Ecologia Aplicada 3tv31

ECOLOGIA APLICADA Conceptos Básicos Hoy día el concepto de ECOLOGIA es complejo. Es la ciencia que estudia las relaciones entre los seres vivos y su medio, y las interacciones de estos seres vivos entre sí. Por oposición al resto de las ciencias, la Ecología es una ciencia generalista y de síntesis, pues reúne conocimientos que pertenecen a otros sectores científicos, para analizar la organización de la Naturaleza, sus mecanismos y sistemas, y la interacción entre todas sus partes. Dentro de la Ecología existen varias disciplinas básicas que pueden aplicarse, combinadas o individualmente, al estudio de los seres vivos y de su hábitat, como la autoecología, sinecología y la dinámica de las poblaciones. En un principio, la Ecología considero a cada especie individual y aislada (por ej., ecología de la encina) estudiando su comportamiento ambiental, sus respuestas ante la variación de las condiciones de su hábitat en función de su fisiología y sus adaptaciones respectivas al medio ambiente; es lo que se denominó AUTOECOLOGIA. La Autoecología, por tanto, las relaciones de una única especie, aislada, con su medio, determinando sus preferencias y condiciones ambientales optimas y la influencia de ese medio sobre su morfología, su fisiología y su comportamiento. La información obtenida por la Autoecología es precisa y detallada, en detrimento de una información más general referida a las relaciones de unas especies con otras. Efectivamente, en la historia de la Ecología se descubrió en un momento determinado que las interacciones entre los seres vivos eran numerosas y complejas, incluso entre especies muy separadas dentro de la escala natural. Nace así la SINECOLOGIA, que es la Ecología del conjunto de especies y de sus interacciones: Parasitismo, competencia, relación presa – depredador, etc. La información obtenida de la Sinecología es mucho más general, afectando a los seres vivos como conjunto, pero no profundiza sobre las características y el comportamiento ambiental de cada especie. Por eso la Autoecología y Sinecología se complementan, y si se establece esta distinción, es por comodidad y para mejorar el estudio de la Ecología. Se podría hacer una tercera división de la Ecología con la DINAMICA DE LAS POBLACIONES, o descripción de las variaciones de las diversas especies y sus causas. Se entiende por población el conjunto de individuos de una misma especie. Esta parte de la Ecología describe todos los mecanismos generadores de variación demográfica de las poblaciones (multiplicación de los individuos, mortalidad, etc.), con objeto de conocer la abundancia o densidad de éstas, su crecimiento, su distribución por edades, las fluctuaciones y sus causas, etc. Dicho estudio se realiza, por una parte, mediante la investigación de campo, sobre el terreno, y por otra a través de la investigación de laboratorio y de la creación de modelos matemáticos de explicación y predicción de la dinámica de las poblaciones. En otro orden de cosas, es importante hacer una distinción entre Ecología, como ciencia y ECOLOGISMO, como actitud. El ecologismo agrupa una serie de actividades, actitudes y concepciones filosóficas bastante alejadas en la mayoría de los casos del concepto de Ecología. El término MEDIO AMBIENTE se refiere al conjunto de factores abióticos o fisicoquímicos (clima, topografía, suelo, etc.) y de factores bióticos o factores tróficos (parasitismo, predación, competencia, etc.) que regulan y condicionan la existencia de los seres vivos.

Dentro de la Ecología, el hombre no fue considerado, en un principio, como parte activa y por lo tanto objeto de estudio, sino como ente superior y como observador. Más tarde, sin embargo, la Ecología situará al hombre en su lugar, apoyándose en su dimensión biológica y social: el resultado de una ECOLOGÍA HUMNA que se ocupa de los sistemas humanos en relación con su medio físico, es decir estudia las interacciones entre el hombre, sus problema y actividades y el medio ambiente (habría que analizar también los últimos enfoques antropomórfico o naturista sobre la posición del hombre en la Naturaleza). La ecología moderna surge como consecuencia de una crisis del medio ambiente asociada al progreso, a la revolución tecnológica e industrial y al crecimiento demográfico, que provocan el desarrollo de una conciencia “ecológica” por parte de la opinión pública. Esta crisis se manifiesta a través de una situación de deterioro del medio ambiente de creciente gravedad: La destrucción de la capa de ozono, la desertificación, la deforestación, el calentamiento del planeta, la eutrofización de ríos y lagos, la sobrexplotación de recursos, la urbanización de zonas rurales, el almacenamiento creciente y descontrolado de residuos tóxicos y peligrosos, residuos nucleares, etc. Los esfuerzos actuales de la Ecología están dirigidos a reconciliar progreso y medio ambiente, para disminuir el daño ecológico sobre el suelo, sobre el agua, sobre el aire, y sobre los seres vivos, asumiendo la responsabilidad del hombre y su papel en la protección del medio ambiente. Caracterización de los ecosistemas El espacio ocupado en nuestro planeta por los seres vivos recibe el nombre de BIOSFERA. El estudio de la Biosfera en su conjunto y de sus interacciones es imposible debido a su extensión y complejidad. Por eso, se designo una unidad más pequeña, el ECOSISTEMA, como unidad funcional de esa Biosfera. El ecosistema es un sistema complejo de interacciones entre las diferentes especies y entre éstas y su medio. Se define POBLACION como el conjunto de individuos de una misma especie, y al conjunto de poblaciones que habitan en el mismo medio se denomina BIOCENOSIS o COMUNIDAD. El BIOTIPO es precisamente ese medio ocupado por la biocenosis, es decir, el espacio que encierra todos los recursos necesarios para mantenimiento de la vida. La biocenosis y el biotipo constituyen el ecosistema; efectivamente el ecosistema esta definido por dos componentes, una parte viva que lo habita, la biocenosis, constituida por las especies vegetales y animales, y una parte no viva, a modo de soporte, el biotipo, donde actúan los factores abióticos que determinan las características físico – químicas del medio. El funcionamiento y mantenimiento del ecosistema se realiza mediante las interacciones, recíprocas, entre biotipo y biocenosis, a través de los flujos de materia y energía. Los ecosistemas se han ido formando en una evolución lenta, y como consecuencia del proceso de adaptación de las especies a su medio. Se puede hablar, por tanto, de un parámetro que caracteriza a los ecosistemas: su edad. Así, un ecosistema será joven o maduro en función de su capacidad para captar la energía disponible y transferirla a las especies que lo constituyen. A medida que esta energía es captada y transferida al mayor numero de posible de especies, mayores serán la estabilidad, la madurez, el equilibrio, la organización, y la complejidad de los ecosistemas.

Estos poseen, pues, un mecanismo de autorregulación capaz de resistir, dentro de unos limites razonables, modificaciones y variaciones bruscas externas o internas. En este sentido, reviste especial importancia la EXPLOTACION DE LOS ECOSISTEMAS, o exportación de materia viva, que supone transferencia de energía y de información. La explotación provoca una regresión o rejuvenecimiento del ecosistema explotado, pues implica perdidas de estructura, de organización y de información interna, mientras que el sistema explotador amplia su información. La explotación puede ser debida bien a fenómenos físicos como el fuego, la erosión o las glaciaciones, que no permiten la evolución del ecosistema explotado, o bien a otro ecosistema explotador, como es el caso de la explotación debida al o entre un lago y un bosque: el lago se va enriqueciendo como consecuencia del aporte de hojas muertas y de otros restos orgánicos procedentes del bosque que se van sedimentado, aumentando la productividad de la masa de agua. Sin embargo, también pueden existir un flujo y por tanto una explotación en sentido contrario, aunque es menos importante. Un ej. lo tenemos con ciertas aves del bosque, que se alimentan de los peces del lago controlando así la demografía de las poblaciones ictícolas. El hombre se convierte también en explotador, pues extrae intencionadamente la biomasa y la energía de los ecosistemas, o bien introduce en ellos modificaciones que reducen su estabilidad, su organización y su complejidad. Surgen así los ecosistemas agrarios o agroecosistemas, que son unos ecosistemas rejuvenecidos y muy simples que se forman como consecuencia de la agricultura y de las prácticas agrarias, y también los ecosistemas industriales, que se constituyen como consecuencia de las propias instalaciones de la industria, del impacto de las practicas industriales y de la contaminación generada (vertidos, emisiones, residuos). Por otra parte, existen multitud de actividades humanas que afectan a los ecosistemas y que implican enormes desequilibrios: Urbanización acelerada de zonas rurales, invasión del asfalto, erosión del suelo, desertificación, deforestación, envenenamiento de flora y fauna, grandes incendios, eutrofización de ríos y masas de agua, etnocidio de pueblos primitivos, etc.