DOMINIO DE LAS ESCRITURAS
Hechos 7:55–56 Marco histórico Esteban declaró su testimonio de Cristo a los judíos incrédulos y éstos le apedrearon por lo que consideraron una blasfemia. Enseñanza doctrinal El Padre y el Hijo son seres separados y distintos. Aplicación misional Explica a las personas que no sean de la Iglesia que José Smith, al igual que Esteban, vio tanto al Padre como al Hijo y testificó que son personajes separados. Aplicación personal Para fortalecer tu fe en cuanto a la naturaleza de la Trinidad, lee el relato de José Smith de la Primera Visión que se encuentra en la Perla de Gran Precio.
Hechos 7:55–56 Pero Esteban, estando lleno del Espíritu Santo, puestos los ojos en el cielo, vio la gloria de Dios, y a Jesús que estaba a la diestra de Dios, y dijo: ¡He aquí, veo los cielos abiertos y al Hijo del Hombre que está a la diestra de Dios!
P E, e ll d Espíritu Santo, p l o e e c, v l gloria d Dios, y a Jesús q estaba a l diestra d D, y d : ¡H a, veo l c a y a Hijo d H q e a l d d D!
Romanos 1:16 Porque no me avergüenzo del evangelio de Cristo; porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree; al judío primeramente y también al griego.
Porque no me avergüenzo del evangelio de porque es poder de Dios para salvación a todo Cristo; aquel que cree;
NO al judío primeramente,
JUDIO
PODER DE DIOS y también al griego.
GRIEGO
1 Corintios 10:13 No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podáis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar.
No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podáis resistir,
TENTACIÓN
sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar.
1 Corintios 15:20–22 Pero ahora Cristo ha resucitado de entre los muertos; y llegó a ser primicias de los que durmieron. Porque por cuanto la muerte entró por un hombre, también por un hombre la resurrección de los muertos. Porque así como en Adán todos mueren, así también en Cristo todos serán vivificados.
P a C h r d e l m; y ll a s primicias d l q d. P p c l muerte e p u h, t p u h l resurrección d l m. P a c e Adán t m, a t e Cristo t s vivificados.
1 Corintios 15:29
De otro modo, ¿qué harán los que se bautizan por los muertos, si en ninguna manera los muertos resucitan? ¿Por qué, pues, se bautizan por los muertos?
De otro modo, ¿qué harán los que se bautizan por los muertos,
si en ninguna manera los muertos resucitan?
¿Por qué, pues, se bautizan por los muertos?
1 Corintios 15:40–42
Y hay cuerpos celestiales, y cuerpos terrestres; mas ciertamente una es la gloria de los celestiales, y otra la de los terrestres. Una es la gloria del sol, y otra la gloria de la luna, y otra la gloria de las estrellas, pues una estrella es diferente de otra en gloria. Así también es la resurrección de los muertos. Se siembra en corrupción, resucitará en incorrupción;
Y hay cuerpos celestiales, y cuerpos terrestres; mas ciertamente una es la gloria de los celestiales, y otra la de los terrestres.
Una es la gloria del sol, y otra la gloria de la luna, y otra la gloria de las estrellas, pues una estrella es diferente de otra en gloria.
Así también es la resurrección de los muertos. Se siembra en corrupción, resucitará en incorrupción;
Efesios 4:11–14 Y él mismo constituyó a unos apóstoles; y a otros, profetas; y a otros, evangelistas; y a otros, pastores y maestros; a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo, hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo; para que ya no seamos niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de doctrina, por estratagema de hombres que, para engañar, emplean con astucia las artimañas del error.
Y é m constituyó a u apóstoles; y a o, profetas; y a o, evangelistas; y a o, pastores y maestros; a f d perfeccionar a l s p l o d m, p l edificación d c d C, H q t ll a l unidad d l f y d c d H d D, a u varón p, a l m d l e d l p d C; P q y n s niños f, ll p d d t v d doctrina, p e d h q, p e, e c a l a d e.
2 Tesalonicenses 2:1–3 PERO os rogamos, hermanos, en cuanto a la venida de nuestro Señor Jesucristo, y a nuestro recogimiento con él, que no cambiéis fácilmente vuestro modo de pensar, ni os conturbéis, ni por espíritu, ni por palabra ni por carta como si fuera nuestra, en el sentido de que el día del Señor está cerca. No os engañe nadie de ninguna manera, porque no vendrá sin que antes venga la apostasía, y se manifieste el hombre de pecado, el hijo de perdición.
PERO os rogamos, hermanos, en cuanto a la venida de nuestro Señor Jesucristo, y a nuestro recogimiento con él, que no cambiéis fácilmente vuestro modo de pensar, ni os conturbéis, ni por espíritu, ni por palabra ni por carta como si fuera nuestra
en el sentido de que el día del Señor está cerca.
NO cambiéis No os engañe nadie de ninguna manera, porque no vendrá sin que antes venga la apostasía,
, y se manifieste el hombre de pecado, el hijo de perdición.
2 Timoteo 3:1–5
ESTO también debes saber: que en los postreros días vendrán tiempos peligrosos. Porque habrá hombres amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a sus padres, ingratos, impíos, sin afecto natural, implacables, calumniadores, sin dominio propio, crueles, aborrecedores de lo bueno.
AVAROS, VANAGLORIOSOS, SOBERBIOS, BLASFEMOS, DESOBEDIENTES A SUS PADRES
POSTREROS DÍAS: TIEMPOS PELIGROSOS
ingratos, impíos, sin afecto natural, implacables, calumniadores, sin dominio propio, crueles, aborrecedores de lo bueno.
2 Timoteo 3:16–17
Toda Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para reprender, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente instruido para toda buena obra.
2 Timoteo 3:16–17
•ENSEÑAR. •REPRENDER. •CORREGIR •INSTRUIR EN JUSTICIA
SEA PERFECTO, ENTERAMENTE INSTRUIDO PARA TODA BUENA OBRA
En el mundo preterrenal Dios prometió la vida eterna a los que fueran fieles en la vida terrenal (véase Tito 1:1–3).