en tu subconciente y no habra nada ni nadie que te haga sentir infeliz por tu apariencia física. 2.- En una agenda o libreta de notas vas a profundizar un poco más. ¿Que otros mensajes negativos oiste de pequeña? De tus parientes, de tus maestros, de tus amigos de figuras de autoridad de tu iglesia. Escribelos todos, tomandote tu tiempo, permanece atenta a las sensaciones corporales que vayas teniendo, en esas hojas están las ideas que necesitas hacer desaparecer de tu conciencia. Son esas creencias las que te hacen sentir que no sirves.
Espero que este articulo te haya ayudado en algo; es importante que comprendas que vales mucho sin importar la apariencia física que tengas, ámate tal como eres y se feliz, muy feliz. Escribeme un comentario para conocer como te esta yendo en tu vida; cuentame tus problemas tus frustraciones y yo personalmente te estaré respondiendo. Sanar el niño interior herido Liberando el dolor acumulado en él
El siguiente texto pertenece al autor Thich Nhat Than, del libro Sintiendo La Paz: Muchas personas sufrieron abusos o fueron golpeadas por sus padres, y muchas más fueron gravemente criticadas o rechazadas por ellos. Ahora, en el almacén de su conciencia, esas personas tienen tantas simientes de infelicidad, que no quieren ni oír el nombre de su padre o su madre. Cuando me encuentro con alguien así, le ofrezco siempre la meditación del niño de cinco años, que actúa como un masaje consciente: «Cuando inspiro, me veo como un niño de cinco años. Cuando expiro, sonrío al niño de cinco años que hay en mí». Durante la meditación, intentas verte a ti mismo como un niño de cinco años. Si eres capaz de observar profundamente a ese niño, descubrirás que eres vulnerable y que pueden herirte fácilmente. Una mirada adusta o un grito pueden crear formaciones internas en el almacén de tu conciencia. Cuando tus padres se pelean gritándose el uno al otro, el niño de cinco años que hay en ti recibe muchas simientes de sufrimiento. He oído a jóvenes decir: «El regalo más valioso que mis padrespueden hacerme es su propia felicidad». Al vivir sin ser feliz tu padre te hizo sufrir mucho. Ahora te estás visualizando como un niño de cinco años. Cuando sonríes a ese niño que hay en tu interior, le sonríes compasivamente: «Era muy joven y vulnerable y he recibido mucho dolor».
Al día siguiente te aconsejaría que practiques diciendo: «Cuando inspiro, veo a mi padre como un niño de cinco años. Cuando expiro, sonrío compasivamente a ese niño». No estamos acostumbrados a ver a nuestro padre como un niño de cinco años. En nuestra mente siempre le vemos como un adulto severo y con gran autoridad. No hemos dedicado ni un momento de nuestro tiempo a imaginárnoslo como un tierno niño que puede ser fácilmente herido por otros. De modo que la práctica consiste en visualizar a tu padre como un niño de cinco años, frágil, vulnerable, fácil de herir. Si te sirve de ayuda puedes mirar el álbum familiar y estudiar la imagen de tu padre cuando era niño. Cuando seas capaz de visualizarlo vulnerable, comprenderás que quizá fue víctima de su propio padre. Sí recibió tantas simientes de sufrimiento procedentes de su padre, es comprensible que no sepa cómo tratar bien a su hijo. O sea, que te ha hecho sufrir, y el círculo continúa. Si no prestas atención harás lo mismo a tus hijos. En el instante que veas a tu padre como un niño herido, tu corazón se llenará de compasión. Al sonreírle compasivamente, empezarás a aceptar tu dolor con tu plena consciencia y tu visión interior. Si practicas de ese modo durante varias horas o días, tu enojo hacia él se disipará. Y un día abrazarás realmente a tu padre sonriéndole y dirás: «Te comprendo, papá, debiste sufrir mucho durante tu niñez». Durante siglos las divisiones entre la gente, las naciones y las creencias religiosas han contribuido mucho a hacernos sufrir. Debemos practicar para conseguir liberar esas tensiones tanto en nosotros mismos como en los demás, para poder abrirnos y disfrutar unos de otros como hermanos y hermanas. Thich Nhat Than
Tu niño interior guarda todas tus memorias. Dile a tu niño interior “Te amo”. Tu niño interior te ayuda a conectarte con Dios. Es el mejor amigo que tendrás siempre. "El que no nazca de lo alto no puede ver el Reino de Dios" Jn 3,1-8
"El niño crecía y su espíritu se fortalecía" Lc 1,80 Encuentras ejercicios para sanar y liberarse en esta dirección: http://iluminarnuestrosvinculos.blogspot.com.ar/p/ejercicios.html Ejercicios Ve a tu interior; llama allí y pregunta a tu corazón lo que no sabes. Shakespeare Estos ejercicios se basan en la creencia que todos tenemos un sabio interior, una dimensión espiritual que conecta y sintoniza con el Espíritu de Dios: "Yo rogaré al Padre, y él les dará otro Paráclito para que esté siempre con ustedes: el Espíritu de la Verdad... él permanece con ustedes y estará en ustedes". Juan 14, 16-17 Y que desde esta conexión con nuestro Creador, podemos acceder a la Verdad: «El Espíritu de la verdad, os guiará hasta la verdad completa» Jn 16,13 Basados en las enseñanzas de Bert Hellinger, filósofo alemán, creador una filosofía que coloca nuevas bases para aspectos esenciales de las relaciones humanas y permite superar muchas limitaciones de nuestro amor; y las enseñanzas de su seguidora y comunicadora de su filosofíaBrigitte Champetier de Ribes, psicóloga, psicoterapeuta, autora de los libros “Empezar a Constelar” y “Constelar la enfermedad”, Ed. Gaia, España. Gracias Bert Hellinger y Brigitte Champetier de Ribes por ser Luz y servir a la Vida. Comparto con alegría lo que comprendí y comprendo gracias a ustedes. “Todo lo que ocurre viene del mismo movimiento. ¿De dónde podría venir si no?” Bert Hellinger PARA TENER EN CUENTA: Cada vez que decidas realizar uno de estos ejercicios, busca un lugar donde puedas estar solo/a, tranquilo/a, te relajas, te conectas con tu interior,
respiras conscientemente, e invocas al Espíritu de Dios. Es esencial que te conectes con las sensaciones de tu cuerpo, te dejes guiar dócilmente por el Espíritu de Dios, y liberes tu mente de pensamientos. Dios te guiará a través de tu cuerpo, déjate llevar a través de movimientos muy lentos en tu cuerpo. Déjate guiar por el movimiento interno, tal como te lleva. Permanece sin intención, en silencio interior, sin querer cambiar nada ni buscar el significado de lo que ocurra, te dejas llevar. Si surgen pensamientos, los dejas ir como nubes que pasan por el cielo. En un momento dado sentirás que ya es suficiente y terminas el ejercicio (suelen pasar alrededor de 10-20 minutos) También es posible hacer estos ejercicios visualizando, con igual eficacia. Lo esencial es estar presentes, observar lo que emerge sin juzgar, con una mirada comprensiva. Es decir, mantener la actitud fundamental de amor y respeto. Recuerda: Si le pides al Espíritu Santo por una verdadera liberación, puedes confiar que ya ha comenzado.
Estos son los ejercicios que encontrarás en esta página, elige aquel que tu alma siente que necesita hoy:
Ø Ocupar nuestro lugar de hijos frente a nuestros padres Ø Ejercicio II: ocupar nuestro lugar de hija frente a nuestra madre Ø Para liberarnos de las expectativas de nuestra madre hacia nosotros
Ø Re conectar con la VIDA a través de re conectar con nuestro origen: la unión de nuestra MADRE y nuestro PADRE Ø Liberarse de apegos Ø Sanar lo no resuelto de nuestra historia Ø Meditación: Limpieza Emocional. El duelo. (video) Ø Para transformar una memoria de dolor Ø Liberarse del rol “salvador”: “tu por ti” Ø Aprender a aceptar a las personas tal como son Ø Curar el corazón Ø Para poder decidir algo Ø Para consultar si una decisión está en sintonía con lo esencial para mi vida. Ø Para conectar con nuestros suegros Ø Para comprender el mensaje que nos trae un síntoma Ø Para liberarse de obsesiones Ø Para elaborar miedos y liberarnos Ø Para comprender el mensaje que nos trae una emoción Ø Cuando hay problemas de alcoholismo en la familia Ø Para despedirse de parejas anteriores Ø Cuando hay conflictos con la ex-pareja Ø Para liberar a nuestros hijos de los conflictos entre los padres Ø Para alguien que contrae segundas nupcias Ø Para reconocer e incluir en el alma familiar a los hijos abortados Ø Para despedir con amor a seres queridos Ø CARTA DE LIBERACIÓN DEL CLAN FAMILIAR Ø Para aceptar a quien rechazamos Ø Cuando alguien nos hace daño o nos agrede Ø Comprender el mensaje de un sueño Ø Sintonizar con la Vida
Ø ¿Cómo me relaciono con mi agresividad? Ø Meditación para hijos adoptivos Ø Para ayudar a una persona
Ocupar nuestro lugar de hijos frente a nuestros padres Vas a conectarte con tu interior, respiras conscientemente, invocas el Espíritu de Dios, y te ubicas tú frente a tus padres (a dos metros aproximadamente). Puedes colocar una hoja de papel para tu madre y una hoja para tu padre por ejemplo, o también un almohadón para representarlos. Percibes qué sientes en tu cuerpo, todo muy lentamente pues estas cuestiones profundas del alma son lentas. Visualizas a tu mamá, la miras a los ojos y percibes qué sientes tú. Expresas lo que sientes. Luego te ubicas en el lugar de tu madre y percibe qué se siente ahí, y hacia dónde mira. Solo percibir. Ahí hacia donde mire hay alguien, le das un lugar a ese ser también representándolo con un papel o un almohadón. Vuelves a tu lugar lentamente y le dices a este ser: "ahora te veo, tu también perteneces, tienes un lugar en mi corazón" (no es necesario saber quién es, si lo es reconocerlo y darle su lugar). Si son más de uno, le dices a cada uno: “ahora te veo, tu también perteneces, tienes un lugar en mi corazón". Luego haces lo mismo con tu padre. Te conectas con él a través de la mirada, percibes las sensaciones en tu cuerpo, te dejas guiar por el Espíritu de Dios. Te ubicas en su lugar para percibir qué se siente y hacia dónde mira. Y haces lo mismo que con tu madre. Luego regresas a tu lugar y te conectas con tus padres nuevamente, y le dices: "todo lo ocurrido entre ustedes lo dejo con ustedes, yo solo soy vuestro hijo, gracias por la vida que me dieron, haré algo bueno con esta vida, gracias, si..." Luego vas a dar pequeños y lentos pasos, de a uno y esperas, luego sigues, hasta llegar a ellos dos, tus padres, y dejarte abrazar por ellos. Cuando sientes que ya es suficiente, te giras y miras hacia adelante, hacia la Vida. Ejercicio II: ocupar nuestro lugar de hija frente a nuestra madre “...ten en cuenta que no sustentas tú a la raíz, sino la raíz a ti” Romanos 11, 18
Suele ocurrir que por amor infantil y ciego, inconscientemente, ocupemos el lugar de madre de nuestra madre, intentando darle lo que ella necesita. Pero llegará un momento que ya no podremos más con ello, pues es demasiado grande y no es nuestro lugar, sino el de nuestra abuela. Colocas una hoja de papel o un almohadón que represente a tu madre, otro que represente a su madre (tu abuela), y otro para a ti. Te pones alternativamente en cada lugar, percibes qué se siente, y te dejas mover, hasta que en algún momento puedas decir a tu abuela: “te devuelvo tu lugar, sólo soy tu nieta, tu hija es ella”. Luego dices a tu madre: “querida mamá, sólo soy tu hija, no soy tu madre. Tú eres la grande y yo la pequeña”.
Para liberarnos de las expectativas de nuestra madre hacia nosotros Visualizas a tus padres delante de ti. Miras a tu madre con amor adulto y respeto, y si percibes que ella espera algo de ti que es demasiado, por ejemplo que te hagas cargo de ella o asumas algo por ella (esto es inconsciente), le miras y le dices: “No… Yo soy yo y tú eres tú… Yo por mi y Tu por ti…”. Luego miras a tu padre, tomas con firmeza la energía masculina que viene de tu padre, él te empuja para que vayas hacia la vida, y tú te giras y miras hacia adelante, hacia la vida. Re conectar con la VIDA a través de re conectar con nuestro origen: la unión de nuestra MADRE y nuestro PADRE Respiras conscientemente, te conectas con tu interior e invocas el Espíritu de Dios. Visualizas delante de ti a tu mamá, como a unos 2 metros aproximadamente (puedes colocar una foto o un papel con su nombre) Te quedas mirando a tu mamá y percibiendo qué sientes en tu cuerpo cuando te conectas con ella. Luego das un pequeño paso hacia ella y esperas para ver qué sientes en tu cuerpo. Expresa lo que sientes. Si puedes, continua dando pasitos pequeños hasta que puedas dejarte abrazar por tu madre, apoyarte en su corazón y latir en sintonía con ella como cuando estabas en su vientre. Te quedas ahí el tiempo que necesites. Luego lo visualizas a tu papá, y lo miras a los ojos. Te permites sentir en tu cuerpo lo que vas percibiendo, y expresas aquello que nunca expresaste. Mientras le miras, le puedes decir todo lo que sentiste de niña/o como ir
recorriendo esos sentimientos de tu niña/o interior, permitiéndote sentirlos y expresarlos.
Luego das pequeños pasos hasta poder dejarte abrazar por él. Te quedas ahí lo que necesites hasta sentir que tomas la fuerza que viene de tu padre. Cuando sientes que es suficiente miras a tu madre y te dejas abrazar por los dos, por tu madre y por tu padre, tomando la vida que te llegó a través de esa unión de tu madre y de tu padre. Cuando sientes que es suficiente, te giras y vuelves a mirar hacia adelante, hacia la vida. Tus padres quedan detrás de ti, los dos en el mismo nivel, apoyando tu vida y dándote la fuerza vital que necesitas. Liberarse de apegos ¿A qué/quién estoy apegado? Piensa en una persona, una situación, un objeto, un trabajo, o un lugar del pasado del cual sientes excesivo apego. Visualiza que la tienes frente a ti, de pie. Aproxímate, da una o dos vueltas a su alrededor, observándola pacientemente, y experimentando las sensaciones y sentimientos que te produce en tu cuerpo su cercanía. Ahora aléjate un poco de esa persona, situación u objeto y vuelve a situarte enfrente suyo, a una cierta distancia, y visualiza que esas sensaciones de estar apegados se materialicen por ejemplo en una soga (o cualquier otro objeto que una el cuerpo del uno al del otro). Observa detenidamente esa atadura.
¿Qué necesidades satisfago en este vínculo? Pregúntate cuáles son las necesidades que satisfaces en ese vínculo, aquello especial que percibes y cuáles son los beneficios que te brinda esa relación. Despierto mi verdadero Ser Visualiza una nueva imagen de ti mismo como si hubieses despertado y evolucionado más allá de tu apego actual. Ese nuevo ser es nutriente, protector, amoroso y puede darte lo que necesitas. Tiene, además, aquellas cualidades que aprecias del otro de quien sientes apego. Inhala profundamente y luego sueltas... conscientemente. Re-conectando con mi verdadero Ser Ahora visualiza nuevamente la persona, situación o lugar de la que sientes apego, frente a ti; y vas a imaginar que tienes, por ejemplo una tijera; y vas a cortar esa soga que te mantenía atado/a.
Miras a tu Ser Verdadero y creas ahora una unión con él como la que tenías con la otra persona. Luego te vas acercando a tu verdadero ser hasta que sientas que eres uno con él. Ahora eres dependiente de ti mismo! Disfruta de tu libertad y de los dones y talentos de tu propio ser despierto. Lo que buscabas fuera estaba dentro de ti! Para profundizar en este tema te sugiero la lectura del libro MADURANDO NUESTROS APEGOS, Editorial San Pablo, M. Guadalupe Buttera y Dr. Roberto F. Ré http://www.san-pablo.com.ar/comprar/advanced_search_result.php? search_in_description=1&keywords=buttera Sanar lo no resuelto de nuestra historia Respiras conscientemente, te conectas con tu interior e invocas el Espíritu de Dios. Te ubicas en el momento presente de tu vida, mirando hacia adelante, muy centrado/a, sintiendo y percibiendo las sensaciones de todo tu cuerpo. Luego das muy lentamente unos pasos hacia atrás, y sigues conectado con lo que sientes en tu cuerpo. Si en algún momento te sientes mal, o sin fuerzas, quédate ahí y permítete sentir profundamente lo que surja, mientras respiras conscientemente e invocas al Espíritu de Dios que te dé la fuerza necesaria para sanar ese dolor que quedó pendiente en tu vida. Quizás aparezcan algunas imágenes, recuerdos, ganas de llorar, o no. Permaneces en ese lugar, sintiendo profundamente, respirando conscientemente y orando con mucha devoción, respeto y humildad hasta que sientas que te tranquilizas. Cuando te sientas liberado, puedes dar pasos hacia adelante como regresando al momento presente de tu vida. Toma consciencia de tu momento presente, donde te encuentras hoy en tu vida, visualiza tu pasado detrás de ti, deja tu pasado allí donde pertenece; y parado en el “aquí y ahora”, miras hacia adelante, a lo lejos, a la Luz de la Vida, sabiéndote guiado por esta Luz. Respira conscientemente, al inspirar, toma lo que necesitas hoy, y al expirar sueltas lo que haya que soltar… Tomar y soltar… Tomar y soltar… acoge en tu interior el sentimiento que siempre has sido conducido por Algo Más Grande y siempre lo serás… No estamos solos, estamos siendo conducidos por Dios. Podemos elegir, hoy, abrir nuestro corazón a la Vida y estar a su servicio. Así sea! Adelante! Que la Vida mira hacia adelante!
Meditación: Limpieza Emocional. El duelo. Por Rafael Marañón
Para transformar una memoria de dolor Cuando el pasado es elaborado, despedid, agradecido y reconocido como motor de nuestro crecimiento, se transforma en una fuerza especial para vivir nuestro presente.
No importa si se trata de una situación reciente o no, igualmente puedes relaizar el ejercicio: Visualiza la situación delante de ti. Permite que emerjan los pensamientos y las emociones. Imagina la situación como si la estuvieras viendo como un película delante de ti. De a poco le vas quitando la luz, los colores, vas apagando de a poco los sonidos… los colores se vuelven cada vez más grises… la imagen se va alejando… cada vez se aleja más… hasta que llega un momento que ya no la puedes ver ni sentir… Ahora coloca un marco a ese cuadro, y lo colocas detrás de ti, a la distancia que tú percibas como cómoda. Y le dices: -Gracias por lo que me enseñaste y lo que crecí gracias a ti. Me despido. Hoy es distinto de ayer. Hoy puedo y decido que puedo.
Luego dejas detrás de ti el cuadro y te giras para poder mirar hacia adelante. Das un paso hacia adelante y disfrutas de sentirte más liberado.
Liberarse del rol “salvador”: “tu por ti” A veces nos sentimos mal, no podemos disfrutar todo lo que tenemos, perdimos la alegría sin razón alguna, y no sabemos qué nos pasa. Parecería que hemos perdido fuerzas y ganas de vivir, como que algo nos toma demasiada energía, y ya no podemos con ello. Inconscientemente, suele ocurrirnos que no soportamos el dolor de otros, y solemos decir en nuestra alma: “mejor que sufra yo y no tú”, “yo sufro como tú”, o “yo por ti”. ¡Y esto resulta nefasto para nuestra vida! Puesto que nos ubicamos en lugares que no son nuestro lugar, ocupamos lugares de otros que son más grandes que nosotros (ejemplo: algún abuelo), y esto es lo que la vida nos viene a recordar a partir de sentirnos desganados o sin fuerzas. Así, un ser (vivo o ya fallecido) se coloca en un lugar de dependencia de nosotros, sin asumir su propio destino, como si quisiera “vivir a través nuestro”. Insisto, esto es inconsciente; lo cierto es que nos quita energías ya que nadie ha venido a este mundo a conectar con la vida a otro, si podemos guiar, facilitar, acompañar a un otro a conectarse con la vida, pero no podemos hacerlo por él/ella. Ante una situación así, puedes buscar un lugar cómodo, respirar conscientemente, conectarte con tu interior e invocar le Espíritu de Dios. Te ubicas tu y das un lugar a este ser, sin saber de quién se trata (con una hoja de papel o un almohadón x ej). Luego te colocas unos minutos en el lugar de este ser (suelen ser antepasados, no necesitas saber quién es), hasta percibir qué se siente ahí en su lugar. Solo percibir, sentir. Luego regresas a tu lugar, visualizas a este ser ante ti con su destino, te inclinas ante él y con amor le dices: “Tú por ti”, “yo por mí”. Lo repites varias veces hasta que percibas que este ser va quedándose en paz, y tú tienes fuerza para alejarte de él/ella, girarte e ir hacia adelante, hacia la Vida. ¡Adelante! Aprender a aceptar a las personas tal como son -Estoy cansad@ porque no cambia… ya he intentado de muchas maneras pero no hay caso…. No cambia… -Y, ¿por qué debería cambiar? Las personas son como son… no tenemos derecho a querer que sean como uno quiere o necesita que sea… no podemos cambiar a otro pero si podemos cambiarnos a nosotros mismos…
aceptándol@ tal y como es… renunciando a tus deseos de cambiarle sabiendo que no puede ser de otra manera… Crecer y evolucionar implica aprender a aceptar a los personas tal como son. Para poder avanzar en el Camino del Amor[1] es necesario soltar le deseo infantil de pretender que sean de tal o cual manera, o se comporten como uno quiere que lo hagan. Tomemos conciencia que cada uno está siendo lo mejor que puede, que hay personas que no pueden cambiar. Tomemos conciencia que cada uno tiene derecho a ser como es, y que así, tal como es, es querido por el Creador de Todo y Todos. Si Dios lo ama así tal como es, ¿quién soy yo para pretender que sea diferente o decidir cómo debe ser? Avanzar en el Camino implica desarrollar “humildad” ante lo Grande que nos mueve a todos. Bien, ahora te propongo realizar este poderoso ejercicio con la persona que en este momento te molesta cómo es o deseas o esperas que sea diferente (pareja, madre, el vecino, el jefe, etc): Respiras conscientemente, te conectas con tu interior e invocas el Espíritu de Dios. Visualizas que estas frente a ésta persona. Luego te ubicas en su lugar para poder percibir qué se siente allí. Esperas percibir, luego regresas a tu lugar hasta que puedas renunciar a tus deseos de cambiarle, hasta que la puedas aceptar profundamente, y le puedas decir “gracias por ser como eres”. Curar el corazón Este ejercicio del psicoanalista canadiense Guy Corneau, autor del libro “La sanación del corazón”, permite una reconciliación muy profunda con el otro y con uno mismo: Hacia una reconciliación muy profunda con el otro y con uno mismo RECUERDA LA RELACIÓN sobre la que quieres reflexionar, puede ser una relación actual o pasada, padres, hermanos, amigo, pareja etc. Primero recuerda lo que te atrajo de esta persona, y como fue la historia global de esta relación. SUS ASPECTOS BENÉFICOS. Ábrete a los beneficios que recibiste de esta relación, piensa en las necesidades que pudiste satisfacer. Sin crítica, sin juicio. SUS SOMBRAS. Ábrete ahora a los aspectos negativos, insatisfactorios, frustrantes de esta relación. No busques coherencia, ni valoración de tus recuerdos, sólo lo que viviste. ¿CUÁLES SON TUS REACCIONES A ESTAS INSATISFACCIONES? ¿Qué sentimientos provocaron en ti? ¿QUÉ NECESIDADES INSATISFECHAS pueden representar estos
sentimientos? Tomate el tiempo de analizar los sentimientos provocados por las insatisfacciones de la relación. ¿CUÁL PUEDE SER LA HISTORIA DE ESAS NECESIDADES INSATISFECHAS? ¿Desde cuándo las llevas en tu vida? SIENTE TU CUERPO HASTA QUE TE COMUNIQUEN ALGO: deja que estas necesidades frustradas tomen forma dentro de ti. ¿A qué se parecerían si tuvieran consistencia, forma? a con esa forma y pídele que te diga algo. Si no te sale nada de modo espontáneo, imagina la forma que podrían tomar si se presentaran en uno de tus sueños. TUS QUEJAS AL OTRO. Ahora considera tus quejas, lo que te duele de lo que hace o no hace esta persona con respecto a la satisfacción de estas necesidades tuyas. ¿Cuál es la actitud de la otra persona que más te ha hecho sufrir: su frialdad, incomprensión, intolerancia, etc.? ¿NO SERÁ ESA TU ACTITUD INTERNA FRENTE A TUS PROPIAS NECESIDADES? No será que en el fondo de ti mismo te haces a ti mismo lo que te duele que te hagan otro/s? ACOGE A TU HERIDA, permite que salga de su escondite, descubre su belleza, y déjate llevar por la emoción ante su belleza. ¿ACEPTAS QUE TIENES UNA PARTE DE RESPONSABILIDAD con respecto a esta parte de ti mismo? ¿Qué cosas concretas puedes hacer para satisfacer tus necesidades? ¿Quieres pedir algo concreto a alguien? ¿Qué te gustaría afirmar, expresar, cambiar o crear para atenderte como lo necesitas, para sanar tu herida? APAGA ESA ESCENA Y ENTRA EN UN ESPACIO DE AMOR Y COMPASIÓN HACIA TÍ MISMO. Acepta tu vida y tus dificultades, mira la luz y la belleza que están detrás, siente la luz que se expande dentro de ti. Siente como ésta luz brillante te llena, te inunda, inunda todo tu cuerpo, toda tu vida, inunda tus necesidades, dando un nuevo relieve a todos los momentos de tu vida, y siente la confianza que tienes, la confianza en la vida, en ti, la seguridad de que cada día eres más tú. "Con vuestra perseverancia salvaréis vuestras almas» Lc 21,19 Para poder decidir algo Buscas un lugar donde puedas estar solo/a y tranquilo/a. Te centras en tu interior, te relajas. Haces una espiración larga y profunda, te conectas con tu interior e invocas el Espíritu de Dios.
Te colocas tu frente a las distintas elecciones posibles, colocando una hoja o un almohadón para cada elección. Luego te colocas, lentamente, siempre despacio dejándote mover por el Espíritu de Dios, en el lugar de una de las elecciones posibles y percibes qué se siente allí... percibes cómo te sientes en ese lugar… Luego haces lo mismo con cada una de las posibilidades, dejándote llevar por tu cuerpo y las sensaciones que vayan surgiendo. Luego vuelves a tu lugar. Habrás recibido información sobre qué es lo conveniente para tu vida hoy. También se puede hacer este ejercicio colocando las hojas de cada elección dadas vuelta hacia abajo, sin saber cuál es cual. Esto es por si te parece que la mente podría obstaculizar tu conexión espiritual. Adelante!
Para consultar si una decisión está en sintonía con lo esencial para mi vida. A veces nos sucede que debemos tomar ciertas decisiones que son importantes, pero no tenemos seguridad si esto está o no en sintonía con aquello que es esencial en nuestra vida. Para estos momentos, puedes realizar el siguiente ejercicio: Busca un lugar tranquilo, te conectas con lo profundo de tu interior. Miras hacia adelante, a lo lejos, a la Luz de la Vida. Inspiras y tu cuerpo se llena de esa luz, expiras y esa luz se expande a tu alrededor. Abres tu espíritu a Dios, y le dices: “aquí estoy para servirte”. Esperas, percibes. Date tiempo. Luego representa con una hoja de papel o un almohadón aquello que es “esencial” para tu vida. Y haces lo mismo con esa decisión que debes tomar (puede ser más de una), colocandolas en frente de lo “esencial”. Luego te colocas en lo “esencial” para ti y percibes qué sientes ahí. Después te colocas en la/s decisión/es. Te quedas en cada una hasta sentir y dejar fluir los movimientos que surjan. Finalmente te colocas nuevamente en lo “esencial” para ti, y te permites percibir y recibir la información que necesites hoy.
Para conectar con nuestros suegros Visualizas a tu pareja y sus padres delante de ustedes dos, tu al lado de él/ella. Tomas consciencia que la unidad de esos dos seres dio vida a quien hoy es tu pareja. Los miras a los ojos a tus suegros y le das a los dos, gracias por haberle dado la vida a tu pareja. Le dices a cada uno: “gracias.... si....” Luego te giras para mirar a tu pareja y te inclinas profundamente ante él/ella y le dices: "respeto y honro tu destino.... si... gracias...."
Para comprender el mensaje que nos trae un síntoma El alma familiar a veces nos toma a su servicio para "ver" algo y liberar. Más allá de hacer todos los estudios médicos que siempre debemos hacer ante cualquier síntoma físico, este ejercicio corresponde al ámbito espiritual y ayuda mucho a comprender lo que necesitamos “ver” en este aquí y ahora de nuestras vidas: Te buscas un lugar donde puedas estar sola/o, tranquila/o, respiras profundamente para centrarte y conectar con el Espíritu de Dios. Te ubicas tu y en frente de ti, a dos metros aproximadamente, colocas algo que represente el síntoma (puede ser dolor de cabeza, confusión, inquietud, desgana, envidia, etc.). Puede ser un almohadón, o una hoja de papel donde escribes el síntoma que tengas. Mira al síntoma, esperas y percibe qué sientes en tu cuerpo cuando lo miras. Luego te colocas en el lugar del síntoma y percibes hacia dónde mira. Allí donde mire colocas nuevamente un almohadón o una hoja como representando a ese ser (no importa si no sabemos quién es). Déjate conducir por tu cuerpo si sientes hacer algún movimiento. Por ejemplo mirar, honrar, o ayudar a terminar su proceso de muerte, cerrarle los ojos, o decirle: "te veo", "tu también perteneces", "soy tu descendiente", "te doy un lugar en mi corazón", o “todo ha pasado ya,puedes ir al reino de los muertos a descansar en paz”… Y tú dices: “Ahora yo elijo vivir“. Cuando percibís que todo está tranquilo, te alejas para ir despacio hacia la vida. Al final da las gracias al síntoma y sintonizas con la Vida, mirando hacia adelante. Para liberarse de obsesiones Imagina delante de ti a tus obsesiones, y a lo lejos un ancestro. Te pones en el lugar de las obsesiones, y percibes qué sientes en tu cuerpo, lentamente realiza los movimientos que vayan surgiendo hasta llegar a una posición inmóvil en cada uno de ellos. Luego te ubicas en el lugar del ancestro y haces lo mismo: realiza los movimientos que vayan surgiendo hasta llegar a una posición inmóvil. Después vuelves a tu lugar y dices al ancestro con mucho amor y respeto: “Dejo la culpa contigo, querido ancestro. Gracias por ser mi ancestro.
Ahora te dejo descansar en paz.” Cuando sientes que ya es suficiente, te giras y miras hacia adelante, hacia la Vida.
Para elaborar miedos y liberarnos Busca un lugar donde puedas estar tranquilo/a, te sientas de manera cómoda, con tu espalada derecha, y respiras conscientemente. Exhala hasta sentir que has liberado todo el aire de tus pulmones y luego tomas aire por la nariz profunda y lentamente hacia tu abdomen, y al exhalar lo sueltas lo más rápido que puedas. Tres veces haces esta respiración y luego continúa respirado naturalmente.
Ahora percibes las sensaciones de tu cuerpo, desde la cabeza a los pies, y busca donde se encuentra alojado el miedo en tu cuerpo, puede manifestarse como un nudo en la garganta, o dolor en el pecho, o en la boca del estómago; o a modo de pensamientos. Busca lentamente hasta encontrar dónde está esa energía de miedo. Cuando lo encuentres, le permites estar ahí donde está, lo observas, y lo dejas que esté ahí, lo dejas que exista tal como es. Siéntelo de manera intensa en esa parte de tu cuerpo donde se encuentra. Observas… Sientes… Aceptas lo que es… Dejas ser… Y dile al miedo: “ahora te veo...” Míralo, Obsérvalo con aceptación.
Ahora, permítete acercarte lentamente y abrazar el miedo en cualquier expresión que este haya escogido. Dale Amor y Luz y permite que exista. Agradécele por cualquiera que haya sido el trabajo que tenía para ti, y por estar contigo por tanto tiempo. Ahora, respirado conscientemente, tomas aire nuevo y al exhalar sueltas y entregas el miedo a Dios, al Universo o en quien creas y tengas confianza. Visualiza a lo lejos la Luz de la Vida, infinita y poderosa, y percibe que siempre fuiste guiado por esta Luz de la Vida y siempre lo serás, no estás solo/a. Inhala y toma esa luz, todo tu cuerpo se llena de esa luz y llena esos
espacios donde antes habitaba el miedo. Luego, esa luz se expande a tu alrededor. Eres luz e irradias luz de vida en tu entorno. Dile a la Luz: “Gracias… Por Favor…Si…” Puedes realizar este ejercicio las veces que sientas en tu interior que lo necesitas, hasta sentirse aliviado/a y en paz. Para comprender el mensaje que nos trae una emoción Te buscas un lugar donde puedas estar sola/o, tranquila/o, respiras profundamente para centrarte y conectar con el Espíritu de Dios. Te ubicas tu y en frente de ti, a dos metros aproximadamente, colocas algo que represente la/las emociones (puede ser angustia, dolor, tristeza, enojo, etc.). Lo puedes hacer colocando un almohadón, o una hoja donde escribes la emoción que sientes. Esperas unos minutos, te conectas con la emoción (de a una) y percibes qué imagen hay detrás de ella, quién es en realidad, quien representa esa emoción. Luego te colocas en ese lugar y percibes: qué se siente y hacia dónde mira.... Allí donde mire colocas nuevamente un almohadón o una hoja como representando a ese ser (no importa si no sabemos quién es). Déjate conducir por tu cuerpo si sientes hacer algún movimiento. Por ejemplo mirar, honrar, o ayudar a terminar su proceso de muerte, cerrarle los ojos, o decirle "te veo", "tú también perteneces", "soy tu descendiente", o “todo ha pasado ya puedes descansar en paz”… Luego, regresas a tu lugar y percibes cómo te sientes ahora. Miras más allá, a la Luz de la Vida, respiras profundamente y te dejas impregnar de la luz de la vida. Al final da las gracias a la/s emocione/s y mirando hacia adelante, le dices a la luz de la vida: “gracias, por favor, si”.
[1] Libro “Camino del Amor”, de M. Guadalupe Buttera y Dr. Roberto F. Ré, editorial San Pablo, 2012. http://www.san-pablo.com.ar/comprar/advanced_search_result.php? search_in_description=1&keywords=buttera Cuando hay problemas de alcoholismo en la familia
El alcohólico se vuelve alcohólico por fidelidad a alguien de la familia que fue despreciado. Por amor a ese despreciado se vuelve despreciable cómo él. Si nosotros despreciamos a los familiares alcohólicos, participamos en el mantenimiento del alcoholismo. ¿Qué podemos hacer? Honrar al o los despreciado/s: Visualizas a distintas personas despreciadas por la familia. Algunas sabrás quienes son, otras no. Honras profundamente a estas personas y les das las gracias por ser como son, o haber sido como fueron si ya están fallecidas. Luego, cuando sientes que ya es suficiente, te giras y miras hacia adelante, hacia la vida. Para despedirse de parejas anteriores Te buscas un lugar donde puedas estar sola/o, tranquila/o, respiras profundamente para centrarte y conectar con el Espíritu de Dios. A veces sucede que caminamos un tramo de nuestro camino con una pareja, y al tiempo uno sigue un camino y el otro, otro… Entonces nos separamos… y no hay nada que hacer… pues no podemos dejar de ser leales a nuestro propio camino… Como bien nos enseña Bert Hellinger: “Te amo y me amo a mí. Y respeto y honro lo que te guía en tu camino y lo que me guía a mí en mí camino”. Lo mejor para los dos es despedirse con amor y respeto por todo lo vivido juntos. Visualizas a tus parejas anteriores, ordenadas según como llegaron a tu vida (1ª, 2ª, 3ª, etc). Si eres mujer, imaginas a tus parejas a tu derecha, la más reciente (la última) junto a ti, la más antigua (la primera) la más alejada. Si eres hombre, imagina a tus parejas a tu izquierda, la más reciente la más cerca de ti, la más antigua (la primera) la más alejada de ti. Y dices a cada una de tus parejas anteriores, lentamente, desde el corazón: "Lo siento, para mí también fue muy difícil. Yo te amé mucho. Lo que te regalé te lo di con gusto. Tú también me has dado mucho y eso lo honro y lo guardo en mi corazón. Por lo que no funcionó entre nosotros yo asumo mi parte de responsabilidad y a ti te dejo la tuya. Y ahora te dejo en paz"
Cuando hay conflictos con la ex-pareja Tu ex-pareja necesita sentir tu agradecimiento y tu respeto. Recuerda los principios de la relación, el amor, todo lo que se dieron mutuamente. La llegada de los hijos. Lo visualizas y le dices, internamente: “Gracias por tu amor. Gracias por nuestros hijos. Gracias por ser su madre/padre. En nuestros hijos te veo, te quiero y te respeto”
Para liberar a nuestros hijos de los conflictos entre los padres Al honrar a la madre o al padre de nuestros hijos, los liberamos a ellos de nuestros conflictos
Los hijos necesitan integrar en su corazón al padre y a la madre; si alguno de los dos no está presente por el motivo que fuera, el otro que sí lo está, si desea liberar a su hijo de los conflictos entre ellos; deberá honrar en su interior al padre/madre de su hijo. Pues con este ser se unió y juntos, fueron tomados por la Vida para crear un nuevo ser: el hijo. El hijo entonces, es producto de la unión de su madre y de su padre, ama en lo profundo a los dos, haya pasado lo que haya pasado, luego, entre ellos; y necesita honrarlo a ambos, pues de esa manera honrará la Vida que le dieron los dos.
¿Cuál es nuestra responsabilidad como madre o como padre frente al hijo, cuando nos separamos de nuestra pareja? Honrar y agradecer a esta persona con quienes nos unimos un día y gestamos, juntos, este nuevo ser que es “nuestro hijo”. Podemos separarnos de nuestra pareja, y así se terminará la relación entre ambos; pero el vínculo no se acaba jamás, pues continúa en nuestro hijo. Y este hijo, insisto, en lo profundo de su alma ama a su madre y a su padre; entonces si la madre y el padre honra y agradece al otro/a, el hijo en su interior se encuentra en paz y libre de llevar a cuestas los conflictos entre sus padres.
¿Qué ejercicio podemos hacer para liberar a nuestros hijos?
Despedirse con amor y agradecimiento de esa persona que fue nuestra pareja y con quien gestamos nuestro hijo. A veces sucede que caminamos un tramo de nuestro camino con una pareja, y al tiempo uno sigue un camino y el otro, otro. Entonces nos separamos, y no hay nada que hacer, pues no podemos dejar de ser leales a nuestro propio camino. Te buscas un lugar donde puedas estar sola/o, tranquila/o, respiras profundamente para centrarte y conectar con el Espíritu de Dios. Visualiza a tu ex pareja, y le dices, lentamente, desde el corazón:
"Lo siento, para mí también fue muy difícil. Yo te amé mucho. Lo que te regalé te lo di con gusto. Tú también me has dado mucho y eso lo honro y lo guardo en mi corazón. Por lo que no funcionó entre nosotros yo asumo mi parte de responsabilidad y a ti te dejo la tuya. Y ahora te dejo en paz"
Luego visualiza a tu hijo/a y le dices: La madre dice al hij@: "El es tu padre por siempre. Nuestra relación se ha terminado, pero solo entre nosotros. Tu puedes ir hacia él, tienes mi permiso para ir hacia tu padre"
El padre dice al hij@: "Ella es tu madre por siempre. Nuestra relación se ha terminado, pero solo entre nosotros. Tu puedes ir hacia tu madre, tienes mi permiso para ir hacia ella" Luego eleva tu mirada, más allá del hijo, y visualiza la Luz de la Vida, una luz lejana y poderosa, de donde todo es creado, movido; inspira profundamente y toma esa luz, luego expiras y esa luz se expande a tu alrededor. Siente en tu interior que siempre fuiste guiado/a por esa luz y siempre lo serás. Esa luz guía todo, también, guiará a tu hijo. Confías en la luz de la vida.
Para padres con un hijo/a con problemas: Buscas un lugar tranquilo y donde puedas estar sola/o. Te ubicas tu en un lugar, al padre de tu hijo, luego ubicas a tu hijo, colocando una hoja con su nombre o un almohadón por ejemplo. Con actitud interior de recogimiento, esperas, miras a los ojos a tu hijo, percibes hacia dónde mira él. Puedes colocarte en su lugar para percibir qué siente y hacia donde mira. Ahí hacia donde mire pones una hoja o algo que represente esa persona. Te colocas en ese lugar y sientes también allí. Puede que también mire a alguien y haces lo mismo con cada uno. Luego regresas a tu lugar y honras a todos tal como son. Dices: -"ahora te veo, tienes un lugar en mi corazón, tu también perteneces." Puedes repetir el ejercicio las veces que sientas que es necesario. Para alguien que contrae segundas nupcias Cuando alguien contrae segundas nupcias, es importante aceptar la verdad de la existencia de la/s pareja/s anterior/es y darle su lugar. Eso permite a los hijos conectarse con su padre/madre biológica. Y así, pueden sentir su alma completa, y no dividida. Frases liberadoras para expresar, sin necesidad de estar físicamente presentes: -A la primer pareja: "Tu siempre serás mi primer espos@. Nuestra relación de pareja se ha terminado, y tienes un lugar muy importante en mi corazón, como mi primer espos@ y padre/madre de mis hijos. Siempre seremos los padres de nuestros hijos, y te voy a respetar siempre. Estaremos en su matrimonio, en sus bautizos, y en sus eventos familiares, porque para ellos es muy importante" -Si hubo otras parejas anteriores, es conveniente reconocerlas también expresando a cada una nuestro agradecimiento y honra. Puedes visualizar tus parejas, la mas reciente mas cerca de ti, la mas antigua, la primera, la mas alejada de ti. Se trata de respetar la jerarquía natural que dice que el que llegó primero necesita ser honrado por el que llegó después, y a cada ex pareja le dices: “Gracias por tu amor. Te quise mucho. Ahora todo ha terminado y todo lo que aprendí contigo lo llevo a mi nueva pareja. Gracias por haber hecho lugar. Estás libre, estoy libre. Tienes un lugar en mi corazón. Te deseo lo mejor”. -Si hubo sufrimiento con alguna de las anteriores parejas, puedes expresar:
“yo te elegi... Asumo las consecuencias.... Dejo contigo tu parte de responsabilidad y yo me hago cargo de la mia” -Luego, mirando tu pareja actual, le dices: “Tú eres el último/a. Gracias por estar conmigo. Gracias por tu amor. Te amo tal y como eres" -También es importante honrar a todas las parejas anteriores de tu pareja actual. No es necesario saber ni preguntar sobre ellas. Visualizas a las que sabes, y si sientes que pudo haber habido alguna más la agregas. Te visualizas frente a la primera pareja de tu pareja actual: Inclinas la cabeza ante ella. Luego le dices: - “Tú eres la primera y siempre serás la primera. Gracias por haber hecho lugar para las siguientes parejas y para mi.” Luego a las siguientes parejas de tu pareja, de una en una: Inclinas la cabeza ante ella. Luego le dices “Tú eres la segunda, (la tercera) y siempre lo serás. Gracias por haber hecho lugar para las siguientes parejas y para mi.” -La pareja actual dice al padre/madre biológico: "Yo solamente acompaño a tus hijos y cuido de ellos, y tú eres su padre/madre" -La madre dice al hij@: "El es tu padre por siempre. Nuestra relación se ha terminado, pero solo entre nosotros" -El padre madre dice al hij@: "Ella es tu madre por siempre. Nuestra relación se ha terminado, pero solo entre nosotros" "Una segunda relación se logra sólo si el vínculo con la pareja anterior es reconocido y honrado, y si la pareja posterior guarda presente en la mente su posición de segunda pareja, en deuda con la primera. A pesar de todo, un vínculo con una segunda pareja nunca llega a ser equivalente, en el sentido original, al vínculo con una primera pareja. Es por eso que una separación de la segunda pareja es vivida generalmente con menos culpa y menos compromiso que cuando la ruptura de una primera relación" Bert Hellinger
Para reconocer e incluir en el alma familiar a los hijos abortados Gracias a lo aprendido con Bert Hellinger puedo acompañar en mi consultorio a madres que han abortado (voluntarimanete o no) y necesitan
elaborar ese pasado de sus vidas, para poder continuar libres de tanta carga y dolor. Cuando la madre ha abortado de manera voluntaria, en un diálogo con ese hijo abortado, se hace cargo y le expresa: “Soy tu madre y te tomo como mi hijo. Te rechacé como rechacé a tu padre. Ahora asumo las consecuencias de haberte matado... Eres mi hijo nº…, tienes otros hermanos, mas grandes, mas pequeños. Tu padre es … Ahora estás muerto, todo ha terminado para ti. Puedes descansar en paz” Cuando el aborto ha sido involuntario, la madre le expresa su amor de madre, su comprensión del sufrimiento que pasó, le dice su lugar entre sus otros hijos (hermanos del bb) y luego le permite descansar en paz. Mientras los hijos abortados permanecen en secreto familiar y la responsabilidad no es asumida, esto no solo afecta a la madre y al padre (suelen tener conductas de autocastigo, inconscientes), sino también a todos los hermanos y a la generación siguiente, queriéndoles seguir en la muerte o en la exclusión. De allí que es es esencial hacer este trabajo de re-conocimiento e inclusión de ese hijo en el alma familiar. Gracias a los aportes y observaciones de este sabio filósofo alemán, hoy sabemos que basta con que este hijo sea mirado y reconocido como parte de la familia, para que todo el sistema familiar se alivie de la carga emocional que estas situaciones no resueltas generan. Los abortos y embriones, una vez vistos y tomados en el corazón, están en paz con su destino. Ellos han muerto para que los demás vivan, para que sus padres o sus hermanos vivan. Mirar con amor... hacerse cargo... dar un lugar en el corazón... y aceptar que nadie pudo ser diferente a como fue... desde ahí, es posible transformar esa energía de muerte en energía al servicio de la Vida! Para despedir con amor a seres queridos Te buscas un lugar donde puedas estar sola/o, tranquila/o, respiras profundamente para centrarte y conectar con el Espíritu de Dios. -La/o visualizas y le dices muy lentamente estas palabras: -"Querid@ (o di le nombre de la persona que necesites soltar) lamento que te hayas ido... te extraño.... me hubiera gustado que te quedes un tiempo más.... pero ahora te dejo ir.... te dejo ir al reino de los muertos a descansar
en paz... gracias por todo lo que me diste.... yo me quedo en la vida un tiempo más.... el tiempo que la vida me brinde... luego yo también moriré... pero ahora me quedo.... me quedo en la vida y en tu honra haré algo bueno con mi vida..." Luego visualizas cómo se siente cuando le dices estas palabras.... Al final visualizas que cierras los ojos de este ser.... y la dejas partir a descansar en paz.... la dejas ir... Y tu te giras, miras hacia adelante, hacia la Vida. Para elaborar sanamente un duelo es necesario darse permiso de transitar todas las emociones que emergen. Vivenciarlas, no rechazarlas ni negarlas, ayudará para poder despedirte del ser querido que ha partido. “los muertos son seres invisibles, no ausentes”... San Agustín
http://www.san-pablo.com.ar/comprar/advanced_search_result.php? search_in_description=1&keywords=buttera
CARTA DE LIBERACIÓN DEL CLAN FAMILIAR
Puedes escribir esta carta a mano; luego la quemas y esparces las cenizas donde quieras.
Yo…(escribe tu nombre y apellidos) en este acto de mi puño y letra como regalo al clan al cual pertenezco y en el amor de Dios, les bendigo, pido perdón, me libero y libero a mis padres, a todos mis antepasados, a mis hermanos, primos, etc. y a mis hijos (aunque no los tengas), de todos los programas inconscientes, de cualquier ofensa que otro clan haya recibido del nuestro, pidiendo perdón en nombre del que ofendió; de posibles pérdidas económicas, de herencia, de asesinatos y muertes repentinas, violentas, enfermedades mentales y/o físicas, accidentes, violaciones, adulterios, hijos no deseados, hijos no nacidos, no reconocidos, incesto, abandonos, crueldades, suicidios, maldiciones, desarraigos, falta de amor, todo lo que ha afectado a mi clan y a otros a través del mío, trabajos
forzados, esclavitud, guerras, todo aquello que fuera alguna vergüenza y limitación.
Los no dichos y toda memoria de dolor, para que ya no se siga perpetuando.
Para mi mayor Bien y el de todos los involucrados.
Espíritu Santo te entrego mi voluntad y me entrego a la Paz Divina Amén
Gracias, Gracias, Gracias que ya ha sido concedido!!!
Para aceptar a quien rechazamos Este ejercicio es para realizar con personas que no son de nuestra familia y que nos causan mucho rechazo, como por ejemplo, alguien que hizo daño a otro/s. Nos va a permitir encontrar paz y también nos ayudará a crecer. Visualiza la escena en la que alguien hace daño a otro: Mira al que hizo daño y dile: “lo que rechazo de ti es lo que oculto de mi”. Luego de un tiempo, miras a la víctima y le dices “gracias”. Visualiza a la persona que rechazas, dile: “en ti me encuentro a mí mismo/a”. ¿Qué es lo que rechazas de esta persona? Defínelo en una sola palabra, como su altivez, su alegría, su egoísmo, su lentitud, su apatía, etc. ¿Y tú qué haces con tu…? Y te das cuenta que esta persona hace de espejo para ti, que tú también haces lo mismo que ella, o bien no te lo permites nunca, porque era mal visto cuando eras pequeña por …… En caso de que no te lo permitas, mira a la persona y dile “te envidio”. Y te dices “ahora decido permitirme ser…… durante cinco minutos al día”.
Cuando alguien nos hace daño o nos agrede
Visualiza delante de ti a la persona que te hizo daño o cuya agresividad te duele o enoja. Si hay una tercera persona, la visualizas también.
Miro a los ojos a la persona agresiva. Luego le dices: -“Soy como tú. Asumo mi culpa. Asumo el daño que hago. Asumo las consecuencias de mis actos. Veo el daño que mis ancestros han hecho a tus ancestros. Gracias”. Luego elevo mi mirada más allá, a la Luz de la Vida, a aquello Grande que nos conduce a todos, y le digo: “Por favor”.
Comprender el mensaje de un sueño Para saber qué nos dice el sueño hay q testear 1° si es conveniente. Consulta en tu interior, fíjate qué sientes cuando preguntas al Espíritu de Dios, si tienes permiso para interpretar el sueño, lo sientes en tu cuerpo que se relaja. Solo lo que te acuerdes de tu sueño pide ser identificado y escuchado. Si percibes que sí podes interpretar tu sueño: 1.- Identificar los símbolos del sueño: elije un no más de 2 o 3 símbolos. El sueño utiliza símbolos, la metáfora es su lenguaje. Incluso cuando aparecen personas, esas personas son metáforas de algo para ti, o bien no se trata de ellas sino de una faceta de ellas. 2.- Escribes el nombre de cada símbolo en una hoja de papel, y dispones estas hojas en un semicírculo. 3.-Luego te colocas en el lugar de un símbolo, lo sientes, eres él, sientes tu cuerpo, tu mente, tus emociones en ese símbolo. Te haces las preguntas siguientes, anotando las respuestas que te vienen inmediatamente, sin razonar. Siendo este símbolo, ¿qué veo, oigo, siento?, ¿con qué lo asocio?, ¿para qué sirvo, cual es mi función? ¿Para qué sirve lo que está pasando ahora? Apuntas lo primero que te viene. Vuelves a preguntar ¿Para qué? hasta llegar a un objetivo superior. ¿Cuáles son mis cualidades intrínsecas? ¿Hay alguna oposición, diferencia, conflicto entre yo y algún otro símbolo? ¿Cuáles es la situación en este sueño desde mi punto de vista de símbolo? Después haces lo mismo con el símbolo siguiente. 4.- Ahora vas a dialogar con cada símbolo. Te pones en uno y haces las preguntas siguientes a otro, y te pones en ese otro para sentir su respuesta o su reacción.
¿Qué reprocho a cada uno de los demás símbolos? ¿Qué necesito de cada uno de ellos? Descubre para qué te sirve: -Si no existieras ... sentiría, sería… -Si fueras distinto, un poco más tal, un poco menos cual..., me gustaría más porque ... -En ti valoro...., me doy cuenta que te necesito por ... 5.-Cada símbolo va a hacer un regalo a los otros. Elijes el regalo de cada uno, y con una respiración profunda lo integras en una parte de tu cuerpo. Sueñas un último episodio del sueño, lo creas lo más libre y mágico posible, en el que todos los símbolos se quieren, conviven y son felices juntos. 6.- Se unen todos los símbolos entre las dos manos abiertas. Se ven y sienten cada uno. Se acercan las manos de modo que los símbolos se hacen uno solo. Observas y disfrutas de este nuevo símbolo. Los rodeas con tus manos, o los envuelves de tu color preferido, o mandas un haz de luz desde tu frente hasta tus manos. Ves el color, la forma, el peso, la textura del nuevo símbolo, escuchas su mensaje y lo integras lentamente y profundamente en tu pecho, respirando profundamente, con la boca abierta, lo integras en cada una de las células de tu cuerpo. Sintonizar con la Vida
Elevo la mirada y visualizo la Luz de la Vida
Elevo la mirada, a lo lejos, visualizo la Luz de la Vida y me abro a ella… Inspiro conscientemente y me dejo llenar de esa luz… todo mi cuerpo se llena de luz… y al expirar esa luz se expande…
Siento mi cuerpo. Tomo conciencia de mis células, moléculas y átomos… tomo conciencia del milagro de la vida en mí… El Espíritu de Dios habita en mí… Me abro al Espíritu de Dios…
Digo SÍ
Veo todo lo que hay en mi vida: personas, situaciones, emociones… y digo SÍ a cada uno… SÍ Miro la vida, el mundo, la naturaleza, todos los acontecimientos… Digo SÍ a cada uno. Todo lo que rechazo, por compensación, vivirá en mí. Me miro, como soy, exactamente como soy y me digo SÍ, asiento a como soy, asiento a mi carácter y mis limitaciones. Soy como tengo que ser.
Y Gracias
Veo todo lo que compone mi vida: personas, situaciones, emociones…Digo a cada uno “gracias por ser como eres”. Miro la vida, el mundo, la naturaleza, todos los acontecimientos. Digo a cada uno “gracias por ser como eres”. Me miro, como soy, exactamente como soy y me digo “gracias por ser como soy”.
¿Cómo me relaciono con mi agresividad? La agresividad es una reacción de supervivencia frente a un abuso. La agresividad es el disfraz de un gran dolor que busca ser reconocido, elaborado, y aceptado como parte del destino. Algunas personas se paralizan o sienten miedo ante la agresividad de otros. A otras personas les sucede que la agresividad les desborda. En ambos casos es necesario trabajar para poder aprender a vincularnos con nuestra agresividad, a veces vivida en nuestra propia historia; y otras, podría ser heredada de nuestros ancestros. Por ejemplo, si existió agresividad entre mis padres, si uno de ellos no se atrevió a enfrentarla, si uno no se supo defender, etc. Estas cuestiones nos marcan desde pequeños y marcan nuestro estilo de relacionarnos con la agresividad. Cuando reprimimos nuestra agresividad, cuando no sabemos gestionarla, es posible que aparezcan personas que se abusen de nosotros (emocionalmente o de otras formas). Estas personas están al servicio de nuestro aprendizaje, se presentan ante nosotros para que aprendamos a reconocer y reconectar, desde un nuevo lugar, con nuestra agresividad. Cuando damos rienda suelta a nuestra agresividad y agredimos a otro/s, más tarde, nos vamos a terminar agrediéndonos a nosotros mismos, con
sentimiento de culpa (inconsciente generalmente) generaremos depresión, algún fracaso, accidente, síntomas físicos, enfermedad, etc. Ahora bien, ¿cómo puedo permitir que mi agresividad tenga el lugar que necesita en mí? La agresividad de nuestros ancestros ha permitido nuestra supervivencia, y por ello es necesario darle su lugar, agradecerle y honrarle. La agresividad es una reacción de supervivencia frente a un abuso. La agresividad es el disfraz de un gran dolor que busca ser reconocido, elaborado, y aceptado como parte del destino. Ejercicio: Busco un lugar donde pueda estar tranquilo/a, centrado/a, y visualizo en frente a mi agresividad. En un lugar estoy yo y en frente mi agresividad (puedo representarla con un almohadón o un papel). Durante un minuto me pongo en el lugar de la agresividad, espero a ver qué se siente, percibo mi cuerpo, me permito hacer los movimientos que sienta en mi cuerpo. Vuelvo a ponerme en mi lugar, y si siento que es necesario, vuelvo a ponerme en el otro lugar más tiempo. Luego, desde mi lugar, digo a la agresividad: “veo el dolor que está detrás de ti”; y me dejo llevar por el movimiento que vaya surgiendo. Si he logrado abrazar mi agresividad, disfruto de la fuerza vital que surge de allí. Si aún no pude unirme a ella, dejo pasar unos días y retomo el ejercicio hasta poder tomarla como parte de mí.
Meditación para hijos adoptivos Por Bert Hellinger, filósofo alemán, ha descubierto aspectos esenciales de las relaciones humanas que permiten superar muchas limitaciones de nuestro amor. Me imagino que ahora hay un niño adoptado y ese niño me dice que fue dado por los padres y ese niño está enojado con los padres. Siente que fue dejado de lado y en cierta manera también rechaza a los padres. Y ahora con el niño hago un ejercicio y ustedes pueden acompañar ese ejercicio y ganar algo esencial para ustedes mismos. Yo le digo al niño, mira a tu madre tal como es, ella te dio la vida, sólo ella. Tú tienes la vida a través de ella. Pero esta madre está al servicio de una fuerza superior, de la que surge toda la vida y esa fuerza ha determinado que ella es para ti tal como es. Solo, porque es como es, pudo ser tu madre y ella te ha regalado la vida. Toda la vida, no faltó nada, tú has recibido todo de ella, porque estaba al servicio de esa fuerza.
Y te dio la vida a un precio alto. Y que te haya dado la vida a ese precio la va a acompañar durante toda una vida y ella paga un precio alto por tu vida. Ahora la miras y miras por encima de ella, más allá de ella, a esa fuerza y le dices: tú me has dado esta madre, como mi madre, para que yo pueda estar vivo. Yo tomo la vida a través de esta madre, tal y como es y a todo el precio que a ella le costó y que a mí me cuesta. Ahora miras a tu madre y le dices: “Querida mamá ”, tú me has sido regalada como mi madre, tal cual eres. Sólo porque eres tal como eres yo fui tu hijo y así lo tomo de ti, con todo lo que acompaña y me vale el precio alto que estoy pagando y hago algo bueno con eso, para tu alegría. Debes saber, que de todo esto que tú me regalaste, algo grande va a surgir y siempre vas a seguir siendo mi madre y siempre te llevo en mi corazón, con amor. Gracias. Ahora miras a tu padre de la misma manera, tal y como es, tal cual es. Miras por encima de él, hacia esa Fuerza Grande, que lo ha determinado a él como tu padre. Y le dices, gracias te tomo a ti como regalado por esa fuerza, sólo a través de ti tengo mi vida, sólo porque eres tal como eres yo estoy vivo. Gracias. Y lo tomo al precio completo que a ti te costó y que a mí me cuesta. Y hago algo bueno con ello, para tu alegría. Luego miras a tus padres adoptivos y miras más allá por encima de ellos. A esa Fuerza Grande. Esa fuerza grande les eligió para ti, para que te mantengan con vida y los miras tal como son, tal cual son. Y les dices a ellos, gracias. Tomo todo lo que ustedes me han regalado, a todo el precio que a ustedes les costó y que a mí me cuesta. Y hago algo bueno con ello para vuestra alegría. Y ahora miras a tus padres y a tus padres adoptivos, por encima de ellos, a esa gran fuerza y dices: “yo lo tengo todo. Ahora soy libre. Ahora vivo y vivo totalmente y transmuto lo que me fue regalado con amor”.
Para ayudar a una persona Visualizas a esa persona delante de ti. Visualiza a la madre y al padre de este ser. Piensa en ellos hasta poder percibirlos con una mirada compasiva, con amor, durante 3 minutos.
Esta actitud amorosa es un servicio a la Vida que cada uno de nosotros podemos prestar, de manera silenciosa, en nuestra vida cotidiana. Cada vez que percibas que es necesario, puedes hacer este ejercicio de visualizar a los padres de la persona que tienes delante de ti, con amor. ¡Adelante! ¡a servir a la Vida con AMoR!
"El Señor es quien te cuida; el Señor es quien te protege, quien está junto a ti para ayudarte. El Señor te protege en todos tus caminos, desde ahora y para siempre" Salmo 121
http://iluminarnuestrosvinculos.blogspot.com.ar/p/ejercicios.html
Dr. Hew Len. Meditación del niño interior
Esta es la relación más importante en la creación, mucho más importante que cualquier relación física que puedas tener. Así que relájate, con los ojos cerrados. Te voy llevar a ver cuál es la relación más importante en la creación, lo voy a llamar la relación entre la madre y el niño. La madre es la consciencia, la cual tiene elección: puede cuidar al niño o ignorarlo. Así, vamos a suponer que nos movemos del concepto de consciencia, que es la madre, al aspecto de la creación y el subconsciente, que es el niño. Y en este niño están todas las memorias de la creación desde que nació. Si tú tienes depresión, es la información que hay en el niño que está experimentando la depresión así que, queremos que esta relación funcione. Lo primero que queremos hacer lo vamos a hacer muy despacio. Lo primero que queremos hacer es decirle a este niño por primera vez: Ohhhh, es la
primera vez en la creación que reconozco tu presencia en mí, esta es, la primera vez que es importante pues me doy cuenta de que estás en mí, que está en ti este niño interior. Y tú le hablas a este niño, oh guau, es la primera vez que me doy cuenta de que eres parte de mí. Y lo siguiente que hay que decir es muy sencillo: Te amo, te amo, te quiero. Así, tú te das cuenta del hecho de que todas las heridas y dolor que has experimentado, han sido captados en este niño interior. Y tú le dices de forma simple: Lo siento, por favor, perdóname por todas las memorias acumuladas de pena, tristeza, dolor. Así que, tú hablas a este niño dándote cuenta de tu responsabilidad de todas esas memorias que el niño tiene y que has creado, aceptado, y acumulado y tienes que deshacerlo. Uno de estos métodos y la forma más simple es hacerlo es: siempre, tienes que pedir al niño permiso, nunca hacerlo sin pedirle primero permiso. Así, eso es lo que debemos hacer. Queremos decirle, por favor, permíteme acariciarte la cabeza con amor con interés y hazlo. No tienes que imaginar nada, solo hazlo decirte a ti mismo, como acaricias la cabeza del niño y dile al niño: Te quiero, te quiero, por favor, perdóname, por todas estas experiencias acumuladas en la memoria, que están guardadas en ti. Lo siento. De nuevo, recordamos que esta es la más importante relación, porque tú puedes enseñar a este niño como hacer la limpieza y puedes ponerlo en automático, pero si tú, no te das cuenta de su existencia, o no te importa realmente, tú no puedes hacerlo. Así, acaricia su cabeza, le dices te quiero gracias por ser parte de mí. Lo siento, lo siento mucho. He ido recogiendo todo esto, no te he cuidado te he manipulado, lo siento. Y entonces, tú hablas con el niño. Todas estas memorias repiten todos estos problemas. Y tú le dices al niño, si no te importa, ayúdame a dejarlas marchar. Y empiezas en la cabeza, y si tienes dolor de cabeza, o dolor de espalda, o del cuerpo. Y hablas al niño: estas son las experiencias pasadas, por favor, déjalas marchar. Estas memorias que se están repitiendo una y otra vez dile: no sé qué memorias son, ni quiero saberlo tampoco. Tú sabes, entonces, puedes ofrecerlas a la divinidad, al superconsciente. Tú le puedes pedir a la divinidad ser libre. Ahora le acaricias suavemente la cabeza y le pides al niño si puedes sostenerle suavemente. No duramente, esto lo asustaría. Dile al niño: por favor, dame permiso de sostenerte muy suavemente. Y cuando lo hagas, hazlo, no hace falta imaginarlo Solo sostenle suavemente. Cuando tengas el niño en tus brazos, dile: Gracias por ser parte de mí, te amo, te amo, y lo siento, por todas las memorias acumuladas que tú experimentas como dolor, como sufrimiento. Por favor, por favor, perdóname. Y cuando has hecho esto, tú le pides al niño de darte una mano. Por favor dame una mano, así que puedo acariciarla suavemente, cualquier mano, que quieras darme, dile, por favor, dámela. En tu mente, coges la mano y la acaricias, suavemente, suavemente la acaricias, y te das cuenta del niño. Oh, gracias, por ser parte de mí. La parte de mí, que no he hecho mucho caso y lo siento, por favor, perdóname, te
amo. Y ahora toca la otra mano, hablaremos de finanzas, le dices al niño: ok, son solo las memorias, donde están los problemas. Y le pides de dejarlos marchar. Por favor, déjalos marchar. Cualquier problema financiero, de hipoteca, de dinero, económicos, cualquier problema. Los problemas no son económicos no son financieros, son las memorias que se repiten, es la hipoteca que sostiene tu alma. Y tú quieres que este niño que tiene la hipoteca la deje marchar Por favor, déjala marchar, déjala ir. Los problemas con el banco, la quiebra, cualquier problema, de abuso de dinero, cualquier memoria que tengas de abuso económico déjalo marchar. Ahora le pides al niño, permiso para sostenerle la otra mano. Por favor, déjame coger tu otra mano. Así, le coges mentalmente la mano y le acaricias, suavemente, le acaricias. Quiero que te quede muy claro que es, en este niño, donde están almacenados todos tus problemas. Y por eso, tienes que tener una buena relación con este niño para que los deje marchar, y se vayan. Tú has creado este almacén, mírate a ti mismo, y tómate tiempo. Qué está pasando en mí, qué está pasando, ciertas experiencias, con cierta gente. Tú lo tienes que criar en tu vida. No sé qué memorias son, pero sé que tengo que resolverlo. Yo sé, que no sé de qué va esto, pero sé, que son las memorias en mí. Y habla al niño, por favor, déjalas marchar Esto es lo más importante, esta es la más importante y central relación en toda la creación entre la madre y el hijo. La madre puede traer a casa al niño y ser libre. El niño, puede limpiarlo todo, estar dispuesto a dejarlo marchar. A estar dispuesto a estar en ella, esto está llegando. Muchas gracias. Ahora, le pedimos permiso para sostenerle los hombros. Por favor, permítele sostener tus hombros. Tú alcanzas sus hombros y empiezas todo esto. Hablas, esto habla acerca del amor y de la presencia del niño. Te quiero, te quiero, gracias, gracias, gracias, por ser parte de mí. Estoy muy agradecido de saber que somos tú y yo desde el principio del tiempo y que no te he cuidado desde nunca. Por favor, perdóname, por ignorarte, no cuidarte, causarte dolor causar pena. Lo siento, te quiero, gracias, por ser parte de mí. Y entonces, tú le coges los hombros, y le dices permíteme coger tus hombros, y darme mi ilimitado amor Si buscas a una pareja de negocios, esta relación con el niño es la mejor relación de negocios, en toda la creación La relación entre el hijo y la madre trabaja por tiempo para todo así que, cógele los hombros, y mírale a los ojos y date cuenta de que le has causado dolor, y date cuenta de que le has causado dolor. Dile perdona, te quiero, lo siento, gracias por dejar que se marche el dolor, los problemas, y dejar que tú y yo seamos libres de todas estas memorias. Así podemos caminar de la mano, hacia la divinidad, como almas puras, hacia la luz. Tú puedes hacer esto en la mañana, tú puedes hacer esto en la tarde. Te puedes tomar unos pocos minutos cada día, para conectarte. Haz esto y tu niño interior será tu pareja. Ahora, os voy a pedir hacer siete rondas de respiración. Ambos pies en el suelo, los dos dedos, el gordo y el índice tocándose. Las dos manos sobre
las rodillas o sobre el regazo. Y a respirar, respirar, es limpieza. El niño lo agradecerá. Una ronda de siete respirando, contando siete inspirando, contando siete recibiendo, contando siete inspirando, contando siete veces Muchas gracias. http://despertarycrecer.blogspot.mx/2013/08/dale-tu-nin-interior-lo-qnecesita.html
Sanarse con el CORAZON: la Cura milagrosa
Publicado por A L E X I S A el julio 9, 2014 a las 3:30pm
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Sanarse con el Corazón: la Cura milagrosa La enfermedad es algo con lo que la humanidad ha batallado durante mucho tiempo. Actualmente, se puede encontrar allá afuera una gran variedad de alternativas, medicinas, remedios, terapias, etc. para lograr una sanación. Sin embargo, a pesar de las muchas propuestas, no siempre la persona puede lograr una sanación entera, no siempre funciona lo que se elige o funciona por períodos. Muchas veces, por más que se busca, no se encuentra la forma de sanar por completo una afección, y se tiene que padecer de por vida, haciéndose uno esclavo o preso de medicamentos, consultas, dolores, etc. ¿A qué se debe la Sanación del Corazón?
La sanación es un proceso de recuperación del equilibrio y las funciones naturales y espontáneas del cuerpo. En realidad, la salud es el estado natural del ser humano. Lo único que hacemos nosotros es interferir o dejar fluir la capacidad que tiene el cuerpo para estar sano. Una sanación completa no solamente considera un cuerpo, pues el cuerpo sólo es el reflejo de una serie de hábitos y actitudes tanto físicas como emocionales y mentales. Si uno se enfoca en el cuerpo para sanar, lo que se considerara es eliminar el síntoma y entonces la curación estará enfocada en “quitarse el dolor” o el desagradable síntoma cuanto antes, lo que puede provocar que no se lleve a cabo una cura completa, sino un efecto pasajero de alivio. Entonces, tenemos que el dolor se va de momento, pero luego la enfermedad regresa o incluso se agrava. No es lo mismo aliviarse que curarse El alivio es una salud pasajera. La curación consiste en volver al cuerpo fuerte, resistente y energético. Cuando uno busca alivio, busca deshacerse del dolor, ya sea disfrazándolo o adormeciéndolo con pastillas sin querer saber más de él. Cuando uno busca sanarse, busca entender el dolor para poder transformarlo. ¿Cómo ocurre una Curación completa? Una cura completa ocurre cuando, ya sea de forma consciente o inconsciente, se libera de nosotros aquello que está obstruyendo nuestra propia capacidad curativa. Muchas veces no importa tanto el remedio que escojamos para sanarnos, sino que lo que más importa es la intención que tengamos de sanarnos y de considerar y “ver” algo en nosotros mismos que desconocíamos o no comprendíamos. La salud de nuestro cuerpo no es cosa de suerte. Como hemos dicho, es el resultado de una serie de hábitos y actitudes. Y así como el alimento forma parte esencial de una curación y los hábitos de vida como el descanso, el buen respirar, etc. son parte fundamental de la curación, también lo que sentimos influye poderosamente en nuestro cuerpo. El cuerpo refleja, entre otras cosas, lo que nos conmueve y emociona, y la forma en la que reaccionamos ante lo que nos sucede diariamente. Así que si queremos un cuerpo realmente fuerte y curado, necesitaríamos considerar la forma y la perspectiva con la que estamos viviendo, pues ese puede ser el punto clave para lograr una curación efectiva, profunda e incluso rápida o hasta milagrosa. Considerar esto es considerar la parte más sublime del ser humano: su ser espiritual. Además de elegir un tratamiento para tu curación, una dieta adecuada y ciertos hábitos de vida, te recomendamos seguir esta guía curativaemocional que te ayudará a sanarte profundamente. ¿Cómo sanar desde el Corazón?
En realidad es muy sencillo. Se trata de hacer un poco de consciencia en la forma en la que se está viviendo. Muchas veces no se nota, pero se está viviendo con mucha tensión, presión, prisas, descontento, etc. Muchas personas se han acostumbrado a vivir bajo presión, miedo, ira, o ansiedad e incertidumbre, todo esto influye de forma poderosa en la salud, pues bloquea el buen funcionamiento de los sistemas y órganos. Si te encuentras enfermo o enferma y deseas curarte en verdad, aprovecha este momento y conviértelo en un momento de introspección profunda el cual te ayudara a curarte y a que tu cuerpo en verdad se vuelva más resistente y fuerte. Algunas preguntas y recomendaciones clave para hacer consciencia y sanar desde el corazón: Mira lo que haces con más profundidad y pregúntate si estás enfermo: ¿Realmente disfruto lo que hago diariamente? ¿Estoy trabajando con miedo o tensión? ¿Invierto mi tiempo en lo que realmente quiero? Y si no, ¿en qué me gustaría realmente invertir mi tiempo? ¿Por qué no lo hago? ¿Estoy trabajando con un sentimiento de competencia? ¿Me exijo demasiado? Complacer o rescatar a los demás: También debes considerar estas preguntas: ¿Estoy tratando de quedar bien con algo o con alguien? ¿Me siento forzado a decir lo que no siento o a ser lo que no soy? ¿Quiero rescatar a alguien o ser “el bueno” de la película, olvidándome de mi mismo? Estas son otras preguntas claves: a) ¿Qué es lo más importante en mi vida? ¿realmente estoy dedicando mi vida a lo que quiero? b) ¿Estoy encaprichado en que alguien me de lo que necesito y quiero? c) ¿Le exijo constantemente a las personas como deben ser, según mi punto de vista? d) ¿Qué es lo que me falta para hacerme feliz? e) ¿Realmente quiero ser feliz o quiero que los otros me hagan sentir feliz? f) ¿Me critico demasiado? g) ¿Cómo me hablo a mí mismo? h) ¿Permito que los demás me traten de formas indignas o poco respetuosas? Usa tu tiempo con sabiduría Todas estas preguntas te pueden ayudar a reorganizar y orientar tu tiempo y dedicación hacia lo que realmente quieres. Quizá te des cuenta de que quizá sería conveniente llenar tu vida con nuevas ideas y nuevas formas de reaccionar; quizás darte más tiempo libre para ti y para realizar lo que realmente deseas.
Puede ser que hayas visto la forma severa en que te hablas o tratas o estás permitiendo que alguien te trate como no te gusta sólo porque tienes miedo a cambiar o seguir otro rumbo. También puede que consideres el ritmo con el que has vivido y qué tanto has nutrido tu parte espiritual, lo cual consiste principalmente en aprender a ser feliz y a sentirte libre y creativo. Vivir con prisas, acelerado, tenso, con resistencia, etc. te exenta del disfrute y gozo de lo que realmente haces. Y esto no te llevará sino a enfermarte tarde o temprano. Estar dispuesto al cambio Considerar lo anterior es comenzar a tener disposición para un cambio mucho más placentero en tu vida. El primer paso es darse cuenta de qué es lo que te está provocando resistencia, disgusto o ganas de no querer “estar en el día”. Luego, debes empezar a reorientar poco a poco tus actividades hacia lo que realmente quieres o sientes que quieres ser o hacer. El simple hecho de querer reorientar tu vida hacia lo que quieres comienza a despertar una energía en ti que activa la fuerza curativa en tu cuerpo. Es como decirle al cuerpo con total convicción: ¡ahora sí quiero estar aquí! ¿Perdonar sana? En realidad sí y es un paso importante para sanar. Pero sólo si comprendes que es realmente perdonar. Perdonar no es una acción forzada. Perdonar es un estado de comprensión. Significa, a grandes rasgos, que te has dado cuenta de que nadie en esta vida sabrá hacerte feliz, porque unos no saben ni cómo serlo y otros están muy ocupados en sus propios dolores o carencias, o simplemente porque nadie tiene la obligación de hacerte feliz. Así que ser feliz es tu responsabilidad. Cuando entiendes en verdad esto, entonces podrás notar que nadie te debe nada porque todos han hecho, dentro de sus posibilidades, lo mejor que han podido. Estar enfocado en que alguien debió ser de determinada forma o culpar a tus padres porque no te criaron de la forma adecuada no tiene ningún sentido cuando en verdad quieres sanarte. Ningún padre sabe cómo criar exactamente a un hijo, ni las personas que te rodean saben cómo querer o relacionarse de forma armónica porque no lo han entendido en ellas mismas. Así que empieza por ti; enfoca tu energía en encontrar lo que amas y te complace, y verás como poco a poco el rencor sale de tu corazón. No te desesperes mientras te curas Si en verdad has puesto empeño a tu tratamiento y has considerado y hasta empezado una nueva forma de ver y vivir la vida, y no ves cambios en tu salud, no te desesperes. Piensa que tu cuerpo tomará el tiempo que sea necesario para restaurarse, pero no pierdas de vista que te estás curando, pues si sanas tu corazón y tu vida, tu cuerpo sin duda sanará. Sé persistente y no dejes de enfocarte en lo que quieres lograr y en lo que amas, no pierdas de vista la imagen del hombre o mujer en que quieres
convertirte. Si eres paciente contigo mismo y te empeñas en sanarte considerando todo lo que eres, tanto en tu aspecto físico como en el mental y el espiritual, la curación sin duda se dará.