Blake, William - Poemas Profeticos Y Prosas 4h6r17

WILLIAM BLAKE

POEMAS PROFETICOS Y PROSAS Versión y prólogo de Cristóbal Serra

BARRAL EDITORES BARCELONA 1971

Original de la cubierta Julio Vivas Sobre un dibujo de Blake

6 Cristóbal Serra © Propiedad de la presente traducción etpañola BARRAL EDITORES, S. A. Rda. Gral. Mitre, 9 - Barcelona Depósito Legal: B. 49341 -1971 Impreso en Gráficas Diamante: Zamora, 83 - Barcelona

PRÓLOGO

William Blake, el más espiritual de los artistas, poe­ ta místico y pintor, contemporáneo de Walter Scott, na­ ció el 28 de noviembre de 1757. Nacido bajo la tiniebla de un otoño londinense, había de ser “ el más religioso de los grandes poetas ingleses” , si bien con una religio­ sidad poética hecha de luz y de sombra. Desde mucha­ cho demostró poseer un temperamento fuertemente visual y alucinatorio. Su primer biógrafo, Gilchrist, nos lo pre­ senta como un soñador impenitente, como un adolescente ávido de recorrer los aledaños de Londres. Este solitario errabundo, apenas mozo, era un alma de temple román­ tico que necesitaba de la visión del campo verdegueante y de la luz indecisa de los crepúsculos. Cuando más ma­ duro, uno de sus paseos favoritos será llegarse hasta Blackheath. La vida edénica del campo enriquecerá su mente con imágenes idílicas que, junto a las imágenes violentas, caracterizarán su gran poesía. En Peckham Rye, cerca de Dulwich Hill, no tenía aún los diez años, cuando tuvo la primera visión. Paseándose deleitosamen­ te, miró hacia el cielo, y vio un árbol colmado de angé­ licas alas fulgentes que, adornadas con lentejuelas, bri7

liaban en cada rama como estrellas. De vuelta a los la­ res paternos, cuenta la visión gozada al padre, que está a punto de darle una paliza, de no interceder su madre. Si sacamos a relucir estas visiones alucinatorias es con el fin de que sirvan de ayuda para mejor comprender las vistas del mundo espiritual que le asediaron en Felpham donde vio una vez los “ funerales de un hada” . En el jardín se le ofreció la visión de unos minúsculos seres que llevaban el cadáver de un hada sobre una hoja de rosa; y cantando la enterraron y se desvanecieron. Esta visión puede emparejarse también con las de sus últimos años, cuando el Poeta ve con ojos de niño tremebundas visiones. Un amigo de aquellas circunstancias, el poeta y astrólogo, John Varley, consigue que Blake le plasme algunas; y de aquellos dibujos han quedado como me­ morables el retrato del Constructor de las Pirámides y el Fantasma de una Pulga; monstruoso ser, mitad hom­ bre, mitad bestia, que tiene en la mano una copa de san­ gre que se apresta a beber. Las visiones casi arcádica9 de los primeros años se tornarán después torvas y cada vez más complejas. Los relatos que nos han llegado de tales visiones ha­ cen suponer que Blake era víctima de alucinaciones, pero él se ha cuidado de explicamos que sus visiones eran hijas de la “ imaginación” , y que poseía una facultad co­ mún a cualquiera que se esfuerce en ejercitarla. Un fan­ tasma, solía repetir, se ve con el ojo corporal arrebolado, pero una visión se ve con el ojo mental. Mona Wilson, que ha dedicado una biografía exhaustiva al poeta, ob­ serva que Blake concebía sus retratos visionarios antes del anochecer, y que frecuentemente los esbozaba de no­ che. Esto hace sospechar que tenía la experiencia normal de las imágenes hipnagógicas, cosas vistas en el dintel del sueño, figuras proyectadas como por una linterna mágica. 8

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Segundo de los hijos de un modesto mercero, su pa­ dre, comprendiendo que el niño no es de condición co­ rriente, le proporciona una educación, en cierto modo, esmerada. Blake se mueve así, desde su niñez, en una atmósfera de solícita educación. A la escasa edad de diez años, su padre le costea unas clases de dibujo en la es­ cuela de Pars, en el Strand. Esta escuela de dibujo era la antesala de los artistas en ciernes que ingresaban luego en la Academia de Pintura y Escultura de St. Martin’s Lañe. Allí dibujó los modelos clásicos que le propuso Pars; y de esta época quizá datan sus lecturas precoces — los Isabelinos, Shakespeare, Milton, Dante, la Biblia. El libro que más honda huella le dejó fue el Paraíso Perdido de Milton. El tema de la Caída, tema central de los Libros Proféticos, le es sugerido por el poema miltoniano, antes que por la Biblia. A la edad de cátorce años, entró de aprendiz en el taller del grabador Basire, abrazando la profesión que nunca abandonaría a lo largo de su vida. Por esa época empezó a escribir poesía y nacen los “ Esbozos Poéticos” . Lee en este período a Burke, a Locke (Ensayo sobre el Entendimiento Humano), a Bacon y las Reflexiones so­ bre el arte de los Griegos de Winkelmann. Se sabe que Basire, noticioso de sus rencillas con los compañeros de taller, lo empleó para dibujar las tumbas de la abadía de Westminster, con lo cual pudo familiarizarse con el gótico, y de paso descubrir que el color cubría las escul­ turas monumentales de las iglesias de Londres; y quizá fuera éste el punto de partida de aquella “ síntesis de las artes” que buscó afanosamente en Uluminated Printing, mezclando la pintura con la escritura poética. Terminado su aprendizaje con Basire, Blake se ins­ cribe a los veintiún años en la Real Academia. Allí mues9

tra su desprecio por el óleo y sus preferencias por el grabado, la acuarela y el temple; le repugna dibujar lo real. Se niega a estudiar a Rubens y a Le Brun, concen­ trándose en los grabados italianos sacados de las otras de Rafael y Miguel Ángel. Y al conservador de la Academia Real, el suizo Mosser, que quiere apartarlo de aquellas obras, tildándolas de inacabadas, Blake le responde: “ Es­ tos cuadros de Rubens, que tiene por acabados, no se empezaron nunca; cómo pueden ser acabados” . En 1780 llega a exponer sus obras en la Real Aca­ demia: una acuarela y dos dibujos. Dos años después, su hermano Robert, por quien sentía un gran afecto, murió víctima de una tuberculosis; y Blake, después de 1785, tuvo una visión en la cual Robert le enseñó un nuevo método de grabar y colorear al mismo tiempo él texto y las ilustraciones. Blake había de emplearlo en adelante y tenía que ser el medio eficiente y duradero de 3ar a conocer su genio al mundo. *

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En 1782 Blake se casó con Catherine Boucher, sin contar con el beneplácito paterno. Se casa a los veinti­ cinco años, y el joven matrimonio no volverá a pisar la casa del mercero. Lo que sabemos de este matrimonio nos permite afirmar que Blake encontró en su mujer, si no la compañera ideal, la compañera dulce y sumisa. Sin duda, Catherine constituyó una ayuda a su tarea creadora, y le salvó posiblemente de la locura, como hay quien ha sugerido. Catherine, por otra parte, no le podía ofrecer la plenitud vital, y Blake canalizó sus necesidades emocionales o físicas a través del mundo de la poesía. Parece ser que Blake tenía en poca estima a las mujeres; sin sentir hacia ellas animadversión, las consideraba seres inferiores, óptimos para los afectos familiares y conyu­ 10

gales, pero inaccesibles a los fuegos del amor auténtico. Saurat, llevado de unas noticias de Mona Wilson, pone de relieve que Catherine no podía dar satisfacción plena a la fogosa sensualidad del marido, pues, sobre ser edu­ cada en un estricto puritanismo, que la capacitaba más para la sumisión matrimonial que para el amor, era de natural enfermizo. Esto debe de haber exasperado abier­ tamente a Blake, que por temperamento y convicciones era reacio al ascetismo y a la austeridad. Saurat atribu­ ye la falta de descendencia del matrimonio a la fe cátara más o menos consciente de Blake, contraria a la perpe­ tuación de la vida terrena; otros la suponen consecuencia de las crisis de Catherine provocadas por el temperamen­ to violento y difícil del marido. La vida conyugal, como en fin toda la existencia de Blake, está sembrada de ra­ rezas. Un día, por ejemplo, obligó a la mujer a que pi­ diera perdón de rodillas a su hermano Robert por una pulla que le había encajado. Uno de sus amigos, Thomas Butts, encontró un día a Blake y a Catherine completa­ mente desnudos, en un pequeño pabellón del jardín de su casa de Poland Street, compenetrados con el papel de Adán y de Eva del Paraíso Perdido, poema del que reci­ taban entusiásticamente pasajes. Blake fue muy propenso a encarnar personajes históricos, proyectándolos durante un cierto tiempo. “ Yo soy Sócrates, o Moisés, o uno de los Profetas” , solía decir en forma descabellada; y siem­ pre su entusiasmo desbordante encontraba eco en su mu­ jer. La anécdota del jardín muestra hasta qué grado la esposa era dócil a sus extravagancias. Pero Blake encon­ traba todavía insuficiente la docilidad de su esposa. Mona Wilson, en su Vida de W. Blake, nos informa que un día el poeta anunció a su mujer que, como partidario de la comunidad de mujeres, iba a pasar de la Teoría a la práctica, y comenzaría por tomar una concubina. La pobre Catherine se echó a llorar. Blake, ante la reacción 11

de su mujer, desistió de su propósito, aunque no abdicó de sus teorías sexuales. En un poema del Manuscrito Pickering, titulado “ William Bond” , encontramos una alusión a este episodio tragi-cómico de su vida conyugal. La audacia de Blake en materia sexual se limitó a escritos y manifestaciones. Crabb Robinson anota en su “ Diario” que una vez Blake le hizo sensible que era par­ tidario decidido de la comunidad de mujeres. En reali­ dad, era un fiel seguidor de la doctrina de Boehme del Hombre Eterno Andrógino, y creía que el sexo pertenecía al mundo “ caído” del tiempo y del espacio; soñaba por tanto con un retorno, que creía próximo, de una Edad de Oro, en la que el egoísmo, los celos y la lujuria dejarían de existir sobre la tierra. Y entretanto se des­ fogaba contra la represión de los instintos, y de los deseos naturales, madre de la hipocresía. *

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A finales de 1788 escribe la primera parte de Can­ ciones de Inocencia, que le acreditaron poéticamente ante su generación y ante la posteridad. Casi al mismo tiempo que las canciones da a luz el Libro de Thel, una extraña alegoría mística. Thel tiene mucho de ensueño angélico. A Thel sigue, en 1790, El Matrimonio del Cielo y del Infierno, curioso testimonio de la irreverencia blakiana.. Es una tentativa para profundizar los abismos del Mal. Las viejas palabras — Ángel, Demonio— cobran tintes nuevos. En 1794 lanza Canciones de Experiencia, como com­ plemento a las Canciones de Inocencia, escritura poética más lúcida que los Libros Proféticos: escrito más libre de misticismo y abstracción.

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Entre 1789 y 1792, hasta el estallido del Terror de Septiembre, fue un vehemente partidario de la Revolu­ ción sa, como antes lo había sido de la americana. Su republicanismo era congénito; él mismo diría iróni­ camente: “ la disposición de mi frente me hizo republi­ cano” . Se tocaba con un gorro frigio en el momento en que Londres veía en los jacobinos ses a sus peores enemigos. En los locales del librero y editor Johnson, para el que Blake trabajaba como ilustrador, se reunía con un grupo de republicanos avanzados. Entre estos hombres de un republicanismo militante, ciegos para lo espiritual, Blake era una “ avis rara” que defendía aca­ loradamente el espíritu del Cristianismo por ellos repu­ diado. Blake siempre tuvo arranques de prudencia y sa­ gacidad en los asuntos ordinarios. Por aquella época, Blake se establece en Lambeth y traba amistad con Thomas Butts, lazo amistoso que había de durar treinta años. Butts no compartía la opinión casi general de que Blake estaba loco y, además, era un irador de su arte hasta el punto en que le comprará, sin discutir el precio, todo lo que el artista le ofrezca para librarse de la miseria. En Lambeth escribe los Libros Proféticos menores, desde las Visiones de las Hijas de Albión hasta el Canto de Los. Allí emprende asimismo la composición de Los Cuatro Zoas, titulada primeramente: “ Vala o la Muerte y Jui­ cio del Hombre Eterno” . * El período protección del en Sussex, en Allí compuso

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de Felpham fue muy feliz. Gracias a la poeta Hayley pudo vivir casi cuatro años una casita desde donde divisaba el mar. Milton y Jerusálem, “ bajo el dictado de 13

los Espíritus” . En Sussex, Blake disputa con un soldado llamado Schofield que se había introducido en su jardín. El soldado, que sufrió una furiosa embestida del poeta, acude a la justicia y acusa a Blake de revolucionario y de haber proferido insultos contra el ejército y el rey. Blake salió absuelto del cargo, pero este accidente no lo olvidaría jamás, y acrecentó su odio contra la autoridad militar. El nombre de Schofield figura en sus últimos poemas, como un símbolo de la brutalidad. Pero ya el carácter de Blake había sufrido mudanza. De una posi­ ción política revolucionaria pasaría a una posición anti­ dogmática en el orden religioso. Si en sus primeros li­ bros proféticos abogó por unas condiciones externas de la vida en las cuales la “ anarquía del amor” pudiese medrar, en los últimos poemas le vemos abogar por la pura anarquía del amor. *

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El favorable retiro de Felpham cambióse en 1804 por la reclusión menos grata de Molton Street. Allí no podía embelesarse con el jardín, los árboles y el mar. En esta calle londinense, se instaló en un primer piso, en el cual permaneció casi diecisiete años. Los primeros libros que sacó a luz, estando en esta nueva casa, fueron dos libros ilustrados con grabados: Jerusalem y Milton. El primer poema, si podemos llamarlo poema, estaba en gran parte escrito en prosa, y en él raramente aparecía el verso. Jerusalem, de acuerdo con el propósito de Bla­ ke, no se parece ni de cerca a los Libros Proféticos de los primeros días. No se refieren en él guerras, pena­ lidades, sufrimientos, lamentos de Ore, Rintrah, Urizen o Enitharmon, aunque esos nombres suenen de tarde en tarde. El propósito claro de Jerusalem es llegar a un estilo 14

tan concreto y perfecto como la misma visión, no empa­ ñado por las engañosas bellezas de la naturaleza ni los exornos enajenadores de la forma convencional. Milton, estilísticamente, sigue la línea de Jerusalem; hasta pu­ diera ser su continuación. Tan oscuro como su preceden­ te, contiene, no obstante, el mismo fervor religioso, la misma elevación, y la misma finalidad sacra. íjc

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En 1821, Blake se traslada a Fountain Court, en el Strand, donde vivió hasta su muerte, acaecida en 1827. En los últimos años, le rodeó un grupo de amigos y de iradores jóvenes, que se gozaban con su charla, y-a los que abría su alma efusiva y generosa. En torno a la figura de Blake, canosa con los años, se reunían para discutir libremente sobre arte, en una época de academias y de cánones. Para esos jóvenes inquietos, la casa de Blake era “ La Casa del Intérprete” . Todavía, después de treinta años, pervivía la mística influencia del Poeta en todos los que le trataron y le amaron. Un mediodía de agosto de 1827, el grupo de amigos escogidos — Richmond, Calvert, Tatham— asistieron al sepelio del Poeta en Bunhill Fields, lugar de descanso de ilustres inconformistas. El entierro de los grandes hombres suele ser precipitado, sórdido, desigual y una tumba anónima les espera. El de Blake fue el aconte­ cimiento propio de quien había nacido y había sido bautizado en la iglesia de los rebeldes. $

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La posteridad tiene en cuenta el genio de Blake pero, en su época, no tuvo el reconocimiento de la crítica ni la consideración del mundo. Es casi comprensible que le 15

trataran mal sus contemporáneos, pues apenas podemos imaginar un momento o un esquema de las cosas en los cuales haya podido vivir o descansar sin un asomo de rebeldía. Todo lo que se daba por aceptado, en el terreno del arte, lo desechó; todo lo que se itía como bueno en el orden poético lo anatematizó. Lo que era bueno para los otros hombres, y en realidad excelente dentro de su orden, era para él lo peor. Reynolds y Rubens eran embadurnadores y diantres. Por otra parte, en un siglo en que imperaba la Razón crítica, él estuvo poseído por un raro fervor y una rara creencia; entre cuerdos que no tenían inconveniente en refutarlo todo y en no dejar nada sin prueba, era un loco que creía una cosa por el mero hecho de que era imposible probarla. Vivió y tra­ bajó fuera de las normas establecidas y esto le valió la incomprensión. Blake, como muchos incomprendidos, estaba dividido entre una desafiadora justificación de la oscuridad de su obra y la creencia de que ésta podía ser asimilada por inteligencias no corrompidas por el mate­ rialismo de la vida. Blake ilustra mejor que ningún otro artista las inquietudes mayores de la edad moderna. En primer lugar, la rebelión contra las realidades terrestres ficticias; después, la necesidad de superar con la Ima­ ginación las trabas del pasado. Cuando se mira históri­ camente, la lucha de Blake es simple y clara. El tiempo ha convertido en fulgores las pretendidas oscuridades de la poesía blakiana. En medio de todas las contradic­ ciones aparentes, de las incoherencias momentáneas, bri­ lla su poesía con luz inusitada; y decir de él que fue un poeta-filósofo no es pecar de inexactos. Pues su filo­ sofía tiene su piedra angular y sus cimientos. No está montada milagrosamente en el aire, como algunos lecto­ res pudieran sentirse tentados a creer. Todo en el pen­ samiento de Blake es congruente. Tenía que atacar a los deístas y lo hizo; tenía que descubrir los estragos de la 16

Razón y llevó a la perfección, infatigablemente, esta obra descubridora. A los lectores de talante especulativo no ha de serles muy difícil derivar un sistema filosófico que, si no siempre es preciso, resulta armonioso. Se alcanza pronto que este sistema rechaza toda teología ortodoxa o heterodoxa que afirma el primado del Bien tradicional sobre el Mal tradicional y la superioridad de la Razón sobre la Imaginación. El Cristianismo de Blake era ciertamente herético, pero fundado en viejas premisas. Si identificaba a Cris­ to con la bondad, hacía de Jehová un símbolo nefasto de terror y tiranía. Y éste, no obstante, es el punto esen­ cial de toda la poética de Blake. Para comprender su gran poesía y su anarquismo poético desde las primeras voces hasta los últimos gritos, hay que imaginar al “ niño” hipersensible, ultrajado por las estructuras de las escue­ las y de las iglesias, que leyó, ya mayor a los profetas del Viejo Testamento, y que descubrió en Jesús el modelo de su concepción del amor. Es, por otra parte, un hecho básico para comprender a “ este mago blasfemo por ansias de lo santo” — que no persiguió jamás la gracia a través de la disciplina y el dogma. Si le atrajeron los Profetas fue porque expresaron el espíritu, no la letra de la Ley. La ortodoxia surrealista relegó la obra blakiana y la del Bosco al oscurantismo religioso. En los Vasos Co­ municantes, Bretón, contradiciendo su innegable pro­ clividad a los entes misteriosos, recusó “ los seres imagi­ narios engendrados por el terror religioso y salidos de la razón más o menos turbada de un Jerónimo Bosco o de un William Blake” . Los motivos de esta condenación nos llevarían muy lejos, de tener que precisarlos. Bretón nunca pensó que hubiese contradicción entre su profesado materialismo y su actitud esencialmente antimaterialista. Cabe, pues, proclamar a Blake “ surrealista a medias” , ya que sus vi17

siones no son libérrimas, producto del ensueño sin asi­ dero o de la asociación errática, sino que surgen de un sentimiento directo que encuentra cabida en una cons­ trucción básicamente lógica antes que alucinatoria. Las fronteras entre poesía y prosa se ofrecen en Blake indecisas. Poeta en el sentido original de la palabra, crea una prosa poética firme y musculosa. Pudo dejarnos una prosa irable porque la poesía en la que era diestro es un arte más preciso que la prosa y escribirla implica cualidades que son muy estimables para la “ otra armo­ nía” . Sabía Blake que la prosa no es sólo arquitectura sino ritmo. Llevado de su inclinación hermética, tiende a la expresión aforística. De ahí que tengamos que con­ siderarle como a uno de los máximos exponentes de la escritura aforística. El aforismo poético, que en Heráclito y algunos románticos alemanes tuvo sus máximos cul­ tivadores, se convierte con él en “ aforismo relampa­ gueante” . Por otra parte, las cosas espontáneas y petulantes que Blake escribió en los márgenes de los libros que solicita­ ron su atención de lector, nos lo presentan como un ha­ cedor inveterado de notas y apuntaciones. Desahogos de lector, constituyen una exposición sistemática de sus odios y de la intensidad de éstos. Nacieron para ser simple­ mente notas, es decir, para ser advertidas en su día. Agre­ gadas a su obra profètica y visionaria, nos dan una visión aún más acabada de su Genio que, si habló de una ma­ nera confusa y oscura, supo encontrar la frase lapidaria. C r is t ó b a l S e r r a

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INTRODUCCIÓN Salí por los valles selváticos silbando alegres ritornelos, sobre una nube vi a un niño que me dijo riendo: “ Silba un airecillo acerca de un Corderuelo.. Lo silbé con gran alborozo. “ Silbador, de nuevo...” ; Reanudé y al oírlo lloró “ Ahora abandona el silbo feliz Cántame aires alegres...:” y canté el airecillo del Corderuelo, al oírlo rompió a llorar “ Siéntate, silbador, Escribe un libro para todos...” Diciendo esto, desapareció, Cogí entonces una caña, Hice con ella un cálamo rural y se enturbió el agua clara Fueron escritos motivos dichosos que al oírlos los niños retozan.

EL CHIQUILLO NEGRO En el áspero sur me parió mi madre, y soy negro, aunque de alma blanca; Como un ángel, el niño inglés es blanco, Mas, huérfano de luz, soy negro. Mi madre me adoctrinó bajo un árbol, Antes de las horas agobiantes, se sentaba; Tomándome en su cálido regazo Me indicaba el orto y me decía: “ Mira el sol saliente — allí Dios vive, y da su luz, y procura su calor; La flor, el Árbol, la Bestia, el hombre Consuela al amanecer, alegra al mediodía. “ Para avezarnos a los rayos de amor, Nos destina acá poco en la tierra; Y el cuerpo negro, la faz tostada No es sino nube semejante a sombra de selva. Y cuando nuestras almas doloridas Habrán aprendido a padecer el calor, Desaparecida la nube, Oiremos su voz que dirá: “ Fuera de la floresta, fuera, Mi amor y mi cuita, Y juntos, haciendo corro en torno al áureo pabellón Como buenos corderos, alegraos”

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Así se expresó mamá y me besó, Y digo al niño inglés: Cuando yo y él libres seremos de la nube blanca, de la negra, En el pabellón de Dios nos gozaremos como corde.ruelos Le guardaré del calor, Le enseñaré cómo sufrirlo Estar presto a reposar un día Con gozo sobre las rodillas del Padre y podré estar aquel día ante él, Sus cabellos argentados tocaré Seré su igual Y él aquel día me amará.

LA DIVINA IMAGEN Gracia, Amor, Paz y Piedad Quien está en amargo trance invoca, Y a estas virtudes liberadoras Retorna el ánimo agradecido. Gracia, Amor, Paz y Piedad Es Dios, nuestro Padre querido; Gracia, Amor, Paz y Piedad Es el Hombre, su Hijo y sus afanes Pues tiene la Gracia corazón humano; Rostro Humano, La Piedad; Humana Forma Divina, el Amor y veste humana, la Paz. Todo hombre de cualquier clima, Invoca estando en amargo trance, Suplica a la Humana forma divina, Amor, Gracia, Piedad y Paz. Sea amada por todos la humana forma, A Turcos se muestre o a Hebreos; Donde se halla la Piedad, el Amor y la Gracia, Allí Dios mora.

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CANTO DE UN PASTOR Bienvenido, forastero, a estos lugares Donde la alegría se posa en cada rama y la palidez abandona cada rostro; Lo que no sembramos, no recogemos. Como la rosa la Inocencia florece en la mejilla de la Doncella; El Honor sobre sus cejas se enarca, El Joyel de la salud Orna su cuello.

CANTO DE UN VIEJO PASTOR Cuando la argentada nieve orna la veste de Silvio y un joyel pende de la nariz del pastor, Puede aguantarse el vendaval violento de la vida Que a los hace temblar, Siempre que en nuestro corazón reine el calor. En tanto la virtud sea nuestro cayado, nuestra linterna la verdad, Podemos aguantar el vendaval violento de la vida Que a los hace temblar, Siempre que en nuestro corazón reine el calor. Sopla, furia del viento, invierno rígido frunce el ceño, La Inocencia es un vestido de invierno, Y nos cubra, aguantaremos el vendaval violento de la [vida, Que a los hace temblar, Siempre que en nuestro corazón reine el calor.

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INTRODUCCIÓN ¡Escuchad la voz del Bardo! Quien el Presente, El Pasado y el Porvenir Cuyos oídos escucharon el Verbo Santo que discurría entre los troncos antiguos; Llamando al alma caída y llorando en el rocío del atardecer; Él a quien era dado dominar El Polo estrellado, y reanimar la luz, la luz extinta. “ ¡Tierra, oh Tierra, retorna! Surge de la hierba húmeda de rocío La noche consumida, y la mañana se libra de su pesado sueño. “ No te alejes más, ¿Por qué has de alejarte? El espacio estrellado, La orilla de las aguas son dominio luyo hasta el alba.

Po*mas proféticos y prosas, 2

RESPUESTA DE LA TIERRA La Tierra levantó la testa Por encima de la sombra augusta y terrible, Su luz desvanecida: ¡Petrificada! Sus guedejas cubiertas de gris desesperación. “ Cautiva al borde de las aguas, El Temor estrellado mantiene mi antro Frío y cano. Llorando sobre mí misma, Escucho al padre de los hombres antiguos “ Padre egoísta de los hombres, Terror egoísta, celoso, cruel: ¿Puede la alegría aherrojada en la noche las virginidades de la juventud y la mañana alumbrar? “ ¿La primavera oculta su alegría Cuando crecen yemas y flores? ¿El sembrador tal vez Siembra de noche? ¿ 0 el labrador labra en la oscuridad? “ Quebranta esta dura cadena que rodea y reduce a hielo mis huesos, ¡Egoísta! ¡Vano! ¡Eterna Maldición! Que al libre amor redujo a servidumbre.”

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EL TERRÓN Y EL GUIJARRO “ El Amor no se afana por complacerse, Ni se inquieta para sí, A otro da su propio bienestar Y construye un Paraíso que desespera al Infierno” Así cantaba un terrón de arcilla, Pisoteado por la manada. Pero un guijarro del arroyo Trinó estos justos acentos: “ El Amor no busca más que el placer, Haciendo esclavo a quien da dicha, Se desvive por arrebatar a otro su bien Y construye un Infierno que desagrada al Paraíso.”

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JUEVES SANTO En un país rico y fecundo Los pequeñuelos reducidos a inanición, Malnutridos por una mano fría y usuraria. ¿Es este grito tembloroso un canto? ¿Puede entonarse una tonadilla Cuando hay tanto niño desvalido? ¡Es tierra muy mísera la nuestra! Y el sol para ellos nunca brilla, Los campos para ellos están resecos y baldíos, Los caminos para ellos plagados de abrojos. Un invierno eterno reina allí. Donde caldea el sol, Donde cae benéfica la lluvia, Los chiquillos no son presa del hambre, Ni la pobreza al alma aterra.

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EL DESHOLLINADOR Criatura de ébano en la nieve, Plañidera con acentos de llanto, “ ¿Dónde están quienes te dieron el ser? “ — Se fueron a la iglesia a orar” “ Porque me sentía feliz en el páramo y sonreía pese a las nieves invernales, Me han amortajado de esa suerte y enseñado este canto doliente. “ Y porque soy alegre brinco, y canto Creen que no me han lastimado Y han ido a honrar a Dios, su Ministro y su Rey, Quienes se labran un paraíso con nuestra miseria” .

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LA MOSCA Mosca ruin, ius retozos estivales Con ademán desatentado mi mano los ha disipado. ¿No soy yo una mosca como tú? ¿O no eres tú un hombre como yo? Pues yo brinco, bebo y canto, Hasta que una mano ciega De mi ala me despojará. Si el Pensamiento vivifica, Fuerza y Aliento, y si su ausencia es muerte, Entonces yo soy una mosca bienaventurada, Bien que viva o bien que muera.

EL PEQUEÑO VAGABUNDO Madrecita, Madrecita, la iglesia es un helor, Pero la Taberna es sana, es un brasero; Además mi instinto me dice quien me trata mejor. Trato igual al cielo le está vedado. Pero si en la Iglesia nos quisieran dar cerveza y un buen fuego para regalarnos las ánimas, Cantaríamos y rogaríamos todo el santo día. Y no sentiríamos deseos de tenerla lejos. Entonces el Párroco podría hacer prédicas, beber y can[tar, Y nosotros estaríamos tan alegres como pájaros en pri[mavera; Y la solapada dama Trampa en la iglesia omnipresente No acarrearía más engendros, ni ayunos, ni varas. Y Dios, como un padrazo contento de ver A sus hijos tan amables y felices como él, No tendría más disputas con el Diantre o la Barrica, Sino que les abrazaría, dándoles de beber y vestidos.

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LONDRES Vagando voy por todas las calles de la ciudad, Cerca del lugar donde el Támesis privilegiado corre, y descubro en cada cara que encuentro indicios mortales de flaqueza y de dolor. En el grito de cada hombre, En cada grito del terror infantil, En cada voz, en cada anatema, Oigo chirriar las cadenas forjadas por nuestro espíritu. Es el grito del deshollinador Consternando a las Iglesias ensombrecedoras; O el lamento del infortunado soldado Dejando un reguero de sangre desde los muros palatinos. Pero sobre todo oigo en las calles a medianoche La Maldición de la tierna Prostituta Secar las lágrimas del recién nacido, Y contagiar pestífera el carro fúnebre del matrimonio.

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EL TIGRE Tigre, tigre, que flameas En las selvas de la noche ¿qué mano, qué ojo inmortal se atrevió a plasmar tu aterradora simetría? ¿En qué lejano abismo, en qué distantes cielos ardió el fuego de tus ojos? ¿Sobre qué alas se atrevió a ascender? ¿Qué mano tuvo la osadía de apresarlo? ¿Qué espada, qué arte fue capaz de urdir las fibras de tu corazón? Y cuando tu corazón empezó a latir, ¿qué mano, qué espantosos pies pudieron sacarte de la honda fragua, para acá traerte? ¿qué martillo te forjó? ¿qué cadena? ¿Qué yunque te batió? ¿Qué robusta mordaza atrevióse a contener tus terrores pavorosos? Cuando los astros lanzaron sus dardos y el cielo regaron con lágrimas, ¿sonrió Él al ver su obra? ¿quien dio vida al cordero te creó a ti? Tigre, tigre, que flameas en las selvas de la noche ¿qué mano, qué ojo inmortal se atrevió a plasmar tu aterradora simetría?

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EL HOMBRE ESENCIAL La Piedad dejara de existir Si no empobreciésemos a Alguien; Y la Compasión fuera irreal, De ser todos tan felices como nosotros. El Temor mutuo trae la paz Pero se multiplican los amores egoístas; Entonces la Crueldad urde sus ardides, y prepara con esmero sus cebos. Asociándose él a los piadosos temores Riega el suelo con sus lágrimas: Entonces la Humildad arraiga Debajo de sus pies. Pronto se extiende la sombra funesta del Misterio por encima de su cabeza; Y la Oruga con la Mosca se nutren del Árbol del Misterio. Queda el fruto de la Malicia Bermejo y sabroso; El Cuervo ha construido su nido en lo más profundo de su sombra. Los Dioses de la tierra y de los mares lo han buscado en la Naturaleza entera Pero su búsqueda fue vana: El árbol reside en el cerebro humano.

ME TENDÍ Me tendí en un paraje Donde adormilado reposaba el Amor; Oí entre los húmedos cañaverales Plañidos, Plañidos. Entonces me encaminé hacia un páramo, hacia los cardos y espinas del desierto; y ellos me refirieron Cómo les ocurrió que fueron burlados, desterrados y reducidos a la castidad.

VI Vi una Capilla toda de oro En la que nadie osaba entrar Y muchos afuera sollozando, Sollozando, lamentándose, adorando. Vi una Sierpe erguirse Entre las blancas pilastras de la puerta, Y forcejea que te forcejea hendió los dorados cimientos. Por todo el seductor enlosado, Recamado de perlas y vividos rubíes Su esplendente largor arrastra Hasta que sobre el altar blanco Su veneno vomita Sobre el Pan y el Vino. Entonces me dirigí a una pocilga. Y me tendí entre los cerdos.

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PENA INFANTIL I Mi madre gemía, mi padre anegado en llanto; Vine al mundo erizado de peligros, Desvalido, desnudo, aspándome a gritos. II En las manos paternas debatiéndome, Luchando contra mis fajas, Constreñido y cansado, pensé Que era mejor sentir enojos sobre el materno pecho. III Cuando vi que la rabia era vana y nada se gana con berrinches, Con muchas mañas y más marrullerías, Traté de aplacarme y de sonreír. IV Día tras día me ablandé Y aprendí a andar a gatas; Cada noche sonreí En pos solamente del placer. V Y ante mí vi brillar Racimos de la vida errante; Y más allá, un Mirto Tentándome con sus flores. 47

VI Pero un Cura con aspecto santurrón, Un sacro libro en sus manos, Pronunció sobre su ramaje anatemas Haciendo caer frutos y flores. VII El Cura fue por mí de noche vislumbrado En abrazo con el esplendor de mi Mirto: El Cura fue por mí de día entrevisto Cuando junto a mi viña se tendió. VIII Semejante a una Sierpe diurna Bajo mi viña se acostó: Semejante a una sierpe nocturna El esplendor abrazaba de mi mirto. IX Conque le golpeé y su sangre Mi Mirto ensució en sus raíces; Mas el tiempo de la juventud huyó, Peinan canas mis cabellos.

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A PAPINEMO ¿Por qué eres silente e invisible, Padre de la Duda? ¿Por qué te celas en nubes A todo ojo que te busca? ¿Por qué tinieblas y oscuridad En todas tus palabras y leyes Tanto que nadie osa comer el fruto Sino de las fauces de la avisada serpiente ¿Quizá porque el Secreto se granjea el aplauso mujeril?

PEDÍ Pedí a un ladrón que me robara un melocotón: Entornó los ojos. Pedí a una dama que se tumbara para mi goce: Santa y púdica me opuso gritos. Apenas marché He aquí que un Ángel llega: Hizo guiños al ladrón, Y sonrió a la dama; Y sin mediar palabras Tuvo del árbol un melocotón, Y quieto como una hembra Se gozó con la dama.

‘ 50

Oí Oí cantar a un Ángel Al despuntar el día: “ Tiene por alivio el mundo Misericordia, Piedad, Paz” . Todo el día cantó Sobre los henos recién segados, Después declinó el sol, Y el heno de las gavillas se oscureció. Oí las imprecaciones de un Diablo Sobre el páramo y los juncos: “ No existiría la Misericordia De no haber pobres” “ Y no podría ejercitarse la Piedad Si todos fueran felices” . Ante esa maldición el sol se inclinó Y los cielos se mostraron ceñudos; Estruendosa cayó una lluvia excesiva Sobre el grano recién recogido; Y el aumento de la Miseria Es misericordia, Piedad, Paz.

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SI ESTO QUE ESCRIBEN LOS PROFETAS Si esto que escriben los Profetas es la pura verdad, Y son leño y piedra todos los dioses paganos, ¿Hemos de querer nosotros, para ser educados, Con el meollo de nuestros tuétanos darles pábulo? Y si Bezaleel y Aholiab imitaron los objetos que ante su mirada señalaba el dedo de Dios, ¿Sufriremos que el yugo de Roma y de Grecia nos fuercen a adorarlos como a dioses? Los sustrajeron del templo del Señor, Les rindieron adoración e hicieron aborrecible el arte [Inspirado; Llamaron cosas santas al leño y a la piedra y su propósito sublime se entregó al arbitrio del Monarca. Con Jehová excluida toda reconciliación, Fueron los criminales a los sacrificios enviados.

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OS D I R É Os diré lo que José de Arimatea dijo a mi Musa: ¿no es eso raro? “ ¡Plinio y Trajano! ¡qué! ¿vosotros estáis aquí? A José de Arimatea, prestadle oído. Escuchadle pacientes, que cuando haya acabado Se reirá un payaso divirtiendo a una Musa” .

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NO SON MÁS DULCES LOS GOCES MATUTINOS ¿No son más dulces los goces matutinos que las alegrías de la noche? ¿Se ruborizan por ventura de la luz los ardores de la mocedad? La edad y la dolencia silenciosas depredan Los viñedos de la noche. Mas quienes en fuegos moceriles arden Recojan los frutos a plena luz.

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NOTAS LAVATER Odio las parcas sonrisas: me gusta la risa. %

Ht

Orgullo, abundancia de pan, y ocio abundante fue el pecado de Sodoma. Véase Ezequiel, C. XV I, 49. #

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“ El Hombre es un ser dúplice; por una parte capaz del mal y por la otra capaz del bien; la que es capaz del bien no es asimismo capaz del mal, pero la que es capaz del mal es también capaz del bien.” Este aforismo parece que considera al hombre como simple y sin embargo capaz del mal: ahora bien el mal y el bien no pueden coexistir en un ser simple, pues de ese modo los contrarios nacerían de una misma esencia, lo cual es imposible; pero si el hombre es considerado como sólo mal y Dios como sólo bien ¿cómo entonces tiene efecto la regeneración que convierte al mal en bien? ¿Arrojando al mal mediante el bien? Ver Mateo, Cap. X II, 27, 28, 29 V. *

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Los grandes fines nunca tienen en cuenta los medios, sino que los producen espontáneamente. *

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Privemos a la rosa de su rojez, al lirio de su blancu­ ra, al diamante de su dureza, a la esponja de su suavi­ dad, a la encina de su elevación, a la margarita de su 55

humildad, y lo rectificaremos todo en la Naturaleza, como hacen los filósofos, y luego volveremos al Caos, y Dios se verá forzado a ser excéntrico, en caso de crear, oh venturoso filósofo. *

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*

La variedad no entraña necesariamente la deformi­ dad, pues una rosa y un lirio son distintos y ambos be­ llos. La Belleza es exuberante, pero no en fealdad, sino en belleza, y si la fealdad se asocia a la belleza, no es la exuberancia de la belleza; así, si Rafael fuese difícil y seco, no sería su genio sino un accidente contraído, pues, ¿cómo pueden la Sustancia y el Accidente ser pre­ dicados de la misma Esencia? No puedo concebirlo. Pero la sustancia tiñe al accidente y le presta carácter. Hs

❖

El Hombre es el Arca de Dios; el sitial de la Miseri­ cordia está encima, sobre el Arca; los querubines la guar­ dan a cada lado, y en medio está la ley sagrada; el hom­ bre es o el Arca de Dios o un fantasma de la tierra y del agua; si tratas por medio de la humana astucia de conducir esta arca, recordad a Uzza (II Samuel, Capí­ tulo V I): la naturaleza humana no consiste en bellaque­ rías, las bellaquerías son bellaquerías.

El hombre sabio cae siete veces al día, y se levanta de nuevo. sf¡

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El Hombre es malo o bueno cuando se une con ma­ los o buenos espíritus: dime con quién vas y te diré quién eres. Como no podemos experimentar placer sino por me­ dio de otros (quienes experimentan a su vez o placer o dolor a través de nosotros), y como todos en la tierra estamos unidos por el pensamiento, pues es imposible pensar sin imágenes de algo en la tierra; — así es im­ posible conocer a Dios o las cosas celestiales sin asociarse con los que conocen a Dios y las cosas celestiales; por tanto los que hablan espiritualmente conversan con es­ píritus. Dadas estas razones, digo que los “ Aforismos” de Lavater están escritos previa consulta de los Buenos Espíritus, porque el libro es bueno y porque el nombre de Lavater es amuleto de los que purifican el corazón del hombre. Se puede oponer una sólida objeción a los principios de Lavater (tal como los entiendo) y consiste ésta en que no es isible su idea de que todo emana de su accidente; él hace de la inclinación al vicio no sólo el rasgo capital del hombre, sino la urdimbre sobre la cual todas sus virtudes se asientan. Pero, según mi opinión, el Vicio es una Negación. No significa lo que las leyes de los Reyes y de los Sacerdotes han entendido por Vi­ cio; nosotros que somos filósofos no debiéramos llamar a las Virtudes Primordiales de la Humanidad con el mis­ mo nombre con que llamamos a las faltas del intelecto que nacen de la sequedad de corazón. La inclinación maestra del hombre debiera llamarse su Virtud guiadora y su Ángel bueno. Pero la Filosofía de las Causas y de los Efectos extravió a Lavater como extravió a sus contemporáneos. Cada cosa es su propia causa y su propio efecto. El Accidente es la falta de ac­ ción en sí y el óbice a la acción ajena. Esto es Vicio, pero todo acto de la inclinación maestra es Virtud. Obs­ taculizar a otro no es un acto; es todo lo contrario; es 57

una limitación de la acción tanto nuestra como de la per­ sona obstaculizada, pues quien pone obstáculos a otros falta al propio tiempo a su deber. Matar es detener a otro. Robar es causar impedimento a otro. Calumniar, Intrigar, Embaucar, y cuanto es negativo es Vicio. Pero el origen del error en Lavater y sus con­ temporáneos es que ellos suponen que el Amor de la Mujer es Pecado; en consecuencia todos los amores y gra­ cias consiguientes son Pecado.

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NO HAY RELIGIÓN NATURAL (1788)

(a) A

rgum ento

El hombre no tiene ninguna noción de decoro mo­ ral, salvo por la Educación. Naturalmente no es más que un órgano natural sometido al Sentido. I El hombre no puede naturalmente percibir más que a través de sus órganos naturales o corporales. II El hombre por su potencia razonadora no puede sino comparar lo que ya ha percibido. III De la percepción suministrada por tres sentidos o tres elementos, nadie sería capaz de deducir un cuarto o un quinto. IV Nadie podría tener otros pensamientos como no fue­ ran naturales y orgánicos, de tener sólo percepciones or­ gánicas.

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V Los deseos del hombre están limitados por sus percep­ ciones: nadie puede desear lo que no ha percibido. VI Los deseos y percepciones del hombre que no ha sido adoctrinado por nada ajeno a los órganos sensoriales, de­ ben estar limitados a los objetos de los sentidos.

(b) C o n c l u s ió n

Sin la Condición poética o profética, lo filosófico y lo experimental anidarían pronto en el principio y razón de todas las cosas, y se mantendrían inmóviles, incapaces de hacer nada fuera de la repetición indefinida de la misma cantilena estúpida.

Las percepciones del hombre no tienen sus límites en los órganos de la percepción; él percibe más que lo que el sentido (por agudo que sea) puede descubrir. II La Razón, o el principio de razón, de todo lo que hemos ya conocido, no son idénticos a lo que serán cuan­ do conozcamos más. 60

III (esta proposición falta) IV Lo que tiene límites es aborrecido por su poseedor. La misma cantilena, aún eij un Universo, se convertiría pronto en un molino de mecanismos complicados. V Si mucho llega a ser lo mismo que poco, cuando se le posee, el grito de “ ¡Más! ¡Más!” es el de un alma que está perpleja: como no sea con el todo no puede el hom­ bre hallar satisfacción. VI Si cualquiera pudiese desear lo que es incapaz de po­ seer, la desesperación debería ser su suerte eterna. VII Siendo infinito el deseo del hombre, la posesión es infinita, y él mismo es infinito.

C o r o l a r io

El que ve lo Infinito en todas las cosas, ve a Dios. El que no ve más que el principio de Razón, no se ve más que a sí mismo. Por tanto Dios llega a ser como nosotros, ya que po­ demos ser como él es. 61

TODAS LAS RELIGIONES SON UNA (1788) La voz del que clama en el desierto

A

rgum ento

Dado que el verdadero método del conocimiento es la experiencia, la verdadera facultad de conocer debe ser la facultad que experimenta. De esta facultad es de la que trato. Principio 1,° Que el genio Poético es el hombre verdadero y que el cuerpo, o forma externa del hombre, deriva del genio poético. Que, asimismo, las formas de todas las cosas de­ rivan de su genio, que los antiguos llamaban ángel, es­ píritu, y demonio. Principio 2.° Como todos los hombres son semejantes en cuanto a su apariencia externa, así (y con la misma variedad in­ finita), todos los hombres tienen forma parecida en el Genio Poético. Principio 3.° Ningún hombre puede pensar, escribir, o hablar se­ gún su corazón, sin tender a la verdad. También todas las escuelas filosóficas no son sino derivaciones del Genio Poético adaptado a las debilidades diversas de cada in­ dividuo. 62

Principio 4.° Como nadie por el mero hceíio de viajar por tierras conocidas puede descubrir lo ignoto, así, a partir del co­ nocimiento adquirido, el hombre no podría adquirir más; por lo mismo existe un Genio Poético universal. Principio 5.° Las Religiones de todos los pueblos derivan de una receptividad, de tono diferente, respecto al Genio Poé­ tico, que en todas partes se llama Espíritu de Profecía. Principio 6.° Los Testamentos judíos y cristianos son Una deriva­ ción original del Genio Poético; esto no podía ser de otro modo dada la limitada naturaleza de la sensación cor­ poral. Principio 7.° Como todos los hombres son semejantes (aunque in­ finitamente diversos), así todas las Religiones y todas las otras experiencias afines tienen una fuente única. El Hombre verdadero es esta fuente., como quiera que es el Genio Poético.

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TIRIEL (Alrededor de 1789)

“ Vagó día y noche: para él el día y la noche eran sombríos. Sentía el sol, pero la brillante luna era ahora un globo inútil. En las montañas y a través de los valles del infortunio, el ciego anciano Vagó, hasta que aquél que gobierna todas las cosas lo condujo a los valles de Har. Y Har y Heva, como dos niños, se hallaban sentados bajo el Roble: Mnetha, ya una anciana, los cuidaba y les llevaba alimen­ tos y vestidos; pero semejaban la sombra de Har y los olvidados años. Consumían los días jugando con flores y persiguiendo pájaros, y durante la noche dormían como niños, distraídos con sueños infantiles. Cuando el errante ciego entró en los deliciosos jardines de Har ellos huyeron como niños asustados y se refugiaron en los brazos de Mnetha. El anciano ciego tanteó el camino y gritó: “ ¡Sea la paz para estas puertas abiertas! “ Nada temáis, porque el pobre ciego Tiriel sólo se causa daño a sí mismo. Decidme, amigos, dónde me encuentro ahora y en qué placentero lugar” . 64

“ Éste es el valle de Har, dijo Mnetha, y ésta la tienda de Har. ¿Quién eres pobre ciego, que adoptas el nombre de Tiriel?” “ Tiriel es el rey de todo el Occidente. ¿Quién eres tú?” “ Yo soy Mnetha, y éstos que tiemblan como niños a mi lado son Har y Heva” . “ Sé que Tiriel es el rey de Occidente y que vive allí regaladamente ” . “ Poco importa quién soy yo. ¡Oh Mnetha, si tienes co­ mida, sírveme una colación, porque no puedo detener­ me; el término de mi viaje se halla lejos de aquí” . Entonces Har dijo: “ Oh Mnetha, madre mía no te aven­ tures tan cerca de él, porque es el rey del bosque podrido y de los huesos de la muerte; Vaga sin ojos y atraviesa los espesos muros y puertas. ¡No golpearás a mi madre Mnetha, oh hombre sin ojos!” “ Soy un vagabundo que mendiga su comida; bien advertís que no puedo llorar. Abandono mi bastón, buen compañero de viaje, y me arrodillo para demostraros que soy un hombre inofensivo” Cayó de rodillas y Mnetha dijo: ¡“ Venid, Har y Heva, levantaos! Se trata de un inocente viejo a quien el camino ha abierto el apetito y hambrea” . Entonces Har se levantó y puso su mano sobre la cabeza del anciano Tiriel. “ ¡Que Dios bendiga tu pobre testa calva! ¡Que Dios bendiga tus ojos vacíos y cerrados! 65 Poemas proféticos y prosas, 3

¡Que Dios bendiga tu ensortijada barba! ¡Que Dios bendiga tu arrugada frente! No tienes dientes, anciano, y he ahí que beso tu lisa y calva cabeza. Heva, ven a besar su cabeza calva. Ven, Heva, que no ha de hacerte ningún daño” Entonces Heva se acercó y condujo al anciano Tiriel hasta los brazos de su madre. “ ¡Benditos sean tus desvalidos ojos, anciano, y bendito sea el viejo padre de Tiriel! Tú eres el viejo padre de mi Tiriel; te reconozco por tus arrugas, y porque hueles como la higuera, hueles como higos maduros. ¿Cómo perdiste tus ojos, viejo Tiriel? ¡Bendito sea tu arrugado rostro!” Mnetha dijo: “ ¡Ven, anciano viajero! Dinos tu nombre. ¿Por qué te ocultas de los que son de tu propia sangre?” “ No soy de esta región — dijo Tiriel, disimulando— . Soy un errante anciano, en otro tiempo padre de una raza que vivía en el lejano norte; pero eran inicuos y fueron aniquilados, y yo, su padre, fui proscrito. Os lo he contado todo. No me preguntéis nada más, os lo ruego, porque la desgracia ha sellado mi preciosa vista” “ Oh Señor, dijo Mnetha, cómo tiemblo ¿es que hay entonces más gente, más criaturas humanas en esta tierra, además de los hijos de Har?” “ Nadie más, excepto yo — dijo Tiriel— queda en todo el mundo 66

Y soy un proscrito. ¿Tienes algo para beber?” Entonces Mnetha le dio leche y fruta, y se gentaron juntos. *

*

*

Se sentaron y comieron, y Har y Heva sonrieron a Tiriel. “ Eres un hombre muy, muy viejo, pero yo soy más viejo que tú. ¿Cómo se ha quedado calva tu cabeza? ¿Cómo se ha puesto tan atezado tu rostro? Mis cabellos son muy largos, mi barba me cubre todo el pecho. ¡Que Dios bendiga tu lastimoso rostro! Mnetha se em­ brollaría si tuviese que contar las arrugas de tu cara. ¡Bendito sea tu rostro, porque eres Tiriel!” “ Sólo vi a Tiriel una vez: me senté con él y comimos. Era tan jovial como un príncipe y me agasajó: Mas permanecí poco tiempo en su palacio, porque estoy obligado a andar errante” “ ¡Cómo! ¿Nos dejarás también — dijo Heva— . No nos dejes porque hemos de enseñarte algunos juegos y cantarte muchos cantos, y después de comer iremos hasta la jaula de Har, y nos ayudarás a atrapar pájaros y a coger cerezas maduras. Así, pues, deja que tu nombre sea Tiriel y no nos aban­ dones nunca” . “ Si decides partir — dijo Har— , deseo que tus ojos vean tu locura.

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Mis hijos me han abandonado. ¿Los tuyos también? ¡Oh, eso sería muy cruel!” “ No, hombre venerable — dijo Tiriel— , no me preguntes tales cosas, porque haces sangrar mi corazón. Mis hijos no eran como los tuyos, sino peores. ¡Oh, no preguntes más. o tendré que mar­ charme!” “ No partirás — dijo Heva— sin antes habe: visto nues­ tros gárrulos pájaros, haber oído cantar a Har en la gran jaula y haber dormido sobre nuestros vellones. No te vayas, porque te pareces tanto a Tiriel que amo tu cabeza, aunque esté arrugada como la tierra abrasada por el calor del verano” Entonces Tiriel se levantó de su asiento y dijo: “ ¡Que Dios bendiga estas tiendas! Mi viaje se efectúa a través de las rocas y de las mon­ tañas, no en los placenteros valles. No debo dormir ni descansar, a causa de la locura y del espanto.” Y Mnetha dijo: “ No te marches para errar solo, ente­ nebrecido; quédate con nosotros, deja que seamos tus ojos; yo te traeré comida, anciano, hasta que la muerte te llame fuera de aquí” Entonces Tiriel frunció el ceño y contestó: “ ¿No os he dado mis órdenes al decir 68

que la locura y el espanto se han apoderado del corazón del anciano ciego, del errante viajero que recorre los bosques apoyado en su bastón?” Entonces Mnetha, temblando ante el enojo del anciano, lo condujo hasta la puerta de la tienda y le dio su bastón y lo bendijo. Tiriel prosiguió su camino. Pero Har y Heva quedaron vigilándole hasta que entró en el bosque y luego regresaron al lado de Mnetha, llorando; mas pronto olvidaron sus lágrimas. *

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El anciano prosiguió su solitario camino por las exte­ nuantes colinas. Para él, el día y la noche f.ran igualmente sombríos y desolados; Muy poco era lo andado cuando Ijim, que bajaba de sus bosques, lo halló*a la entrada de la floresta, en un desierto y oscuro sendero. “ ¿Quién eres, ciega criatura, que obstruyes el sendero del león? Ijim desgarrará tus débiles , ¡oh tentador del sombrío Ijim! Traza tienes de Tiriel, pero te conozco bien. ¡Aléjate de mi camino, vil demonio! ¿El último de tus engaños 69

consiste en ser hipócrita y presentarte como un mendigo ciego?” El anciano ciego oyó la voz de su hermano y se pros­ ternó en el suelo. “ Oh Ijim , hermano mío, si es tu voz la que me habla, no maltrates a tu hermano Tiriel, aunque le pese seguir viviendo. Mis hijos me han descargado golpes ya, y si tú me hieres también, la maldición que pende sobre sus cabezas caerá sobre la tuya. Hace siete años que vi tu rostro en mi palacio.” “ ¡Acércate, sombrío demonio, puedo arrostrar tus ar­ terias! Ijim desdeña golpearte bajo tu aspecto de desvalido y ciego anciano. ¡Levántate! Te reconozco y no temo desafiar tu elocuente lengua. ¡Ven! Te guiaré hasta tu camino y serás objeto de mis burlas” . “ ¡Oh hermano Ijim , tienes ante tus ojos al infortunado Tiriel! ¡Bésame, hermano, y luego déjame seguir mi desolado vagar!” Tiriel! ¡Bésame, hermano, y luego déjame seguir mi desolado vegar!” “ ¡No, astuto demonio, que he de guiarte ¿Deseas mar­ charte? No contestes, si no quieres que te ate con los verdes juncos del riachuelo. ¡Ay! Como te he reconocido, voy a emplearte como es­ clavo.” Cuando Tiriel oyó las palabras de Ijim, no trató de con­ testar: 70

sabía que hubiese sido inútil, porque las palabras de Ijim eran como la voz del Destino. Y anduvieron juntos a través de las colinas y de los bos­ cosos valles, ciegos a los placeres de la vista y sordos a los gorjeos de los pájaros Caminaron durante todo el día y toda la noche bajo la agradable luna, viajando hacia el oeste, hasta que Tiriel se sintió can­ sado. “ Oh Ijim, soy víctima de la debilidad y del cansancio y mis piernas se niegan a sostenerme. No me apremies, no sea que muera por el camino. Te suplico un poco de descanso, un poco de agua de un riachuelo, pues de lo contrario pronto descubriré que soy un hom­ bre mortal y tú perderás a Tiriel, a quien amaste en otro tiempo. ¡Ay, las fuerzas me abandonan!” “ ¡Insolente demonio — dijo Ijim— ataja tu facundia! Tiriel es un rey, y tú eres el tentador del sombrío Ijim. Bebe de las rápidas aguas de este riachuelo y luego te llevaré sobre mis hombros” . El anciano bebió, y después Ijim levantándolo se lo cargó sobre sus hombros. Lo llevó todo el día, y cuando la noche corrió su solemne cortina traspuso las puertas del palacio de Tiriel, se detuvo y gritó: “ ¡Heuxos, sal! Traigo al demonio que hostiga a Ijim . 71

¡Mira! ¿Sabes algo acerca de esta barba gris o de estos ojos cegados?” Heuxos y Lotho salieron corriendo al oír la voz de Ijim, y vieron sobre sus robustos hombros a su anciano padre. Sus elocuentes lenguas permanecieron mudas, y el sudor corría por sus temblorosos : Sabían a ciencia cierta que era vano luchar contra Ijim: se inclinaron y permanecieron silenciosos.

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LEMA DE THEL

¿Conoce el águila qué hay en el abismo o irá a preguntárselo al gris topo? ¿Puede la sabiduría encerrarse en varilla de plata O cabe el Amor en redoma de oro?

I Las hijas de los Serafines apacentaban sus lucientes re­ baños. Todas salvo la más joven que pálida buscaba el aire secreto, para desvanecerse en él como la matutina belleza de su día mortal. Su dulce voz es oída a lo largo del río Adona, y así su melodiosa queja desciende como el rocío de la mañana: “ ¡Oh vida de nuestra primavera! ¿Por qué se marchita el loto de las aguas? ¿Por qué se agostan estos niños de la primavera, nacidos solamente para sonreír y desfallecer? ¡Ah! Thel es como un ácueo arco iris, como nube huidiza, Como los sueños de los niños, como sonrisa en el rostro del infante, Como el zureo de la paloma, como el efímero día, como música en el aire. ¡Ah! Dulcemente pueda yo acostarme, dulcemente descansar mi cabeza, Dulcemente dormir el sueño de la muerte, y dulcemente oír la voz de aquel que anda por el jardín al anochecer” 75

El Lirio de los Valles, exhalando su aliento en la humil­ de hierba, Contestó a la hermosa Virgen y dijo: “ Soy una planta húmeda Soy muy mezquina; me agrada morar en los modestos valles y soy tan frágil que la dorada mariposa apenas puede posarse sobre mi cabeza. Sin embargo, el cielo me visita y aquel que sonríe a todo se pasea por el valle y cada mañana extiende su mano sobre mí, diciendo: “ Regocíjate, humilde planta, lirio recién abierto, dulce virgen de los valles silenciosos y de los modestos riachuelos, porque serás vestida de luz y alimentada con el maná de la mañana, hasta que el calor del estío te consuma junto a las fuen­ tes y los manantiales Para que florezcas en los valles eternos: en tal caso, ¿por qué se lamentaría The 1? ¿Por qué lanzaría un suspiro la señora de los valles de Har? Calló la flor, sonrió bajo sus lágrimas, y se sentó en su relicario de plata. Thel contestó: ¡Oh, tú, pequeña virgen del apacible valle, Bienhechora de los que no pueden implorar, de los mu­ dos y fatigados, tu aliento nutre al inocente cordero, que huele tus suaves vestiduras, pace tus flores mientras sentada le sonríes al rostro, purificando su dulce y tierna boca de toda mancha con­ tagiosa, tu jugo purifica asimismo la dorada miel, tu perfume, 76

que esparces sobre cada una de las briznas de la hierba naciente, reanima a la vaca recién ordeñada y domeña al corcel de aliento de fuego. Pero Thel es como una tenue nube inñamada por el sol naciente: Desaparezco de mi trono nacarado. ¿Quién hallará mi lugar?” El Lirio respondió: “ Reina de los valles, pregunta a la delicada nube, y te dirá por qué irilla en el cielo matinal y por qué difunde el resplandor de su belleza en el aire húmedo. Desciende, pequeña nube, y revolotea ante los ojos de Thel” La Nube descendió y el Lirio inclinó su humilde cabeza y fue a ocuparse de sus numerosas faenas en la inocente hierba. II “ Oh pequeña nube, dijo la Virgen, te conjuro a que me digas por qué no te quejas, cuando dentro de una hora habrás desaparecido. Luego, te buscaremos en vano: ¡Ah! Thel se asemeja a ti Me muero, además me quejo y nadie oye mi voz” . Entonces la Nube mostró su cabeza dorada y su radiante forma apareció, flotante y brillando, ante el rostro de Thel. “ ¡Oh Virgen!, ¿no sabes que nuestros corceles se abre­ van en los manantiales de oro donde Luvah reanima sus caballos? Considera mi ju­ ventud, 77

¿no te asusta verme desaparecer, que nadie me vea y nada quede? ¡Oh doncella, te digo que, cuando desa­ parezco, es para conocer una vida centuplicada de amor, paz y santos éxtasis! Descendiendo invisibles, mis ligeras alas se posan en las perfumadas flores Y cortejan al rocío de ojos brillantes para que me abra su tienda de luz. La sollozante y temblorosa virgen se arrodilla ante el sol naciente hasta que nos levantamos, unidos para siempre por lazos de oro, y juntos nos dirigimos .a alimentar nuestras tiernas flores” . “ ¿De veras que es así, oh, pequeña nube? Temo no ser como tú, porque marcho por los valles de Har y respiro el perfume de sus más dulces flores, pero no alimento a las florecillas, escucho los canoros pájaros pero no les doy sustento: volando lo buscan ellos mismos. Mas Thel no se complace en ello, porque desaparezco, y todos dirán: Esa mujer tan bella ha vivido inútilmente. ¿Sólo ha vivido para ser, a su muerte, pasto de los gu­ sanos?” La Nube se recostó en su trono aéreo y contestó: “ Si eres pasto de los gusanos, oh, virgen celeste, grande es tu utilidad y grande tu bendición. Todo lo que vive no vive solo ni para sí mismo. Destierra tus temores, porque llamaré al débil gusano en su humilde lecho, y oirás su voz. 78

¡Gusano del silencioso valle, sal al encuentro de tu pensativa reina!” El desvalido Gusano se levantó y fue a sentarse sobre la hoja del Lirio y la brillante Nube corrió a juntarse con sus compañeras en el valle. III Entonces, Thel contempló asombrada al Gusano que se hallaba en su lecho de rocío. “ ¿Eres un gusano, imagen de la debilidad? ¿Sólo eres un gusano? Te veo como un niño envuelto por la hoja del Lirio. ¡Ah! No llores, leve voz; no puedes hablar, pero sí llorar. ¿Es eso un gusano? Te veo acostado, inerme y desnudo, llorando, y nadie te responde, nadie te mira ni te dirige sonrisas maternales” . El Terrón de Arcilla oyó la voz del Gusano y levantó la cabeza; se inclinó sobre el niño deshecho en lloros, y su vida se exhaló en una suave ternura. Luego fijó sus humildes ojos en Thel. “ ¡Oh, belleza de los valles de Har! No vivimos para nosotros mismos, Me miras como la más despreciable de las cosas criadas, y no te engañas. Mi seno es helado y sombrío pero aquel que ama a los humildes vierte su bálsamo sobre mi cabeza, y me besa, y ata en torno a mi seno sus lazos nupciales, y dice: “ Tú eres la madre de mis hijos, te he amado y te di una corona que nadie puede quitarte” . 79

Pero cómo esto ha sido posible, dulce virgen, es cosa que ignoro, no puedo saberlo. Sueño y, a la vez, no puedo comprender; sin embargo, vivo y amo” . La hija de la Belleza enjugó sus lágrimas con su blanco velo, y dijo: “ ¡Ay! ignoraba todo esto; he ahí la razón de mi llanto. Que Dios amaba a un gusano, lo sabía, y que castigaba al cruel pie que a sabiendas aplasta su cuerpo impotente; pero que lo amase tanto como para derramarle leche y bálsamo, no lo sabía; es por ello que lloré y gemí en el aire suave, porque me muero y voy a acostarme en tu lecho frío, abandonando todo mi esplendor” . La Arcilla maternal contestó: “ Reina de los valles, he oído tus suspiros y todas tus quejas pasaban sobre mi techo, pero las he atraído hacia mí. ¿Deseas entrar en mi casa, oh Reina? Te es dado entrar y volver a ella. Nada temas. Entra con tus virginales

IV El terrible guardián de las puertas eternas levantó la tranca del norte. Thel entró y vio los secretos del país desconocido. Vio los lechos de los muertos, y el lugar donde las raíces enmarañadas de todos los corazones de la tierra hincan sus fibras ator­ mentadas, 80

tierra de dolores y de lágrimas donde jamás* se ha visto una sonrisa Ella anduvo errante por el país de las brumas, a través de sombríos valles, escuchando dolores y lamentaciones, esperando a menudo cerca de una húmeda tumba, en silencio, escuchando las voces de la tierra, hasta que llegaba al lugar de su propia tumba. Sentada allí, escuchaba esta voz doliente salir de la vacía fosa: “ ¿Por qué no puede el Oído permanecer cerrado a su propia destrucción o el brillante ojo rechazar el veneno de una sonrisa? ¿Por qué en los Párpados guarnecidos de flechas prestas a ser disparadas hay emboscados millares de combatientes, o bien una Mirada rica en dones y gracias que prodiga frutos y monedas de oro? ¿Por qué una lengua henchida de miel que aportan todos los vientos? ¿Por qué un Oído llamando ardientemente al torbellino de las cosas? ¿Por qué una Nariz puede respirar miedo, temblor y espanto? ¿Por qué imponer un frágil freno a los ardores moce­ riles? ¿Por qué colocar una pequeña cortina de carne sobre el lecho de nuestros deseos?” La Virgen se levantó de un salto, lanzó un gran grito, huyó y, sin encontrar obstáculo, regresó a los valles de Har.

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AUGURIOS DE INOCENCIA Ver un mundo en un Grano de Arena, un Cielo en una ñor silvestre, Tener el Infinito en la palma de las manos y la Eternidad en una hora. El Petirrojo en la jaula pone rabiosos a los cielos. El Palomar henchido de palomas y pichones hace temblar de horror al Averno. El Perro exhausto ante la Puerta del Amo anuncia la ruina del Estado. El Caballo maltratado en la vía pública reclama al cielo sangre humana. Cada alarido de la liebre herida Hiende una fibra del cerebro. La Alondra herida en el ala acalla el canto del querubín. Choque de armas del combatiente da espeluznos al sol naciente. Cada aullido del Lobo o del León Saca del Infierno un Alma condenada. El corzo errante libra de cuitas al alma acongojada. El Cordero vejado alimenta la querella pública, por más que perdone al cuchillo del carnicero. El Murciélago que revolotea a la luz vesperal acaba de abandonar un cerebro reacio a creer. La lechuza que invoca la noche propala el terror del incrédulo.

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Quien hiriere al reyezuelo será privado del reino del amor. Quien desatare las iras del Buey no poseerá el corazón de la mujer. El niño retozón que matare la mosca conocerá la hostilidad de la araña. El que tortura al inocente abejorro se labra un lugar en la Noche eterna. La Oruga sobre la hoja es vivo recuerdo del dolor materno. No mates la polilla ni la mariposa, que el Juicio Final está cercano. Da de comer al perro del mendigo y al gato de la viuda para que engorden. El Mosquito que zumba su canción veraniega saca veneno de la lengua viperina. Ponzoña de Serpiente y de Lagartija trasuda el pie de la Envidia. Veneno de abeja doméstica son los celos del artista. Los atavíos del príncipe y los andrajos del pordiosero son hongos brotados sobre la bolsa del codicioso. Una verdad dicha con cautela hace inanes todas las mentiras que puedas imaginar. El hombre nació para la alegría y el dolor, y, alcanzada esta verdad, andamos ya seguros. 83

La alegría y el pesar son finos cendales para ceñir el alma divina. Cada pena encubre una alegría de fina condición. Una criatura es algo más que un simple envoltorio de pañales. Cada lágrima vertida se convierte en una criatura en la eternidad que acogen mujeres luminosas. Los Balidos, los Ladridos, los Bramidos, y los Rugidos olas son lanzadas contra las costas celestes. El niño que llora a efectos del bastón traza rótulos de venganza en los reinos de Plutón. Los jirones del harapiento, al cimbrearse en los aires, desgarran los cielos. El soldado, armado de sable y de fusil, hace detener el sol estival. El maravedí del menesteroso vale más que todo el oro africano. Exprimido el sudor del labriego, malbaratado es el terruño del mísero; Amparada la expoliación desde el poder, Esquilmada queda la nación entera. Quien hiciere escarnio de la fe infantil escarnecido será en el siglo y en la muerte. 84

Quien al niño enseñare a dudar, no saldrá nunca del pudridero. El que guarda reverencia a la fe infantil triunfará del infierno y de la tumba. Los juguetes y las razones del anciano son la sazón de dos estaciones. El preguntón dado a las argucias no ha de hallar segura respuesta. El que da réplica a las razones de la Duda hace pública la Luz del Conocimiento. El Veneno más deletéreo que conocieron las edades provino siempre de la Corona de Laurel del César. Nada es capaz de deformar tanto la humana estirpe Como el férreo brazal de la armadura. Algunos nacen para el dulce deleite, Otros para la noche sempiterna. Cuando el Oro y las Gemas adornan el Arado, a las artes pacíficas se les rinde pleitesía. El Garbillo o el tijeretear del Grillo responden de molde a la Duda. La pulgada que recorre la hormiga y la milla del águila hacen de la filosofía algo renqueante y risible. A quien le asaltan dudas acerca de lo visto, Por más que haga, no ha de creer.

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Si el Sol o la Luna dudaren, de inmediato se apagarían. Estando enojado puedes obrai el bien, Pero no, si el enojo en ti residiese. La lumia y el tahúr, con la licencia del Estado, edificaron el destino de la Nación. El grito callejero de la mujer de punto labrará la mortaja de la vieja Albión. El vocerío del ganador, la maldición del vencido, Bailan ante el carro fúnebre inglés. Cada noche y cada mañana alguien nace a las desdichas de la vida. Cada noche y cada mañana alguien nace a las dichas de la existencia. Somos inducidos a creer una Mentira, Cuando no vemos a través del ojo del espíritu lo que en una noche engendróse en el alma Para en una noche perecer, estando el alma dormida entre rayos de luz. Dios aparece, Dios es luz para las almas desvalidas que moran en la noche. Pero descubre su humana forma a quienes moran en los dominios del día.

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LA REVOLUCIÓN SA (versos 83- 120)

El decano de los Pares entonces, Duque de Borgoña, de la diestra del Rey se levantó, rojo como los vinos De sus montañas; olor de guerra, como de viñedo de uva madura, trascendía de sus vestiduras, Y la estancia convirtióse en un cielo nublado; sobre el Consejo extendió sus brazos rojos, Revestidos de carmesí flameante; como la uva sazonada se extiende sobre la gavilla de mieses, El ímpetu del Duque estaba suspendido sobre el Con­ c e jo ; se apiñaba en torno, llorando dentro de sus vestiduras [ incandescentes. Una nube esplendente de almas infantiles; caen sus palabras como púrpura otoñal sobre las gavillas: “ ¿Se convertirá este cielo levantado como mármol en una casucha de fango, esta tierra en una silleta de encina, y los segadores con las hoces abatirán “ De las montañas Atlánticas toda esta gran mies de es­ trellas de seis mil años? “ ¿Y extenderá Necker, el aprendiz de taller de Ginebra, su hoz curva sobre la fértil Francia, “ Hasta que no sean en moho marchitados la púrpura y el carmesí y agavillados los reinos de la tierra,

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** y los antiguos bosques feudales talados, y las alegrías de la palestra quemadas para hacer de ellas combustible; “ Hasta que descuajados sean el poder y el dominio, la espada y el cetro del sol y de la luna, “ y el evangelio y la ley del fuego y del aire, y la eterna razón y la ciencia “ Del abismo y de lo sólido, y no recline el hombre su cabeza marchita sobre la roca “ De la eternidad, donde el león y el águila eternos mo­ ran para devorar? “ Para evitarlo, incitados por los gritos del día, por los proféticos sueños errantes de la noche, “ Para enriquecer la tierra pobre implorante, surcada por los arados, cuya simiente de ella se aleja, “ Tus Nobles reúnen las legiones estrelladas en torno * la ciudad rebelde, “ Para despertar los antiguos bosques de Europa con cla­ rines de guerra enconada y sombría, “ Para escuchar el relincho del caballo responder al tam­ bor y a la trompeta, y la trompeta replicarle y el grito de guerra. “ Extiende la mano que hace seña a las águilas del cielo; gritan sobre París y esperan 88

Hasta que Lafayette no apunte el dedo hacia Versalles; deben tener su presa las águilas del cielo!” . Calló y ardió mudo, en nubes bermejas está envuelto Necker; un gemido se oye en el palacio. Como nube negra vaciló Necker, y como trueno en el día de los funerales del Justo vaciló; Callados reposan los vientos, callados, los prados; mientras el agricultor y la mujer en su debilidad y los avispados hijos lo contemplan en la huesa, bañando su cadáver con lágrimas de amor, Después vuelven pensativos a los campos; así Necker vaciló, y su rostro se cubrió de nubes. El Rey se inclinó sobre sus montañas; después levantó la cabeza y miró sus ejércitos, que refulgían Tiñendo la mañana a través del cielo con resplandores de sangre; luego se volvió turbado al Duque: “ ¡Borgoña, tú has nacido león! Pero mi ánimo está bajo una agitación de angustia “ Por los Nobles de Francia, y oscura niebla en torno a mi rueda empañando la escritura de Dios “ Grabada en mi pecho. Necker, levántate, abandona el reino, tu vida está rodeada de insidias. “ Hemos convocado una Asamblea, no para destruir; hemos hecho dones, pero no a débiles: “ Oigo un lanzar de mosquetes, y un rebervero de espa­ das; y rostros que se encienden por la guerra 89

“ Ceñudos, levantando los ojos de las aldeas inquietas y de ciudades entenebrecidas. “ Antiguos prodigios se tornan airados sobre el reino, y se oyen gritos de mujeres y de niños, “ Tempestades de duda redoblan en torno mío, y aflic­ ciones violentas, a causa de los Nobles de Francia. “ ¡Márchate! ¡No respondas! porque la tempestad debe desatarse, como en años pasados ha ocurrido” .

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EL MATRIMONIO DEL CIELO Y DEL INFIERNO (Alrededor de 1790)

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ARGUMENTO Rintrah ruge y sacude sus fuegos en el aire opresor. Nubes hambrientas oscilan sobre el abismo. Ayer sumiso, en una peligrosa senda, el hombre justo realizaba su recorrido a través del valle de la muerte. Donde crecía la espina han plantado las rosas, y sobre la tierra estéril canta la abeja. Así pues, el sendero peligroso fue plantado de árboles, y un río y una fuente brotaron de cada peñasco y cada tumba; y sobre los huesos blanqueados brotó la roja arcilla. Hasta que el Abyecto dejó los fáciles senderos para seguir las sendas peligrosas y conducir al hombre justo a los áridos climas. Ahora furtiva, la serpiente se arrastra En untuosa humildad, y el justo se enfurece en los desiertos donde vagan leones. Rintrah ruge y sacude sus fuegos en el aire opresor; Nubes hambrientas oscilan sobre el abismo. Puesto que ha empezado un nuevo cielo y treinta y tres años han transcurrido desde su advenimiento, el Eter* 93

no Infierno se reaviva. Y he aquí que Swedenborg es el Ángel sentado sobre la tumba; sus escritos son los lienzos plegados. Ahora sobreviene el dominio de Edom y el retorno de Adán al Paraíso. Vid. Isaías, Cap. X X X IV . y X XX V . Sin Contrarios no hay progreso. Atracción y Repulsión, Razón y Energía, Amor y Odio son necesarios a la exis­ tencia humana. De seis contrarios deriva lo que el hombre religioso llama el Bien y el Mal. El Bien es la pasividad que obe­ dece a la Razón. El Mal es la actividad que nace de la Energía. El Bien es el Cielo; el Mal es el Infierno.

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LA VOZ DEL DIABLO Todas las Biblias, códices sacros, han sido la causa de los siguientes errores: 1. Que el Hombre posee dos principios reales de existencia: un Cuerpo y un Alma. 2. Que la Energía llamada Mal, proviene sólo del cuerpo; que la Razón, llamada Bien, sólo proviene del alma. 3. Que Dios atormentará al Hombre durante la eternidad por haber seguido sus Energías. Pero los siguientes Contrarios a tales errores son la Verdad: 1. El Hombre no tiene un Cuerpo distinto de su alma; el así llamado Cuerpo es una porción del alma que los Cinco sentidos, principales antenas del alma en esta edad, perciben. 2. Sólo la Energía es Vida y procede del Cuerpo; la Razón no es más que el confín o circunferencia exte­ rior a la Energía. 3. La Energía es la Delicia Eterna. Reprimen el Deseo sólo quienes lo tienen tan débil como para poderlo ahogar; el elemento represivo o ra­ zón usurpa entonces el lugar del deseo y se constituye en guía de quien no acierta a querer. Y una vez reprimido, se vuelve gradualmente pasi­ vo hasta no ser sino la sombra del deseo. La historia de esto se halla escrita en el Paraíso Per­ dido, donde el Tirano, o sea la Razón, se llama Mesías. Y al primitivo Arcángel, que posee el mando de la hueste celestial, se le llama Demonio o Satán, y sus hijos son llamados Pecado y Muerte. Mas en el Libro de Job, el Mesías de Milton se llama Satán. 95

Porque en las dos partes está registrada la misma historia. A la Razón le parece que el Deseo ha sido expulsado, pero el Diablo considera que el Mesías cayó y construyó un cielo con lo que robó al Abismo. Esto se nos muestra en el Evangelio donde él ruega al Padre que le envíe el Consolador o Deseo, a fin de que la Razón tenga ideas sobre las que pueda edificar. El Jehová de la Biblia no es sino aquel que vive entre llamas. Está claro que, después de su muerte, Cristo se con­ virtió en Jehová. Pero en Milton el Padre es el Destino y el Hijo, un cálculo de los Cinco Sentidos, y el Espí­ ritu Santo es la Nada. Nota. Milton estaba aherrojado cuando escribió acer­ ca de Dios y de los ángeles, y gozaba de libertad cuando habló de los Demonios y del Infierno, porque era un auténtico poeta y, sin saberlo, pertenecía al partido del Diablo.

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VISIÓN MEMORABLE Mientras paseaba entre las llamas del infierno, y me deleitaba con los goces del genio que a los ángeles pa­ recen tormento y locura, recogí algunos de sus prover­ bios, pensando que, así como los dichos de un pueblo lle­ van el sello de su carácter, los proverbios del Infierno muestran la naturaleza de la Sabiduría Infernal mejor que cualquier descripción de edificios o vestiduras. Al regresar a mi casa, sobre el abismo de los cinco sen­ tidos, allá donde un despeñadero de liso muro se desplo­ ma sobre el presente mundo, vi, envuelto en negras nu­ bes, un poderoso Demonio que aleteaba contra los lados de la roca; con llamas corrosivas escribió la sentencia siguiente, comprendida por el cerebro de los hombres y leída por ellos en la tierra: ¿No queréis comprender que cada Pájaro que hiende los aires es un mundo inmenso de delicias cerrado para tus cinco sentidos?

97 Poemas proféticos y prosas, 4

PROVERBIOS INFERNALES En tiempo de siembra, aprende; en tiempo de cosecha, enseña; en invierno, goza. Conduce tu carro y tu arado sobre los huesos de los muertos. El camino del exceso conduce al palacio de la sabiduría. La Prudencia es una rica, fea y vieja solterona cortejada por la Impotencia. Aquel que desea pero no obra, cría pestilencia. El gusano perdona al arado que lo ha partido. Sumerge en el río a aquel que ama el agua. El necio no ve el mismo árbol que ve el sabio. Jamás se convertirá en estrella aquel cuyo rostro no irradie luz. La Eternidad está enamorada de las obras del tiempo. La abeja laboriosa no tiene tiempo para la tristeza. Las horas de la locura son contadas por el reloj: pero las de la sabiduría ningún reloj puede contarlas. Para todo alimento sano no valen redes ni cepos. Número, peso y medida, déjalos en año de escasez.

Ningún pájaro se eleva demasiado alto, si vuela con sus propias alas. Un cadáver no se venga de las injusticias. El gesto más sublime consiste en anteponer otro a ti. Si el loco persistiese en su locura, iría al encuentro de la sabiduría. La locura es la capa de la bellaquería. La vergüenza es la capa del orgullo. Con piedras de la Ley han levantado prisiones; con ladri­ llos de la Religión, Burdeles. La soberbia del pavo real es la gloria de Dios. La lubricidad del chivo es la munificencia de Dios. La Cólera del león es la sabiduría de Dios. El exceso de pena, ríe; el exceso de alegría, llora. El rugido de los leones, el aullar de los lobos, la cólera del mar tempestuoso y la espada destructora, son partí­ culas de la eternidad demasiado grandes para el ojo del hombre. La zorra da la culpa al cepo, no a ella misma. Las alegrías fecundan; los dolores dan a luz.

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Dejad que el hombre se vista con la piel del león y la mujer con el vellón de la oveja. Al pájaro un nido, a la araña, una tela; al hombre, la amistad. El sonriente y egoísta necio, y el necio sombrío y ceñudo serán tenidos por sabios, aunque sean una plaga. Lo que hoy es evidencia, ayer fue sólo imaginación. La rata, el ratón, la zorra y el conejo vigilan las raíces; el león, el tigre, el caballo, el elefante, dirigen la mirada a los frutos. La cisterna contiene; el manantial inunda. Un solo pensamiento colma la inmensidad. Apréstate a decir lo que piensas, y el ruin te evitará. Todo lo creíble es una imagen de la verdad. Nunca perdió más tiempo el águila que cuando se puso bajo el magisterio del cuervo. La zorra procura para sí, pero Dios provee al león. Piensa por la mañana, obra al mediodía, come por la tarde y duerme por la noche. Aquel que ha permitido que abuses de él, te conoce. Como el arado va tras las palabras, así Dios recompensa las plegarias. 100

Los tigres de la cólera son más sabios que los caballos del saber. Espera veneno del agua estancada. Nunca sabrás lo que es suficiente, si antes no conociste el exceso. Escucha el reproche de los necios: ¡es un título real! Los ojos de fuego, la nariz de aire, la boca de agua, la barba de tierra. El débil de valor es fuerte en astucia. El manzano nunca pregunta al haya cómo debe crecer, ni el león al caballo cómo atrapar su presa. f

El que agradece lo que recibe se prepara una abundante cosecha. Si no hubiesen existido los necios, deberíamos serlo nosotros. El alma llena de dulce placer no puede ser manchada. Cuando ves un Águila, ves una porción del Genio: ¡levanta la cabeza! Así como la oruga escoge las hojas más hermosas para poner los huevos, el sacerdote deposita su maldición so­ bre las más hermosas alegrías. La creación de una florecilla es trabajo de siglos.

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La maldición fortifica; la bendición relaja. El mejor vino es el más viejo, la mejor agua la más nueva. ¡Las plegarias no aran! ¡Las alabanzas no siegan! ¡Las Alegrías no ríen! ¡Las penas no lloran! A la Cabeza lo Sublime, al Corazón, el Pathos, a los ór­ ganos genitales, la Belleza, a los pies y las manos, la Proporción. Como el aire al pájaro o el mar al pez, así sea el des­ precio al despreciable. El Cuervo quisiera que todo fuese negro, el búho que todo fuese blanco. Fecundidad sin tasa es la Belleza. El león sería astuto si escuchara los consejos de la zorra. Las mejoras enderezan los caminos; pero los caminos tortuosos, sin mejoras, son los propios del Genio. Más te valiera asesinar a un niño en su cuna que acunar deseos no realizados. Donde falta el hombre, la naturaleza es estéril. La verdad dicha de modo comprensible, será siempre creída. Bastante o, más bien, demasiado. 102

Los Poetas antiguos eoncebieron cada objeto sensible ani­ mados por un Dios o por un Genio, y los nombraron y adornaron con los atributos de los bosques, de los ríos, de las montañas, de los lagos, de las ciudades, de las naciones y de todo cuanto caía bajo sus sentidos vastos y numerosos. Particular estudio dispensaron al genio de cada ciudad y país, subordinándolo a su deidad mental: Se vino así elaborando un sistema, del que algunos apro­ vecharon para reducir a esclavitud al pueblo, esforzán­ dose en dar realidad a las deidades mentales o abstraer­ ías de sus objetos: surgió así el Clero, Entresacando formas de culto de las leyendas poéticas. Y finalmente proclamaron que todo esto era mandato de los Dioses. Así olvidaron los hombres que todas las deidades re­ siden en el corazón humano.

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VISIÓN MEMORABLE

Los Profetas Isaías y Ezequiel comían conmigo, y yo les pregunté cómo se atrevían a afirmar tan rotunda­ mente que Dios les había hablado; y al propio tiempo, si no se daban cuenta que se exponían a la incompren­ sión, suministrando así pretexto a la impostura. Isaías respondió: “ No he visto ni oído ningún Dios me­ diante una percepción orgánica finita; pero mis senti­ dos descubrieron lo infinito en todo, y me persuadí, y todavía lo estoy, de que la voz de la sincera indignación es la voz de Dios. Sin preocuparme de las consecuencias, escribí. Entonces pregunté. ¿Basta la firme persuasión para que una cosa exista? Respondió: “ Todos los poetas lo creen, y en las épocas imaginativas esta fe movió montañas; mas pocos son capaces de tener una firme convicción sobre algo” . Entonces Ezequiel dijo: “ La filosofía del Oriente ense­ ñó los principios liminares de la percepción humana. Algunos pueblos ponían el origen en un principio, otros, en otro; pero para nosotros israelitas, el Genio Poético (como lo llamáis ahora) fue el verdadero principio ini­ cial, y todos los demás no eran sino simples derivacio­ nes, y de ahí nuestro desprecio por los sacerdotes y filó­ sofos de otros países. Por ello profetizamos que, final­ mente, sería reconocido que todos los dioses se origina­ ron en nosotros y son tributarios del Genio Poético. Era el Genio que nuestro gran poeta, el Rey David, desea­ ba ardientemente, y que invoca tan patéticamente pro­ clamando “ con tu ayuda conquisto a mis enemigos y rijo mis reinos” : y hasta tal punto amamos a nuestro Dios, que en su nombre maldecimos a las deidades de 104

las naciones vecinas y las declaramos rebeldes. A causa de tal parecer, el vulgo dio en creer que al fin todas las naciones quedarían sometidas a los judíos. “ Y esto” , añadió, “ como todas las convicciones firmes ha sucedido, por cuanto todas las naciones aceptan el código judío y adoran al Dios de los Judíos. ¿Puede ha­ ber mayor servidumbre?” . Yo escuché esto con estupor y os debo confesar mi pro­ pio convencimiento. Terminada la comida, pedí a Isaías que hiciese al mundo el favor de la recuperación de sus obras perdidas; me contestó que ningún libro suyo de valor se había perdido. Y Ezequiel dijo otro tanto de los suyos. También pregunté a Isaías qué le impulsó a vagar desnudo de pies y cuerpo durante tres años. Res­ pondió: “ Lo mismo que impulsó a nuestro amigo Diógenes el Griego” . Pregunté además a Ezequiel por qué comió estiércol y permaneció tanto tiempo echado sobre su costado dere­ cho o izquierdo. Respondió: “ El deseo de elevar a otros hombres hasta la percepción del infinito: Las tribus de la América del Norte tienen prácticas semejantes. ¿Es honrado aquel que resiste a su genio o a su conciencia sólo por su comodidad o recompensa temporal?” La antigua tradición, según la cual el mundo será con­ sumido por el fuego al cabo de seis mil años, responde a la verdad, si hay que dar crédito a lo que oí en el Infierno. Porque apenas el querubín de llameante espada reci­ ba la orden de abandonar su guardia cerca del Árbol de la Vida, inmediatamente la creación entera será con105

sumida y todo aquello que ahora nos parece finito y corrupto aparecerá infinito y sagrado. Esto sucederá por vía de intensificación del placer sen­ sual. Pero, ante todo, la noción de que el hombre tiene un cuerpo distinto de su alma será abolida; y esto lo haré yo imprimiendo según el método infernal, por medio de corrosivos, que en el Infierno son saludables y medicina­ les, disolviendo las superficies aparentes y descubriendo el infinito que estaba oculto. Si las ventanas de la percepción fuesen limpiadas, cada cosa aparecería al hombre como verdaderamente es, in­ finita. Pero el hombre se ha recluido en sí mismo hasta tal punto que sólo ve las cosas a través de las grietas de su caverna.

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VISIÓN MEMORABLE Me hallaba en una imprenta del Infierno, y vi el méto­ do por el cual el conocimiento es transmitido de una generación a otra. En la primera cámara había un Dragón-Hombre que barría la basura de la entrada de la caverna; adentro, numerosos dragones ahondaban la Caverna. En la segunda cámara había una Víbora enroscada en torno a la roca y la caverna, y otras la adoraban con oro, plata y piedras preciosas. En la tercera cámara, había un águila de alas y plumas de aire; y por esta razón el interior de la caverna era infinito; alrededor, un gran número de águilas-hombres edificaban palacios sobre los enormes peñascos. En la cuarta cámara había leones de fuego que ron­ daban enfurecidos y fundían los metales en fluidos vi­ vientes. En la quinta cámara había formas innominadas que arrojaban los metales al espacio. Doquiera, recibidos por hombres que ocupaban la sexta cámara, adoptaban la forma de libros y eran colocados en bibliotecas. Los Gigantes que dieron a este mundo su forma de existencia sensual, y ahora parecen vivir en él encade­ nados, son en verdad las causas de su vida y las fuentes de toda actividad; pero las cadenas son la astucia de los espíritus débiles y sumisos que tienen poder para resistir la energía. Lo dice el proverbio: a quien le falta valor le sobra astucia. Una parte del Ser es así el Prolífico, la otra el Devorador. Éste cree tener encadenado al creador; pero no es de hecho así; sólo se aferra a trozos de existencia y se imagina tenerlo todo. El Prolífico dejaría de serlo si el 107

Devorador, como un mar, no acogiese el exceso de sus goces creadores. Alguien argüirá: ¿No es Dios el único Prolífero? Yo contesto: “ Dios sólo obra y es en los seres vivientes, en los hombres” . Estas dos clases de hombres se encuentran siempre so­ bre la tierra y serán enemigos. Quien trate de conciliarios atenta a la existencia. La Religión es precisamente un esfuerzo para conciliarios. Nota. Jesucristo no quiso unirlos sino separarlos, como atestigua la parábola de las ovejas y las cabras. Él dice: “ No vine a traer la paz sino la espada” . El Mesías o Satán o Tentador, en otro tiempo se pensó que era uno de los antediluvianos, es decir, una de nuestras Energías.

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VISIÓN MEMORABLE Un Ángel se me acercó y dijo: “ ¡Oh, joven necio, que me inspiras lástima! ¡Horrible, espantable condición la tuya! Considera el calabozo de fuego ardiente que te estás preparando para toda la eternidad y a donde te lleva el camino que sigues” . Respondí: “ Querrás acaso mostrarme mi suerte eterna. Juntos la contemplaremos y se verá si tu suerte es más deseable que la mía” . Entonces me hizo atravesar un establo y una iglesia, y bajar a la cripta en cuyo extremo había un molino. Atra­ vesamos el molino y llegamos a una caverna. A tientas por la intrincada caverna seguimos nuestro duro camino hasta llegar a un espacio vacío que apareció bajo nosotros desmesurado como un cielo abismal; agarrados a las raí­ ces de los árboles, permanecimos colgados sobre aquella inmensidad. Mas yo dije: “ Si quieres, nos abandonare­ mos a este vacío para ver si también en él está la Provi­ dencia. Si tú no quieres, yo sí” . Me respondió: “ No seas presuntuoso, joven. Mientras nos hallemos aquí, contem­ pla tu suerte que pronto aparecerá, al clarear la oscu­ ridad” . Así, continué junto a él, sentado sobre una raíz contor­ sionada de un roble; y el Ángel permanecía suspendido de un hongo cuya cabeza colgaba sobre el abismo. Poco a poco, se reveló a nuestros ojos el Abismo infinito, rojizo como el humo de una ciudad incendiada; bajo nosotros, a una distancia inmensa, columbrábase el sol, negro y brillante. En torno al astro, había huellas de fuego por las que enormes arañas caminaban en pos de 109

sus presas, que volaban, o más bien, nadaban en la infi­ nita profundidad bajo la forma de horribles animales, nacidos de la corrupción; y el espacio parecía no sola­ mente lleno sino formado por ellos. Son los demonios, llamados Potencias del aire. Pregunté entonces a mi compañero cuál era mi suerte eterna. Respondió: “ Entre las arañas negras y blancas” . Pero en aquel momento, entre las arañas negras y las blancas, una nube y un fuego estallaron rodando a tra­ vés del abismo, ennegreciendo todo lo que se encontraba debajo, de modo que el fondo del abismo ennegrecióse como un mar y se agitó con un terrible fragor. Ahora no había nada visible debajo de nosotros salvo una negra tempestad, hasta que, mirando hacia el este, entre las nubes y las olas, divisamos una catarata de sangre mez­ clada con fuego, y distante de nosotros sólo unos tiros de piedra, surgió y hundióse de nuevo la forma de una serpiente escamosa. Por último, hacia el este, a tres gra­ dos de distancia, una cresta inflamada se mostró sobre las olas; se elevó lentamente como un arrecife de oro, y luego vimos dos globos de fuego carmesí, de los cuales el mar encontró evasión en nubes de humo. Comprendi­ mos que aquello era la cabeza de Leviatán. Tenía, como la del Tigre, la frente surcada de estrías de color verde y púrpura. Pronto vimos sus fauces y sus rojas agallas, que colgaban sobre la espuma enfurecida, tiñendo la negra profundidad con rayos de sangre, mientras avan­ zaba hacia nosotros con toda la furia de una existencia espiritual. El Ángel mi amigo trepó desde su sitio al molino. Me quedé solo. La visión se desvaneció, pero me encontré sentado sobre la amena orilla de un río, al claro de la luna, escuchando la voz de un arpista que se acom­ 110

pañaba con su instrumento. El tema de su canción era: “ El hombre que nunca cambia de opinión es como el agua estancada, y cría los reptiles de la mente” . En seguida me puse en pie y partí en busca del molino, donde encontré a mi ángel que, sorprendido, me preguntó cómo había logrado escapar. Respondí: “ Todo lo que hemos visto provenía de tu me­ tafísica, porque, después de tu huida, me hallé a orillas de un río, al claro de luna, oyendo a un arpista. Pero ahora que hemos visto mi suerte eterna, ¿puedo mostrar­ te a su vez la tuya?” . Mi proposición le hizo reír, mas yo, de pronto, le estreché en mis brazos y volé hacia occidente, a través de la noche, tanto que nos elevamos sobre la sombra de la tierra; entonces con él me lancé derecho al cuerpo del sol, donde me vestí de blanco; después, tomando los libros de Swedenborg, abandoné esta región gloriosa y, dejando atrás los demás planetas, llegamos a Saturno. Allí me detuve a fin de reposar. Luego, me arrojé al vacío, entre Sa­ turno y las estrellas fijas. Le dije: “ He aquí tu lugar en este espacio, si así puede llamarse” . Poco después vimos el establo y la iglesia; lo llevé al altar y abrí la Biblia, y he aquí un pozo pro­ fundo al que descendí llevando el Ángel delante de mí. Luego vimos siete casas de ladrillo y entramos en una. Había en ella un gran número de monos, mandriles y todos los de su especie, encadenados por la cintura, que gesticulaban y trataban de agarrarse los unos a los otros, contenidos por lo corto de sus cadenas. Sin embargo, ad­ vertí que a veces su número aumentaba, y que los fuer­ tes agarraban a los débiles y, haciendo muecas, primero copulaban con ellos y luego los devoraban, arrancando 111

un miembro tras otro, hasta reducir el cuerpo a un tron­ co miserable. Y, después de haberlo besado con extrema ternura, al fin lo devoraban. Aquí y allá, vi a algunos regalarse con la carne de su propia cola. Como la he­ diondez nos molestaba terriblemente, entramos en el mo­ lino, y atraje con mi mano el esqueleto de un cuerpo que, no bien estuvimos en el molino, fue la Analítica de Aristóteles. Entonces el Ángel dijo: “ Tu fantasía me ha jugado una treta, de lo cual deberías avergonzarte” . Respondí: La treta la hemos jugado ambos, y es malgas­ tar el tiempo conversar contigo sobre obras que otra cosa no son sino analíticas. *

*

*

La oposición constituye la verdadera amistad. *

*

*

Siempre me ha parecido que los Ángeles tienen la va­ nidad de hablar de sí mismos como si únicamente ellos fuesen sabios, y lo hacen con el descaro que nace del razonamiento sistemático. Así Swedenborg se jacta de que cuanto escribe es nuevo, aunque sólo sea un índice o un catálogo de libros ya publicados. Un hombre llevó un mono a una fiesta, y porque era un poco más sabio que el animal se hinchó de vanidad y se consideró más sabio que siete hombres. Tal es el caso de Swedenborg: demuestra la locura de las iglesias, desen­ mascara a los hipócritas, hasta tal punto que llega a figurarse que todos los hombres son religiosos y que él 112

es el único hombre en la tierra que rompió las mallas de la red. Ahora, oíd el hecho tal como es: Swedenborg no ha es­ crito una sola verdad nueva. Y más aún: ha escrito todas las viejas falsedades Y ahora conoced la razón: conver­ saba con los Ángeles que son todos religiosos, y no con­ versaba con los demonios que todos detestan la religión, porque era incapaz de ello a causa de sus prejuicios. Los escritos de Swedenborg son pues una simple reca­ pitulación de todas las opiniones superficiales, y un análisis de las sublimes. Nada más. He aquí otro hecho evidente. Quienquiera tenga dotes mecánicas y maña, refundiendo las obras de Paracelso o de Jacobo Boehme, puede producir diez mil volúmenes de igual valor que los de Swedenborg, y un número des­ de luego infinito puede extraer de la obra del Dante o de la de Shakespeare. Pero, una vez haya hecho esto, que no pretenda saber más que su maestro, siendo al contrario uno que tiene encendida una bujía en pleno sol.

113

VISIÓN MEMORABLE Vi una vez un Demonio, envuelto en una llama de fuego, aparecer ante un Ángel que se hallaba sentado en una nube. Y el Demonio pronunció estas palabras: “ El culto a Dios consiste en honrar sus dones en los otros hombres, según el genio de cada hombre, y en amar mejor a los más grandes: aquellos que envidian o calumnian a los grandes hombres odian a Dios; porque no hay otro Dios” . El Ángel, al oír esto, se puso casi azul turquí; mas, como consiguiera dominarse, cobró un color amarillo y, al fin, se tornó blanco, rosado y risueño, y replicó: “ Tú, Idólatra, ¿Dios no es Uno? ¿No es visible en Jesu­ cristo? Y Jesucristo ¿no ha otorgado su consentimien­ to a la ley de los diez mandamientos? ¿No son los demás hombres necios, pecadores, una nadería? El Demonio respondió: “ Machaca a un necio con trigo en un mortero, y no lograrás quitarle la necedad. Si Je­ sucristo es el más grande de los hombres, tendrás que amarlo en grado sumo. Ahora atiende de qué manera ha otorgado su consentimiento a la ley de los Diez Man­ damientos. ¿No se burló del sábado, burlándose así del Dios del Sábado? ¿Y no asesinó a los que, por su causa, fueron asesinados? ¿No desvió a la ley de la mujer co­ gida en adulterio? ¿No defraudó el trabajo ajeno para sostenerse? ¿No levantó un falso testimonio al rehusar defenderse ante Pilatos? ¿No codició al pedir para sus discípulos y cuando les ordenó sacudir el polvo de sus sandalias pontra los que se negaban a albergarlos? Te 114

digo, no puede existir virtud sin quebrantar estos diez mandamientos. Jesucristo era todo virtud, y obró por impulso, sin atenerse a normas” . Cuando terminó de hablar, miré al Ángel, que alargó los brazos, estrechó contra su pecho la llama y, una vez consumida, apareció como Elias. Nota. Este Ángel, que se ha convertido en un Demonio, es mi amigo íntimo. Juntos leemos la Biblia en su in­ fernal y diabólico sentido, que el mundo conocerá de portarse bien. Tengo la Biblia del Infierno, que los hom­ bres conecerán quiéranlo o no. Una misma Ley para el León y el Buey es Opresión.

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UN CANTO DE LIBERTAD

I 1.

¡Lanzó un gemido la Hembra Eterna! La oyeron en toda la tierra.

2.

¡La costa de Albión está desamparada, calla! ¡Las praderas americanas descaecen!

3.

Sombras de Profecía se entremecen junto a los lagos y los ríos, rezongan a través del océano. ¡Francia, derriba tus mazmorras!

4.

¡Dorada España, rompe las barreras de la vieja Roma!

5.

Lanza tus llaves, ¡oh Roma! al profundo abismo, que caigan, siempre en la eternidad caigan.

6.

Y llora y cedan tus venerables cerraduras.

7.

Ésta recogió en el temblor de sus manos al recién nacido terror, chillando.

8.

En las infinitas montañas de luz, ahora cercadas por el Atlántico, el fuego recién nacido se hallaba ante el estrellado soberano.

9.

Empavesadas por nieves de aspecto gris y por rostros borrascosos, las celosas alas se extendieron sobre el abismo.

10.

La mano que empuñaba la lanza ardió en lo alto, desabrochada la hebilla del escudo; avanzó la mano

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de los celos entre la ardiente cabellera, y el recién nacido portento se precipitó a través de la estrella­ da noche. 11.

¡El fuego, cae el fuego!

12.

¡Alerta! ¡Alerta! ¡Oh, ciudadano de Londres, pon rostro adusto. ¡Oh, Judío, deja de contar oro, vuel­ ve al aceite y al vino! ¡Oh, Africano, negro Afri­ cano: (Ve, alado pensamiento, ensancha su frente).

13.

Los furiosos , la ardiente cabellera, pa­ saron rápidos como el sol que se hunde en el mar occidental.

14.

Sacado de su eterno sueño, el canoso elemento, ru­ giendo, huyó.

15.

Batiendo sus alas en vano, se precipita el celoso rey, seguido por sus consejeros de cejas grises, sus ruidosos guerreros, sus vacilantes veteranos, entre yelmos y escudos, carros de combate y caballos, elefantes, estandartes, hondas y piedras.

16.

¡Cayendo, acometiendo, arrasando, hundidos en las ruinas, dentro de las cavernas de Urthona!

17.

Permaneciendo toda la noche entre las ruinas: lue­ go sus humeantes llamas fueron menguando en torno al sombrío rey.

18.

Con trueno y fuego, conduciendo sus estrelladas huestes a través del baldío desierto, el rey promul­ gó sus diez mandamientos, levantando sus resplan­ 117

decientes párpados por encima de la desmayada negrura del Abismo. 19.

Donde el hijo del fuego en su nube oriental, mien­ tras la mañana descompone las plumas de su dora­ do pecho.

20.

Dispersando nubes con rasgos de anatemas, que­ branta y reduce a polvo bajo sus pies, la ley de pie­ dra, soltando los eternos caballos de las guaridas de la noche, gritando: ¡El imperio ya no existeI y ahora el león y el lobo dejarán de existir.

CORO ¡Los Sacerdotes del cuervo de la aurora, en la mor­ tal negrura, no maldigan con roncos gritos a los hijos de la alegría. Ni sus aceptados hermanos, a los cuales, tirano, él llama li­ bres, pongan más límite o construyan techo! ¡Ni la pálida lujuria religiosa llame más virginidad a aquella que tiene deseos pero no obra! Porque todo lo que vive es sagrado.

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VISIONES DE LAS HIJAS DE ALBIÓN (Alrededor de 1793)

El ojo ve más de lo que el corazón conoce

ARGUMENTO Yo amaba a Theotormon, lo amaba sin vergüenza; virgen y temblorosa, corrí al valle de Leutha. Cogí la flor de Leutha, y en volandas desde el valle grandes truenos rasgaron mi manto de doncella.

VISIONES Cautivas, las Hijas de Albión lloran; una trémula queja sobre sus montañas; en sus valles, suspiros hacia América. Porque la dulce alma de América, Oothoon, vagaba an­ gustiada por los valles de Leutha, buscando flores que la conso­ laran, y habló así a la brillante caléndula del valle de Leutha: “ ¿Eres una flor? ¿Eres una ninfa? ¡Ora te veo como una flor ora como una ninfa! ¡No me atrevo a arrancarte de tu lecho de rocío!” La ninfa de oro contestó: “ Coge mi flor, Oothoon la dulce: Otra flor se abrirá, porque el alma de la tierna delicia nunca muere” . Calló y cerró su relicario de oro. Entonces Oothoon cogió la flor y dijo: “ Te arranco de tu lecho, dulce flor, y te pongo aquí, para que brilles entre mis senos, y así vuelvo mi rostro hacia lo que mi alma entera busca.” Se elevó por encima de las olas, presa de una rauda y exultante delicia, y dirigió su impetuoso vuelo sobre el reino de Theotor­ mon. Bromion la desgarró con sus truenos. En su tempestuoso lecho 122

yacía la desfalleciente virgen, y pronto sus espantosas desventuras asustaron a los roncos truenos. Bromion habló así: “ ¡Contemplad a esa prostituta, aquí, en el lecho de Bromion! ¡Dejad que los alegres delfines rodeen a la encantadora doncella! Mías son las dulces llanuras de América, y tu norte y tu sur; los atezados hijos del sol llevan mi sello; son obedientes, no resisten, sufren el látigo. Sus hijas adoran a los terrores y obedecen a los violentos. Ahora puedes casarte con la prostituta de Bromion y proteger al hijo de mi furor, que ella dará a luz dentro de nueve lunas” . Entonces las tempestades desgarraron los de Theotormon, quien agitó sus olas y cubrió con sus negras y celosas aguas a la adúltera pareja. En las cavernas de Bromion, encadenados espalda contra espalda, habitan el terror y la sumisión. Sentado a la entrada, Theotormon desgasta el duro um­ bral con sus lágrimas secretas; debajo de él, como las ola* en una playa desierta, se oye la voz de los esclavos bajo el sol, los niños com­ prados con dinero, que tiemblan en el seno de los antros religiosos, bajo los fuegos de la lujuria, que vomitan constantemente las cimas de la tierra. 123

Oothoon no llora, no puede llorar, sus lágrimas están encerradas. Pero puede lanzar incesantes aullidos, retorcer sus ni­ veos y llamar a las águilas de Theotormon para que vengan a devorar su carne. “ ¡Escuchad mi voz santa, oh reyes del aire sonoro! Desgarrad este mancillado seno para que pueda reflejar la imagen de Theotormon en mi puro y transparente pecho” . A su llamada, las águilas descienden y desgarran a su ensangrentada presa. Theotormon sonríe, severo. El alma de Oothoon refleja la sonrisa. Como el claro manantial, enturbiado por los pies de las bestias, se vuelve cristalino y sonríe. Las Hijas de Albión oyen sus quejas y, como un eco, repiten sus suspiros. “ ¿Por qué mi Theotormon llora sentado en el umbral, mientras Oothoon revolotea en torno a él y trata, en vano, de persuadirlo? Grito: ¡Levántate, oh Theotormon!: Ya el perro en la aldea ladra a la aurora; ya el ruiseñor ha cesado de lamentarse; la alondra ya susurra en los trigales maduros; y el águila regresa de su caza nocturna y alza su dorado pico hacia el puro oriente, sacudiendo el polvo de sus alas inmortales para despertar al sol que duerme demasiado. ¡Levántate, Theotormon! 124

Yo soy pura, porque la noche que me encerraba en su funesta negrura ha terminado. Me han dicho que el día y la noche era todo lo que podía ver; me han dicho que tenía cinco sentidos para permanecer encerrada, y han confinado mi infinito cerebro en un círculo es­ trecho, y han sumido mi corazón en el abismo, rojo globo ar­ diente; Hasta que olvidándolo todo, me borré enteramente de la vida. En vez del alba veo surgir un espectro descolorido, como un ojo en la nube del oriente; en vez de la noche un nausea­ bundo osario. ¡Y mi Theolormon no me oye! Para él, la noche y la mañana son lo mismo; noche de suspiros, mañana de frescas lágrimas, y sólo Bromion puede oír mis lamentos. “ ¿Con qué sentido el polluelo esquiva al gavilán? ¿Con qué sentido la paloma mide el espacio? ¿Con qué sentido la abeja construye sus celdas? ¿El ratón y la rana no tienen ojos y oídos y sentido del tacto? Sin embargo, sus moradas y sus fines son tan diferentes como sus formas y sus alegrías. “ Preguntad al Asno montés por qué rehúsa la carga y al dócil camello por qué ama al hombre. ¿No será por su ojo, por su oído, por su boca, por su piel, o por sus ollares? No, que todo eso tienen el lobo y el tigre.

125

“ Preguntad al ciego gusano los secretos de la tumba y por qué sus espirales se complacen en enroscarse en los huesos de los muertos; y preguntad a la voraz serpiente donde obtiene su veneno, y al águila por qué ama al sol y luego descubridme los pensamientos del hombre, ocul­ tos desde remotas edades. “ En silencio revoloteo toda la noche, y podría permane­ cer silenciosa todo el día, si Theotormon se dignara una sola vez posar en mí sus ojos. “ ¿Cómo puedo ser mancillada cuando reflejo tu pura imagen? El fruto más dulce es el que es pasto del gusa­ no, y el alma más tierna la que es presa del dolor. Al igual que el cordero recién lavado y teñido por el humo de la aldea, y el cisne en el que brilla la tierra roja de nuestro inmortal río. Baño mis alas y soy blanca y pura para revolotear alrededor del seno de Theotormon” . Entonces, Theotormon, rompiendo el silencio, contestó: “ Decidme qué son la noche o el día para quien está sumido en el dolor. Decidme qué es un pensamiento o de qué sustancia está hecho. Decidme qué es una alegría y en qué jardines las ale­ grías nacen. ¿En qué ríos nadan las penas, sobre qué montañas flotan las sombras del descontento y en qué casas moran los desventurados, ebrios de olvidadas penas, y encerrados lejos de la fría desesperación? Decidme dónde viven los olvidados pensamientos hasta que son llamados de nuevo. Decidme dónde viven las alegrías de antaño, los antiguos amores, y cuándo se renovarán, tras la noche del olvido, para que yo pueda atravesar el tiempo y los remotos espacios y traer consuelo a la pena presente y a la noche dolorosa. “ ¿A dónde vas, pensamiento? ¿Hacia qué lejano país 126

vuelas? Si regresas, estando embargada por la actual aflicción, ¿llevarás el consuelo sobre tus alas, con el rocío, la miel y el bálsamo, o bien el veneno de salvajes desiertos que proviene de los ojos del envidioso?” Entonces Bromion habló, y sus lamentos hicieron tem­ blar el antro: “ Tú sabes que los antiguos árboles que tus ojos vieron tienen frutos, ¿pero sabes que los árboles y los frutos florecen sobre la tierra para dar satisfacción a ignorados sentidos? Árboles, bestias y pájaros desconocidos, des­ conocidos mas no invisibles, esparcidos en el infinito mi­ croscopio, en lugares todavía no hollados, y en mundos situados más allá de otra clase de mares y en climas desconocidos... “ ¡Ah! ¿Existen otras guerras además de las guerras de la espada y el fuego? “ ¿Y hay otras penas además de las penas de la pobreza? ¿Y hay otras alegrías además de las alegrías de la ri­ queza y el bienestar? ¿Y no hay una misma ley para el león y el buey? “ ¿Y no hay fuego eterno y cadenas eternas para conde­ nar a los fantasmas de la existencia lejos de la vida eterna?” Entonces Oothoon esperó durante todo el día y toda la noche, pero cuando se levantó la mañana, renovó sus lamentaciones. Las hijas de Alhión escuchan sus infor­ tunios y, como un eco, repiten sus suspiros. “ ¡Oh Urizen! ¡Creador de los hombres! ¡Errado demo­ nio del Cielo! Tus alegrías son lágrimas, tu esfuerzo vano para con­ formar hombres a tu imagen y semejanza. ¿Cómo puede una alegría absorber a otra? ¿Las diferen­ 127

tes alegrías no son sagradas, eternas e infinitas? Y cada alegría es un Amor. “ ¿No se ríe la boca estúpida de un don y la mirada mez­ quina no se burla de una tarea que está más allá de toda recompensa? ¿Tomarás al mono por consejero o al perro como espejo para tus hijos? ¿Quién desprecia la Pobreza y quien detesta la Usura están movidos por la misma pasión? “ ¿Cómo puede el hombre generoso de sus dones expe­ rimentar las delicias del mercader y el industrioso ciu­ dadano comprender las fatigas del labriego? “ ¡Cuán diferente es el mercenario grueso, bien cebado, que, al son de vacío tambor, compra campos enteros de trigo y los convierte en eriales y canta en el páramo! “ ¡Cuán diferente son sus ojos y sus oídos! ¡Cuán dife­ rente es el mundo para éstos? “ ¿Con qué sentido reclama el sacerdote el trabajo del labriego? ¿Qué son sus redes, sus lazos y sus trampas? ¿Cómo se rodea de frías olas de abstracción y de bosques de soledad para construirse castillos y altos campanarios donde reyes y sacerdotes puedan morar; hasta que la doncella de ju­ ventud ardiente, que no ha adoptado un estado determi­ nado, es amarrada por los hechizos de la ley a alguien que detesta? ¿Debe arrastrar la cadena de la vida en una tediosa lu­ juria? ¿Es preciso que glaciales y asesinos pensamientos oscu­ rezcan el claro cielo de su eterna primavera para que ella soporte la furia invernal de un violento terror, em­ pujada hacia la locura, obligada a sostener un yugo sobre sus temblorosos hombros, día y noche, a hacer girar la noria del falso deseo y de anhelos que despiertan sus entrañas para el aborrecido nacimiento de querubes de 128

forma humana, cuya vida es una pestilencia, la muerte un meteoro, para dejar de existir; hasta que el niño viva con alguien a quien detesta, haga las cosas que abo­ mina, y el látigo impuro obligue a su simiente a un naci­ miento prematuro antes de que sus párpados puedan contemplar las flechas del día? “ ¿Adora la ballena las huellas de tus pasos como el hambriento perro? ¿Olfatea la presa de las montañas porque sus anchos ollares aspiran el océano? ¿Pueden sus ojos distinguir­ las huidizas nubes como el ojo del cuervo? ¿Puede me­ dir el espacio como el buitre? ¿La inmóvil araña inspecciona los riscos donde las águi­ las ocultan a sus crías, o la mosca se alegra porque la cosecha es recogida? ¿No desprecia el águila la tierra y no desdeña las riquezas que están sepultadas? Pero el topo sabe lo que hay allí y el gusano te lo dirá. ¿No levanta el gusano una columna en el cementerio que se desmorona y un palacio de eternidad en las mandí­ bulas de la insaciable tumba? Sobre su pórtico se han escrito estas palabras: ¡Toma tu felicidad, oh Hombre! ¡Dulce te será, como las renovadas alegrías de tu in­ fancia! “ Infancia confiada, llena de deseos, feliz, anidada en los ragazos del placer: ¡Inocencia! honrada, abierta, que buscas las vigorosas alegrías de la mañana lumino­ sa, abierta a la dicha virginal. ¿Quién te enseñó la cas­ tidad, la sutil castidad, hija de la Sombra y del Sueño? Al despertar, ¿ocultarás todas tus alegrías secretas, o no estabas despierta cuando todo este misterio fue revelado? Entonces, tú avanzas, virgen modesta, experta en el arte de fingir, Con redes halladas bajo tu almohada y desti129 Poemas proféticos y prosas, 5

nadas a capturar la virginal alegría, a la que estigmati­ zas con el nombre de ramera y vendes por la noche, en silencio, sin un susurro, fingiendo dormir. Sueños reli­ giosos y vísperas devotas encienden tus humeantes ho­ gueras: Otrora, tus llamas encendían los ojos francos de la ma­ ñana. “ ¿Y busca Theotormon esta vergüenza hipócrita, artera, secreta, temerosa, prudente y trémula? Entonces, es verdad que Oothoon es una ramera y todas las virginales alegrías de la vida son prostitutas, y Theo­ tormon es el sueño de un enfermo, y Oothoon es la es­ clava astuta de la santidad egoísta. “ Pero Oothoon no es eso, sino una doncella llena de virginales fantasías, abierta a la alegría y al placer donde quiera la belleza aparece. Si la encuentro bajo el sol de la mañana, mis ojos se fijan en ella en una cópula feliz; si es en la dulzura del atardecer, fatigado por el trabajo, me siento en una ri­ bera y gozo de los placeres de esta libre alegría. “ ¡El momento del deseo! ¡El momento del deseo! La virgen que languidece por un hombre sentirá despertar sus entrañas a enormes alegrías dentro de la sombra se­ creta de su estancia. El joven privado de la alegría sen­ sual olvidará engendrar y creará una imagen de amor en las sombras de sus cortinas y en los pliegues de su silenciosa almohada. ¿No son éstas las moradas de la religión, las recompensas de la continencia, los goces de la negación personal? ¿Por qué buscas la religión? ¿No son por ventura bellos los actos para ir en pos de la soledad donde la horrible tiniebla lleva impresos los reflejos del deseo? 130

“ ¡Padre de los Celos, maldito seas en la tierra! ¿Por qué enseñaste a mi Theotormon esta cosa nefasta? Debo ver cómo la belleza abandona mis hombros, oscu­ recida y rechazada, como una solitaria sombra que se lamenta a orillas del no ser. “ Grito: ¡Amor! ¡Amor! ¡Amor! ¡Feliz, dichoso amor, libre como el viento de las altas cimas! ¿Puede ser Amor lo que absorbe a otro como la esponja absorbe al agua, lo que nubla con celos las noches del otro y con lágrimas todos los días, hilando una tela de araña de vejez a su alrededor, gris y cana, siniestra, hasta que sus ojos se cansan-de ver el fruto que cuelga ante él? Tal es el amor egoísta que siente envidia de todo, un rampante esqueleto cuyos ojos de fanal montan guar­ dia vigilante en el helado lecho nupcial. “ Pero redes de seda y trampas de diamante, Oothoon ha de saber tender: Y cazará para ti doncellas de suave plata .y de oro fu­ rioso. En un cerro acostada a tu lado, observaré su las­ civo retozar, en una deleitosa cópula, delicia sobre deli­ cia, con Theotormon. Roja como la alegre mañana, ardiente como el primer rayo de luz, Oothoon verá su preciosa alegría, sin que ninguna nube de celos se forme en el cielo del amor generoso, ni lleve a él plagas egoístas. “ ¿Camina el sol, ataviado de esplendor, sobre el secreto piso donde el frío avaro esparce su oro, o bien la bri­ llante nube cae sobre su umbral de piedra? ¿Su ojo ve el rayo que hace abrir el ojo de la piedad, o bien irá a uncirse al yugo, junto al buey, sobre tu duro surco? ¿Este rayo de dulzura no anonada al murciélago, el búho, el reluciente tigre y el rey de la noche? El ave marina se viste con las ráfagas invernales y pro­ tege sus , y la feroz serpiente aprovecha la 131

pestilencia para adornarse con ella como si fuera gemas y oro. Los árboles, los pájaros, las bestias, los hombres contemplan la eterna alegría. ¡Levantaos, pequeñas alas resplandecientes, y cantad vuestra infantil alegría! ¡Levantaos, bebed vuestra felicidad, porque todo lo que vive es sagrado!” Así cada mañana sube de Oothoon el lamento, mientras al borde de las aguas Theotormon, sentado, conversa con horrendas sombras. Y las Hijas de Albión van repitien­ do los lúgubres suspiros.

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PRELUDIO (versos 1 a 37)

La tenebrosa hija de Urthona se mantuvo erguida ante el rojo Ore, Cuando catorce soles habían realizado débiles el viaje sobre su oscura morada: Comida llevaba en cestas de hierro, bebida en copas de hierro: Coronada con un casco, negra la cabellera, la mujer sin nombre se encontraba allí enhiesta; llevaba una aljaba llena de fulgurantes pertrechos, un arco semejante al de la noche, Cuando la pestilencia es disparada desde el cielo: ¡no necesitaba otras armas! Inulnerable aunque desnuda, salvo donde algunas nubes le rodean la cintura con sus pliegues terribles en el aire sombrío, permanecía tan silenciosa como la noche; por­ que de su lengua de hierro no podía levantarse jamás sonido ni voz, Pues quedóse muda desde el aciago día en que Ore in­ tentó un furioso abrazo. “ Sombría virgen” — dijo el joven hirsuto— “ tu severo y aborrecido padre remacha mis décuples cadenas mien­ tras mi espíritu en la altura se cierne; “ Águila a veces estridente en el cielo, a veces león en acecho por los montes, y otras ballena hostigadora. “ El furioso abismo insondable; de tarde en tarde ser­ piente enroscada en las columnas de Urthona, y alrede­ dor de tus oscuros 135

“ En los desiertos canadienses me repliego; mi espíritu debilitado se encoge; “ Porque, encadenado bajo tierra, destrozo estas cavernas. “ Cuando me traes comida aúllo de alegría y mis encar­ nados ojos se esfuerzan por contemplar tu rostro. ¡En vano! Estas nubes flotan de una parte a otra y te ocultan a mi vista” . Silente como amor desesperado, fuerte como los celos, El hirsuto quebró con sus hombros los anillos de la ca­ dena; son libres las muñecas del fuego. La agarró por la cintura, furiosamente el vientre de ella forcejeó ansioso; y a ella la gozó: apartó sus nubes y sonrió con la primera de sus sonrisas, como cuando una negra nube muestra sus relámpagos al silencioso abismo. Apenas vio a su terrible hijo, la virgen gritó: “ ¡Te conozco! Te he encontrado, y no he de dejarte nun­ ca marchar. “ Eres la imagen de Dios que reside en las tinieblas de África, “ Y has caído para darme aliento en las regiones de la sombría muerte. “ Sobre mis llanuras Americanas siento debatirse las aflicciones “ Sostenidas por raíces cuyos brazos se retuercen en lo profundo. “ Veo en el Canadá una Serpiente que me promete su amor, un águila en Méjico, un león en el Perú; “ Veo en los mares del Sur una ballena que absorbe a mi alma. 136

“ ¡Oh! qué lacerantes sufrimientos experimento por todo el cuerpo. “ Tu fuego y mi hielo se funden en gritos de sufrimiento, en surcos abiertos por los rayos. “ Ésta es la muerte eterna, esto el tormento ha tiempo anunciado” .

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UNA PROFECÍA (versos 95 a 135)

El Terror contestó: “ Soy Ore, enroscado en el árbol maldito. Llegó el fin de los tiempos; las sombras se disipan, rompe el día; La alegría ardiente que Urizen pervirtió reduciéndola a diez mandamientos, toda aquella noche en que condujo las estrellas legio­ nes a través de la inmensidad, Esa pétrea ley la pisoteo y disperso el polvo de las reli­ giones a los cuatro vientos, como un libro roto del cual nadie recogerá las hojas; que se pudrirán en las arenas del desierto y se consu­ mirán en los insondables abismos, para que los desiertos florezcan y las aguas se retiren a sus fuentes, para que renazca la alegría ardiente y se hunda la bóveda de pie­ dra; a fin de que la macilenta religión libidinosa, que va en pos de la virginidad, aprenda a encontrarla en una ramera; y en la honradez vestida de burdo paño halle la inmaculada pureza, aunque fue violada en su cuna noche y día. Porque todo lo que vive es sagrado, la vida se goza en la vida, y el alma del dulce deliquio no puede ser man­ cillada. Las llamas cubren el globo terrestre, pero el hombre no es consumido; Marcha en medio de las llamas del deseo, sus pies diríase que son de bronce, sus rodillas y sus muslos de plata y de oro su pecho y su cabeza.” “ Sonad, sonad, oh mis estridentes clarines de guerra y dad la alarma a mis Trece Ángeles! 138

¡Recio aúlla el Lobo Eterno! El León Eterno azota el aire con su cola! Las tinieblas cubren América, y mis Demonios venga­ dores, aterrados, se agachan y chillan ante sus profundas cavernas, como pieles secadas por el viento. No pueden destruir el trigo ni agotar la fecundidad de la tierra; No pueden herir con aflicciones, ni detener el arado y la azada; No pueden amurallar la ciudad ni rodear de fosos el castillo del príncipe; No pueden multiplicar el roble desmedrado para que invada las colinas; Porque hombres temibles se encuentran en las costas, y veo que en sus vestiduras los niños hallan protección contra los relámpagos: Allí están Washington y Paine y Warren, con la cabeza levantada y mirando hacia el este, pero las nubes entur­ bian mi vista fatigada por los años. ¡Una visión lejana aparece! ¡Sonad, sonad, oh mis estridentes clarines de guerra! ¡Llamad a las armas a mis trece Ángeles!”

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FRAGMENTO (Cap. V II)

Y llamaron Ore al niño, que creció alimentado con la leche de Enitharmon. *

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Los despertó a Enitharmon. ¡Oh pena y dolor! En torno a su pecho se formó un cinturón muy ajustado. Sollo­ zando lo rompió. Pero otro cinturón vino a oprimir toda­ vía su pecho. En sollozos de nuevo lo hizo estallar. En­ tonces otro cinturón lo reemplazó. El cinturón se formaba durante el día y en dos rompíase por la noche. ;¡s

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Los dos cinturones, al caer sobre la roca, se convirtieron en una Cadena de hierro, unidos uno a uno los eslabones. H « % Condujeron a Ore a la cumbre de una montaña. ¡Oh, cómo lloraba Enitharmon! Encadenaron sus tiernos a la Roca, con la cadena de los Celos, bajo la sombra fúnebre de Urizen. *

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Los muertos oyeron la voz del niño y comenzaron a des­ pertar de su sueño. Todo el universo oyó la voz del niño y empezó a despertar a la vida. 143

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Y Urizen, ávido, hambriento, excitado por los aromas de la Naturaleza, exploró las cercanas cavernas. ¡k

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Construyó una plomada para partir por la mitad el Abismo inferior. Construyó una regla para dividir. H * sfc & Hizo una balanza para pesar; hizo pesas macizas; hizo un sextante de bronce; hizo un compás de oro, y empezó a explorar el Abismo, y plantó un huerto de árboles fru­ tales. ^

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Pero Los rodeó a Enitharmon con fuegos de profecía para ocultarla de Urizen y de Ore. *

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Y ella dio a luz a una raza enorme.

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FRAGMENTO (Cap. V III)

Urizen exploró sus cavernas, montañas, landas y desier­ tos, alumbrando su camino con un globo de fuego. En su terrible viaje fue atormentado por espantosas monstruo­ sidades, formas de la vida en sus olvidadas montañas. *

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*

Y en su universo abundaban vastas monstruosidades, espantosas, engañosas, insidiosas, fragmentos de vida, apariencias de pies o de manos; o bien cabeza, corazón u ojo y flotando, malignos, terrores temibles, deleitándo­ se en la sangre. *

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Presa de un horror supremo, Urizen vio aparecer en las montañas sus eternas creaciones, hijos e hijas del dolor. Lloraban y gemían. Primero apareció Tiriel, asombrado de su propia existencia, como un hombre nacido de una nube; luego Utha emergió de las aguas, lamentándose; Godna desgarró las profundidades de la tierra, gritando asustado, y sus inmensos cielos crujieron como el suelo agrietado por el calor; y finalmente, en medio de las llamas, surgió Fuzon, el primero en ser concebido y el último en nacer. Todos sus hijos eternos nacieron del mismo modo y sus hijas nacieron de las hierbas verdes, del ganado, de monstruos y de gusanos de la fosa.

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Encerrado en la oscuridad, Urizen contempló su raza y su alma desfalleció. Maldijo a sus hijos e hijas, porque advirtió que ni la carne ni el espíritu podrían observar sus leyes de hierro ni un solo instante. & ❖

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Porque vio que la Vida se alimentaba de la Muerte: el Buey gime en el matadero, el Perro junto a la puerta, en invierno. Y Urizen lloró y llamó a esto Piedad. Y sus lágrimas se perdieron en el viento. ❖

& ❖

Frío, erró por las alturas, sobre sus ciudades. Erraba llo­ rando, lleno de pena, Y por doquiera vagó con sus pesa­ res, sobre los antiguos cielos; una helada sombra iba tras él como una telaraña, húmeda, fría y negra, segregada por su alma dolorida, que dividía el cielo como si fuese una mazmorra encima de las acongojadas ciudades por donde Urizen anduvo. H * % Hasta que una Red oscura y fría se extendió sobre el atormentado elemento, surgida de los dolores del alma de Urizen. Y esta red es de esencia femenina. Nadie puede causarle estrago, ni siquiera las alas del fuego.

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Tan bien hiladas están las cuerdas y tejidas las mallas, retorcidas como el cerebro humano. !¡:

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Y todos la llamaron la Red de la Religión,

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FRAGMENTO (Cap. IX )

Entonces los habitantes de aquellas ciudades advirtieron que sus nervios se reblandecían y sus huesos se empeza­ ban a endurecer con males súbditos y torturadores, con dolores fulgurantes y corrosivos, por todos los países, has­ ta que, debilitados, sus sentidos se precipitaron hacia adentro y se encogieron bajo la negra red de la infección. *

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*

Y aconteció que los ojos contraídos y empañados ya no distinguían esta red de hipocresía, y las huellas de baba, acumuladas en sus cielos por encogidas percepciones, les parecieron aire transparente. Porque sus ojos se reduje­ ron a las dimensiones del ojo humano, y contraídos todos los habitantes en forma de reptiles, no midieron más de siete pies de estatura. *

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*

Durante seis días se retiraron de la existencia, y en el sép­ timo descansaron, bendijeron ese día con enfermiza es­ peranza, y olvidaron su vida eterna. 5fí

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Y dividieron sus treinta ciudades en forma de corazón humano. Incapaces entonces de libre vuelo en el infinito vacío, antes apegados a la tierra por sus estrechas percep­ ciones, vivieron cierto número de años y dejaron tediosos cuerpos para las fauces de devoradoras tinieblas. 148

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*

Y sus hijos lloraron, edificaron Tumbas en desolados lugares, dictaron prudentes leyes y las llamaron las eter­ nas leyes de Dios. íjí

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Y las treinta ciudades, llamadas hoy África, permanecie­ ron rodeadas de olas saladas. Pero a la sazón su nombre era Egipto. *

*

*

Los otros hijos de Urizen vieron a sus hermanos exte­ nuarse bajo la Red de Urizen. Vana fue toda persuasión, porque los oídos de los habitantes se habían agostado y eran sordos y fríos, y sus ojos no podían distinguir a sus hermanos de otras ciudades. % Sfc % Entonces Fuzon convocó a los otros hijos de Urizen, que, abandonando la oscilante tierra, la llamaron Egipto y alejáronse de ella. *

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Y el salobre océano agitaba sus aguas, convertido en una esfera. \

149

EUROPA INTRODUCCIÓN “ Cinco ventanas iluminan al Hombre en la caverna: res­ pira el aire por una; “ Por otra oye la música de las esferas; por otra los eter­ nos viñedos florecen, para que pueda gozar los racimos; por otra puede mirar, “ y ve las pequeñas porciones del mundo eterno en ince­ sante crecimiento; “ Por otra puede evadirse siempre que lo desee, pero no quiere; “ Porque las alegrías furtivas son dulces y apetitoso el pan comido en secreto” . Así cantaba un Trasgo, burlón, sentado encima de un listado tulipán, no creyéndose observado. Cuando calló, salí de la arboleda y lo cacé con mi sombrero, como los muchachos atrapan una mariposa. “ ¿Cómo sabes esto, duendecillo?, le pregunté. “ ¿Dónde has aprendido esta canción?” Viéndose prisionero mío, me respondió así: “ Mi dueño, te pertenezco. Manda y te obedeceré” . “ Entonces, dime qué es el mundo material y si ha muerto.” Él, riendo, contestó: “ Escribiré un libro sobre pétalos de flores, si consientes en alimentarme con pensamientos de amor y me das de vez en cuando una copa de espumo­ sas fantasías poéticas; así, cuando esté ebrio, cantaré para ti acompañándome con este armonioso laúd, y te mostraré rebosante de vida el mundo, donde cada grani­ llo de arena exhala alegría” . 153

Poniéndomelo sobre mi seno, me dirigí a mi casa. Por el camino cogí flores silvestres, y él me indicaba cada flor eterna. Estalló en carcajadas al verlas lloriquear porque eran arrancadas. Las flores volaban a mi alrededor como una nube de incienso. En mi estancia ya sentado y con una pluma en la mano, Mi Trasgo se acomodó sobre la mesa y me dictó EUROPA.

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EUROPA UNA PROFECIA (versos 3 1 -5 9 )

Entonces Enitharmon descendió envuelta en su luz roja, y así su voz llegó hasta sus hijos, repetida por ciclos le­ janos: “ ¡Ya se acerca la noche de la alegría de Enitharmon! “ ¿A quién llamaré? ¿A quién enviaré para que la mu­ jer, la atrayente Mujer, pueda dominar? “ ¡Levántate, oh Rintrah!, ¡te llamo yo! ¡Y también te llamo a ti, Palamabron! “ ¡Id! Anunciad a la raza humana que el amor de la Mujer es un Pecado; que una vida Eterna espera a los gusanos de sesenta inviernos “ En una alegórica morada donde jamás penetró la exis­ tencia. “ Prohibid toda alegría y que, desde su infancia, la pe­ queña hembra tienda sus redes en cada secreto sendero. “ Mis fatigados párpados se acercan a la noche y mi feli­ cidad sólo comienza. “ ¡Levántate, oh Rintrah, mi primogénito, nacido después de Ore! ¡Oh Rintrah, león, suscita tu furia de los bosques som­ bríos! “ Trae a Palamabron, clérigo bicorne, que trisca en las montañas y a la silenciosa Elynittria, la reina del arco de plata. 155

“ Rintrah, ¿dónde has ocultado a tu esposa? ¿Llora en las sombras del desierto? ¡Ay, mi Rintrah, trae a la encantadora y celosa Ocalythron! “ Levántate, hijo mío, trae a todos tus hermanos, ¡oh rey del fuego! Príncipe del Sol, te veo acompañado de tu innumerable raza, apiñada como las estrellas del verano. Pero cada uno de esos, dando brincos, sacude su dorada cabellera, y tus ojos se regocijan a causa de tu fuerza, oh Rintrah, rey furioso!” . Enitharmon durmió durante ochocientos años. ¡El Hom­ bre fue un Sueño! ¡La noche de la Naturaleza y sus arpas de cuerdas flojas! Ella durmió, en medio de su canto nocturno, durante ochocientos años, un sueño de hembra.

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EL CANTO DE LOS (1795) ÁFRICA

Voy a cantaros un canto de Los, el Profeta Eterno. Lo cantó, acompañado por la música de cuatro arpas, ante las tablas de la Eternidad. En el África en forma de corazón, Urizen se desvaneció y Aristón estremecióse. El canto comenzaba así: Adán se encontraba en el Edén y Noé en el monte Ararat. A m bos vieron a Urizen dar sus leyes a las Naciones de las manos de los hijos de Los. ¡Adán se estremeció y Noé desapareció! El atezado afri­ cano se volvió negro Cuando Rintrah dio la filosofía abstracta a Brama, en Oriente. (La Noche dijo a la Nube: “ Mira cómo esos espíritus de forma humana pelean unos contra otros, sonriendo hipócritamente. ¡Que sigan con su Guerra, esclavos de los Elementos eternos!) Noé se hundió en las aguas; Abrahám huyó entre fuegos de Caldea; Moisés contempló en el Sinaí formas de ciega ilusión. Palamabron dio a Trismegisto una ley abstracta, al igual que a Pitágoras, Sócrates y Platón. Los siglos rodaron sobre todos los hijos de Har; en el Atlas, Ore clamó día tras día aherrojodo por las cadenas de los celos; 157

después Oothoon revoloteó sobre Judea y Jerusalén, y Jesús (hombre de dolores) oyó su voz y recibió un Evan­ gelio del lastimoso Theotormon. La raza humana empezó a descaecer, porque los que estaban sanos se construyeron retiros solitarios, temero­ sos de las alegrías del Amor, y los enfermos vinieron a propagarse. Así Antamon llamó a Leutha de sus deleitosos valles y dio a Mahoma una Biblia relajada. Pero en el Norte, Sotha entregó a Odín un Código de Guerra, a causa de Diralada, convencido de que de esta manera preservaba su alegría. Surgieron a compás las Iglesias, los Hospitales, los Cas­ tillos, semejantes a redes, lazos y trampas para apresar las alegrías de la Eternidad. Y todo el resto quedóse en páramo, tanto más cuanto que la Eternidad había sido desterrada y olvidada. Desde el terrible día en que Har y Heva huyeron por­ que sus hermanos y hermanas vivían entregados a la guerra, a los placeres sensuales. Durante su huida, se encogieron hasta convertirse en dos formas estrechas y lamentables, carne de reptil que se arrastraba sobre el seno de la tierra; Y toda la inmensidad de la Naturaleza amenguó ante sus reducidos ojos. Así, la terrible raza de Los y de Enitharmon dio Leyes y Religiones a los hijos de Har, ligándolos más y más a la tierra, los encerró y refrenó, hasta que quedó for­ mulada una filosofía de los Cinco Sentidos. Urizen lloró 158

y puso dicha filosofía en las manos de Newton y de Loeke. Las nubes se amontonan melancólicamente sobre los Al­ pes alrededor de Rousseau y de Voltaire, y en el Líbano alrededor de los muertos dioses de Asia, y en los desier­ tos del África alrededor de los Ángeles Caídos. El Príncipe Guardián de Albión arde en su nocturna tienda.

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de LOS CUATRO ZOAS LOS TORMENTOS DE AMOR Y CELOS EN LA MUERTE Y JUICIO DE ALBIÓN EL HOMBRE ANTIGUO (1 797-18 04)

NOCHE II (últimos versos)

“ Nací para sembrar abrojos en vez de trigo, ortigas en vez de alimentosas golosinas. Planté un falso juramento sobre la tierra; ha dado por fruto un árbol emponzoñado. Elegí a la serpiente por consejera, y al perro por educa­ dor de mis hijos. Aparté de la luz y lo viviente a la paloma y al ruiseñor, Y soy la causa de que el gusano vague de puerta en puerta. Enseñé al ladrón el paso secreto que viola la casa del justo. Enseñé la doblez demacrada para tender las redes sobre la mañana. Mis cielos son de bronce, mi tierra es de hierro, mi luna un terrón de arcilla; Mi sol pestilencia que arde al mediodía y por la noche vapor mortal. “ ¿Con qué rasero se mide a la Experiencia? ¿Se adquie­ re por el precio de una canción? ¿ 0 la cordura se adquiere por una danza en la calle? No, se compra con el precio de cuanto el hombre posee: casa, esposa, hijos. La Sabiduría se vende en el mercado desierto donde no se acude a comprar, y en el campo agostado donde el labriego araría en vano por pan. Es fácil Triunfar con el sol del estío y en tiempo de vendimia y cantar con la carreta abarrotada de trigo. Es fácil hablar de paciencia a los afligidos, Hablar de leyes de prudencia al vagabundo sin techo, Escuchar el grito famélico del cuervo en el crudo invierno 167

Cuando la sangre roja está henchida de vino y tuétano de cordero. Es fácil reírse de los elementos airados, Escuchar al perro ante la puerta desabrigada, al buey ge­ mir en el matadero; Ver un Dios en cada viento y una bendición en cada rá­ faga; Escuchar sones de amor en el temporal fragoroso que destruye la casa de nuestro enemigo; alegrarse del tizón que cubre su campo, y de la enfer­ medad que mata a sus hijos, Mientras la aceituna y el vino cantan y ríen alrededor de nuestras puertas, y nuestros hijos nos traen frutos y flores. “ Entonces el quejido y el dolor son enteramente olvida­ dos, y el esclavo da vueltas al molino, y el esclavo da vueltas al molino, y el cautivo sigue encadenado, el pobre encarcelado, y el soldado en el campo de batalla, astillado el hueso, tendido y gemebundo entre los más felices muertos. Es fácil alegrarse en los días de prosperidad. Así podría cantar yo y regocijarme: pero razón no hallo” . Ahanía oyó la Lamentación, y una vertiginosa vibración Se propagó a través de su áurea condición, aparecida an­ tes del alba, Cuando Urizen dormía en su lecho: arrastrada a través del espacio ilimitado Sobre el margen del No Ser la brillante Hembra se acercó. Allí pudo ella contemplar la espectral forma de Enion en el Vacío Y Jamás desde entonces pudo pegar el ojo.

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NOCHE VIII (versos 533 - 595)

Así grita Ahania. Desde los Antros de la Tumba Enion replica: “ ¡No te espantes, oh pobre desvalida! ¡Oh tierra de zarzas y de espinas, “ Donde otrora florecía el olivo y el Cedro extendía sus alas! “ Un tiempo también yo gemía de desolación: mis cam­ pos baldíos por el temor “ Gritaban contra los Cementerios, y la Melancolía se apoderó del Gusano. “ Me lo encontré dentro del pecho y me dije: “ El tiempo del Amor “ Sobre las rocas y las colinas aparece en sombras silen­ ciosas” . Pero de repente “ Surgió una voz en el seno de la noche, un hondo grito nocturno sobre las montañas: “ ¡Despierta! ¡he aquí el esposo!” Me desperté para no dormirme más. “ Eterna Consunción, la tenebrosa Enion, “ La Tumba de lágrimas regada. ¡Oh tú, campo de tri­ gales. Oh tú, Germinador alegre! “ Más alegre el roedor negro. La Esperanza ahuyenta a mi tormento, ya me circunda un torbellino sombrío que arrastra enteramente el Espectro lejos de Enion, para que yo muera muerte “ De mejor esperanza, aun cuando en aguas tempestuosas me consuma. “ A la tumba replica el campo arado, y los términos oigo de la réplica: 169

“ He aquí que rápido el tiempo se avecina, en que has de ser como una cosa Olvidada: de hablar alguien de ti, no van a creerle. “ Cuando el hombre se desvanece dócil en su inmortali­ dad. “ Cuando el mortal desaparece con un conocimiento per­ fecto, desasido “ De las precedentes cosas, entonces dócil se desvanece el Mortal, Convirtiéndose en invisible para quienes quedaron” . “ ¡Escucha! Ahora te diré de lo que han sido testigos las cuevas de la Tumba. El Cordero de Dios ha descorrido el Velo del Misterio, para pronto volver “ Entre Nubes y Fuegos en torno de la Roca y el mis­ terioso Árbol, De igual manera que la semilla espera ansiosamente al acecho de su flor y de su fruto, Y su almita anhelante mira hacia los claros espacios, Atenta a la irrupción de los vientos ávidos con su ímpe­ tu invisible: “ De esa misma manera mira el Hombre hacia el árbol, la hierba, el pez, el ave, y la fiera, Reuniendo los fragmentos de su propio cuerpo inmortal y fundiéndolos con las formas elementales de todo cuanto crece... Siente el rigor del viento del norte, que cabalga sobre sus propios surcos enfurecidos, El viento sofocante del sur en el orto, el iracundo viento del este Al ponerse el sol, cuando las glebas endurecen y el ga­ nado languidece amilanado, y en los nidos silenciosos se esconden los pájaros. Él, almacenándolos, acumula los pensamientos en su memoria: ordena las formas 170

de toda cosa de la parte inferior y de toda cosa de la superior, y el plácido oeste reposa donde tiene su asiento el calor del sol. Hacia el sol se levanta, y hacia los planetas de la Noche, y las estrellas que el Zodíaco embellecen, y hacia las que fijas se mantie­ nen en el norte y en el Sur. “ Hasta el más remoto polo alcanza; y en el Centro llora. “ Que el Hombre tenga que afanarse, entristecerse, y aprender y olvidar y regresar. Al valle oscuro de donde vino, a reemprender su trabajo de nuevo. “ En el dolor suspira, dolorido trabaja en su universo, “ Gimiendo con las aves que se ciernen sobre el piélago y aullando con el lobo Sobre el degollado, y gimiendo en los lamentos de las bestias y de los vientos. “ Y llorando sobre Ore y Urizen en nubes de flamígeros fuegos, “ Y en los vagidos del nacer y en los esterto. es de la muerte su voz es oída en todo el Universo. Donde­ quiera que crece una hierba “ 0 una hoja apunta, El Hombre Eterno se ve, se oye, se siente, “ Con todas sus penas, hasta que no vuelva a ser exaltada a la antigua bendición” . Éstas son las palabras de Ahania y Enion. Los oye y llora. Y Los y Enitharmon descendieron el cuerpo del Cor­ dero De la Cruz, y en un Sepulcro lo pusieron que había ta­ llado Los Para sí en la Roca de la Eternidad: temblando y deses­ perando Jerusalén lloró sobre el Sepulcro dos mil Años.

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NOTAS A WATSON

Defender la Biblia en este año de 1798 costaría a un hombre su vida. La Bestia y la Ramera dominan a su antojo. Le es muy fácil a un Obispo salir airoso del ataque de Paine, pero no le es tan fácil a quien ama la Biblia. Las palabras de Cristo viciadas y los hechos alterados son el blanco de Paine, así como las adulteraciones de la Biblia. ¿Quién se atreve a defender, ya sea los Hechos ya sea la Biblia inalterada? Pero para quien ve esta mortal peregrinación tal como la veo, el Deber hacia su país es la primera consideración, y la úMma la seguridad. Leed pacientemente: coged este libro en un momento de ocio: la consideración de estas cosas es el deber total del hombre, y los asuntos de la vida y de la muerte pequeñeces, meros pasatiempos. Pero estas consideraciones son el negocio de la Eternidad. No he recibido órdenes del Infierno para imprimir estas notas, como pretenden mis enemigos. $

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Paine no ha atacado al Cristianismo. Watson ha defen­ dido el Anti-Cristo.

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Leed el Capítulo X X III de Mateo y luego condenad el odio de Paine hacia los Sacerdotes si os atrevéis, Dios hizo al Hombre feliz y rico, pero el Artificioso empobre­ ció al inocente. 5¡[C

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Para mí, creyente en la Biblia y cristiano, una defensa de la Maldad de los Israelitas que cometieron matanzas escudándose en Dios es totalmente abominable y blas­ fema. ¿Por qué vino Cristo? ¿No fue para abolir la impostura judía? ¿No recibió muerte porque enseñó que Dios amaba a los Hombres y era su Padre y no prohibió todo esfuerzo encaminado a la prosperidad mundana en oposición a las Escrituras judías, que son tan sólo un ejemplo de la maldad y la artería de los Judíos y que fueron escritas como Espejo para mostrar hasta dónde puede llegar la Bestialidad en todos sus aspectos? Cristo murió como un Incrédulo, y si los obispos son le­ gatarios de su legado, ¿por qué no ha de serlo Paine? Quien profiere una palabra contra el Hijo del Hombre será perdonado. Que el Obispo nos pruebe que no ha hablado contra el Espíritu Santo, cuando al emprenderla contra Paine se opone al Cristianismo, al igual que Cristo se opuso a los Judíos. Paine se opone al Cristianismo, al igual que Cristo se opuso a los Judíos. ¡Je La Biblia dice bien a las claras que Dios constituyó a la Naturaleza perfecta, pero que el Hombre pervirtió el 173

orden natural, desde cuyo momento los Elementos es­ tán poseídos por el Principio del Mal, que tiene el podel del aire. La Religión Natural es la voz de Dios y no el resultado del razonar basado en los Poderes de Satán. ¡Horrible! El Obispo es un Inquisidor. Dios nunca mueve a un hombre a matar, menos a una nación. Hay una gran diferencia entre un accidente ocasionado por la torpeza de un hombre y la destrucción, obra del propósito des­ tructor. Los terremotos de Lisboa eran el fruto natural del peca­ do, pero la destrucción de los Cananeos por José era el propósito anti-natural de unos hombres malvados. Ex­ tirpar a una nación por medio de otra es tan malvado como destruir a un individuo por medio de otro indivi­ duo, lo que Dios considera (en la Biblia) como Crimen y manda no se haga. Por tanto, el Obispo no ha con­ testado a Paine.

Que la Humanidad se halla en una situación menos ele­ vada, en el plano de la mente, que en los tiempos de Ho­ mero, Sócrates, Fidias, Glaucón y Aristóteles, etc., dan de ello testimonio sus obras. Paine (el Demonio) dice que el Cristianismo puso fin a la instrucción, y el Obispo no ha probado lo contrario. $

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Que Dios se comunica y se comunicó siempre con los hombres honrados es cosa que Paine no pone en tela de juicio. Solamente niega que Dios se comunicara con Criminales y Vengadores como fueron los Judíos y, desde luego, sostiene que los Judíos se comunicaron con su propia Religión de Estado a la que llamaron Dios, 174

y por lo mismo fueron embusterios, al decir de Cristo. Dado que los Judíos se irrogaron un derecho exclusivo de los beneficios de Dios, ello ha de ser un permanente testimonio en su contra y los mismo lo será contra los Cristianos. ¡fc

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Leed las E d d a s islandesasj los Cantos de F i n g a 1, los relatos de los Salvajes de Norteamérica (como se les llama). Al propio tiempo, leed la Ilíada de Homero. Era ciertamente un salvaje a los ojos deí Obispo. No sabía nada de Dios, en el sentido que quiere el Obispo, y sin embargo no era un necio. La Biblia o Palabra Peculiar de Dios, sin contar con la Conciencia, o sea la Palabra del Dios universal, es esa Abominación, que, como las Ce­ remonias judías, está desterrada para siempre y de aquí que cada hombre pueda conversar con Dios y ser un Rey y un Sacerdote en su propia casa. $

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Es extraño que Dios hablara al hombre antiguamente y no lo haga ahora; será porque no es verdad. Pero la in­ diferencia del Sol, de la Luna, o de las Estrellas es por otro motivo. La Biblia me dice que el plan de la Pro­ videncia quedó subvertido por la Caída y que no se res­ tableció hasta Cristo. *

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Profetas, en el moderno sentido de la palabra, no han existido nunca. Jonás no fue profeta en el sentido mo­ derno, pues su profecía de Nínive no se cumplió. Cada hombre honrado es un Profeta; manifiesta su opinión en 175

los asuntos tanto privados como públicos. Nunca pronos­ tica: tal cosa ocurrirá, haga lo que quiera. Un Profeta es un visionario, no un dictador arbitrario. Es falta del hombre que Dios no pueda hacerle el bien, pues da a los justos y a los injustos, mas los injustos rechazan su don. *

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Paine dice que los Reyes y los Sacerdotes le han causado daño desde el día que nació. sf:

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No puedo itir que la divinidad de los libros bíblicos dependa de sus autores, o de la evidencia histórica que puede ser totalmente falsa a los ojos de un hombre y verdadera a los ojos de otro, sino de los Sentimientos y Ejemplos que, ya sean verdaderos o Parabólicos, son igualmente útiles como Ejemplos que ponen de relieve la perversidad de unos y la bondad de otros. Este sentido de la Biblia es igualmente verdadero y llano para todos. Nadie puede poner en tela de juicio la impresión que re­ cibe de un libro de Ejemplos. Si es bueno, aborrecerá la maldad de David o de Abraham; si es malo, hará de su maldad un pretexto para la suya y así lo haría con cual­ quier otro libro. *

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Todas las Leyes Penales persiguen la Transgresión y por tanto constituyen crueldad y exterminio. Las leyes ju­ daicas fueron a la vez que ceremoniales y reales, los más viles y más opresivos códigos humanos, y, siendo como otros códigos otorgados so capa de mandato divino, fue­ 176

ron lo que Cristo de ellas afirmó: la Abominación que siembra la desolación, es decir, la Religión de Estado, fuente de toda crueldad. *

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*

Me parece a mí ahora que Tom Paine es mejor Cristiano que el Obispo. Yo he leído este Libro con atención y en­ cuentro que el Obispo ha herido sólo el talón de Paine, mientras que éste le ha roto la cabeza.

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NOTAS A BACON

Me asombra pensar que tanta argucia y ligereza conteni­ das en los “ Ensayos” puedan haber sido calificadas de sabiduría por hombres dotados de sentido, pero éste quizá nunca fue el caso y todos los hombres de buen sen­ tido han despreciado el libro tanto como yo pueda ahora hacerlo. *

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Era una opinión corriente en la Corte Isabelina que la argucia era sabiduría. Los conspiradores astutos fueron tenidos por maquiavelos sabios. $

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La verdad evidente por sí misma es una cosa y la verdad fruto del raciocinio es otra. La verdad racional no es la verdad de Cristo, sino la de Pilatos. Es el Árbol del Co­ nocimiento del Bien y del Mal. *

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Lo que para Bacon son mentiras es la mismísima verdad. *

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¿No bajó Jesús y llegó a ser un Siervo? El Príncipe de las tinieblas es un caballero y no un Hombre: es el Lord Canciller.

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El Temor no puede Amar. *

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Cuando perdemos el Respeto al gobierno es mejor que cuando se lo reconocemos. El Respeto es el todo para el Respeto. *

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Un Tirano es la peor enfermedad y la causa de todas las demás. *

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El engrandecimiento de un Estado, como el de un Hom­ bre, proviene de un mejoramiento Interno o de la ins­ trucción intelectual. Los Estados no mejoran a expen­ sas de los Extranjeros. Bacon no tiene noción de nada como no sea de Mammón. $

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El demonio es la Mente de la Estructura Natural. *

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Quien dice que hay Segundas Causas ha negado ya la Primera. La Palabra Causa es una palabra que merece el desprecio.

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Las opiniones de un Lord Canciller son diferentes de las de Cristo, como las de Caifás o Pilatos o Herodes: lo que tales Hombres llaman Grande es verdaderamente detes­ table. H « *

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¡Los Poderes de los Príncipes! ¡Poderes de las tinieblas! *

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El Reino de los Cielos es la Negación directa del do­ minio terreno. $

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Bacon es conocedor de la sabiduría de la guerra — si ésta es Sabiduría. *

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Bacon llama afeminadas a las Artes Intelectuales. La Poesía, la Pintura, la Música son en su opinión inútiles y en la misma estima las tienen Reyes y Guerreros que al fin han dado en reducirlas a la nada. *

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El Exceso en las mocedades es necesario a la Vida. ífc

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Celso era un mal consejero. La Naturaleza es maestra en el arte de la Ostentación. 180

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Lo que es Suspicacia en un hombre es Precaución en otro y Verdad o Discernimiento en otro y en algunos Necedad. SjS

í$¡

Qué es la Fortuna sino un Accidente externo durante unos pocos años, sesenta a lo más, y luego se acaba. *

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5*s

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Bacon era un usurero.

No es verdadero lo que dice un Hombre Cruel.

181

ANOTACIONES A LA VERSIÓN DE BOYD DEL INFIERNO DE DANTE

Si el mérito de Homero residiese sólo en las combina­ ciones históricas y los sentimientos morales no sería me­ jor que Clarisa. ❖

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La más grande poesía es Inmortal, los más grandes carac­ teres malvados. Satánicos son Capanio, Otelo el asesi­ no, Prometeo, Júpiter, Jehová, Jesús el amigo del vino. La Astucia y la Moralidad no son Poesía sino Filosofía; el Poeta es Independiente y Malo; el Filósofo es sumiso y bueno. *

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La Poesía existe para excusar al Vicio y mostrar su razón y necesaria purificación. *

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La Naturaleza no enseña nada de la Vida Espiritual sino sólo de la Vida Natural. 3:

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¿Qué es la Libertad sin la Tolerancia Universal? *

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Simples patanes rústicos son Entusiastas Morales, in-

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dignados contra la Bellaquería, sin otro criterio Moral que la innata honradez, mientras otros patanes están indignados contra la honradez y son entusiastas de la Astucia y del Artificio.

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ANOTACIONES A LAS “ REFLEXIONES” DE REYNOLDS

Las Artes y las Ciencias son la Ruina de las Tiranías o de los Malos Gobiernos. ¿Por qué un buen Gobierno habría de esforzarse en rebajar lo que constituye su principal y único sostén? *

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Los Cimientos del Imperio son el Arte y la Ciencia. Des­ terradlos o degradadlos y el Imperio dejará de existir. El Imperio sigue los pasos del Arte y no al contrario, como suponen los ingleses. *

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La Biblia dice que primero fue la Vida Cultivada. La vida inculta vino después por causa de los Mercenarios de Satán. Lo necesario para vivir, las Comodidades y los Ornamentos son el todo en la vida. Satán quitó pri­ mero el ornamento; después desterró las Comodidades; y luego se erigió en Señor y Dueño de lo primordial. *

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Munificencia. No es munificencia lo que necesitamos. Deseamos un Precio Justo, un valor proporcional, y una demanda general para el Arte.

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El Estilo que causa impresión en el ojo es el verdadero estilo, pero el ojo de un necio no va a ser el criterio. ^

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Las Contradicciones que campean en las “ Reflexiones” de Reynolds hacen suponer que éstas son obra de una sola mano, pero esto no constituye una prueba contra su pa­ ternidad. El Hombre, ya sea pintor o filósofo, que aprende o adquiere lo que sabe de otros, ha de estar plagado de contradicciones. *

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Generalizar es propio de idiotas. Particularizar es lo úni­ co que distingue al Mérito. Los conocimientos generales son aquellos conocimientos que el Idiota posee. *

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Era opinión de Reynolds que el Genio debe ser instruido y que pretender ser inspirado es Mentira y Fraude, para no ir más lejos. De ser un Fraude, toda la Biblia sería locura. Esta opinión proviene de que los Griegos llamaron a las Musas Hijas de la Memoria. En Inglaterra no se os pregunta si un Hombre tiene ta­ lento o genio, sino si es un asno paciente, cortés, virtuo­ so y sumiso a las opiniones de los Nobles en Arte y Ciencia. Si lo es, se trata de un buen hombre, si no, debe condenársele a morir de hambre. *

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H *

La Discriminación Minuciosa no es algo accidental. Pre­ 185

cisamente toda Sublimidad se funda en la discriminación minuciosa. No creo que Rafael enseñara a Miguel Ángel o que Mi­ guel Ángel enseñara a Rafael, como tampoco creo que la Rosa enseñe al Lirio a crecer, o el Manzano enseñe al Peral cómo ha de fructificar. No creo en los cuentos de los escritores anecdóticos cuando militan en contra del Genio individual. *

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La excelencia mecánica es el único vehículo del Genio. $

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La Ejecución es la Carroza del Genio. *

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“ Las vidas de los pintores” aseguran que Rafael murió de libertinaje. La Indignidad es una cosa y la Disipación otra. El que no tiene para disipar no puede disipar; el hombre débil puede ser bastante virtuoso, pero no será nunca un artista. Los Pintores se caracterizan por ser libertinos y desorde­ nados. *

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¡Absurdo! Cada ojo ve diferente. Según sea el ojo, tal es el objeto. *

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Sin la Precisión Minuciosa de la Ejecución lo Sublime 186

no puede existir. La grandeza de las Ideas se funda en la precisión de las ideas. *

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Un hombre que, al examinar su propia mente, no en­ cuentra en ella inspiración alguna, no debiera atreverse a ser Artista; es un insensato y un picaro redomado, campo abierto a los propósitos de los malos espíritus. #

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No es un artista el hombre que con su mente y sus pen­ samientos nunca se trasladó al Cielo. Los Artistas que están más allá de lo que llaman “ com­ prensión” , son escarnecidos y destruidos por este regi­ dor de necios. *

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Está claro que Reynolds no deseó sino Necios en las Artes y con este fin llama a los otros: Vagos Entusiastas o Locos. ¿Qué tiene que ver el razonar con el arte de pintar? *

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El Hombre que no tiene un Objetivo que perseguir es un Idiota. *

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El Conocimiento de la Belleza Ideal no se adquiere. Nace con nosotros. Las ideas innatas residen en cada hombre; son verdaderamente él mismo. El hombre que afirma que 187

no tenemos Ideas Innatas ha de ser un Necio y un Tai­ mado que carce de consciencia o ciencia innata. *

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Las Formas son Perfectas en la Mente del Poeta, pero éstas no proceden de la Naturaleza, sino de la Imagina­ ción.

El Gran Bacon, como así le llaman (yo le llamo el pe­ queño Bacon) dice que todo debe hacerse por vía expe­ rimental; su punto de partida es el escepticismo, y sin embargo, proclama que el Arte debe producirse sin se­ guir tal método. Es como Reynolds, un amasijo de con­ tradicciones y de picardía. *

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¿Qué es la Naturaleza General? ¿hay tal cosa? ¿Qué es el Conocimiento General? ¿hay tal cosa? Estrictamente hablando, todo Conocimiento es particular. *

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Salvo los nombres de Personas y Lugares, todo es Inven­ ción tanto en Poesía como en Pintura. *

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Sacrificadas las Partes, ¿qué será del Todo? 188

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Gainsborough dijo a un señor de rango y persona muy pudiente que los peores pintores elegían los más grandes temas. Desearía que dicho señor le encargara uno de los más grandes temas de Rafael, como pudiera ser Cristo en­ tregando las llaves a San Pedro, y descubriría que en manos de Gainsborough sería un asunto plebeyo de unos pobres pescadores y un carpintero. ❖

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La Pintura al fresco es la más minuciosa. La pintura al fresco es el arte de la miniatura; una Pared es un ancho marfil. $

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Original y Característico son los dos grandes méritos del Gran Estilo. $

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4:

¿Cómo pueden dispensarse palabras de encomio a un pobre diablo como Salvador Rosa? Salvador Rosa era precisamente lo que no pretendía ser. Sus cuadros son engendros laboriosos que acaban por ser hábil artesanía. Doctor charlatán de la Pintura, su tosquedad y blandenguería eran el producto del trabajo y del truco. En punto a imaginación, hay que convenir que andaba muy escaso de ella. *

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Qué ridículo no sería ver la Oveja esforzándose en andar 189

como el Perro, o el Buey haciendo esfuerzos por trotar como el Caballo; del propio modo es ridículo ver a un Hombre esforzándose en imitar a otro. Las diferencias entre los hombres son mayores que las existentes entre animales de diferentes especies. $

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Si el Arte fuera Progresivo, hubiésemos tenido nuevos Miguel Ángeles y Rafaeles que hubiesen aventajado a aquéllos. Pero no ocurre así. El Genio muere con su Poseedor y no reaparece hasta que otro nace con él. *

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Reynolds cree que el Hombre aprende cuanto sabe. Yo sostengo lo contrario: que el Hombre trae consigo al mundo todo lo que tiene o puede tener. El Hombre nace como un Jardín listo para la plantación y la siembra. Este mundo es demasiado pobre para producir una si­ miente única. *

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“ La mente es un terreno yermo; un suelo que pronto que­ da exhausto, y que no da cosecha...” La mente que pudo escribir esta frase es de una imbecilidad digna de lástima. Siempre pensé que la Mente Humana era lo más fértil e inagotable. Ciertamente, doy gracias a Dios por no ser como Reynolds. *

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No era el ánimo de los Antiguos imponer, cuando afir­ maron su creencia en la Visión y en la Revelación. Pla190

ton hablaba en serio. Milton hablaba en serio. Creyeron que Dios visitaba al Hombre real verdaderamente, y no como Reynolds pretende. *

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El Artificio de los Filósofos Epicúreos consiste en calificar a las demás opiniones de endebles e insípidas a diferencia de las suyas, originarias de la Tierra. S¡!

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La Demostración, la Similitud y la Armonía son objetos del razonamiento. La Invención, la Identidad y la Melo­ día son objetos de la intuición. *

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Dios prohibió que la Verdad se cifrara en una demos­ tración matemática. *

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Quien no reconoce la Verdad apenas verla, es indigno de su noticia. *

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Todo lo que es valioso en el terreno del conocer es Su­ perior a la Ciencia demostrativa: lo que se pesa o se mide. *

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Lo Sabio y lo Noble es Ornamental. 191

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El Tratado de Burke sobre lo Sublime y lo Bello se funda­ menta sobre las opiniones de Newton y de Locke; sobre el tratado de éste último Reynolds ha fundado no pocos asertos de sus “ Reflexiones” . Leí el Tratado de Burke cuando era muy joven; al mismo tiempo leí “ El Entendi­ miento humano” de Locke y “ El Progreso de la Cien­ cia” de Bacon: sobre cada uno de estos libros escribí mis opiniones, y examinándolas cudadosamente, descubrí que mis Notas sobre Reynolds en este Libro son exactamente hermanas de aquéllas. Sentí el mismo desprecio y aver­ sión que ahora siento. En ambos se hace burla de la Ins­ piración y de la Visión. La Inspiración y la Visión eran entonces, son ahora, y espero lo serán siempre, mi Ele­ mento, Mi Eterna Morada: ¿cómo puedo, pues, oír que se las condene sin devolver Burla por Burla?

192

MILTON PREFACIO

Los Seductores y Perversos escritos de Homero, de Ovidio, de Platón y de Cicerón, que todos los hombres debieran despreciar, se contraponen, gracias a su artificiosidad, a lo Sublime que prepondera en la Biblia; pero cuando la Nueva Época, sin embarazo alguno, pueda emitir su oráculo, todo será enderezado, y a las grandes obras de los más antiguas a la par que conscientes e inspirados Hombres, se les otorgará la importancia que merecen, y las hijas de la Memoria se convertirán en Hijas de la Inspiración. Shakespeare y Milton pusieron freno a su inspiración por causa del morbo general que tiene su ori­ gen en los necios esclavos grecolatinos de la Espada. Alzad la voz, jóvenes de la Nueva Época, que vuestros rostros denuncien a los ignaros mercenarios. Pues los tenemos en el campamento, en la Corte, y en la Univer­ sidad, cuyo propósito no es otro, si la ocasión se tercia, que rebajar para siempre lo Mental y prolongar la Guerra Corporal. Pintores, es a vosotros a quienes doy el grito de alerta. No aguantéis más a los Necios de Turno que quieren empobrecer vuestros poderes, asignando un valor de que carecen a obras deleznables, o haciendo un reclamo fuera de lugar a obras despreciables; creed con Cristo y sus Apóstoles que hay una clase de Hombres cuyo único norte es la Destrucción. No necesitamos modelos, vengan éstos de Grecia o de Roma, para ajustarnos a nuestras propias imaginaciones, esos mundos de la Eternidad en los cuales moraremos eternamente en Jesús nuestro Señor. 195

MILTON (Libro II, 30 - 33)

‘‘ Hay un lugar donde los Contrarios son igualmente ver­ daderos; Este lugar se llama Beulak; es una amable y agradable visión Donde disputa alguna puede surgir a causa de los que duermen. En este lugar bajaron los Hijos y las Hijas de Ololon, exhalando doloridas quejas, entre las sombras y las co­ linas lunares de Beulah, Llorando por Milton: un mudo estupor embargaba a las hijas de Beulah, Presas del encanto de los sentimientos suaves y la dulce ternura. Beulah emana para siempre de la Eternidad, y a los ojos de los habitantes del Edén, les rodea por todas partes. Pero Beulah, a quienes en él moran, parece en cada una de sus partes, Como el niño bienamado en el seno de su madre, estre­ chamente abrazado, Por el amor, la piedad, y la dulce compasión. Mientras que para los hijos del Edén las moradas lunares de Beu­ lah son desde toda la Eternidad lugar de plácido descan­ so. Y este lugar es así Creado. Los, la Humanidad Eterna, • Por quien sean siempre Gloria y Poder, Amén, Avanza rodeada de toda su augusta familia, reconocible en todos los rostros: 196

Semejantes al soplo del Omnipotente son las palabras que el hombre dirige al hombre En las grandes Guerras de la Eternidad, en el furor de la Inspiración Poética, Erigiendo el prodigioso Universo, creando las formas Es­ pirituales. I Pero las Emanaciones temblaban y desfallecían, No podían ellas subsistir, porque la Energía del hombre no tenía límite alguno. Su alegría les resultó terrible. Ellas temblaban y llora­ ban. Suplicando con una sola voz: Dadnos una morada y un lugar Donde podamos ocultarnos bajo la sombra de alas Pues si nosotros, que estamos de paso y nos desvanecemos en invierno, Contemplamos estos prodigios de la Eternidad, seremos consumidos. Vosotros, oh nuestros Padres y nuestros Hermanos, que­ daos en la Eternidad. Pero concedednos una mansión terrestre y hablad, ¡oh! hablad; Nosotras obedecemos a vuestras palabras como vosotros obedecéis a Jesús, El Eterno que es bendito ahora y por los siglos de los siglos, Amén” .

Así hablaron las amables Emanaciones; y una agradable, una dulce Visión surgió encima, debajo, y a todos lados. En esta Mansión encantadora, los débiles y fatigados Como las Mujeres y los Niños, fueron llevados en alas 197

Tan dulces como las de la paloma; y frescas estancias les fueron preparadas Pero todos los Hombres retornaron y prosiguieron bu ruta En el Seno del Padre, de Eternidad en Eternidad, Tampoco ninguno cayó en culpa o incurrió en error Sin una mansión donde pasar las horas de una feliz Eter­ nidad. En esta mansión amable, Beulah, bajó Ololon del todo, y cuando las hijas de Beulah oyeron un lamento, Todo Beulah lloró, pues ellas vieron al Señor venir entre las nubes. Y las visiones de Beulah se acaban sobre la rocosa Albión. Y todas las naciones fueron sumidas en la aflicción Familia por Familia: Alemania lloró sobre Francia e Italia; Inglaterra lloró y tembló Sobre América, la India se levantó de su lecho dorado Como quien se despierta de noche, ellas vieron al Señor que venía En las nubes de Ololon, lleno de Poder y de Gloria. Y todas las criaturas que pueblan los Cuatro Elementos gimieron Amargamente; todas en conjunto llámanse Satán Y Rahab: ellas no entienden de Regeneración, sino sólo de Generación Hadas, Ninfas, Gnomos o Genios de los Cuatro Elemen­ tos, Inaccesibles al Perdón e inmutables, no pueden ser Re­ generadas Pero deben ser Creadas, no entendiendo más que de Ge­ neración. Son los Dioses de los Reinos de la Tierra, enemistados por crueles diferencias, Elemento contra Elemento, 198

enfrentados en una Guerra No Espiritual como las guerras de la Eternidad, sino corporal En las moradas de Los, siempre penando sobre las Fra­ guas de Golgonooza. Ore clama sobre la orilla atlántica; Enitharmon tiembla; Toda Beulah llora. Tú escuchas al Ruiseñor iniciar el Canto de Primavera. La Alondra, sobre su lecho de tierra, desde que la maña­ na apunta, Escucha en silencio; luego lanzándose al aire desde el campo de trigo que ondula, con voz llena, Conduce el coro del día: su trino desbordante, Que sube en alas de la luz en el vasto Espacio, Resuena en el adorable azul y la brillante Esfera de los cielos. Su garganta estrecha forcejea con la inspiración; todas las plumas de su garganta, de su pecho, de sus alas vi­ bran con un soplo Divino. Toda la naturaleza le escucha en silencio, y el augusto Sol Se para sobre los Montes, dejando caer sobre este pe­ queño pájaro Una mirada de dulce humildad, de asombro, de amor y de respeto. Entonces, con voz llena, desde sus verdes escondrijos, todos los pájaros entonan su Canto: El Tordo, el Pardillo, el Jilguero, el Petirrojo, y el Re­ yezuelo Despiertan el Sol con su dulce sueño sobre los Montes. El Ruiseñor de nuevo modula su canto, y todo el día 199

Al igual que la noche, da libre curso a su inagotable gorgeo, todos los pájaros cantores Escuchan atentos sus acentos altos, con iración y amor. Y esto es la imagen de las lamentaciones de Beulah sobre Ololon. Tú percibes el precioso perfume que emiten las Flores, Y nadie puede decir cómo de un tan pequeño centro irradian tales delicias, Olvidando que en el interior de este Centro la Eternidad abre Sus puertas inalterables, fieramente guardadas por Og y Anak. Primeramente, antes que el alba aparezca, el gozo se abre en el corazón de las flores, Gozo tan grande que en lágrimas se funde, que el sol naciente seca: el Tomillo selvático Y la Reina de los Prados, aterciopelada y dulce, balan­ ceándose entre las Cañas, Ligera a las brisas, dirigen la amable Danza; ellos despiertan a La Madreselva dormida sobre el roble, en su opulenta belleza. Que se arroja alegre al hálito del viento; el Espino blanco, la adorable flor de Mayo, Abre sus ojos incontables; atenta, la rosa aún dormita. Nadie se atreve a despertarla; pronto, rasga sus cortinas carmesíes Y aparece, en todo el esplendor de su belleza: cada una de las Flores, El Clavel, el Jazmín, el Alhelí, el Junquillo, El dulce Lirio abre su paraíso, todos los árboles, las Flores y las Plantas pronto llenan el aire con una Danza innumerable, 200

Sin embargo, todo se queda en armonía, dulzura y en­ canto. Los hombres desfallecen de Amor, Y esto es la imagen de las lamentaciones de Beulah so­ bre Ololon. *

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Y Milton a menudo se sentaba sobre el Lecho de Muer­ te, y conversaba a menudo en visión y beatífico sueño con los Siete Ánge­ les de la Presencia. “ He vuelto la espalda a estos cielos cimentados con cruel­ dad; Mi Espectro errante aún entre ellos sigue a mi Emana­ ción, Persigue sus huellas a través de la nieve, el granizo in­ vernal y la lluvia. El Razonador idiota se burla del Hombre Imaginativo, y con la Risa pasa a Asesinar mediante la calumnia de­ nigrante” Luego, Hillel, que es Lucifer, replicó sobre el Lecho de Muerte, Y así los Siete Ángeles le adoctrinaron, y así platicaron: *Vsrí “ No somos Individuos sino Estados, Uniones de Indivi­ duos. Éramos Ángeles de la Divina Presencia, y Druidas en Annandale, Forzados a unirnos en una Forma por Satán, el Espectro de Albion, Que se hizo a sí mismo Dios y destruyó la Forma Hu­ mana Divina. 201

“ Pero la Divina Humanidad y la Misericordia nos dio una Forma Humana Porque fuimos unidos en la Libertad y en la Santa Her­ mandad, Mientras que los unidos por la tiranía de Satán, primero en la sangre de la Guerra y el Sacrificio, y después en cadenas de Cautiverio, son Rocas informes Que sólo retienen la Matemática Santidad de Satán, la Longitud, la Anchura y la Altura, Llamando a la Imaginación Humana, que es la Divina Visión y el Goce En que el Hombre vive eternamente, locura y blasfemia Contra sus propias Cualidades, que son siervas de la Hu­ manidad, no Diosas o Dueñas. Hay que distinguir los Estados de los Individuos que por ellos pasan. Los Estados Cambian, pero las Identidades individuales ni mudan ni cesan. No podéis ir a parar en la Muerte Eterna en lo que nunca puede morir. Satán y Adán son Estados creados en el seno de las vein[tisiete Iglesias, Y tú, oh Milton, un Estado a punto de Creai'se, llamado Eterna Aniquilación, que nadie como no sean los

Vivos se atreverá a penetrar, y entrarán triunfantes sobre la Muerte, el Infierno y la Tumba: Estados que no existen, pero [que ¡ay! parecen existir. “ Juzga entonces por ti mismo: Observa tu Rostro Eterno, Lo que es Eterno, Lo Mudable, y lo Aniquilable. 202

La Imaginación no es un Estado: es la Existencia huma­ na misma. El Afecto o el Amor conviértense en Estado cuando an[dan en discordia con la Imaginación. La Memoria es siempre un Estado, y la Razón otro Estado Creado para ser aniquilado y dar paso a una nueva Razón. Lo que puede ser Creado puede ser Aniquilado: las For[mas no pueden aniquilarse. La Encina es talada por el Hacha, el Cordero perece bajo el Cuchillo, Pero sus Formas Eternas existen para siempre. Amén. Aleluya.”

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MILTON (Libro II, 40-41)

Erguido delante de Ololon, Milton percibía la Forma Eterna De esta amable Aparición; maravillosos fueron sus actos, por mí ignorados O medianamente conocidos ; y oí que Ololon decía a Milton: “ Te veo luchar cerca de los torrentes del Arnon; allá, yo veo un Hombre poderoso y augusto, cubierto por el manto de los años. Contemplo a Los y Urizen, contemplo a Ore y a Tharmas, Los Cuatro Zoas de Albión, y tu espíritu en lucha con ellos, En la aniquilación de sí mismo, entregando tu vida a tus enemigos. ¿Los que desprecian la Fe y buscan su destrucción Se han convertido gracias a su Feminidad en causantes y Alentadores de estas Religiones? ¿Qué son esta Quimera Newtoniana, Este Voltaire, y este Rousseau, Hume, Gibbon y Bolingbroke, Esta Religión Natural, este imposible absurdo? ¿Ololon es la causa de ello? ¡oh! ¿dónde ocultaré mi rostro? Estas lágrimas corren para los humildes, los hijos de Jerusalem. Por miedo a que no sean aniquilados en tu anonada­ miento” . 204

Apenas hubo dicho esto, Rahab Babilonia hizo su apari­ ción En el Este, sobre la Vía Empedrada que atraviesa Europa y Asia, Radiante como el Sol de Mediodía, recalentada en el seno de Satán. Hembra bajo aspecto viril, Religión por la Guerra encu­ bierta, Llamada Virtud Moral, Monstruo dos veces cruel, bri­ llante, Sangriento Dragón y Prostituta embozada, como la que viera Juan en Patmos. Y lejos, por debajo de las innúmeras Naciones de U 1 r o Aparecieron: los Siete Reinos de Canaan y los Cinco de Baal De Filistea divididos en doce y llamados, según el habla israelita, Como lo son en el Edén, Montaña, Río, Llano, Ciudad y Desierto arenoso, entremezclados más allá de toda visión humana. Pero volviéndose hacia Ololon en su majestad terrible, Milton Respondió: “ Obedece a la Palabra del Hombre Inspirado. Todo lo que puede ser aniquilado, aniquilado sea, a fin de que los hijos de Jerusalem sean salvados de la esclavitud. Hay una Negación y hay una Oposición. La Negación será destruida para rescatar a la Oposición. La Negación es el Espectro, la Facultad razonadora del Hombre; Ésta es una falsa Apariencia, una Incrustación que re­ cubre mi Espíritu inmortal, Un Yo que debe ser descartado y aniquilado para siempre. 205

Para purificar el rostro de mi Espíritu por el examen de mí mismo, Para bañarme en las aguas de la Vida, para limpiarme de lo Inhumano, Yo vengo, en el propio anonadamiento y la grandeza de la inspiración, A rechazar la Demostración Racional por la Fe en nues[tro Salvador, A rechazar los andrajos sórdidos del Recuerdo por medio de la Inspiración, A arrojar a Bacon, Locke y Newton fuera del sayo de Alhión, A quitarle sus sucias vestiduras para ataviarla con la Imaginación; A desechar de la Poesía todo lo que no sea Inspiración, A fin de que no se atreva más a burlarse de sus bardos inspirados, tachándolos de locos, como hace el bruñidor de los trozos vulgares e informes, P e las rimas miserables o de las despreciables armonías, Quien se desliza en el Poder como la Oruga para destruir; Apartar al Preguntón idiota que siempre formula pre­ guntas Sin ser capaz de dar respuestas; quien, con risa soca­ rrona, Busca sigilosamente el momento de preguntar como un ladrón en una caverna, Que proclama la duda y la bautiza con el nombre de saber, Cuya Ciencia es la misma Desesperanza, Cuyos humos sabios son Envidia, que tiene por toda ciencia Destruir la sabiduría de los siglos para dar satisfacción a su Envidia voraz, 206

Que causa estragos en torno suyo, como un Lobo, noche y día inquieto. Él sonríe con condescendencia; habla de Benevolencia y de Virtud Y los que obran con Benevolencia y Virtud son asesina­ dos muchas veces. Tales son los destructores de Jerusalem: tales son los asesinos De Jesús que niegan la Fe y hacen befa de la Vida Eterna, Que esgrimen la Poesía con el fin de destruir la Ima­ ginación Por la copia servil de las imágenes de la Naturaleza, hijas del Recuerdo, Tales los Ropajes Sensuales, la Abominación de la De­ solación, Que ocultan los Rasgos del Hombre como el Arca y las Cortinas, Que Jesús destrozó, y que pronto ha de purificarlas, des­ truyéndolas por el Fuego, Hasta que toda Generación sea aniquilada por la Rege­ neración” .

207

CATÁLOGO DESCRIPTIVO NÚMERO II (selección) Escrito alrededor de 1809

Los dos cuadros de Nelson y de Pitt son composiciones de carácter mitológico, similares a aquellas Apoteosis de la Antigüedad Persa, Hindú o Egipcia, que todavía se conservan en monumentos primitivos, siendo copias de algunos estupendos originales ahora perdidos, o quizá sepultados hasta que sobrevenga una más feliz edad. El artista a quien le fue dada la Visión de las an­ tiguas repúblicas, Monarquías y patriarcados de Asia, ha visto esos maravillosos originales, llamados en las Sa­ gradas Escrituras los Querubines, que fueron esculpidos y pintados en los muros de los templos de Egipto, de Moab, de Edom, y de Aram, entre los Ríos del Paraíso — siendo originales de los cuales los Griegos y los Etruscos copiaron a Hércules Farnese, Venus de Médicis, Apo­ lo Belvedere, y todas las grandes obras del arte antiguo. Fueron ejecutados en un estilo muy superior al de aque­ llas justamente iradas copias, siendo por su cortejo terroríficas y mayestáticas en grado sumo. El Artista se ha esforzado en emular la grandeza de aquéllas en su visión, y aplicarla a los Héroes Modernos, aunque en menor escala. Nadie puede creer que tanto la mitología homérica como la ovidiana sean un producto griego o latino; tampoco nadie abriga la seguridad de que la estatuaria griega sea pura invención de los artistas griegos; quizá el Torso es la única obra original que nos ha quedado; todo el resto son evidentemente copias, aunque primorosas, de las grandes obras de los Patriarcas Asiáticos. Las Musas griegas son hijas de “ Nemosine” o de la Memoria, 208

y no de la Inspiración o Imaginación, por tanto, no son las creadoras de tan sublimes concepciones. Esos origina­ les maravillosos vistos en mis visiones alcanzaban algu­ nos de ellos un centenar de pies de altura; algunos fue­ ron pintados como cuadros, y algunos esculpidos como bajorrelieves, y otros como grupos estatuarios, contenien­ do todos ellos un significado mitológico y recóndito, don­ de se halla más de lo que el ojo descubre. El Artista desearía que ésta fuera ahora la forma de hacer tales monumentos; y entonces no vacilaría en hallar una co­ misión nacional para ejecutar estos dos cuadros en una escala adecuada a la grandeza de la nación, en un fresco de un subida perfección, en el que los colores fueran tan puros y tan permanentes como los de las piedras precio­ sas, aunque las figuras tuviesen que alcanzar la altura de un centenar de pies.

209

CATÁLOGO DESCRIPTIVO NÚMERO V (selección)

El Sr. B guarda en sus manos poemas de la más re­ mota antigüedad. Adán era Druida, y Noé; también Abraham fue llamado a suceder la Edad Druídica, la cual empezó a convertir la significación mental y ale­ górica en un poder físico, por medio del cual el sacri­ ficio humano despoblaría la tierra. Todas estas cosas están escritas en el Edén. El Artista es un habitante de aquel país feliz; y si todo continúa como ha empezado, el mundo de la vegetación y de la generación puede es­ perar de nuevo comunicarse con el Cielo, a través del Edén, como ocurrió al principio. ❖

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En este Cuadro, llevado del criterio de Milton sobre la antigua historia británica, el Sr. B. ha hecho lo que todos los antiguos hicieron y todos los modernos dignos de fama: ha servido el hecho histórico en todo su vigor poético, lejos de aquella insípida forma que algunos historiadores cultivan, quienes, siendo de constitución débil, son incapaces de ver el milagro o el prodigio. Todo es para ellos una burda sucesión de probabilidades y de posibilidades; pero la historia de todos los tiempos y lugares prueba que no es otra cosa que un tejido de probabilidades e improbabilidades — lo que daríamos por imposible si no lo vieran siempre nuestros ojos. Las antigüedades de cada Nación bajo el Cielo no son menos sagradas que las de los Judíos. Son lo mismo, como Jacobo Bryant y todos los arqueólogos han demos­ trado. El hecho de que otras antigüedades llegaran a 210

olvidarse, mientras las de los Judíos eran recogidas y ordenadas, es una pesquisa digna del arqueólogo y del teólogo. Todos tenían originariamente un lenguaje único y una religión única; ésta era la religión de Jesús, el Eterno Evangelio. La Antigüedad predica el Evangelio de Jesús. El historiador que no para de razonar, que trastrueca y tuerce causas y consecuencias — como Hume, Gibbon, y Voltaire — no puede, ni aun con todo su artificio, trastrocar o torcer un hecho o trastornar la acción clara de la realidad. Las Razones y las opiniones referentes a los actos no constituyen la historia; son los actos los que la constituyen, y éstos no son propiedad exclusiva de cualquier Hume, Gibbon, o Voltaire, Echard, Repin, Plutarco o Herodoto. ¡Dame los actos, historiador, y déjame razonar sobre ellos cuando quiera; lejos de mí con tu razonar y tu basura! Todo lo que no sea acción no merece leerse. Dime lo que es; no quiero que me digas el porqué y el cómo; los puedo des­ cubrir, tanto como tú, y no quiero ser defraudado por ti con opiniones, que te complaces en imponerme, para poner en tela de juicio lo que crees improbable o impo­ sible. Tu opinión que no descubre causa espiritual no es digna de leerse; el que rechaza un hecho porque es im­ probable debe rechazar toda la Historia, y retener sólo las dudas. *

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La Poesía, tal como existe ahora en la tierra, en los restos de los autores antiguos, la Música tal como se conserva en los viejos cantos o melodías, la Pintura y la Escultura, en los restos legados por la antigüedad y en las obras de los genios modernos, son muestras todas ellas de la Inspiración que no puede ser superada, dado que es perfecta y eterna. Milton, Shakespeare, Miguel 211

Ángel, Rafael, las bellas muestras escultóricas, pictó­ ricas y arquitectónicas de la Antigüedad (Góticas, Grie­ gas, Hindúes o Egipcias), son la medida de la mente humana. La mente humana no puede ir más allá del don de Dios, el Espíritu Santo. Suponer que el Arte pueda ir más allá de los hermosos modelos artísticos que exis­ ten actualmente en el mundo, es desconocer lo que es el Arte; es estar ciego a los dones del Espíritu.

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MANIFIESTO (FRAGMENTOS) (Escrito alrededor de 1810)

MANIFIESTO (FRAGMENTOS)

Estimo un deber público dirigirme con todo respeto a la Sociedad Calcográfica y expresar a sus componentes mi opinión, hija de una práctica dilatada y de una ex­ periencia de muchos años, de que el grabado como arte está perdido en Inglaterra, debido a una opinión extendi­ da insidiosamente, según la cual, el dibujo da al traste con los dones del grabador. Suplico a la Sociedad que examine mi grabado, del cual es el dibujo cimiento y realmente la superestructura: se trata de un dibujo sobre plancha de cobre, del mismo modo que la pintura debie­ ra ser dibujo sobre tela o cualquier otra superficie, y nada más. Invito igualmente a la sociedad a que compare los grabados de Bartolozzi, de Woolett, de Strange y demás, con los viejos retratos ingleses, lo que equivale a comparar el arte moderno con el arte anterior a la entronización de Van Dyck y Rubens en Inglaterra, fe­ cha a partir de la cual el grabado decae; y estoy seguro que el resultado de la comparación ha de pesar de modo que la Sociedad concuerde con mi opinión: que el gra­ bado, al desentenderse del dibujo, perdió carácter y ex­ presión, empobreciéndose. *

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Espero que mis compatriotas me perdonarán si les digo toda la verdad. La mayoría de los ingleses, cuando mirando un cuadro, se disponen inmediatamente a bus­ car en él puntos luminosos, y lo colocan, quieras o no, en un rincón oscuro. Esto, de hacerse con las grandes 215

obras, es como ir en busca de epigramas en Homero. TJn punto luminoso es un rasgo ingenioso; muchos son peste del arte. A Rafael, Miguel Ángel, Alberto Durero, Julio Romano, los reputamos faltos de ese ingenio epigramá­ tico en su arte, porque lo rehuyen, como si de una má­ quina destructora se tratase, como de hecho así es. *

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La “ Galería de Luxemburgo” de Rubens es tenida por muchos como la quintaesencia de la necesidad; salta a la vista que lo es. Dioses hinchados, Mercurio, Juno, Venus, restos mitológicos, trastos palaciegos, ofrecen un batiburrillo alrededor de príncipes y princesas zafias y avejentadas. Por el contrario, “ el Palacio de T. en Mantua” , de Julio Romano, es estimado por todos como la producción de un hombre dotado de talento y hondo sentido; y sin embargo los peritos ingleses (con Reynolds, su juguete) apenas si advierten su acabadísima ejecución. ¿Puedo ensañarme con tan despreciables sujetos? Si todos los príncipes europeos, como Luis X IV y Carlos I, fueran a proteger tales mentecatos, Yo, William Blake, príncipe mental los iba a rebelar y colgar sus almas, como cul­ pables de la más alta traición mental. Quien es capaz de representar a Cristo como un carretero debe tener extrañas concepciones; de ahí que su ejecución tenga que ser extraña: y han de ser extrañas gentes también las que dan grandes sumas por estos sumos disparates, cre­ yendo que de arte bello se trata. Quien tenga ojos ha de ver a una legua que Rubens y Correggio han tenido que ser personas impotentes y adocenadas. ¡Y tenemos que imitar su técnica! Esto me recuerda aquel dicho de Bacon: “ que un niño sano debe ser enseñado y obligado a andar como un cojo, mientras al cojo debe enseñársele a andar como los sanos” . 216

¡Oh rara sabiduría! *

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El estado lastimoso en que se hallan las artes en este país y en el Continente, derivado del estado de indigencia que atraviesa la ciencia política, ciencia má­ xima, exige una firme y concreta conducta por parte de los artistas, con el objeto de resistir a los desprecia­ bles “ anti-artes” , organizados por políticos tan viles como Luis X IV y mantenidos, desde un principio, por los vendedores de cuadros venecianos, por los mercade­ res de la música, por los negociantes en rimas, con el propósito de destruir todo arte verdadero, como actual­ mente ocurre. Librar al arte, orientándolo hacia lo ori­ ginal Florentino, ha sido el norte de mi vida, y de ser posible, he de ir más allá de ese patrón: éste es el único objetivo digno de un hombre. Detesto la imitación: me adhiero obstinadamente al verdadero estilo artístico, tal como Miguel Ángel, Rafael, Julio Romano y Alberto Durero nos lo legaron. Pido, por tanto, a los amantes del arte el patrocinio a que soy acreedor; si siguen recha­ zándome, ellos han de perder, no yo, y sobre ellos ha de recaer el desprecio de la posteridad. *

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Mientras las obras de Pope y de Dryden sean tenidas artísticamente por iguales a las de Shakespeare y Milton, mientras las obras de Strange y de Woolet sean medidas con el mismo rasero artístico que las de Rafael y Durero, no puede existir el arte en una nación, como no sea un producto subalterno que sirve a los intereses del mono­ polista. ¡Ingleses! levantaos del fatal sueño en que os han sumido libreros y mercachifles, al progresar en forma 217

artera que una traducción o una imitación, de la clase que sea, puede ser tan esclarecida para una nación como una obra original, haciendo comulgar al pueblo inglés en aquel dicho archiconocido: los ingleses mejoran lo que los demás inventan. He aquí porqué hasta las obras de Hogarth resultan una odiosa falsedad. Ningún hombre puede mejorar una invención original, ni puede ésta dar­ se sin una técnica, organizada, articulada, ya sea por Dios o por el hombre: no me refiero a fáciles, juguetones y pergeñados escritos, ni a bellezas descoloridas, borrosas, empañadas; sino a lo trazado con mano firme y decidida, como es el caso de Miguel Ángel, Shakespeare y Milton. He oído de labios de muchas personas decir: “ De las ideas, lo de menos son las palabras” . A otros les oí decir: “ De el dibujo, lo de menos es la ejecución” . Estas personas podrán conocer lo que es artificio, pero no saben nada de arte. Las ideas no pueden darse sin el empleo minucioso de la palabra justa ni puede hacerse un dibujo sin una ejecución adecuada y minuciosa. El manchado desorganizado de Rubens y del Tiziano no son arte, ni se puede con su método expresar ideas o visiones, como tampoco se puede con la jerga metafísica rimada de Pope. La ejecución inapropiada es la más nauseabunda de todas las afectaciones y necedades. Quien copia no eje­ cuta: sólo imita lo que ha sido ya ejecutado. La ejecu­ ción es simplemente el resultado de la invención. *

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De ese modo, el público inglés ha sido engañado du­ rante muchos años con la idea que el grabado y la pintu­ ra son otra cosa además de dibujo. La Pintura es dibujo sobre tela, y el grabado es dibujo sobre cobre, y nada más; y quien pretenda ser, ya pintor ya grabador, sin ser un maestro consumado del dibujo, es un impostor. Pode­ 218

mos ser muy diestros como púgiles, pero como artistas, somos y hemos sido la irrisión del Continente. Gravelot en cierta ocasión dijo a mi maestro Basire: “ Los inglese» pueden creerse muy listos, pero no dibujan” . Quien quiera examinar las grandes y costosas obras de graba­ dos publicadas por los comerciantes ingleses, ha de sentir asco y repugnancia; por consiguiente, la mayoría de los ingleses sienten desprecio por el arte, lo cual es la ma­ yor maldición que puede pesar sobre una nación. *

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Los hombres creen que pueden copiar la naturaleza tan correctamente como yo copio la imaginación. Esto último no les cabe en sus mentes: y todas las copias o presuntas copias de la naturaleza, desde Rembrandt hasta Reynolds, prueban que la naturaleza en manos de sus victimarios queda reducida a manchas y borrones. ¿Por­ qué son incorrectas las copias de la naturaleza, en tanto que las de la imaginación son correctas? Esto es pa­ tente para todos. El artista inglés puede estar seguro de que está perpetrando un daño y una injusticia a su país mientras estudia e imita los efectos de la naturaleza; Inglaterra nunca podrá rivalizar con Italia mientras nosotros copiemos servilmente lo que los avisados ita­ lianos, Rafael y Miguel Ángel, desdeñaron, aún más, aborrecieron, si hemos de creer a Vasari. ¿Qué clase de intelectos han de ser quienes ven sólo los colores de las cosas, y no las formas? Ningún hombre sensato puede pensar que en una imitación de los objetos de la naturaleza se cifra el arte de pintar, o que tal imitación (que está al alcance de cualquiera) es digna de atención. Los Italianos se ríen de los peritos ingleses que en su mayoría son tan cándidos como para creerse esto.

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Ningún hombre sensato supondrá jamás que una co­ pia servil de la naturaleza equivale al arte de pintar. Si el arte no fuera más que copia, no pasaría de ser un trabajo manual: todo el mundo puede hacer eso, y el tonto a menudo lo hace hasta mejor, pues es trabajo que no requiere inteligencia. Un jinete, que se precie de tal, jamás comprará un caballo por su color; y un hombre que tenga inteligencia no va a comprar un cua­ dro por el color. ^

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Carece de sentido que nobles y patricios ofrezcan premios para alentar el arte, cuando semejantes cuadros pueden hacerse sin el estímulo de los premios. Que alienten lo existente y no quieran con engañifas forzar las cosas. No se siga diciendo que los imperios alientan las artes, pues son éstas las que dan aliento a los im­ perios. Las Artes y los Artistas son espirituales y se ríen de los acontecimientos pasajeros. Enseñemos a Bonapartc y a cualquier otro que pueda interesarle, que no son las artes las que van a la zaga, y son las siervas del Imperio, sino que es éste el siervo y va a su zaga. Está en sus manos poner obstáculos a la instrucción, pero no instruir; lo mismo que está en su poder matar a un hombre, pero no crearlo. ¡fc

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Se ha dicho, en los últimos años, que el público inglés carece de gusto para la pintura. Esto constituye una fal­ sedad. Los ingleses son jueces tan certeros de la pintura como de la poesía, y de ello dan testimonio con el des­ 220

precio que muestran por las grandes colecciones, com­ puestas por toda la basura que nos llega del Continente, traída acá por los ignorantes traficantes de cuadros. Un inglés puede muy bien deciros: “ No soy juez en pintu­ ra” , cuando se le muestran estas manchas y pintarrajos, valorados a un elevado precio, y cuando se le dice que tales engendros son dechados del arte pictórico. Yo os aseguro que el público inglés es un auténtico alentador del arte verdadero, en tanto frustra y mira con despre­ cio el falso arte. El resentimiento personal ha tenido su parte en este manifiesto, pero mayor es la parte que le corresponde al arte y al celo por mi país. No sé si Homero es un embustero y si existe algo que pudiéramos llamar: una generosa argumentación. Sólo sé que todos aquellos con quienes hube de enfrentarme, en el terreno artístico, lucharon, no para aventajarme, sino para pulverizarme por medio de las malas artes de la lucha comercial, a las que unieron la calumnia. El modo como mi persona ha sido infamada, durante esos treinta años, tanto artística como humanamente, puede verse especialmente en la publicación dominical llamada “ El Examinador” , publicada en los talleres de Beaufort. Todos convenimos en que los directores de periódicos no se devanan demasiado los sesos con el arte y la ciencia y que se les paga con creces cuanto insertan sobre estos enojosos asuntos; y la manera como he descuajado a este nido de villanos ha de verse en un poema alusivo a mi hercúlea labor en Felpham, que no he de tardar en pu­ blicar. La secreta calumnia y las manifestaciones de amistad se dan frecuentemente la mano en el ancho mundo. Cuando un hombre vil piensa ser tu enemigo, siempre empieza siendo tu amigo. Flaxman no puede negar que uno de los primeros monumentos que hizo se lo dibujé yo 221

gratuitamente; al mismo tiempo infamaba mi persona ante Macklin, mi patrón, pues Macklin me lo dijo en aquella ocasión, y la posteridad no ha de ignorarlo. Mu­ chos son tan disparatados que piensan que pueden herir al Sr. Fuseli con cargar la ofensa sobre mis hombros; andan totalmente equivocados; ni siquiera al Sr. Barry se le puede de ese modo ofender. *

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En una nación eminentemente comercial, los impos­ tores se hallan en todas partes y en todas las profesiones; éstos son los grandes enemigos del genio. En la esfera de la pintura, estos impostores constantemente esparcen la opinión de que los grandes creadores no saben ejecutar. Esta opinión es tan fatal para el verdadero artista como acreditada de falsa por la experiencia. Hasta Hogarth no puede ser copiado o superado. Cabe entonces preguntar si el inglés sólo puede descubrir la perfección en la labor de un jornalero. No creo que esta absurda opinión haya podido jamás mantenerse, sólo que, en los principios de mi vida, fue hecha pública en forma insidiosa por ciertas perso­ nas cuyos saqueos perpetrados en mi obra les obligaban a arrinconarme. Jamás pasó por el magín de nadie que una imitación fuera a aventajar un original, o pudiera com­ parársele, hasta que, hace unos pocos años, ciertos bri­ bones dieron curso a esta falsedad. Las pródigas alaban­ zas que he recibido de todos lados por mi invención y dibujo han ido siempre acompañadas de la siguiente coletilla: “ Sabe concebir, pero no sabe ejecutar” . Esta afirmación absurda me ha acarreado, y aún puede aca­ rrearme, serios perjuicios. Pido protección pública contra estos villanos. Puedo equipararme a otros en punto a invención y ejecución, como mis obras sobradamente 222

atestiguan. Yo, en defensa propia, pido entrar en liza con los más primorosos grabadores, y reto a los críticos más escrupulosos a que establezcan sinceramente una comparación: afirmando, en defensa mía, que este gra­ bado es el más primoroso de cuantos se han hecho en Inglaterra, donde el dibujo, cimiento insoslayable, es condenado, y en su lugar ocupa la atención la descabe­ llada tontería de los puntos, los rombos, y las plumadas pulidas, con olvido del arte auténtico. Reto a cualquiera a grabar más pulidas plumadas que las mías, o más burdas, si así se quiere; y aseguro que quien piensa que puede grabar o pintar de cualquiera de las dos maneras, sin ser un maestro consumado del dibujo, es un necio. La pintura es dibujo sobre lienzo y el grabado es dibujo sobre cobre, y nada más. El dibujo es realizazación y nada más; y quien dibuja mejor tiene que ser el mejor artista. Y en este manifiesto estampo mi nom­ bre como un deber público. W

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VISIÓN DEL JUICIO FINAL (FRAGMENTOS) 1810

El Juicio Final no es fábula, o alegoría, sino visión. La Fábula, o la alegoría, es una especie de poesía dife­ rente e inferior. La Visión, o la imaginación, es una representación de lo que efectivamente existe, real e inmutable. La fábula, o la alegoría, son hijuelas de la Memoria. La Imaginación está rodeada por las hijuelas de la Inspiración, que, en conjunto, llámanse Jerusalén. La fábula es alegoría, pero lo que los críticos designan con el nombre de fábula es en sí visión. La Biblia he­ brea y el Evangelio de Jesús no son propiamente alego­ ría, sino eterna visión, o imaginación de cuanto existe. Nótese aquí que la fábula, o la alégoría, raras veces se nos ofrece sin una porción visionaria. “ El Caminar del Peregrino” contiene no poca visión; lo mismo diríamos de los Poetas griegos. Pero la alegoría y la visión de­ bieran ser discriminadas y llamadas por sus propios nombres a causa de la vida eterna. Los antiguos crean fábulas cuando afirman que Júpiter usurpó el trono de su padre, Saturno, y dio ocasión a una edad de hierro; y sacaron de Nemosine, o de la Memoria, las Grandes Musas, que no son inspiración, como lo es la Biblia. La Realidad fue olvidada, y a las variedades del tiempo y del espacio, solamente rememoradas, llamáronlas reali­ dad. Los Griegos representan a Cronos, el Tiempo, como un anciano. Esto es fábula, pero la visión real del Tiem­ po es una perpetua juventud. Sin embargo, yo, en cierto modo, he ajustado mi imagen del Tiempo a la opinión corriente; pues tampoco estoy libre del contagio, y mi 224

visión está asimismo inficionada; de aquí que vea el Tiempo como un anciano ¡ay! demasiado cargado de años. Las Alegorías son cosas que guardan relación con las virtudes morales. Las Virtudes Morales no existen; son alegorías e hipocresías. Pero el Tiempo y el Espacio son seres reales, un Varón y una Hembra; el Tiempo es un hombre, el Espacio una mujer, y su porción viril es Muerte. Tal es la enorme diferencia que media entre la fábula alegórica y el misterio espiritual. Permítaseme aquí observar que las fábulas griegas, nacidas del miste« rio espiritual y de la visión auténtica, se han empobre­ cido y velado con la fábula y la alegoría; mientras que la Biblia hebrea y el Evangelio griego son genuinos, pre­ servados por la merced del Salvador. La naturaleza de mi obra es visionaria, o imaginativa; es mi empeño res­ tablecer lo que los antiguos llamaron la Edad Dorada. Platón pone en boca de Sócrates que los poetas y los profetas no saben o no comprenden cuanto escriben o expresan. Ésta es una verdad perniciosa. Si no lo saben, como él nos lo asegura, le suplico me diga si la expre­ sión poética es de condición inferior al conocer. Platón se refuta a sí mismo. 3* 3* En la Eternidad una cosa jamás se cambia por otra: cada identidad es eterna. Por tanto, el Asno de Oro de Apuleyo y las Metamorfosis de Ovidio, y otras obras similares, son fábula; no obstante, contienen la visión en un grado sublime, siendo tributarias de la visión auténtica que andaba contenida en escritos más antiguos. La mujer de Lot que se transformó en estatua de sal es signo del cuerpo mortal que se convierte en permanente estatua, sin cambiar o transformarse en otra identidad, antes reteniendo su individualidad propia. Un hombre no 225 Poemas proféticos y prosas, 8

puede nunca convertirse en asno o en caballo, por más que se hayan concebido los centauros. Pero la identidad eterna es una cosa, y la vegetación corporal otra. El agua que Jesús cambió en vino, y la que Moisés cambió en sangre, se relacionan también con la naturaleza ve­ getal. *

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Si el espectador pudiese penetrar en estas imágenes con su imaginación, conducido a ellas por el carro ígneo del pensamiento contemplativo; si le fuese dado entrar en el arco iris de Noé, podría ganarse un amigo y compañero con una de esas imágenes maravillosas, que imploran siempre de él el abandono de las cosas perecederas: en­ tonces se alzaría del sepulcro, y encontraría al Señor en el aire, y luego sería feliz. El conocimiento general es un co­ nocimiento remoto: la sabiduría, y también la felicidad, estriban en lo concreto. Tanto en el Arte como en la Vida, las Masas Generales son tan artísticas como un hombre de cartón es humano. Todos los hombres tienen ojos, nariz y boca; esto lo sabe cualquier idiota. Pero el único hom­ bre sabio y sensible es aquel que penetra y discrimina con la mayor minuciosidad las maneras y las intenciones, los Caracteres en todas sus divisiones, y en esta diferencia­ ción estriba el arte. Ruego, pues, al espectador que dis­ pense atención a las manos y a los pies; a las facciones del rostro: son todas ellas trasunto del carácter y no una línea trazada caprichosamente; todo es discrimen y detalle. Si la poesía no ite ni una letra que carezca de significado, tampoco ite la pintura un grano de arena o un tallo de hierba insignificantes, y mucho menos ite un borrón o una mancha insignificantes.

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El pintor espera que sus amigos, Anito, Melito, y Licón, se han de dar cuenta que no están actualmente en la Grecia antigua; y que, por más que puedan utilizar el veneno de la calumnia, el público inglés quedará con­ vencido de que una pintura de esa laya no puede ser obra de un loco, o de un violento; dado que esos malva­ dos tienen todo el poder que da la letra impresa, el pin­ tor pide la protección pública. No son los hombres itidos en el cielo porque ha­ yan sometido sus pasiones y las hayan domeñado, sino porque han cultivado sus inteligencias. Los tesoros del cielo no consisten en negaciones de la pasión, sino en rea­ lidades de la inteligencia de las que emana aquélla sin trabas y en medio de su gloria eterna. El tonto no entrará jamás en el cielo, a pesar de toda su santidad. No es la santidad el precio que se paga para entrar en los cielos. Son expulsados de éstos aquellos hombres que, careciendo de pasiones porque carecían de inteligencia, emplearon sus vidas en someter y reducir las de los otros, valiéndo­ se de la pobreza y de toda clase de crueldades. La Igle­ sia moderna crucifica a Cristo con la cabeza hacia abajo. ¡Ay de vosotros, ay de vosotros, los hipócritas! Hasta el asesinato, que los tribunales de justicia (más elementales en este caso que la Iglesia) dicen a media voz que lo permiten, no es obra de la pasión, sino de propósitos concebidos a sangre fría. Muchos han dado en suponer que toda la Creación era soledad y caos. Ésta es la idea más perniciosa que puede caber en la mente, pues priva a la Biblia de toda sublimidad y circunscribe toda la existencia a la crea­ ción y al caos; al Tiempo y al Espacio fijado por el ojo corporal y vegetal, y abandona al hombre que se arries­ ga con tal idea a ser morada de demonios incrédulos. La 227

Eternidad existe, y todas las cosas en la eternidad, inde­ pendientes de la creación, que fue merced. He represen­ tado a los que moran en la eternidad por unos pocos en una nube, en el seno de un arco iris que rodea el trono. Ellos simplemente aparecen como en una nube cuando nada de la creación, redención, o juicio, constituye ma­ teria de contemplación, por más que su entera disposi­ ción contemplativa otorgue importancia a esas cosas. La razón de que así aparezcan es la humillación de la razón y de la personalidad dubitativa, y el abandono a la ins­ piración. Por esto, se echa de ver que no considero que los justos, como los malos, estén en un estado supremo, sino que son, cada uno de ellos, estados del sueño en los que el alma puede caer, llevada de sus mortales sue­ ños del bien y del mal, cuando abandona el Paraíso para ir en pos de la Serpiente. #

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Siempre habrán de nacer tantos hipócritas como hom­ bres honrados, y han de tener aquéllos siempre un po­ der superior sobre las cosas mortales. No podéis tener libertad en este mundo sin lo que llamáis Virtud moral y no podéis tener virtud moral sin la sujeción de esa mitad de. la raza humana que odia lo que vosotros lla­ máis virtud moral. La naturaleza del odio y de la envidia, y de todos los males del mundo, aquí está retratada. Nadie envidia u odia a uno de su propio bando; hasta los demonios se aman entre sí a su manera. Se atormentan entre sí por razones que no son las del odio o de la envidia: éstas las emplean contra los justos. Tampoco puede Set sentir envidia hacia Noé, o Elias envidiar a Abraham; pero pue­ den ambos envidiar el éxito de Satán, de Og, o el de Moloch. El caballo nunca envidia al gallo, ni la oveja jamás 228

envidia a la eabra; pero envidian a un rival suyo en la vida, cuyos medios y recursos exceden a los suyos. Por muy distintos que sean en todo, un perro envidiará a un gato que es tratado con mucho regalo a expensas de su bienestar, como en muchas ocasiones he podido observar. La Biblia nunca nos dice que los demonios se atormentan entre sí por medio de la envidia; es sirviéndose de ella que se ensañan con los justos. Pero ¿en provecho de qué se atormentan entre sí? He de contestaros que en prove­ cho de las coercitivas leyes infernales, de la Hipocresía Moral. En el Infierno, todo es rectitud: el perdón del pe­ cado ha sido allí desterrado. El que perdona el Pecado es crucificado como un cómplice de criminales, y quien rea­ liza obras de misericordia, en la forma que sea, es cas­ tigado, y, de ser posible, es destruido— no por medio de la envidia, o de la malicia, sino valiéndose de la rectitud, que piensa servir a Dios, siendo Satán su dios. No se envidian entre sí: se escarnecen o se desprecian entre sí. El perdón del pecado está solamente en el Sitial del Juicio de Jesús el Salvador, donde el acusador es arro­ jado, no por motivo de sus pecados, sino porque ator­ menta a los Justos y les hace hacer lo que condena como pecado, y porque lo que sabe atenta a su persona. No es por ser más santos que los hombres o los de­ monios por lo que los ángeles son ángeles, sino porque no esperan santidad de su parte, conocedores de que ésta sólo procede de Dios. El Tañedor es un mentiroso cuando entona: “ Los Ángeles son más dichosos que los hombres, porque son mejores” . Los Ángeles son más felices que los hombres y que los demonios porque no andan siempre entrometi­ dos los unos con los otros, atentos al bien y al mal, y porque no comen del árbol del conocimiento para dar gusto a Satán. Pensando, como yo creo, que el Creador de este Mundo es un Ser Cruel, y siendo yo un adorador 229

de Cristo, no puedo dejar de exclamar: “ ¡El Hijo, cuán distinto del Padre!” El Primer Dios Todopoderoso llega acompañado de un porrazo en la Cabeza. Luego Jesús viene acompañado de un bálsamo para sanarla. El Juicio Final es un desbordamiento de Arte Malo y de peor Ciencia. Las Cosas Mentales son las únicas Rea­ les; de lo que llaman Corporal nadie sabe nada, nadie conoce el lugar donde reside; su residencia pues es una sofistería, y su existencia una impostura. ¿Dónde está la existencia fuera de la mente o del pensamiento? ¿Dónde como no sea en la mente de un necio? Algunas personas abrigan la esperanza de que no habrá ningún Juicio Final, y que el arte malo será itido y baraja­ do con el arte bueno, que el Error o la Experiencia cons­ tituirán una parte de la verdad, y hasta se jactan de que constituye su cimiento. Como esas gentes se ensalzan a sí mismas, no voy a ser yo quien las ensalze. El Error es Creado. La Verdad es Eterna. El Error, o la Crea­ ción, serán abrasados y luego (y no hasta aquel momen­ to) la verdad de la eternidad aparecerá. Es aquella abra­ sada en el Momento en que los Hombres dejan de con­ templarla. Yo aseguro, a fe mía, que no contemplo la creación externa y que, para mí, constituye un obstáculo y no una acción: ¿cuando el Sol se levanta no veis un disco rojo de fuego, en cierto modo parecido a una moneda? ¡Oh! ¡No, No! Veo una innumerable legión de criaturas celestiales, clamando: “ Santo, Santo es el Todopoderoso” . No consulto a mi ojo corporal, por lo mismo que no interrogo a una ventana respecto a una vista. Miro a través de él, y no con él. El Juicio Final tendrá lugar cuando todos esos que perturban la religión con sus preguntas sobre el Bien y el Mal, o que comen con demasía del Árbol de los razonamientos que impiden la visión de Dios, sean arro­ jados y condenados a dar vueltas en el seno del fuego 230

aniquilador. Cuando la imaginación, el Arte, la Cien­ cia, todos los dones intelectuales, y todos los dones del Espíritu Santo, son tenidos como inútiles, y sólo la vana querella le queda al Hombre, entonces el Juicio Final empieza y su Visión la descubre el ojo de quien anda de acuerdo con la posición que mantiene a todo trance.

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JERUSALEM

RAHAB ES UN ESTADO ETERNO

A LOS DEÍSTAS

Los Estados Es­ pirituales del Alma son todos Eternos. Distinguid entre el Hombre y su , Estado Actual

No puede ser nunca un amigo de la Raza humana quien predica la Moralidad Natural o la Religión natu­ ral; es un adulador que lo que quiere es entregarla ale­ vosamente en manos del enemigo, para perpetuar el Orgullo tiránico y las leyes de esa Babilonia qtre él adi­ vina será a no tardar destruida, con la Espada Espiritual y no con la Natural. Se le llama en el “ estado” Rahab, de cuyo estado debe desentenderse si quiere ser el Amigo del Hombre. Vosotros, oh Deístas, os declaráis abiertamente los Enemigos del Cristianismo y lo sois en verdad: asimis­ mo sois los enemigos de la Estirpe Humana y de la Naturaleza Universal. El Hombre nace Espectro o Satán y es enteramente el Mal, y requiere una nueva persona­ lidad continuamente, y debe sin tregua transformarse en su abierto Contrario. Pero vuestra Filosofía Griega (que son los restos del Druidismo) enseña que el Hombre es honrado en su Espectro Vegetativo: una opinión de fatales y excecrables consecuencias para el Hombre, como los Antiguos vieron claramente a través de la Re­ velación, lo que les llevaría a la total abolición de la 235

Teoría Empírica; y muchos habían de creer lo que vie ron y profetizar de Jesús. El Hombre debe tener y tendrá alguna Religión; si no tuviere la Religión de Jesús, tendrá la de Satán y eri­ girá la Sinagoga Satánica, llamando al Príncipe de este mundo, Dios, y destruyendo a todos aquellos que no rin­ den adoración a Satán bajo el nombre de Dios. Alguien va a decir: ¿Dónde están esos que adoran a Satán bajo el nombre de Dios? ¿Dónde están? Prestad oídos. Toda Religión que predica venganza por razón de Pecado es la Religión del Adversario y del Vengador y no la del Perdonador del Pecado, y su Dios es Satán llamado con el Nombre Divino. ¡Vuestra religión, oh Deístas! El Deís­ mo es la Adoración del Dios de este mundo por medio de lo que denomináis Religión Natural y Filosofía Natural, por medio de la Moralidad Natural o la Honradez, virtu­ des egoístas del corazón natural. Ésta era la religión de los Fariseos que mataron a Jesús. El Deísmo es lo mismo y viene a parar en lo mismo. Voltaire, Rousseau, Gibbon, Hume cargan a lo espi­ ritualmente Religioso con la Hipocresía; mas cómo un Monje, o también un Metodista, puedan ser hipócritas, es algo que no acierto a concebir. Somos hombres de pasiones parecidas a las de los demás, y no pretendemos ser más santos que los otros; por tanto, cuando un Hombre religioso peca, debiera llamársele Hipócrita; este calificativo cuadra más a un comediante que peca, cuya doctrina es la Virtud y la Moralidad y el hacer de los hombres seres honrados. Foote, al llamar a Whitefield hipócrita, se acreditaba de tal; pues Whitefield no pretendía ser más santo que los otros, sino que confesaba sus Pecados ante todo el mun­ do. ¡Voltaire! ¡Rousseau! No podéis escapar a la acusa­ ción que os hago de Fariseos y de Hipócritas pues estáis constantemente hablando de las Virtudes del Corazón 236

humano y particularmente de las vuestras para así poder acusar a los demás, y especialmente a los Religiosos cu­ yos errores vosotros, mediante estos alardes de presunta virtud, os proponéis hacer públicos. Rousseau creyó que los hombres eran por naturaleza buenos: los encontró malos y no halló un solo amigo. La amistad no puede existir sin el continuo perdón de los pecados. El libro que Rousseau escribiera, que lleva por título las Confe­ siones, constituye una defensa y una excusa de sus pe­ cados, pero jamás una confesión. Pero vosotros sois los que imputáis a los pobres Mon­ jes y Religiosos ser los causantes de la Guerra, mientras absolvéis y aduláis a los Alejandros, a los Césares, a los Luises y a los Federicos, que son los únicos causan­ tes y promotores. Sin embargo, la religión de Jesús, el Perdón del Pecado, jamás puede ser la causa de una guerra ni de un solo martirio. Los que destruyen a los demás o causan las Guerras son los Deístas, que nunca pueden ser perdonadores del Pecado. La Gloria del Cristianismo es Vencer mediante el Perdón. Toda la Destrucción, por tanto, en la Europa Cristiana, ha nacido del Deísmo, que es la Religión Na­ tural.

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JERUSALEM (Cap. I l l , 69-71)

Entonces todos los Varones se juntaron en un Único Vay cada uno [ron, Convirtióse en un voraz dilacerante cáncer creciente en la Hembra, Un Pólipo de Raíces de Raciocinio, Duda, Desesperación y Muerte, Que avanzaba en las Rocas de Albión o Canán y volvía De cada Nación de la Tierra devorando a Jerusalem. Envidiosa manteníase la enorme Forma, en discordia consigo misma, En todos sus , en eterno tormento de amor y celos, Arrojada por Los una y otra vez de las desmoronadas orillas de Albión, Atrayendo los libres amores de Jerusalem en la infernal esclavitud Para que ésos nazcan en medio de contiendas de Castidad y en Odio mortal entre Lía y Raquel, Hijas del Engaño y del Fraude, Trayendo las Imágenes de Varias Especies de Contienda Y celos y aborrecimiento, y Venganza, y mortal asesinato, Hasta negar libertad al Varón; no como en Beulah, 238

Donde cada Mujer goza dando a su esposo su virginidad. La Hembra remueve mar y tierra para procurar satisfacciones al Genio Varonil que a cambio la reviste de gemas y de oro Y la nutre con ambrosía del Edén; por esto resplandece toda su belleza. A su gusto ésa se crea una breve noche lunar y silencio Con Espacios de dulces jardines y una tienda de elegante belleza, Ceñida por un arenoso desierto, y una noche esplendente de estrellas, Y una pequeña y tierna luna y los ángeles que se entregan al vuelo. Y el varón da un Tiempo y una Revolución al Espacio de ella Hasta no haya transcurrido el tiempo del amor en siempre variantes delicias. Pues todas las Cosas existen en la Imaginación Humana, Y por esta razón están en Beulah sorprendidas en secreto hurto amoroso Hasta tener ésas tal castigo repentino que las induce a cometer Crímenes. Surgió por ende el Tabernáculo en la Soledad Con todas sus ofrendas, De los Amores del Varón y de la Mujer en Beulah y de sus celos; Pero ninguno puede llevar a término la suprema Felicidad de la Fémina en el mundo de L o s . Sin volverse un Mortal Generado, una Muerte Vegetante. Y ahora despiertan en Beulah los Espectros de la Muerte: todos 239

los Celos conviértense en Mortíferos, constituyendo juntos en Rahab Una religión de Castidad, formando una Venta de Amores, Con Ley Moral, una estática Balanza, que no declina resueltamente. Por esto el Varón, severo y cruel, desbordante de inflexible Venganza, Mutuo Odio retorna y Mutuo Engaño y mutuo Pavor. En la Fémina desobediente crece en consecuencia el Velo Infernal, Que Jesús destroza y la entera Ley Druídica quita de en medio Desde el Santuario Interior, Falsa Santidad dentro del Centro oculto. Puesto que el Santuario del Edén está en el Campo, en el Contorno, En la Circunferencia: y todo Detalle Menudo es Santo. Abrazos son Instantáneos os de los Pies a la Cabeza Y no un pomposo Gran Sacerdote que se dirige a un Lugar Secreto. Jerusalem se atormentó en lo íntimo del alma por culpa del Errante Rubén Mientras ella en la Noche de Beulah dormía, de las Hijas de Beulah escondida, Y ésta es la forma del potente Hand asentada en los escollos de Albión: El pecho vasto con las enormes espaldas ensanchándose, irables, Tres fuertes y Musculosos cuellos y Tres espantosas y terribles Cabezas sustentadas, 240

Tres Cerebros que en incesante reunión rumian Contradicciones, No osando ninguno realizar sus propósitos por temor del otro, Vomitando Ideas como si nada, Cifrando toda Sabiduría En Ideas concordes o discordes, Tramando devorar el Cuerpo de la Humanidad y de Amor de Albión. Tal fue la Forma adoptada por el Conjunto de los Doce Hijos de Albión, Tal su aspecto cuando están juntos combinados: Pero con frecuentes dolores agudos de parto y gemidos violentos Se dividen en Doce: separando del tórax la clavícula, sufriendo, Abren un horrendo orificio; de allí sale la nidada del Gigante Y se alza como el humo del horno, sacudiendo las rocas de mar a mar, Combinándose en Tres Formas, llamadas Bacon y Newton y Locke En los Encinares de Albión que cubren toda la Tierra. Imputando a los Individuos Culpa y Justicia, Rahab Sentábase en su propio fondo oculta, su Poder Femenino irrevelado, Meditando Abstracta Filosofía para Destruir a la Imaginación, la Divina Humanidad; un Triple Milagro, femenil, bellísimo, Tres pliegues Uno en el Otro. Sobre su blanco mármol y liso Cuello, su corazón 241

En órbita adornado, con rizos de umbrosa Modestia, relucientes Sobre sus agraciados rasgos de Fémina, mórbidos, de floreciente belleza, Blando flecha todo amor y todas las perfecciones, De modo que cuando los labios Reciben un beso de los Dioses o de los Hombres, un beso triple es restituido De la exprimida dulzura; así su entera forma inmortal, triple, Un triple abrazo retorna, consumiendo vidas de Dioses y de Hombres, En fuegos de belleza mezclándolos como oro y plata en el horno, Su Mente en laberintos hace que el cielo entero de su seno y de sus lomos se hunda Para poner en acto lo que quiere su Corazón, ¡quien puede resistir su poder! Su nombre es Vala en la Eternidad: en el Tiempo se llama Rahab. Habían todos huido, los Cielos Estrellados, de los bordes potentes de Albión, Y por encima de la tierra de Albión el Canán Celeste era visible Como la Sustancia es a la Sombra, y encima de los Doce Hijos de Albión Eran visibles los hijos de Jerusalem y todas las Doce Tribus Diseminadas Sobre Albión. Lo que el Alma es al Cuerpo, los hijos de Jerusalem Son a los Hijos de Albión: y Jerusalem es la Emanación de Albión. Lo que está Encima está Dentro, pues toda cosa en la Eternidad es traslúcida. 242

La Circunferencia está dentro: fuera se forma el Egoísta Centro. Y la Circunferencia siempre se expande, avanzando hacia la Eternidad: Y el Centro tiene Eternos Estados: estos Estados nosotros ahora exploraremos. Y he aquí los Nombres de los Doce Hijos de Albión y de [sus Doce Hijas. Con sus Regiones. H a n d habitaba en Selsey, y tenía Sussex y Surrey, Y Kent y Middle Sex, todos sus Ríos y sus colinas de rebaños y manadas, Sus Pueblos, Municipios, Ciudades, Puertos de Mar, Templos, Sublimes Catedrales: Eran todos amigos suyos y entre ellos se casan en Beulah sus Hijos e Hijas; Pues todos son Hombres en la Eternidad, Ríos, Monta­ bas, Ciudades, Pueblos. Todos Humanos son, y cuando entras en su Pecho, vas paseando por Cielos y Tierras al modo que en tu propio Pecho llevas tu Cielo y Tierra; y todo lo que descubres, bien que te aparezca Fuera, está Dentro, En tu Imaginación, de la cual este Mundo de Mortalidad no es sino una Sombra.

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A LOS CRISTIANOS

Nos han dicho que nos abstuviésemos de los deseos carnales para que no podamos malgastar tiempo alguno de la obra del Señor: Cada momento perdido es un mo­ mento que no puede ser recobrado; cada placer que se entremezcla con el deber de nuestra ocupación es un extravío irredimible, y es plantado como la simiente de una flor campestre entre nuestro trigo: Todas las tortu­ ras del arrepentimiento son torturas de la propia culpa a causa de nuestro abandono de la Divina Cosecha al Enemigo: los combates de la maraña con raíces inco­ herentes. Yo no conozco otro Cristianismo ni otro Evan­ gelio que el de la libertad, del alma y del cuerpo, para ejercitarse en las artes divinas de la Imaginación, mundo real y eterno del que este Universo Vegetal no es sino débil sombra, mundo en el que viviremos en nuestros cuerpos eternos o imaginativos una vez que hayan deja­ do de existir estos cuerpos mortales vegetales. Los Após­ toles no conocían otro Evangelio. ¿Qué eran todos sus dones espirituales? ¿Qué es el Espíritu Divino? ¿Es el Espíritu Santo otra cosa que una fuente intelectual? ¿ Qué es la Cosecha evangélica y qué son las fatigas evan­ gélicas? ¿Cuál es ese talento cuyo ocultamiento merece una maldición? ¿Cuáles son los tesoros de los cielos que debemos atesorar para nosotros mismos? ¿Son otros que los estudios y las realizaciones mentales? ¿No son acaso mentales todos los dones del Evangelio? ¿No es Dios un Espíritu al que hay que adorar en espíritu y en verdad? No son el todo para el hombre las gracias del espíritu? ¡Oh vosotros, hombres religiosos, desauto­ rizad a cuantos de entre vosotros tengan la pretensión de despreciar el arte y la ciencia. ¡Os conjuro en nombre 244

de Jesús! ¿qué otra cosa es la vida del hombre sino arte y ciencia? ¿Consiste acaso en comer y beber? ¿No es acaso el cuerpo más que el vestido? ¿qué es la Mortali­ dad sino las cosas relativas al cuerpo perecedero? ¿qué es la Inmortalidad sino las cosas concernientes al Espí­ ritu, que vive de una manera inmortal? ¿Y qué son las alegrías celestiales sino un mejoramiento en las cosas del espíritu? ¿qué son los tormentos del Infierno sino la ignorancia, la ociosidad, la lascivia del cuerpo y la ruina de las cosas del espíritu? Contestad a todas estas pre­ guntas vosotros mismos y arrojad de entre vosotros a quienes pretendan despreciar las tareas del arte y de la ciencia, únicas que responden al Evangelio. ¿Acaso todo esto no resulta claro y evidente al pensamiento? Si sois capaces de discurrir, ¿podéis no afirmar fervorosamen­ te que quien trabaja en perfeccionar el conocimiento trabaja en la construcción de Jerusalén, y que despreciar el saber es despreciar a Jerusalén y a sus constructores? Y tened bien presente que quien hace escarnio de los dones mentales que otro posee, calificándolos de orgullo, egoísmo y pecado, hace chacota de Jesús, que es quien otorga todas las gracias mentales que a los hipócritas partidarios de la ignorancia se les antojan pecados. Pero lo que aparece pecado a los ojos del hombre Cruel, los ojos de nuestro Dios bondadoso no lo ven como pecami­ noso. ¡Que todos los cristianos, hasta donde a ellos se les alcance, se consagren de una manera abierta y pública ante los ojos del mundo a algún ejercicio mental enca­ minado a la edificación de Jerusalén.

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JERUSALEM (Cap. IV, 91)

“ Más fácil es perdonar al Enemigo que al Amigo; Quien permite que le injuries merece tu venganza: También la ha de recibir; vete Espectro, obedece mi más [secreto deseo Que sin hablar conoces. Ve a estos demonios de la rectitud A decirles que obedezcan a su Hombría y no pretendan [la Santidad Cuando son asesinos hasta donde mi martillo y mi yun[que toleran. Ve, diles que la adoración de Dios consiste en honrar [sus dones En otros hombres y amar a los más grandes rectamente, A cada cual según su Genio que es el Espíritu Sagrado [del Hombre, Que otro Dios no hay sino el Dios que es la fuente inte­ lectual de la Humanidad. Quien envidia o calumnia, que es saña y sevicia, Mata Lo Santo. Ve, diles esto, y echa por tierra su cáliz, Su pan, su altar, su incienso y su alianza, Su matrimonio, su bautismo, sus honras funerales y su [consagración: Me empeñé en procurarme amigos por medio de dones [corporales. Mas sólo enemigos coseché. Nunca logré amigos sino por [dones espirituales Por las recias discusiones de la amistad y el fuego ar­ diente del pensamiento Quien quisiere ver a la Divinidad debe verla en sus Hijos, 246

Uno primero, en amor y amistad, luego una Divina Fa[milia y en medio Jesús aparecerá; lo mismo que quien quiera ver una Vi[sión, un Todo perfecto, Debe verlo en sus Detalles Menudos, organizados, y no [como tú, Demonio de la Rectitud, pretendes; la tuya es nube desor­ ganizada Y cargada de nieve, fragua de tempestades y de Guerra [asoladora. Sonreís con Vanidad y rigor, habláis de benevolencia y [virtud; Obro con benevolencia y virtud y soy asesinado una y [otra vez. Amontonáis Detalles y con vuestro análisis matáis, para [poder Deducir el Agregado, y llamáis al Agregado Ley Moral, Y llamáis a esa hinchada y abultada Forma un Detalle [Menudo; Pero las Formas Generales reciben su vitalidad de los [Detalles, y Cada detalle es un Hombre, un Divino Miembro del Di[vino Jesús. Así gritaba Los junto a su yunque llorando en la horrible [oscuridad. El Espectro levantó obras portentosas, arrebatando los [Cielos Estrellados, Como una cortina, y replegándolos a su antojo, Repitiendo la Esmeraldina Tabla de Hermes para tirar [hacia abajo a Los, En lo Indefinido, rehusando creer sin pruebas.

247

JERUSALEM (Cap. IV, 94-99)

¡El tiempo estaba abolido! El soplo divino sopló sobre [Albión Sobre los Fuegos ardientes y las esferas estrelladas, en la Tumba Inmortal; Inglaterra, llamada también Britania, resucitó sobre el [seno de Albión: Despertóse pálida y helada; desfallecióse siete veces so[bre el seno de Albión. “ ¡Oh Sueño, oh Pesadilla lamentable! Oh Dios, Oh Dios, [despiértate. Te he matado En un sueño de castidad y de Deber Moral, he asesinado a Albión ¡Ah! En Stonehenge y sobre la Piedra de Londres, en los En­ cinares de Malden. Lo he asesinado en mi Sueño, con el cuchillo del Druida. ¡Oh Inglaterra! ¡Oh vosotras, naciones todas de la Tierra, contemplad a la [Esposa Celosa! El Águila y el Lobo, el Simio y la Lechuza, el Rey y el [Sacerdote estaban presentes” . Su voz atravesó el oído de arcilla helado de Albión; se [movió sobre roca. El Soplo Divino pasó sobre las colinas matutinas. Albión [se movió. Sobre la Roca; abrió sus pupilas dolorosas; dolorosa[ mente movió 248

Sus de piedra; vio a Inglaterra, ¡ah! ¿Es pre[ciso que los muertos revivan? El Soplo Divino pasó sobre las colinas matutinas. Albión [se levantó Airada, la cólera de Dios resplandeciente, llameando por [todas partes, Alrededor de sus temibles, penetró en los Cie[los, revestida de llamas, En el fragor del trueno, entre inmensos relámpagos y [columnas de fuego, Proclamando el Mensaje de la Eternidad en lenguaje [Humano, Por espantosas Revulsiones, realizadas o sufridas en el [seno de los Cuatro Elementos Que rodeaban sus Espantosos. Tú ves el Sol entre las nubes sombrías, Luchando para remontarse sobre los Montes; con una [mano ardiente Empuña su arco, luego elige sus flechas de oro cente[lleante; ¡La Cuerda murmura y vibra, ardiente! Las nubes se [anudan alrededor de los extremos Del Arco inmenso, los vientos tumultuosos asaltan la [frente de los montes, Llevando por la fuerza a Urizen a su surco, Tharmas a su [redil, Y Luvah a su oficio. Él vio a Urthona fatigándose en [extremo en su yunque, Bajo la forma del Gran Espectro, Los, afligiéndose y 11o[rando sin desmayo, También los Hijos del Edén alaban con su cantos al Es­ pectro de Urthona Porque supo guardar la Visión de Dios en tiempos os[ euros. 249

Como el Sol y la Luna guían las Visiones del Cielo y de [la Tierra, Inglaterra, que se llama también Britania, penetró en el [seno de Albión, radiante, Fulgurante de indignación, venerándolo por sus reproches [airados. La que no venera vuestra frente severa sólo sentirá has[tío de vuestras sonrisas. Como el Sol y la Luna guían las Visiones del Cielo y [de la Tierra, Inglaterra, que también se llama Britania, penetró ra[ diante en el seno de Albión. Entonces Jesús apareció, erguido cerca de Albión como el [Buen Pastor Cerca de la Oveja Perdida que ha recobrado, y Albión [supo que era El Señor, la Humanidad Eterna; y Albión vio su Forma, la de un Hombre, y hablaron, como un Hombre con otro, durante siglos de Eternidad. Y la Divina Apariencia era a imagen y semejanza de [Los. Albión dijo: “ Oh Señor, ¿qué puedo hacer? Mi cruel [Egoísmo Te libra combate, traidor a ti desde el Sinaí y desde Edom Hasta el desierto de Judea para hacerte frente en su [Orgullo. Yo contemplo las Visiones de mi mortal Sueño de seis [mil años Brillando en torno a tus orlas como una Serpiente de [piedras preciosas y de oro. Yo sé que soy yo mismo, oh mi Creador y Redentor di[vino. 250

Jesús replicó: “ No temas Albión; a menos que no muera, [tú no puedes vivir. Pero si muero, resucitaré, y tú conmigo. Pues esto es la Amistad y la Fraternidad; huérfano de el Hombre es Nada. [ello, Así habló Jesús. El Querubín Protector, sobreviniendo en [las tinieblas, Las cubrió con su sombra, y Jesús dijo: “ Así hacen los [Hombres en la Eternidad. Los unos para los otros, para borrar, mediante el perdón, [todos los pecados” Albión repuso: “ ¿No puede el Hombre existir fuera del [Misterio De la Ofrenda de sí para Otro? ¿En eso consiste la Amistad y la Fraternidad? Te veo a imagen y semejanza de Los, mi Amigo” . Jesús dijo: ¿Amarías a quien no murió nunca por ti? O ¿morirías algún día por quien no murió por ti? Y si Dios no muriera y no se entregara eternamente Para el Hombre, el Hombre no podría existir; pues el [Hombre es Amor Como Dios es Amor: todo acto de bondad hacia otro es [una pequeña Muerte A imagen de Dios, y el Hombre no puede existir más que en la Fraternidad” . Dicho esto, la Nube que los cubría con su sombra los se[paró, Albión quedóse lleno de espanto, no por él, sino por su Amigo Divino; Y su Ser estaba perdido en la contemplación de la Fe Y el asombro que le producían la Misericordia Divina Así como el Sublime honor dispensado a Los. 251

“ ¿Dormiré cuando mis Amigos corren peligro? ¡Oh, mis Ciudades y Condados! ¿Estáis dormidos? Despertad, despertad. ¡La Muerte [Eterna merodea!” Así habló Albión; y se arrojó en las Fraguas de la aflic­ c ió n . Todo era Visión, todo era Sueño; la Fragua se convirtió en Fuente de Aguas vivas, fluyendo de la Humanidad [Divina. Y todas las Ciudades de Albión salieron de su Sopor, Y todos los Hijos y las Hijas de Albión sobre dulces nu[bes, despertaron de su Sueño, Pronto, en su derredor, los cielos lejanos ardieron con [fuegos esplendentes, Y Urizen, Luvah, Tharmas y Urthona aparecieron en [el seno de Albión. Entonces Albión irguióse delante de Jesús en las Nubes [del Cielo, Cuádruple entre las Visiones de Dios en la Eternidad. “ ¡Despiértate, despiértate, Jerusalem! Oh amable Ema­ nación de Albión, Despiértate y dispersa todas las Naciones, como en los [Tiempos Antiguos. ¡Pues, mira, la Noche de la Muerte pasó ya, y el Día [Eterno Asoma sobre nuestras colinas. Despiértate, Jerusalem, y [partamos!” Así habló Albión transfigurado, y con él así habló, yo [le escuché, El Padre Universal. Albión entonces extendió la mano en [el Espacio Infinito 252

Y cogió su arco, Cuádruple Visión; pues Urizen radiante [de luz Llevóse la mano al Sur y tomó un Arco vivo cincelado [de oro; Luvah extendió la mano al Este, y sacó un arco de Plata, Pulido y Brillante; Tharmas, hacia el Oeste, un Arco de Cobre, de puros des­ tellos, ricamente labrado; Urthona hacia el Norte, del seno de las tempestades, Un Arco de Hierro, terrible y retumbante. Entonces, cada uno, sacando de su carcaj una flecha in­ candescente, la ajustó cuidadosamente. Tendieron los cuatro la cuerda impecable, encorvando a [través de los cielos inmensos El Arco Cuádruple; la flecha incandescente y cuádruple [salió estridente. La Cuerda murmura y vibra, ardiente. Las nubes se anu[dan en torno a los extremos Del Arco inmenso; los vientos tumultuosos asaltan la [frente de los Montes, El Espectro Druídico fue aniquilado, tonante, dichoso, [terrible, Cuádruple Aniquilación; y al ruido sonoro de las flechas [del Intelecto Los innúmeros Faetones del Omnipotente se mostraron [en el Cielo, Con Bacon y Newton, Locke y Milton, Shakespeare y [Chaucer, Mientras que el Sol de una cólera sangrienta rodeaba [por todos lados los Cielos, Resplandeciente, incomprensible para los Mortales... Estos Cuatro Seres V íyos, cargados de destinos humanos, 253

Divinos, Incomprensibles, Se difunden en Paradisíacas maravillas. Éstas son los Cuatro Ríos del Paraíso Y los Cuatro Rostros de la Humanidad, vueltos hacia los Cuatro Puntos Cardinales Del Cielo, irresistibles en su ir de una Eternidad a otra Y charlaban juntos por medio de Visiones esplendentes [y dramáticas Que surgían de sus palabras, en espectáculos de una ma­ jestuosa belleza. En perspectivas nuevas, creando modelos para la Me­ m oria y el Intelecto Creando el Espacio, Creando el Tiempo, maravillas Di[ vinas De la Imaginación Humana, a través de las Tres Regiones [inmensas De la Infancia, de la Edad Madura y de la Vejez; y el [espantoso, el insondable No-Ser De la Muerte aparecía en regeneraciones terribles o [dichosas, Variando según el tema del discurso; y cada Palabra, [cada Símbolo Participaba del Hombre, según la Expansión o la Con­ fracción, la Transparencia O la Opacidad de las fibras Nerviosas, tales eran las [variaciones del Tiempo y del Espacio Que cambian según los Órganos de la Percepción; y an[ daban Yendo y viniendo en la Eternidad como un Hombre [único, reflejos el uno del otro, Claramente visibles y dotadas de clara visión, según los [dictados de la conveniencia y el orden. Yo escuché la voz de Jehová 254

Que venía del Santo Lugar, aterradora; y vi las Palabras [de la Alianza Divina Inscritas sobre Carrozas de Oro y de pedrerías, portadoras de Criaturas Vivas, Centelleantes y llameantes Con colores diversos, Leones, Tigres, Caballo, Elefante, Águila, Paloma, Mosca, Gusano. Y Serpiente, maravillosa entre todos, ornada de joyeles, en suntuoso aderezo; yo los vi Humanizarse Por el Perdón de los Pecados, según tu Alianza, Jehová. Ellos exclaman: ¿Dónde está la Promesa de Príamo, dónde están las Vir­ tudes Morales de los Paganos? ¿Dónde está el Árbol del Bien y del Mal, arraigado bajo [el talón cruel Del Espectro de Albión, el Patriarca de los druidas? [¿Dónde están todos sus Sacrificios Humanos Para expiar los pecados de la Guerra, y en los Templos [Druídicos del Acusador del Pecado, En los Encinares de Albión, que cubrían toda la Tierra [bajo el reino de su Espectro? ¿Dónde están los Reinos del Mundo en toda su gloria, [edificados sobre la Desolación, Fruto del Árbol de la Pobreza de Albión, cuando su Gi[ gante tricéfalo Gog y Magog Despojaban a las Naciones propagando en ellas la Desolación, forzándolas a jurar por su Espectro?” . Tal es el clamor de las criaturas vivas que sube de la [Tierra, De la gran ciudad de Golgonooza, presa del Mundo de las [Sombras, Y de las Treinta y Dos Naciones de la Tierra entre las [Criaturas Vivas. Todas las formas posibles del Mundo Humano: Árbol, [Metal, Tierra y Piedra, 255

Todas las formas posibles del Mundo Humano viven, se [desarrollan, Luego, retornan, agotadas, a la existencia Planetaria de [los Años, los Meses, los Días y las Horas, Y se despiertan entonces en el seno de Dios en la Vida [de la Inmortalidad. Y escuché el Nombre de sus Emanaciones: son llamadas [Jerusalem.

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ANOTACIONES A “ SIRIS” DE BERKELEY

La Imaginación es el Cuerpo divino en cada Hombre. *

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El Todo en el Hombre. La Divina Imagen o Imaginación. Los Cuatro Sentidos son los Cuatro Rostros del Hombre y los Cuatro Ríos del Agua de la Vida.

“ Platón y Aristóteles consideran a Dios como apartado y distinto del mundo natural. Pero los Egipcios con­ sideraron a Dios y a la naturaleza como un todo, o todas las cosas juntas como un universo” , observa Berkeley, y a ello añado que ellos también consideraron a Dios como apartado y distinto del Mundo Imaginativo, pero Jesús, como también Abraham y David, consideraron a Dios como un Hombre en la Visión Espiritual o Imagi­ nativa. Jesús consideraba que la Imaginación es el Hom­ bre Real y dice: “ No os dejaré solos y me manifestaré a vosotros” . Asimismo se refiere al Cuerpo Espiritual o Ángel equiparándolo a los pequeños que siempre con­ templan el Rostro del Padre Celestial. *

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La Armonía y la Proporción son Cualidades, mas no son cosas. La armonía y proporción de un Caballo no son las mismas que las de un Toro. Cada cosa tiene su ar­ monía y proporción propias, Dos Cualidades en sí infe257 Poemas prof éticos y prosas, 9

riores. Pues su Realidad reside en su Forma Imagina­ tiva. *

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El Conocimiento no se realiza por vía deductiva, sino que es Inmediato por medio de la Percepción o el Sen­ tido a la vez. Cristo se dirige al Hombre, no a su Razón. Platón no esclareció la Vida y la Inmortalidad. Sólo Jesús llevó a término esta elucidación. *

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Jesús supone que todo es evidente para el Niño, para el Pobre, y para el Analfabeto. Tal es el Evangelio. Toda la Biblia está saturada de Imaginación y visiones de un extremo a otro y no de Virtudes Morales; éste es menester de Platón, de los Griegos y de todos los Gue­ rreros. Las Virtudes Morales son Continuas Acusadoras del Pecado y alientan las Guerras y el Dominio sobre los demás. *

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El Cuerpo Natural es una Obstrucción para el Alma Cuerpo Espiritual. Las formas deben ser concebidas por el Sentido o el Ojo de la Imaginación. El Hombre es Todo Imaginación. Dios es el Hombre y existe en nosotros y nosotros en él. *

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Lo que Jesús vino a hacer desaparecer era la Filosofía Pagana o Platónica, que ciega el Ojo de la Imaginación, el Hombre Real.

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HOJAS SIBILINAS La Poesía de Homero

Cada Poema debe ser necesariamente una Unidad aca­ bada pero porqué Homero es tan personal es algo que no acierto a explicar: nos ha contado la historia de Belerofonte y nos ha privado del Juicio de Paris, que no es sólo parcela sino parte principal del tema homérico. Pero cuando una obra posee unidad, la tiene tanto en una cualquiera de sus partes como en su conjunto. El Torso constituye tanto una unidad como el Laoconte. Si a la unidad la invocan los Ignorantes, a la Bondad la esgrimen los Bellacos. Quienes exigen unidad a los es­ critos homéricos se salen con una Moral semejante a un aguijón en una cola. Aristóteles proclama que las individualidades son buenas o malas: ahora bien, la bon­ dad y la maldad no tienen nada que ver con la indivi­ dualidad. Un manzano, un peral, un caballo, un león son individualidades, pero no por ser buen manzano o mal manzano se deja de ser manzano; que en eso radica su individualidad: su bondad o su maldad son otro asunto. Lo mismo puede decirse de la moral de un poema entero, así como de la bondad moral de sus partes. La Unidad y la Moralidad son aspectos secundarios, y pertenecen a la Filosofía, quedando fuera del ámbito de la Poesía; pertenecen a la excepción y no a la regla, al acci­ dente y no a la sustancia. A tales distingos los Antiguos llamaron comer del Árbol del Bien y del Mal. Los Clá­ sicos son, y no los Godos y los Monjes, los que devas­ taron Europa con guerras.

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EL GRUPO DE LAOCONTE

Jehová y sus dos hijos, Satán y Adán, remedos del Que­ rubín del Templo Salomónico, obra de Tres Rodios, y aplicados al Hecho Natural o Historia de Troya. Si el Cristianismo fue Moral, Sócrates fue el Salvador. Degradado el Arte, proscrita la Imaginación, la Guerra se enseñoreó de los pueblos. Guerra Espiritual: Israel rescatado de la servidumbre egipcia, es el Arte libre de la servidumbre de la Natura­ leza y de la Imaginación. Poeta, Pintor, Músico, Arquitecto: el Hombre o la Mujer que a dicha serie no pertenecen no se digan cristianos. Tendrás que abandonar a tus padres y a tu hacienda si son óbice en el camino del Arte. La Oración es el Modelo del Arte. Los Elogios son el Ejercicio del Arte. El Ayuno y demás disciplinas guar­ dan relación con el Arte. La Ceremonia externa es AntiCristo. El Eterno Cuerpo del Hombre es la Imaginación, que es a su vez Dios y El Divino Cuerpo = Jesús: nosotros somos sus . Se manifiesta en sus obras artísticas (En la Eternidad todo es Visión).

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La auténtica Caridad Cristiana no está supeditada al Di­ nero (Sangre de los Pobres), o sea, no es tributaria del César, del Imperio o de la Religión Natural. El Dinero, el Gran Satán o la Razón, es la Raíz del Bien y del Mal en la Acusación del Pecado. El Bien y el Mal son la riqueza y la pobreza, un Árbol de miseria que propaga la generación y la muerte. ¡5;

%

Donde existe como única finalidad el dinero, el Arte no es realizable, no cabe sino la Guerra (Leed a Mateo, cap. X , 9 y el versículo X ) por el afán de dos Imposi­ bles, la Castidad y la Abstinencia, deidades paganas. *

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Se arrepintió de baber creado a Adán (de la Mujer, la Adamab) y se apesadumbró en el fondo de su corazón. Lo que puede ser creado puede ser destruido. Adán es sólo el Hombre Natural y no el Alma o la Ima­ ginación. El Arte Hebraico es declarado Pecado por la Ciencia Deísta. Cuanto vemos es Visión, de órganos de condición tran­ sitoria, que reside en la Imaginación, considerada como quimera por el Hombre Natural.

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No puede existir el Arte si no se manifiesta la belleza del Desnudo. Los Dioses helénicos y egipcios fueron Diagramas. Sino véanse las obras de Platón. Escarneciendo a la Unión Divina y negando la inmediata comunión con Dios, los Destructores exclaman: ¿Dónde están sus obras tejidas en la soledad? ¿Veamos cuáles son y de dónde proceden? Éstas no son las obras realiza­ das en Egipto y en Babilonia, cuyos dioses son los Pode­ res de este mundo, la Diosa Naturaleza, que antes co­ rrompe y después destruye el Arte Imaginativo. Pues su Gloria es la Guerra y el Dominio. El Imperio en oposición al Arte. Véase Virgilio, Eneida, libro VI, verso 848.

La Esposa de Satán, la Diosa Naturaleza, es Guerra y Miseria; y el Heroísmo un Miserable. *

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Para cualquier Placer el Dinero es inútil. *

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Hay Estados en los que todos los Visionarios son tenidos por locos. De esta laya fueron Grecia y Roma: semejantes Estados son consecuencia del Imperio o del Tributo. Véase Lucas, cap. 2, versículo I.

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Sin nn constante Ejercicio no puede realizarse nada. El Ejercicio es el Arte. Quien lo abandona está perdido. Jesús, sus Apóstoles y sus Discípulos fueron todos ellos Artistas. Hicieron inanes sus obras, los Siete Ángeles de las Siete Iglesias de Asia, representantes de la Ciencia anticristiana. El Testamento Viejo y el Nuevo son el gran código artístico. El Arte es el Árbol de la Vida. Dios es Jesús. La Ciencia es el Árbol de la Muerte. La más cumplida tarea del Hombre son las Artes y todas las cosas afines. No cabe el Misterio en el Arte. El Hombre estéril no es Cristiano, mucho menos el Destructor. El cristianismo es Arte y no dinero. El Dinero es su Maldición. Lo que llamamos Antiguas Gemas son las del pectoral de Aarón. ¿No se hallan francamente descritos en la Biblia todos los vicios que pueden darse en el hombre? No todo lo que Satán tiene por pecado lo es. Así, los deliquios y las gracias dispensadas por la Eternidad no se estimarán pecado. 264

EL ETERNO EVANGELIO

Si la Virtud Moral fuera el Cristianismo Las aspiraciones de Cristo serían baldías, Caifas y Pilatos serían Hombres Dignos de encomio, y la guarida del León, En lugar del Pesebre, sería la Imagen de Dios, de los Cielos y de su Gloria. Son los adeptos del Cristianismo moralista Quienes han creado al Incrédulo y sus fueros. Las Virtudes Romanas, el Renombre Guerrero Profanan los nombres de Jesús y Jehová; ¿Qué es, en realidad, ser el Anticristo, sino Vedar el Cielo al Pecador Mediante barrera de hierro, Virtuosa y Solemne, Mientras en las puertas vigila Radamante? ¿Qué puede ser este Evangelio de Jesús? ¿Qué pueden ser la Vida y la Inmortalidad? ¿Qué puso pues en evidencia que no haya sido escrito por Platón o Cicerón? Las Divinidades Paganas heraldos fueron De estas Virtudes Morales, grandes y pequeñas. ¿Qué es la Acusación del Pecado, Sino la Trampa mortal de la Virtud Moral? En su orgullo, las virtudes Morales Sobre el Mundo, enseñoreadas, reinaban Por las Guerras y la Expiación del Pecado, y las almas en el Infierno en tropel. El Acusador, Dios venerado de todo lo existente, Sobre este Globo Profano y Fariseo,

Entre ellas en su Gloria resplandece Sobre los Ríos y sobre los Arroyos. Entonces Jesús se levantó, y Me dijo: “ Tus pecados te son perdonados.” Recio clamó Pilatos, recio chilló Caifas, Cuando vieron la luz del Evangelio. Fue cuando Jesús me dijo: “ Tus pecados te son perdonados” Los Clarines cristianos proclaman abiertamente A través del Mundo en nombre de Jesús El Perdón Mutuo de todos los Vicios Y abrieron las Puertas del Paraíso. Las Virtudes Morales Juntaron la Cruz, los Y el Acusador de pie Gritó: “ ¡Crucificadle!

presas de espanto Clavos, la Lanza, a su lado ¡Crucificadle!

Nuestras Virtudes Morales no podrán existir, Tampoco el fausto y la Majestad guerreras, Pues todas las Virtudes Morales empiezan Por la denuncia del Pecado Y todas las Virtudes Heroicas acaban con el Aplastamiento del Amigo del Pecador. ¿No soy yo Lucifer el Grande, Y vosotras, mis hijas Pomposas, El fruto de mi Árbol del Misterio, El Árbol del Bien, del Mal, del Dolor, De la Muerte, y del Infierno que asoma Ante cualquiera que perdone el pecado?”

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¿Jesús fue humilde, o dio alguna que otra prueba de Humildad? ¿Se vanaglorió de las cosas sublimes con voz humilde, y dio con ánimo caritativo una piedra? Cuando apenas niño se escapó y dejó a sus padres enloquecidos, Después que hubieron andado errantes durante tres días, Las palabras que salieron de su boca fueron: “ Yo no reconozco a Padres sobre la Tierra: Me ocupo del Servicio de mi Padre” . Cuando el rico y sabio Fariseo Vino a consultarle secretamente, sobre su corazón, con pluma de Hierro, Escribió: “ Debes nacer a una segunda vida” . Era demasiado orgulloso para dejarse sobornar; Hablaba con autoridad, no como un Escriba. Dijo, con el más consumado Arte: “ Seguidme, soy dulce y manso de corazón” , Puesto que no hay otro medio para escapar a las redes del Avaro, a la trampa del Codicioso, ¿qué vamos1a hacer con estos insanables Necios, secuaces perdidos de las Escuelas Paganas? Estaba a su lado cuando Jesús murió; •Lo que tildé de Humildad, ellos lo tacharon de Orgullo. Cualquiera que ame a sus Enemigos traiciona a sus Ami[gos: Seguramente, no es éste el propósito de Jesús, Sino poner de relieve el Orgullo hipócrita de las Doctri­ n a s Heroicas Y las Reglas de Virtud de los Escribas y Fariseos; 267

Pues Jesús obra con un franco y triunfante Orgullo, Y esta es la razón de su muerte. No murió con mansedumbre Cristiana, Pidiendo perdón a sus Enemigos: De haberlo hecho, Caifás lo hubiese perdonado; El hipócrita sumiso puede siempre sobrevivir. Le hubiese bastado decir que Dios era el diablo, Y que el diablo era Dios; como un Cristiano decente Declarar al diablo sus humildes escrúpulos cristianos Por haberle resistido tres veces en el Desierto; Hubiese sido muy pronto el inspirador del sanguinario [César, Y , como digno remate, acabara por ser César. — De creer al Dr. Priestley, Bacon y Newton, El miserable Conocimiento Espiritual no vale un ardite— Pues Sir Isaac refuta el Evangelio en estos términos: “ Sólo nos es dado conocer a Dios por sus Atributos; En cuanto a la Inmanencia del Espíritu Santo O de Cristo y de su padre, eso es pura jactancia, Orgullo y Vanidad de la Imaginación, que desdeña seguir las vías de este Mundo” . Inculcar la Duda y las reglas de la Experiencia No fue precisamente la intención de Cristo. ¿En qué se ocupó todo el tiempo que media entre sus doce años y su plena virilidad? ¿Estaría entonces ocioso, o menos ocupado en el menester de su Padre? ¿O su sabiduría era despreciada Antes de que se encendiese su cólera Con milagros en todo el país, Desarmando la soberbia de los Prepotentes? Si hubiese sido el Anticristo, un Jesús lisonjero, 268

Hubiera hecho cualquier cosa para adular nuestra con[dición; Hubiera visitado hipócritamente las Sinagogas, Y no hubiese tratado a Antepasados y Sacerdotes como a [perros; Humilde como el Cordero o como el Asno, Hubiese obedecido él mismo a Caifás. Dios no quiere que el Hombre se humille: Ésta es la celada del Viejo Tentador. Éste es el talante de Jesús: Humilde con Dios, altivo con el Hombre, Maldiciendo a los gobernantes delante del Pueblo, Hasta el pináculo mismo del Templo, Y cuando se humilló ante Dios, Entonces bajó sobre él el castigo inexorable. “ Humillándote, me humillas; Tú también moras en la Eternidad; Tú eres un Hombre, Dios ya no existe; Aprende a adorar tu propia humanidad, Pues tal es el Espíritu de la Vida. En pie, despierta a la lucha espiritual Y despliega doquier tu venganza En los terrores del Juicio Final. La Misericordia de Dios y su larga Paciencia No tienen otro norte que llevar a los Pecadores al Juicio. Tú, sobre la Cruz, rogarás por ellos, Y llevarás a cabo tu venganza el Día final” Jesús respondió lanzando rayos: “ Nunca rogaré por el Mundo, Lo hice cuando rogué en el Huerto; Deseaba obtener un Perdón para el Cuerpo” . ¿Es dable el Perdón para este cuerpo nacido de mujer, 269

En la ausencia de la Mañana. Cuando el Alma estaba sumida en el Sueño, Y los Arcángeles lloraban en su derredor, Levantando contra la Luz Los ramajes de una noche mortífera, Razonando oscuramente sobre sus propias Ficciones, En esta duda que es contradicción de sí mismo? La Humildad no es otra cosa que la duda, que apaga el Sol y la Luna, Recubriendo de raíces, de tallos y espinas El Alma sepultada con todos sus joyeles. Las Cinco Ventanas del Alma en esta Vida Deforman los Cielos de extremo a extremo Y nos inducen a creer en la Mentira, Mirando con el Ojo, y no a través de él. El Ojo, creación de una noche, destinado a perecer con [ella, Mientras que el alma dormía en los rayos de Luz. ¿Jesús fue casto, o dio alguna lección de Castidad? La mañana se empurpuraba con un rubor ardiente: María fue hallada en un lecho Adúltero; La Tierra gimió, acá abajo, y el Cielo en lo alto Se estremeció ante el descubrimiento del amor. Jesús estaba sentado sobre el trono de Moisés, Llevaron ante su presencia a la mujer temblorosa. Moisés ordena que sea lapidada. ¿Qué dejó oír la voz de Jesús? Colocó la mano sobre la ley de Moisés;

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En un Silencio religioso, los Cielos antiguos, Plagados de Maldiciones de extremo a extremo, se replegaron entonces sobre sí mismos; La Tierra, temblorosa y Desnuda, yacía En el lecho secreto de la Arcilla Mortal, Y sobre el Sinaí sintió la mano divina Rechazar el Tabernáculo sangriento; Oyó la palabra de Dios Como la había oído en las orillas del Edén. “ ¡El Bien y el Mal ya no existen! ¡Trompetas del Sinaí, dejad de resonar! ¡Cesa de escribir, oh dedo de Dios! Los Ciclos no son puros a tu Vista, Tú eres Justo, sólo tú lo eres; Y el pecador no sabría arrojar una piedra. No Ser más que Justo, es ser Un Dios, o bien un Fariseo. Tú, Ángel de la Presencia Divina, Tú, que creaste este cuerpo, el mío, ¿Por qué has escrito estas Leyes y creado la negra boca del Infierno? Retiraré de ti mi Presencia; No serás más que una fría Lepra Aunque tu esplendor fue tan puro que el cielo parecía impuro a tu vista. Aunque tu juramento haya hecho palidecer el Cielo, Aunque tu alianza haya fundado la cárcel del Infierno, Aunque hayas sumido el Universo en un Caos, Cuya Alma era la Serpiente, Sin embargo el Soplo Divino se levanta, Y el soplo divino es el Amor. María, no temas más. Déjame ver los Siete Demonios que te atormentan. 271

No ocultes a mi vista tu Pecado A fin de que puedas alcanzar el Perdón. ¿Algún hombre te ha condenado?” “ Ninguno, Señor” . “ Entonces ¿quién es el que te Acusará?. Acareaos, oh vosotros, Demonios caídos de celestes orígenes Que habéis olvidado el amor de antaño Y perseguido mi Temblorosa Paloma. Os prosternaréis ante sus pies; Lameréis el polvo y os nutriréis; Y aunque no sepáis amar, sino sólo Odiar, Mendigaréis a las Puertas del Amor. ¿Qué era tu amor? Déjamelo ver. ¿Se trataba de amor o de funesta traición?” “ El amor desde hace tiempo me ha abandonado; Era funesta traición, para ganarme el pan; Era el Deseo o era la Costumbre, o Algo indigno de nuestros pensamientos; Tal que pudiera ser llamado Vergüenza y Pecado El Templo del Amor donde Dios mora, Oculta en un tabernáculo secreto la Divina Desnudez humana, Y transformado en ofensa a las Leyes Este Acto que da al Amor su vuelo, Pero esto, oh Señor, esto fue mi Pecado Cuando primeramente yo dejé entrar estos demonios: Bajo el falso semblante de la Castidad Haber blasfemado del Amor y haberte blasfemado. De afán han nacido los Secretos Adulterios Y de ahí también nació el Deseo. Mi Pecado, tú me lo has perdonado, ¿Puedes tú perdonarme mi Blasfemia? 272

¿Puedes tú volver a este sombrío Infierno, Y en mi seno ardiente morar? ¿Y puedes tú morir a fin de que yo viva? ¿Puedes tú tener Piedad y perdonar?” Entonces el Ser Espectral se apartó De los de Jesús, para hacerlos su presa, Apetito por siempre insaciable, Centelleante por el brillo de enconados venenos; Gritando: “ ¡Crucificad a éste que, causa de conflicto, No respeta los secretos de la santidad! Todas las energías mentales, por las Enfermedades, no[ sotros las encadenamos, Pero él sana sordos, mudos y Ciegos. Los que Dios ha afligido, para fines secretos, Él los consuela, los cura y llama sus Amigos” . Pero cuando Jesús fue crucificado, Su orgullo manifiesto desbordó todos los límites, En tres Noches devoró su presa, Y sin cesar devora este Cuerpo de Arcilla; Pues Polvo y Arcilla son alimentos de la Serpiente Que nunca fueron propios para sustento del Hombre. ¿Jesús fue dulce, o dio alguna prueba de Dulzura? Cuando a los doce años se escapó Y dejó a sus padres enloquecidos; Cuando, después de tres días de zozobra fue encontrado, Su voz resonó como las trompetas del Sinaí: “ Yo no conozco a ningún Padre sobre la Tierra Y ningún servicio, salvo el de mi Padre Celestial. No comprendéis lo que digo Y , airados, me forzáis a obedecer.” 273

La obediencia así es un deber Y confiere el favor de Dios y de los Hombres. Juan, del fondo del Desierto, gritaba bien recio; Satán se glorificaba en su orgullo “ Ven” , dijo Satán, “ Vente conmigo, ¡Yo descubriré pronto si quieres obedecer! Juan ha perecido por haber desobedecido, Pero tú puedes cambiar las piedras de Dios, Te adornarán tu pecho con sus Glorias Si quieres obedecer a Caifás, Si por el Sacrificio de una víctima sangrienta Tú aplacas a Herodes, si tú obedeces, Te prosternas y me adoras” . El rayo y los relámpagos los rodearon Y la voz de Jesús resonó tonitronante “ Así yo arrebaté la Presa del Espíritu ¡Oh, vosotros que dispensáis el mal, ceded el sitio! Vuestro Rey, vuestro Dios, acabo de cogerlo, ¿Dios es de los que dispensan el mal?” El Dios de este Mundo se debatió en vano. Jesús sujetó con cadenas al viejo Satán Y su cólera destemplada, su ira furiosa Convirtióse en una carroza de llamas. A través del espacio él se lanzó Y se remontó hasta la Fuente de todos los males: Maldijo al Escriba y al Fariseo Hollando la Hipocresía: Por dondequiera apareció su carroza; Las Puertas de la Muerte se abrieron de día, Arrancadas de sus cadenas y de sus goznes, Y Satán en esta Lucha Espiritual 274

Fue arrastrado a las ruedas de la carroza. Resonaron recios los gritos del Dios de este mundo: más [recias Las ruedas de la carroza; y más recia aún La voz de Jesús, desde la colina de Sión, Y en su mano los Látigos resplandecían; Azotó al Mercader cananeo, Lo arrojó del Templo de su Espíritu Y en su cuerpo mantiene estrechamente encadenado A Satán y todo su Cortejo infernal; Así por su cólera subyugó Al Monstruoso, Hez de la Naturaleza, Hasta que lo hubo clavado a la Cruz. Tomó sobre sí el Pecado en el Seno de la Virgen, Despojóse de él sobre la Cruz y en la Tumba Para que conociera el respeto de la Iglesia Romana. ¿Jesús nació de una Virgen pura De alma estrecha, de miradas modestas? Si quiso tomar sobre sí el Pecado Su madre debió conocer la Deshonra, Caso similar a la Magdalena Con siete demonios en su Seno: ¿O bien las Vírgenes judías, más malditas que las otras, Albergaban en su seno más pequeños demonios? ¿Qué era, con otras palabras, lo que tomó sobre sí A fin de aportar la salvación? ¿Un cuerpo sujeto a la Tentación, Que no estaba libre ni del dolor ni de la pena; O un cuerpo incapaz de experimentar Las pasiones que gobiernan a los Pecadores? Sí, pero es fama que no pecó jamás. Pedídselo a Caifás, pues él es quien lo sabe. “ Hizo burla del Sábado; hizo burla Del Dios que instituyó el Sábado; abrió 275

A los Malos Espíritus las puertas de sus Moradas Y transformó a Pobres Pescadores en ministros de Dios” . Derribó el Tabernáculo de los Pecados Secretos Con sus Cuerdas de Oro y sus Postes: Santuario Sangriento de la Guerra, Sujeto por todos lados de Estrella a Estrella: Tribunales de Justicia enemigos del Vicio Donde el Diablo peina sus piojos: Él mudó los demonios en Cerdos A fin de tentar a los Judíos a cenar, Y desde entonces los Cerdos tienen un aspecto Que podría con un Judío. “ A tu padre y a tu madre honrarás” — ¿qué dijo él? “ Mujer, qué tengo que hacer contigo, Yo no reconozco Padres sobre la Tierra: Yo me ocupo del menester de mi Padre” . Despreció a sus Padres de acá abajo, como al Dios de [este bajo mundo, Y desafió todos sus castigos. Envió sus 70 discípulos a Luchar contra la Religión y el Gobierno; Cayeron, alcanzados por la Espada de la Justicia, Descubriéndolo como su cruel Destructor. Abandonó el oficio de su Padre Para vagabundear, errante, sin hogar; Y abusó así del trabajo ajeno A fin de vivir más allá de las Leyes. De Publícanos y Prostitutas Hizo su Compañía preferida, Y de la mujer adúltera apartó la justa ley Divina, que perdió su Presa.

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Este Cristo que tú Ves Es el peor Enemigo del que yo Veo: El tuyo tiene una gran nariz corva como tú. El mío tiene una nariz como yo: El tuyo es el amigo de Todo el Mundo. El mío habla en parábolas a los Ciegos. El tuyo ama el universo que odia el mío. Las puertas de tu Cielo son las de mi Infierno. Sócrates enseñó lo que Meletus Aborrecía como el peor azote de una Nación, Y Caifás era a su Juicio Un bienhechor de la Humanidad. Los dos leemos la Biblia de día y de noche Pero tú lees negro donde yo leo blanco.

mmmm

ABISMO, VACÍO, NO SER S l o s s - W a l l i s : Símbolo del estado de error total, del sue­ ño mortal del espíritu, que es estado natural del hombre, el cual nace “ espectro” y es regenerado por medios es­ pirituales. Estos términos son usados como equivalentes de Ulro, el símbolo de la vida mortal no iluminada.

AHANIA a l l i s : El origen del símbolo es desconocido. Ahania representa el yo afectivo y emotivo del hombre, “ el alma del dulce deleite” . Ha sido identificada con el deseo y el anhelo. En los Cuatro Zoas, la hallamos estrechamente unida a Urizen, del cual es la “ parte fe­ menina contrapuesta” , y aquí simboliza quizá el aspecto que adopta la Razón cuando está en relación con las otras facultades del ser simbolizadas por los Z oa (véase Z o a ). Qué clase de relación es ésta Blake no la ha pun­ tualizado; pero cuando es perturbada, el Hombre “ cae” y la recta razón, o sea Ahania, se le antoja extraña y odiosa y es por esto mismo desterrada de la vida.

S l o ss -W

F r id l a n d e r :

El nombre deriva del griego ania: tristeza.

Ahania es la sop h ia o esposa de la sabiduría: su nombre no es sino un débil eco de A th en a. Frye:

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ALBIÓN, EL HOMBRE ETERNO En A m é r i c a , se identifica Albión con Inglaterra y el Ángel de Albión con el rey de Inglaterra, como símbolos de la “ vieja” ley. En los otros L i b r o s P r o f é t ic o s , Al­ bión es, en cambio, el Hombre Eterno, el gigante original caído de la prístina armonía. Este carácter está sacado de lecturas esotéricas y tiene quizá algún punto de con­ tacto con el Adam Kon de los Cabalistas y con el símbolo “ Hombre” de los escritos de Swedenborg. En­ contramos el símbolo ligado con el mito de los Druidas (véase D ru id a s) y con su curiosa teoría de los orígenes hebreos de la Gran Bretaña. Para Blake, los más anti­ guos israelitas fueron Druidas. Lo que se deduce de las Profecías de Blake es que cuando Albión, el hombre uni­ versal, cae, entonces cae Dios también; lo cual quiere decir que nuestros dioses están modelados de tal modo que expresan nuestra condición. Si estamos imbuidos del sentido del pecado, nuestro Dios es un juez; si hinchamos nuestra razón, nuestro Dios es racionalista. El nombre está probablemente relacionado con A L B A N , antiguo nombre de la altiplanicie escoce­ sa, con el galés A lp o A ilp e , alta colina rocosa, con el latino A lb u s, blanco; y quizá también con A L P A, el padre universal, el mantenedor, la roca alta de la cual brotan las aguas de la vida.

F r id l a n d e r :

ÁNGEL Ángel, en griego, significa enviado. El Ángel bíblico es un ser intermediario que asiste a Dios para establecer la comunicación entre él y los hombres. Desde la edad media, esta palabra designa seres creados, superiores al 282

hombre, espíritus “ puros” . En El M a t r i m o n i o del C ie lo y del I n f i e r n o , el Ángel es usado irónicamen­ te para indicar la aceptación de la moral común, social y de los códigos religiosos. El principal objeto de la sátira de Blake es dejar malparada la enseñanza de Swedenborg sobre los ángeles. Ésta debe haber exasperado a Bla­ ke más que cualquier otro punto del sistema swedenborgiano. Se vengó, pues, con un trato acerbo a los ángeles presentándolos como idiotas ñoños, que es el rasgo que ofrecen en el M a t r i m o n i o .

BACON, NEWTON, LOCKE Constituyen una especie de trinidad profana y son, junto con Voltaire y Rousseau, los reformadores del Iluminismo, a los que Blake ataca y prodiga sarcasmos. Sólo que, con el mismo furor, no cesa de burlarse del cristianismo oficial. Al atacarlos, Blake se siente investido de la mi­ sión de restablecer la palabra original, desviada primero por los sacerdotes y después por los filósofos. S c h o r e r : S i no pudo soportar el tono del deísmo, re­ tuvo, en cambio, mucho de su contenido y hasta una buena parte de su lógica. Tuvo su propio “ uniformismo” , pues si no redujo la religión a perogrulladas morales, en cambio la resumió en un solo punto esencialmente ético: el perdón de los pecados. Fue víctima del primi- 7 tivismo, el gran lugar común del siglo xvm . Llevado de él, como los deístas, adoptó un punto de vista totalmente negativo de la historia, según el cual, todas las obras de la civilización son obstructoras de la gran luz de los tiem­ pos primitivos.

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BEULAH S l o s s - W a l l i s : El nombre del estado ‘‘Beulali” deriva probablemente del Pilgrim’s Progress de Bunyan, y no de Isaías LXII, 4, como algunos han pretendido. No cabe, en ese estado, ningún lugar para el razonamiento o la búsqueda; las facultades descansan puesto que el cuerpo y el alma están en paz. El tipo de esta reconciliación es la unión de los sexos en el matrimonio. De aquí que sea lugar de refugio de la duda, lugar de reposo espiri­ tual, y es creado misericordiosamente para aquellas men­ tes incapaces de la más alta visión. Por eso mismo, Beulah está asociado, no con los grandes profetas, sino con los Quietistas. Además, la visión de Beulah es la visión del Artista, siendo las hijas de Beulah las musas de la mitología blakiana. Beulah no representa empero la vi­ sión perfecta; perfecta es sólo la visión edénica o Eter­ nidad.

BIBLIA La influencia de la Biblia, tanto del Antiguo como del Nuevo Testamento, es notable en Blake, si bien hace un uso muy libre de la misma y da una interpretación osa­ da a la letra y al espíritu. Las A n o t a c i o n e s a Watson son testimonio de su punto de vista sobre las Es­ crituras. A las Sagradas Escrituras debe su primera ins­ piración y el contenido textual de muchos temas, pero después muestra, parangonándolos bien, por el uso que de ellos hace, una completa independencia. Hallamos en él una interpretación mistagógica junto a la aceptación de la Biblia como dictado directo de Dios; pero Blake, que acepta esta doctrina, la sujeta, como todo lo demás, a sus fines estéticos particulares. Los Profetas Bíblicos 284

ejercieron sobre él una poderosa influencia. Particular­ mente Isaías, Ezequiel y Jeremías. También hubo de in­ fluirle mucho el Apocalipsis de Ezra, una parte de la literatura apócrifa viejotestamentaria que despertó siem­ pre la atención de los Cabalistas.

BOEHME La influencia de Jacobo Boehme es considerable en la doctrina de Blake. Con Paracelso, los Profetas Bíblicos, Shakespeare, Dante, y algunos autores clásicos como Apuleyo y Ovidio, B oeh m e es uno de los escritores, an­ teriores a él, de quien Blake reconoce ser deudor. El caso de Jacobo Boehme, nacido en 1575 en Alt Seinderberg y muerto en 1624 en Görlitz, sería un caso mi­ lagroso y enteramente inexplicable, si hubiese sido, como dicen, de todo punto iletrado; pero tal leyenda, aunque romántica, hemos de rechazarla en absoluto. La verdad es que formó su pensamiento sobre textos bíblicos, sobre textos reformistas, y sobre textos alquimistas (Paracelso). Conocía a los neoplatónicos, cuyas doctrinas remozó, des­ figurándolas un poco, envolviéndolas en una fraseología más oscura, pero a veces inopinada e impresionante. H i r s t : Nadie puede negar el gran valor de la actitud de Boehme respecto al Bien y al Mal. Es en este punto donde se revela más original. Blake hizo suya la intui­ ción de Boehme y la usó magníficamente. La gran com­ posición lírica El Tigre es un claro testimonio de ello, lo mismo que la sensibilidad dominante en algunos de los Proverbios del Infierno. Quizá la importancia de Blake como artista y escritor profètico descanse más que en cualquier otra cosa en haber dado forma a la visión de Boehme relativa a este punto.

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H u t i n : Blake ha leído sin duda a Boehme, pero unos cuantos puntos cardinales de la doctrina blakiana están lejos de ser doctrinas específicamente “ boehmistas” , pues son afirmaciones clásicas de la teosofía y del ocultismo. Donde es innegable la influencia de Boehme es en la teoría de los “ Contrarios” , pero aún ésa la hallamos mo­ dificada. En Blake, la metafísica de los contrarios se pre­ senta más bien como una inversión “ prometeica” de los valores. Blake es, pues, más un precursor de Nietzsche que un seguidor de Boehme; su teosofía supera con mu­ cho por su originalidad explosiva, que se anticipa al su­ rrealismo, la teosofía fundamentalmente “ cristiana” de Boehme y además, en comparación con el magma incan­ descente de los escritos de Blake, las obras de P h ilo s o ph u s T e u to n ic u s aparecen, por contraste, de una cla­ ridad casi “ cartesiana” .

BROMION Es una emanación de Urizen, hijo de Los y de Enitharmon. Egoísta, mentiroso y brutal, es el paladín fiel y limitado de la Ley de Urizen. En las V i s i o n e s de l a s H i j as de A l b i ó n , Blake pone en boca de Bromion un razonamiento que, de interpretarse políticamente, hace de Bromion el símbolo del conservadurismo feroz, preo­ cupado por el mantenimiento de los privilegios y, en con­ secuencia, partidario de que se perpetúen todas las sumi­ siones. muy probable que los nombres de Oothoon, Theotormon, B r o m io n y Leutha fueran sacados por Blake de un poema de Ossian, cuyos personajes son Oithona, Tonthormon, Bromo y Lutha. D e n is : E s

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CÀBALA En general el nombre de C abala encierra una literatura que, habiendo surgido en la edad media, fue en su ma­ yoría escrita en un dialecto arameo peculiar, y consistió en un conjunto de comentarios al Viejo Testamento; con el famoso Z oh ar o L i b r o del E s p l e n d o r aparecido en Toledo en el siglo x m , estamos en el cogollo de la cábala. Su razón de ser es una oscura insatisfacción ante el tipo de monoteísmo presentado por la religión judía oficial al creyente común. Así pues, como la escuela de los Esenios, como la filosofía alejandrina, como el Cris­ tianismo, la Cábala surgió del cansancio de la letra muer­ ta, de una reacción contra el judaismo petrificado de los Rabbis. De los Cabalistas quizá ha sacado Blake la no­ ción de las palabras — símbolo, dotadas de un poder místico, cada una de cuyas letras representa una poten­ cia inmaterial. ' B erger:

S a u r a t : Blake ha conocido la Cábala hebraica; quizás a través de la obra latina Kabbal a D e n ud at a, publicada entre 1677 y 1684, muy difundida en Inglaterra. El indi­ cio más cierto lo constituye la llamada “ A lo s J u d ío s ” , inserta entre el capítulo I y II de Jeru salem , en la cual hay alusiones evidentes al Adam Kon, al Pri­ mer Hombre de los Cabalistas. “ Tenéis una tradición: que el Hombre antiguamente contenía en sus poderosos todo lo que existe en el Cielo y sobre la Tierra; y la habéis recibido de los Druidas” . Blake y la Cábala coinciden sobre todo en la unidad originaria del Hombre y del Universo, en la Cábala representada por Adam Kad­ mon, en Blake por Albión y por Jesús, que es, en este sentido, símbolo equivalente.

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CATARISMO El Catarismo o Neomaniqueísmo del Mediodía francés fue un movimiento heterodoxo, un Cristianismo disiden­ te, que tuvo el carácter de gran religión y su organiza­ ción propia, desde el siglo x n hasta el xiv. Necesitóse una guerra de cerca de medio siglo y una persecución que tenía que durar más de un centenar de años, para debelar esta creencia. El Catarismo era una forma de la tradición dualista y por lo mismo el problema del Mal estaba en su base. Su actitud de oposición a la Iglesia no era otra que la de los demás dualismos. Podríamos decir que, en el Ca­ tolicismo, el elemento más preponderante era el judío y en el Catarismo el que más preponderaba era el ele­ mento persa. Los Cátaros basaban su enseñanza en el Nuevo Testamento, particularmente en el “ Evangelio de Juan” y también en un texto apócrifo: “ La Visión de Isaías” . Este apócrifo fue esgrimido por los Cátaros y por su rama de Europa Oriental, los Bogomilos, porque describía las persecuciones que había de sufrir la Iglesia así como los desórdenes que habían de producirse en su seno. Apoyados en estos textos y movidos por una fuerte experiencia religiosa, los Cátaros rechazaron el Antiguo Testamento, al que consideraban obra del Demiurgo. La única tradición cristiana con la que puede enlazar el pensamiento de Blake es la tradición cátara, siempre que consideremos el catarismo como una “ cate­ goría espiritual” , un modo de ser y de vivir, una cons­ tante de la humanidad. Fundamentalmente en los Cáta­ ros hallamos la concepción del Dios Malvado, Satanás, que, arrojado del cielo, ha creado el mundo físico en el que vivimos, y el cuerpo del Hombre infundiéndole un poco del espíritu del Dios bueno, el cual ha venido así Sa u r a t :

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a encontrarse en la situación de tener que liberar aque­ llos fragmentos de su espíritu, prisioneros. La ley mo­ saica y el Antiguo Testamento son la obra del Dios mal­ vado que es embustero, ladrón y asesino... Entre Dios y el mundo existen las potencias intermedia­ rias, los Eones, el principal de los cuales es Cristo, que vendrá a liberar las almas. La vida sexual es despreciada y condenada; frente a ella se pueden adoptar dos actitudes: la castidad total o la tendencia a la comunidad de las mujeres. Las relaciones pasajeras y hasta viciosas entre los sexos son preferibles al matrimonio, para impedir que otras almas vengan a ser prisioneras de la carne. El Catarismo de Blake, fruto de autoformación, habría nacido interiormente más por “ temperamento” que por información cultural. Por otra parte, desde el siglo x m , el dualismo cátaro se había conservado en las clases po­ pulares de Londres, fuente de donde Blake, hijo de un modesto comerciante de tejidos (en el medioevo tejedor y cátaro eran una misma cosa), lo habría quizá recogido.

CAVERNA, ROCA, AGUA Son símbolos, a menudo asociados entre sí, del mundo material y de la vida material; su uso a menudo por extensión viene a significar y a representar el estado mental del hombre destituido de la Divina Imaginación (véase G e n i o P o é ti c o, I m a g i n a c i ó n ) . H arper:

CIELO, INFIERNO En teología, “ cielo” puede ser una metáfora para desig­ nar la plenitud de salvación del hombre definitivamente 289 Poemas proféticos y prosas, 10

salvado en Dios, sin que sea necesariamente un lugar. Por “ infierno” se entiende la expresión popular que de­ signa el estado del que no ha alcanzado la bienaventurada comunión con Dios, o sea el cielo, y las consecuencias positivas del estado que consiste en estar personal y de­ finitivamente alejado de Dios y en oposición personal y definitiva con el orden divino de las realidades creadas, consecuencias que tienen el carácter de un castigo. En El M a t r i m o n i o del Ci el o y del I n f i e r n o , los dos símbolos, que no convienen con la teología tradicional, son sacados del De C o e l o et I n f e r n o de Swedenborg, pero tratados satíricamente, modificados y transformados por Blake con absoluta libertad. Añadiéndole el término significativo de M a t r i m o n i o , Blake da a entender su discrepancia respecto a Swedenborg. Éste acepta la opi­ nión común de que el mal debe ser eliminado en favor del bien, mientras Blake considera los “ Contrarios” , sin los cuales no existe “ progreso” . El moralista ve el Cielo y el Infierno separados por un abismo insuperable, mientras que para Blake son complementarios, ya que declara en Je r usal em ( A l os C r i s t i a n o s ) : “ El Infierno está abierto al Cielo” . La expresión “ matrimonio del cielo y del infierno” , esto es del bien y del mal en cuanto se encuentran mezclados en el universo, procede precisamen­ te de “ A n A p p e a l to all that d o ubt or D i s b e l i e v e the T ru t h s o f the G o s p e l ” (London 1742), Obra de William Law, el seguidor inglés de Boehme, que sin duda Blake conocía.

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COMPLEXIONES Las “ Cuatro Complexiones” , solamente mencionadas en Jerusalem, parecen referirse a las Cuatro Regiones del Mundo de la Eternidad, identificadas con las Cuatro Ar­ tes: Poesía, Pintura, Música y Arquitectura. La expre­ sión puede haber sido sacada de Boehme, aunque el sig­ nificado sea otro.

DANTE Si las doctrinas de Blake no deben nada a Dante, pues Blake, con su heterodoxia absoluta, está en completa opo­ sición con el catolicismo ortodoxo de Dante, ambos nom­ bres se hallan ligados. Sabemos que, con motivo de las ilustraciones de la Divina Comedia, Blake aprendió, sir­ viéndose de un método particular, el italiano. Este hecho demuestra hasta qué punto la obra del Dante pudo calar en su interior. Blake debió ver sobre todo en la obra del poeta florentino los ocultos significados, la dramática vi­ sión de las pasiones humanas en esta vida y la presenta­ ción “ visionaria” de los mundos espirituales. Llevado de su entusiasmo por esa “ canción mística e insondable” , ejecutó una serie de Ilu s tra cio n e s de la Divina Co­ media. Blake inicia aquellas ilustraciones dibujando los primeros esbozos en la cama, donde se halla inmoviliza­ do a causa de una torcedura de pie. Los dibujos con los que ilustró al gran maestro medieval del horror sobrena­ tural, son un ejemplo de cómo la mente altamente crea­ dora de Dante se filtró a través de las tintas creadoras del artista ilustrador. e a t s : Cuando Blake estaba sentado delante del g r an cuaderno de dibujos en que trazaba sus ilustraciones para

Y

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La D i vi n a C ome di a, estaba muy seguro de que él y Dante representaban estados espirituales que permanece­ rían frente a frente en una enemistad eterna. Dante, por ser un gran poeta, estaba “ inspirado por el Espíritu San­ to” ; pero su inspiración se hallaba mezclada con una de­ terminada filosofía que había brotado de su época, filo­ sofía que Blake juzgaba mortal y enemiga de las cosas inmortales, y que desde las primeras épocas del mundo lia ocupado altos lugares y gobernado al mundo. Esta filosofía era la de las guerreros, la de los hombres de mundo, la de los clérigos muy atareados en gobernar, la de todos aquellos que, debido a su absorción en la vida activa, se han entregado a la tarea de juzgar y de cas­ tigar; y era también, según Blake lo reconocía, hasta cier­ to punto, la filosofía de Cristo, quien al descender al mundo tenía por fuerza que cargar con el mundo. Frente a esa filosofía se alzaba otra, que no es. obra de los hom­ bres de acción, esclavos del tiempo y del espacio, sino de Jesucristo cuando se envolvió en su esencia divina, y de los artistas y poetas a los que la naturaleza de su pro­ fesión enseñó a simpatizar con todas las cosas vivientes.

DEÍSMO Opinión sobre Dios, que acepta su existencia personal y ite que el mundo, con sus leyes naturales, ha sido creado por él, pero niega toda cooperación e intervención ulteriores de Dios en su creación (y antes que nada toda revelación sobrenatural). Es desde finales del siglo xvi que este deísmo ha sido defendido en las formas y en los grados más variados, en relación con el nacimiento de una religión filosófica. Blake llama “ religión natural” al deísmo y siente hacia él la misma aversión y desprecio que le inspiran el escepticismo y el ateísmo. Los mayores 292

denuestos de su poesía están dirigidos a los deístas fran­ ceses (Voltaire, Rousseau) y a sus compatriotas, Hobbes, Newton y Hume, que son para él los detractores de la fe. Se yergue contra las pretensiones del deísmo cuando éste quiere suplantar la religión por un dogmatismo racional. Como Coleridge, cree que la religión “ es la poesía de la humanidad” . Así, funda la verdad poética religiosa sobre la Imaginación (véase G en io P o é t ic o ). En esta idea, común a la mayoría de los poetas de la Edad Mo­ derna, se encuentra la raíz de la oposición entre su poesía y la modernidad racional.

DEMIURGO Platón ha sido el primero que lo ha introducido en la fi­ losofía como arquitecto del mundo. En la gnosis, es con­ cebido como un ser intermediario entre Dios y el mundo, que modela el rumbo terrestre en una materia preexis­ tente. Contra esta concepción, los Padres de la Iglesia defienden la identidad del verdadero Dios con el crea­ dor del mundo, autor de un mundo visible que es bueno. Como un eco de las doctrinas gnósticas, y en oposición a la Patrística, Blake ve en Jehová (U riz e n ) el de­ miurgo.

DRUIDAS, ANGLOISRAELISMO S a u r a t : El tema simbólico de los Druidas tiene una relación precisa con todo un sector de la cultura del si­ glo x v i i i , que ha sido tildada de “ Celtomanía” . También Blake consideraba a los Celtas progenitores de la Huma­ nidad, idea de la que, en parte, nació el símbolo Albión.

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P e z r o n : La filosofía ha sido inventada por los bárbaros, Galos y Celtas principalmente: Gomer, hijo de Jafet, en­ gendró a los Titanes, que fueron los antepasados de los Galos, los cuales recibieron así las grandes tradiciones antes del Diluvio (véase los “ Antediluvianos” del M a ­ t r i m o n i o ) que transmitieron después, en parte, a los griegos. S t u k e l e y : Los templos megalíticos de Stonehenge y de Abury, que se levantan en la Inglaterra meridional, son testimonio del culto de la Serpiente, y símbolos del Arca y del Diluvio. La religión de Abraham era druídica; él había conocido en Egipto al gran Hércules y se había convertido en su discípulo. Hércules era el último de los reyes pastores, los Hicsos, y había colonizado la Gran Bretaña: de tal colonización habían de surgir precisa­ mente los Druidas. S l o s s - W a l l i s : La referencia más importante a este gru­

po de símbolos se encuentra en el C a tá log o D e s c r ip ­ tiv o , S e c c ió n V (1809), y en el C a tá lo g o de 1810. Blake ha derivado el término Druidas de la H is to ria de B retañ a de Milton. El significado de dicho símbolo es principalmente de naturaleza ética. La “ religión de los Druidas” , como la de Urizen, implica una caída de la vida del Intelecto o Visión a las limitadas y corrompidas percepciones de la existencia mortal. Cabe señalar la identificación del Druidismo con la Religión Natural, con la “ Filosofía Griega” y el Deísmo; lo mismo que cabe señalar su asociación con la Ley del Sinaí. S c h o r e r : El tema de los druidas guarda en Blake re­ lación concreta con la teoría Anglo-israelí que propuso Richard Brothers, un visionario que, durante treinta años, luchó por imponer la idea de que el pueblo inglés

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procede de las 10 Tribus de Israel. Esta curiosa teoría de los orígenes hebraicos de Inglaterra la utilizó Blake, invirtiéndola, pues, para él, los más antiguos israelitas fueron Druidas.

EDÉN Es el más alto de los cuatro “ estados” o “ regiones” de la humanidad, Edén, Beulah, Generación y Ulro. Así como Beulah es una visión triple, Generación una visión doble, y Ulro una visión simple, el estado de Edén es asociado con la visión perfecta o cuádruple. Blake pen­ saba que la experiencia del estado de Edén era rara en la vida mortal, aunque él mismo la hubiese experimen­ tado.

EDOM En Isaías X X X IV y X X X V encontró Blake dos capítulos proféticos que debió leer en un sentido “ infernal o dia­ bólico” , pues les da el carácter de documentos revolucio­ narios que predicen la ruina de toda autoridad y el logro de la alegría que acompaña a la limpieza de las puertas de la percepción.

EMANACIÓN S l o s s - W a l l i s : La Emanación es generalmente concebi­

da por Blake como un ser femenino; simboliza la facul­ tad visionaria residente en el hombre, sus “ percepciones espirituales” y también el medio a través del cual se hace posible el retorno a la unidad ideal; está, por consiguien­ 295

te, en franca oposición con la percepción física, disgregadora. La Emanación no es en sí constructiva en el cam­ po de la religión y la moral: es absolutamente perceptiva, no ciertamente de la más alta verdad (véase E d én ) sino de aquel tipo, artístico o consolador, simbolizado por Beulah. Para conseguir este grado de penetración, los poderes del espíritu llamado Emanación no deben ser impedidos por el Espectro (véase E s p e c tr o ). En el hom­ bre que “ está en poder del Espectro” , esto es el materia­ lista, las Emanaciones son a veces llamadas “ Emanacio­ nes de la Muerte” ; esto significa que la percepción es­ piritual ha sido sustituida por las percepciones de los sentidos.

ENCINA H a r p e r : Es símbolo usado constantemente para indicar el mundo de los fenómenos, la filosofía materialista, esto es el mundo caído de la generación.

ENION S l o s s - W a l l i s : E n io n representa en general una espe­

cie de ser tenebroso, pero cuando quedan excluidos del símbolo los elementos dramáticos que habitualmente lo caracterizan, Enion representa una modalidad de la luz espiritual, de modo que en el mundo de la mortalidad es juntamente memoria y esperanza. Enion es además representada como la madre de Los y de Enitharmon, esto es de los conceptos de Tiempo y Espacio, que surgen como consecuencia de una diferenciación de la Naturale­ za respecto a la xmidad del Todo.

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En la N o c h e Se gunda, Enion ite: “ lie plantado una falsa maldición en la tierra que ha dado nacimiento a un árbol emponzoñado” . Luego si­ guen unas líneas que aparentemente arrancan su inspi­ ración del Libro de Job, cap. X X V III: “ Pues la sabidu­ ría es mejor que piedras preciosas” ; pero que desarrolla la típica imaginería blakiana de la miseria humana, ScHORER:

ENITHARMON S l o s s - W a l l i s : La interpretación de Swinburne como “ la Universal o típica mujer” es la que mejor resume la im­ presión que se desprende de la lectura de los L i br os de L a m b e t h . En Europa, ésta es el “ alma del dulce de­ leite” corrompida por la Religión. En la C an ci ó n de Los “ la terrible raza de Los y de Enitharmon dio Leyes y Religiones a los hijos de Har, apegándolos más y más a la tierra” . En los últimos L i br os P r o f é t i c o s , el símbolo se desa­ rrolla de un modo no siempre claro. En principio, Eni­ tharmon parece acercarse a V al a (véase V a la ) y es en­ tonces el genio del mundo fenoménico, epifanía de una Naturaleza que nace de la impresión de los sentidos pero que la inspiración sabe bien se trata de una Sombra de la Realidad. El significado último de Enitharmon apa­ rece, al contrario, ligado al símbolo Los. Enitharmon es la emanación de Los, su “ vegetada esposa mortal” dufante el período del “ Sueño de muerte” , cuando hay desa­ cuerdo en el hombre entre la naturaleza espiritual y la intelectual. Los identificado con tiempo y E n ith a rm o n identificado con Espacio son manifestaciones del fin pro­ videncial de la existencia histórica, que es la regeneración del Hombre.

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El nombre podría derivar de Enion y Tharmas, dos símbolos primordiales de la mitología de Blake. F r id la n d e r :

F r y e y F i s h e r : El nombre, de origen astrológico, de­ riva de e n a rith m io s , “ numerada” , o an arith m os, “ innumerable” , porque la Diosa del Cielo o Espacio se convierte en la base de la estructura mensurable de la realidad natural.

ESPECTRO S l o s s - W a l l i s : “ Espectro” aparece primeramente no como símbolo, sino más bien como imagen del terror. Pasa a símbolo, cuando Blake lo pone en relación con la vida mortal, considerada como el solo medio de regene­ ración. “ Espectro” es el símbolo usado frecuentemente también para condenar la actividad de la Razón no ilu­ minada y sus consecuencias en el campo de la ética; im­ plica en efecto la noción de un dios trascendente que domina sobre las mentes serviles y que, en cuanto crea­ dor del hombre y de su universo, pretende de él adora­ ción. Tal ser Blake lo apellida indiferentemente Satanás, Papinemo, o Dios. Constituye una inmensa proyección de la naturaleza y del ser racional, infinitamente po­ tente. En el hombre creado, la tendencia del Espectro está to­ davía dirigida a la hegemonía y a la autosuficiencia. El símbolo representa entonces la razón crítica, antagonista de la visión ( J e r u s a l e m . Cap. III, 74-10): “ The Spectre is the Reasoning Power in Man: El Espectro es el Poder Razonante en el Hombre); sus abstracciones son negaciones de la constitución espiritual de la Realidad. Pero el hombre puede, mediante la inspiración, avasallar

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el “ dominante espectro racionalizante” hasta obligarlo a servir a las obras espirituales. Ésta era la experiencia per­ sonal de Blake en su arte, por eso vemos a Los forzar a su espectro a asistirle en su empeño de regeneración. Símbolos equivalentes a “ Espectro” son: “ Los Hijos de Álbión, opuestos a la visión, moralizadores; Vala y Rahab, opuestas a Jerusalem; la Guerra y la Venganza; el Drui­ dismo y Satán.

ESTADO S l o s s - W a l l i s : Un “ Estado” es una disposición de la mente, una fase de la experiencia, o un conjunto de creencias derivado de la visión limitada de un hombre o de una clase. Éste puede ser simbolizado por una per­ sona, como Satanás, por un nombre de lugar, como Beulah, o por un título descriptivo como “ Muerte Eterna” . La vida mundana es una serie de estados a través de los cuales pasa el hombre, para surgir en fin, por miseri­ cordia divina, a la luz espiritual. Blake ha ilustrado esta idea con la relación de su experiencia personal: un pe­ ríodo de ceguera espiritual, seguido de una inesperada iluminación. En los últimos escritos de Blake, el mal es itido solo en cuanto que es inherente al “ estado” a través del cual el hombre está pasando: él no tiene res­ ponsabilidad directa. Por esto, el más grave de los ma­ les morales, es imputar el pecado “ a los individuos y no a los estados” . Un fin de la Encarnación es propia­ mente la “ Creación de los Estados, y la liberación en lo eterno de los individuos” . Un atributo general de los Estados es el ser permanentes. El mismo Blake ha dado de este atributo la más clara definición en un pasaje de los “ A d ita m e n to s al Ca­ tá lo g o de P in tu ra s de 1810” : “ Estos Estados existen

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ahora. El Hombre los atraviesa, pero los Estados perma­ necen en lo Eterno; él pasa a través de ellos como un viajero, que puede imaginar que los lugares por él reco­ rridos no existen más, del mismo modo que un Hombre puede suponer que no existen más los Estados que ha atravesado. Cada cosa es eterna” .

FRAGUA S l o s s - W a l l i s : La Fragua, instrumento de Los, es el sím­ bolo de su obra regeneradora. Trabajando en sus fraguas, él crea “ los tiempos y los espacios de la vida mortal” . En muchos pasajes empero “ fragua” es usado como ima­ gen más bien que como símbolo, con significado enton­ ces de “ destructividad” .

F rye : La fragua es un símbolo del cuerpo natural. Al nivel de la voluntad de vivir inconsciente, el martillo es el latido del corazón, el fuelle designa los pulmones, y la fragua el entero metabolismo de un animal de sangre caliente.

GENERACIÓN S l o s s - W a l l i s : El término Generación es siempre usado por Blake con relación a la vida terrena. Puesto que el hombre considera real y permanente el ambiente de este mundo, tal como lo aprehende de los sentidos, Genera­ ción y Generado asumen tal vez un significado peyora­ tivo, de condena, coincidiendo con los errores inherentes a la religión, la filosofía y el arte. En otro lugar, sin embargo, el símbolo es asociado a la idea de que la vida mundana constituye un proceso de regeneración, deseado

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por Dios, y particularmente es relacionado con el cum­ plimiento del divino propósito en la Encarnación. Por esto, en la escala de los cuatro “ Estados” de la vida mor­ tal, la Generación está en lugar más eminente que Ulro, estado del error total, pero más bajo que Beulah, estado que goza del privilegio de la visión iluminadora.

GENIO POÉTICO, IMAGINACIÓN S l o s s - W a l l i s : El Genio Poético, “ Espíritu de Profecía” ,

fuente de todo conocimiento, constituye el momento ini­ cial de la teoría blakiana de la Imaginación que apunta por primera vez en El M a t r i m o n i o del C i el o y del I n f i e r n o , para perfilarse más tarde en M i l t o n y Jer us al em, donde se convierte en símbolo poliédrico, fun ción de sus ideas sobre la ética, la percepción de los sentidos, el conocimiento visionario, identificándose con el símbolo de la Humanidad Divina, Jesús. En un sig­ nificado más amplio, el término Imaginación es usado para definir la naturaleza del Ser puro; Imaginación es la esencia divina, el mundo real y eterno. La Imagina­ ción es “ la Existencia humana misma” , por esto está en oposición con los “ Estados” ; las fases de la experiencia, el tornadizo ambiente a través del que pasa el viajero mental. La aplicación más frecuente de la doctrina de la Imagi­ nación en Blake, la encontramos en la negación del valor de la percepción sensorial y en el rechazo de toda forma de filosofía empírica.

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GNOSIS, GNOSTICISMO Una fe misionera del carácter del Cristianismo, aunque cercada de adversarios paganos, es amenazada más seria­ mente por credos que ofrecen un parecido siquiera super­ ficial con ella. Esto es lo que sucedió a la Iglesia primi­ tiva. Mientras los bárbaros asolaban el Continente, el gran rival del Credo cristiano fue otro credo de origen oriental similar: el Gnosticismo. Hasta fecha reciente, el Gnosticismo era más bien conocido a través de los ata­ ques que contra los gnósticos dirigieron los Padres de la Iglesia, y en especial por las diatribas de San Ireneo. La extrema virulencia de tales ataques, a los que no encon­ tramos paralelo en ningún momento de la historia ecle­ siástica, nos lleva a sospechar que el gnosticismo consti­ tuyó un enorme peligro, o pudo constituirlo, para las comunidades cristianas. El estudio científico del gnosti­ cismo cristiano ha llevado a precisar sus fuentes y sus coordenadas. El gnosticismo está unido a la sabiduría primordial original, fuente de las diversas religiones par­ ticulares. Son varias, pues, las razones que hacen del mo­ vimiento gnóstico un momento interesante de la especu­ lación; pero sobre todo representa un sistema de creen­ cias que hallamos vinculado con Blake que “ redescubrió las actitudes y las imágenes mismas del pensamiento gnóstico” . En él, en verdad, encontramos las más fan­ tásticas cosmogonías de la gnosis cristiana. C a z a m ia n : Las ideas religiosas y morales que dominan toda la mitología de Blake se emparentan con las de los gnósticos. Se acerca a estas doctrinas heréticas por su concepción de la creación, obra nefasta, que no proviene de la potencia suprema, sino de un Dios caído, o de un demiurgo; por su condenación de la ley mosaica y del judaismo, que Cristo vino a trastocar, y no a regenerar;

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y por la división indefinida de sus personajes en emana­ ciones. Las entidades a las cuales su visión poética presta vida confusa y desordenada, pero apasionada e intensa, tienen sus antecedentes metafísicos en Basílides, Valen­ tino o Marción.

El gnosticismo, con sus innumerables sectas y su doctrina arcana acerca de la naturaleza espiritual del hombre, ofrece no pocos puntos de semejanza con la in­ terpretación blakiana de la Caída, de la tiranía de la naturaleza creada y de la pluralidad de los mundos ce­ lestes. También la Cábala, en cuanto tradición secreta de los Hebreos, puede aparecer, y de un modo sorpren­ dente, como la fuente de algunas concepciones de Blake: aquélla, por ejemplo, del Adam Kon cósmico. Blake estaba, de seguro, familiarizado con tales teorías, pero sería un error asociar su poesía, claramente ansiosa de comunicación abierta, a una específica tradición oculta, puesto que en sus escritos no ofrece el mínimo indicio de familiaridad con la noción de sociedad secreta o de un secreto magisterio. Sus visiones no se apartaban nun­ ca, en cuanto revelaciones estáticas, de los tormentos de un artista que obra en el mundo de la historia. No hay necesidad alguna de recurrir a los residuos de las here­ jías gnósticas, o a las obras atribuidas a Hermes Trismegisto, para proclamar el dualismo de la naturaleza hu­ mana. Era ésta noción difusa dentro del pueblo cristia­ no, como de ello dan testimonio las cartas de San Pablo. Mientras el mundo antiguo vacilaba próximo a su caída, el sentido de la indignidad del hombre y de una culpa suya en la raíz del desastre se hacía cada vez más fuerte y opresivo. Cuanto más neta se hacía la separación entre el hombre espiritual y el natural, paralelamente a esta dicotomía en el propio ser, con renovado rigor el hom­ Fish e r :

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bre sentía que era incapaz de comprender los miste­ rios de Dios.

GOLGONOOZA Golgonooza es la ciudad construida a modo de defensa contra las fuerzas enemigas de Los y de Enitharmon y de sus hijos e hijas que trabajan para la regeneración de los Hombres. La representación blakiana del símbolo claramente tiene afinidad con la Nueva Jerusalem del A p o c a l i p s i s (cap. X X I). Dado que la regeneración presupone una caída, es fácil inferir que sólo el hombre caído o mortal puede tener experiencia de este estado: los Inmortales, eso es, los Eternos no pue­ den tener conocimiento de este “ estado” que es lugar donde las fuerzas espirituales convergen.

S lo s s - W a llis :

H AND Es el primero de los Doce Hijos de Albión, los cuales tienen función idéntica al Espectro. En Je rus al em I I I , 70 tiene significado moralista.

HIJOS DE ALBIÓN S l o s s - W a l l i s : Los hijos de Albión son doce. Su fun­

ción es idéntica a la del Espectro (véase Espectro), como se desprende de los pasajes que nos los muestran asocia­ dos con la moral racionalista, con Vala (véase Vala) y con Rahab (véase Rahab), y opuestos a la Visión y a Jerusalem; asociados también con la Guerra y la Vengan­ za, con el Druidismo, con el espectro de Luvah. Como 304

el Espectro, los hijos de Albión son obligados por Los a participar en sus fines de regeneración.

HIJAS DE ALBIÓN S l o s s - W a l l i s : En general existe una identidad entre las Hijas de Albión y Vala. Las hijas de Albión son mencionadas por primera vez en las V i s i o n e s de las H i j a s de A l b i ó n , donde representan alegóricamente las almas de los hombres sujetas a las restricciones de la Religión. Usado en relación con el universo fenomé­ nico, el símbolo Hijas de Albión significa más bien las fuerzas espirituales que descarrían al hombre. Representa las actividades femeninas perceptivas, correspondientes a las actividades varoniles “ Espectrales” , los hijos de Al­ bión. Más a menudo las Hijas de Albión simbolizan la crueldad de la “ Religión Natural” , fundada sobre el cas­ tigo, destructor de la vida espiritual. F i s h e r : Las hijas de Albión representan, en oposición

a las hijas de la Inspiración, la voluntad femenina de Albión. Son también llamadas las “ Emanaciones de los Muertos” , y asociadas con Babilonia.

INVIERNO S l o s s - W a l l i s : El “ invierno” es asociado constantemente

con el estado de error, con una condición de esterilidad espiritual y de inacción.

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JEHOVÁ, JESÚS Jehová es el legislador del Sinaí que, destinado a llevar a término la regeneración del hom­ bre, resulta por el contrario fuente y símbolo de la en­ fermedad espiritual. A él le corresponde la creación del mundo, pero igual parte tuvo en la creación Satán. En este sentido Blake se acerca a la concepción gnóstica de un Dios creador de este Mundo de la Naturaleza y de Adán (el Hombre Natural), espíritu obstinado, cuya Ley y cuyo Tiempo Jesús ha venido a abolir.

S lo s s - W a llis :

C a z a m ia n : El Jesús de Blake, perdón universal, condi­ ción necesaria del amor entre los seres, quiere que el hombre se atreva a ser lo que es, y realice plenamente, en feliz concordia con todos, su suprema y divina origi­ nalidad. Este Jesús ardiente y desencarnado, este Jesús, que a lo largo de su obra ha asumido formas tan dife­ rentes, que es todo efusión, no guarda apenas parecido con el Jesús que muestran las iglesias.

JERUSALEM S l o s s - W a l l i s : Jerusalem, “ una Ciudad y sin embargo

una Mujer” , la figura mayor de los últimos Li br os Prof é t i c o s de Blake, es de origen bíblico (Apocalipsis, X X I, 2: “ Y yo, Juan, vi la santa ciudad, Jerusalem nue­ va, que descendía del Cielo, de Dios, dispuesta como una esposa ataviada para su marido” ). Jerusalem es la “ Emanación de Albión” , representa, pues, ante todo la capacidad de visión, no tanto del hombre individual como de la humanidad, esto es de Albión. De modo que, cuan­ do los poderes visionarios se ejercitan la humanidad está tinida, mientras que en la mortalidad, “ estado de sue­ 306

ño” del hombre, éste es consciente no de la identidad espiritual del todo en el Tiempo y en la Eternidad, sino de la diferencia entre los seres, de su “ individualidad” , y el puesto de Jerusalem es ocupado entonces por Vala, su sombra, que indica la tendencia de la mente a disgre­ gar, y no a unificar.

JOB, LIBRO DE JOB Este libro extraordinario, que descuella entre la gran poesía del mundo, sigue aún siendo un problema. Se des­ conoce su autor, la fecha de su composición, y las cir­ cunstancias que lo incorporaron al canon. Aún no se ha dilucidado si se trata de una parábola o de una historia verdadera. El punto de vista tradicional judío mantenía que el Li bro de Job era estrictamente histórico, aun­ que esta opinión presenta sus disidentes, que registra el Tcdmud; y si hay que creer a Spinoza ( Tratado Teoló­ gico Político, X ) , Aben Ezra lo consideraba “ traducción al hebreo de otra lengua” . Este hecho tal vez explique que no sea judío por la forma y que apenas guarde ana­ logía con otros libros bíblicos. Realmente, el héroe del poema es de una tierra extraña: un Gentil, no un Judío. Ni asomos hay en todo el poema de tradiciones judías. La historia de Job sería probablemente una tradición oriental, y las desventuras que en dicha historia se na­ rran, simbolizarían el problema de los filósofos: el Mal. En El M a t r i m o n i o del C i e lo y del I n f i e r n o , Blake expone su idea acerca del Libro de Job: “ La historia de esto se halla escrita en el Paraíso Perdido, y el Domina­ dor o Razón, se llama Mesías. Y al primitivo Arcángel, capitán del ejército celeste, se le llama Demonio o Satán, y sus hijos son llamados Pecado y Muerte. Mas, en el Li b r o de Job, el Mesías de Milton se llama Satán” . 307

La influencia ejercida por el L ib r o de Job sobre Blake se pone sobre todo de manifiesto con sólo contemplar las In v e n c io n e s de Job (1823 - 25), los mejores gra­ bados de Blake, y quizá en conjunto la más notable se­ rie de aguafuertes sobre el tema escriturario que han aparecido, desde los días de Alberto Durerò y Rembrandt.

LOS S l o s s - W a l l i s : L o s es el Tiempo, hijo de Urizen, el crea­

dor de este mundo. La concepción de Los como tiempo persiste ininterrumpidamente a través de los Li br os P r o f é t i c o s . De Los, el Tiempo, llega a separarse Enitharmon, Espacio. O r e , es, en la visión mítica inicial de Blake el símbolo de su evangelio anárquico, el espí­ ritu de rebeldía. En Eu r o pa y en el Canto de Los, sin embargo, Los y Enitharmon son presentados como los artífices de la servidumbre moral e intelectual del hombre, función exactamente opuesta a aquélla que des­ pués les es atribuida. En M i l t o n , en realidad, Los es presentado como el “ Eterno Profeta” . Subsiste así, en Blake, una doble concepción del símbolo. Los represen­ ta: a) El Tiempo, b) El Espíritu Profètico. En los últi­ mos L i br os P r o f é ti c os además, Los, que es el cuarto de los Z oa, es una personificación dramática de la doc­ trina blakiana de una dirección providencial de la vida hacia un buen fin: él es el impulso espiritual o imagi­ nativo, la energía vital, y por lo mismo denominado “ el Trabajador de las Edades” , “ el Señor de las Fraguas” que, trabajando en su yunque, infligiendo “ amarga suer­ te” al mal o Satán, subyuga al Espectro; o, como obra complementaria, ofrece al Espectro visiones de belleza y de verdad, destruyendo los sistemas de la moral represiva que atrofian los sentidos y los sentimientos, construyendo 308

para él la ciudad espiritual de G o lg o n o o z a . En J e r u ­ salem,, en fin, Los viene identificado con Jesús, el rege­ nerador. Él es el Profeta, el “ Espíritu de Profecía” , que se manifiesta en las obras de todos los maestros inspi­ rados. F r i d l a n d e r : El nombre Los parece que deriva del Sol latino, invertido, y hace alusión a la potencia creadora, a los poderes físicos del sol, del cual Los es el equiva­ lente.

nombre Los pudiera derivarse tanto del griego Logos como del latino Sol. Al final de Jerusa­ lem , de la aparición de Jesús “ a imagen y semejanza de Los” , como Señor y Humanidad Universal al lado de Albión despertado de nuevo, se puede deducir que, sien­ do Cristo la Divina Palabra o Logos, el nombre de Los es simplemente forma abreviada de la palabra griega. Pero puede también darse el caso de que Blake pensase en el sol divino, foco de la vida eterna.

Fi s h e r : El

LUVAH S l o s s - W a l l i s : El segundo de los Zoa es símbolo vago, de difícil definición, pues no aparece perfilado clara­ mente, sino en Los Cuatro Zoa. Y aún aquí desapare­ ce para encontrar un puesto cerca de Ore, que no es sin embargo el Ore de las primeras profecías. En M i l t o n , Luvah y Ore son identificados mientras que, en Jeru ­ salem , Ore es mencionado una sola vez y Luvah en cam­ bio pasa & ser una importante figura dramática, con fre­ cuente aunque 110 constante referencia a la emoción como causa del error mundano. En Luvah se ha querido ver una alusión a Francia y a la Revolución sa, lo que

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implicaría una autocrítica de Blake respecto a sus con­ vicciones juveniles. F r i d l a n d e r : El nombre deriva del inglés lo v e (antigua­ mente pronunciado lu v e ).

F rye : Luvah es el espíritu de la “ Generación” , el mun­ do de la vida sexual; y Ore, que representa el estado “ caído” , lo asociamos a la serpiente que en Blake es también símbolo fálico. P r e s t o n : La visión exclusivista corresponde a U rizen

que ve en primer lugar la forma material. Luvah añade las emociones del corazón que dan un significado más rico a la forma, que es la doble visión del artista.

MANES, MANIQUEÍSMO Manes nació el 14 de abril de 216 en Babilonia, pero era iranio de pura raza. De noble linaje por el lado ma­ terno, pues su madre, Maryam, pertenecía a la dinastía parta de las arsácidas. Desde temprana edad Manes se dedicó a la meditación, a las actividades intelectuales, y a las artísticas. Frisaba los veinticuatro años cuando recibió la gran revelación, que le llevó a romper violen­ tamente con la familia. Después de un viaje a la India, M anes volvió a Irán para predicar su doctrina. La nue­ va religión no tardó en hacer progresos, que alarmaron al clero mazdeo que no dudó en ahogarla. Reducido a prisión, Manes murió el 27 de febrero del 277, después de veintiséis días de atroces sufrimientos. Pero no fue desollado vivo, como afirma la leyenda. Desde el siglo III medra el maniqueísmo y en todos los países donde logra penetrar, a compás, los Maniqueos 310

son víctimas de una feroz represión y de metódicas ma­ tanzas. Estas horribles persecuciones no impidieron, sin embargo, que se difundiera en los extremos del Viejo Mundo: la Europa Occidental y el Extremo Oriente. El Maniqueísmo deja estela en Europa Occidental con el Priscilianismo (en España), con la herejía cátara de prin­ cipios de la Edad Media, y la herejía albigense (en Provenza); así como la de los Bogomilos (en la Europa Orien­ tal). Ninguna secta gnóstica tuvo, ni de lejos, una tan dilatada expansión; siendo, por otra parte, el mejor co­ nocido de los “ sistemas dualistas” gracias a los descubri­ mientos sensacionales realizados en Turfan, en el Turquestán chino, o en Fayum, en Egipto, que han venido a completar las fuentes de origen muy diverso que se tenían. Con ello, es posible hoy reconstituir la doctrina de M anes y llegar a la conclusión de que, más que un sincretismo religioso, era una gnosis. Pesimista a ultran­ za, el ideal maniqueo no se avenía con la vida. Estimando que todo tributo pagado al mundo es tributo pagado al Dios del Mal, la moral maniquea corría el peligro de llegar muy lejos. Llevada hasta sus últimas consecuen­ cias, habría tendido a la extinción de la especie humana. La realidad hubo de imponerles una transacción con la vida y su rigorismo ascético quedó suavizado en la prác­ tica. Sc h o r e r : Blake no fue ni maniqueo ni marcionita; pero cuando se leen las doctrinas de Manes o de Marción, se pueden encontrar en él sombras de estas creen­ cias, en las cuales el tajante dualismo entre los dos prin­ cipios del bien y del mal — al que estaban ambos adhe­ ridos— debilitóse para pasar a ser el cuasi — dualismo que Blake desarrolló. Las doctrinas de ambos hacen pen­ sar en la doctrina blakiana del “ Dios de este mundo” , aquel U rize n a quien el hombre erróneamente concede autoridad y que debe ser redimido (no destruido) por el 311

espíritu de Jesús. Blake asimismo renunció a la “ adora­ ción del Dios de los Judíos, que es el Príncipe de las Tinieblas” , por amor a Cristo, pero, a diferencia de los Maniqueos, no otorgó a Jehová poderes reales.

MARCIÓN Es el fundador de los marcionitas, una secta extrema­ damente ascética que alcanzó gran importancia entre los años 150 y 250 a. C. Era natural de Sínope, en el Pon­ to. Su padre era obispo de la iglesia local. Después de hacerse rico como naviero, desembarcó en Roma bajo el reinado de Antonino Pío. Allí no regateó esfuerzos para corregir las opiniones cristianas entonce^ dominantes (que él consideraba una corrupción de los errores judíos) con el Evangelio de Cristo, tal como lo expuso Pablo, su mejor intérprete. En consecuencia, preparó su Nuevo Testamento y sus A n títe sis. La oposición con la que hubo de enfrentarse le llevó a organizar sólidamente una nueva comunidad alrededor del año 144, y en ella tra­ bajó incansablemente, propagando su teología hasta su muerte. Justino y Tertuliano dan testimonio del inmenso éxito alcanzado por el marcionismo. “ La tradición heré­ tica de Marción ha llenado todo el universo” , escribe Tertuliano (“ A d v e rsu s M a r cio n e m ” ). Hacia el año 400 había marcionitas en Roma, y en toda Italia, en Egipto, Siria, Armenia, Chipre y aun en Persia. Cristiano apasionado, Marción se apoya en un postulado inconmovible: la verdad absoluta del Evangelio. Pero, al dejar de reconocer el Dios del Amor del Nuevo Testa­ mento en el Testamento Viejo, y profundamente influido por la antítesis radical paulina de la ley y el evangelio, construyó una filosofía religiosa ético-dualista y procedió a unas especulaciones cosmológicas que no están libres 312

de contradicciones. Dejó a un lado como espúreos a to­ dos los Evangelios salvo el de Lucas y a éste, así como a las epístolas paulinas, lo purgó de interpolaciones judai­ zantes. Marción es apenas un gnóstico; interpreta las es­ crituras del modo más literal posible. Para él, el Antiguo Testamento no es en absoluto” una sucesión de mitos, y aún menos una sucesión de mentiras” , sino el relato de una historia verdadera pero horrible: la de la domi­ nación tiránica del Creador sobre el mundo y los hom­ bres. La originalidad de Marción consiste en este repu­ dio absoluto del Antiguo Testamento y del Dios creador y legislador. Pueden verse las teorías de Marción en las refutaciones de: Ireneo, Orígenes, Tertuliano y Clemente de Alejandría. B e r g e r : De la obra de Mosheim y de la de Nathaniel Lardner, “ H isto ria de los H eresia rca s de los dos p rim e ro s s ig lo s ” , publicada en Londres por John Hogg en 1780, podrían haber llegado a Blake las teorías de Marción y el Marcionismo.

MILTON B e r g e r : Si bien en el poema que lleva su nombre, uno

de los mayores Li br os P r o f é t i c o s , Milton es símbolo del poeta “ inspirado” , del “ espíritu de profecía” , y por tanto asimilado a Los, Blake no debe lo más mínimo a Milton, al que, por otra parte, estimaba tan sólo por el relieve que había dado a Satán en el Paraíso P e r d i d o . Por lo demás, Milton aparecía ante los ojos de Blake como el siervo y el secuaz de las detestadas doctrinas de Jeliová. S c h o r e r : El poem a M i l t o n fu e un a crítica de su poe­ ta favorito y una reorganización de la mente miltoniana. 313

Al propio tiempo que apreciaba los poemas de Milton, creyéndose mejor intérprete de ellos que el propio Mil­ ton, deploraba el énfasis del siglo xvn sobre la Razón y el interés puritano respecto a la moral. El defecto original que Blake descubrió en Milton es que se había puesto del lado de los ángeles, las fuerzas represivas, cuando en realidad era “ del bando del demo­ nio sin saberlo” , el bando del creador revolucionario. Los destructores exaltan la razón y la ley a fin de negar la energía y la vida impulsiva, y se quedan en destructo­ res, ya aparezcan bajo la capa de los tímidos y píos án­ geles del M a t r i m o n i o del C i el o y el I n f i e r n o , ya como Urizen desafiando a Luvah, o como Jehová negan­ do a Jesús. S a u r a t : La influencia directa de Milton sobre Blake es

evidentísima en los Cuatro Zoa y en M i l t o n . Un estudio comparativo podría demostrar ampliamente que Blake usó y transformó el material miltoniano. En repetidas ocasiones se ha sugerido la afinidad entre el Uri­ zen de Blake y el Satán de Milton. Urizen trata de con­ quistar el poder supremo, cae, establece su dominio en la tierra sobre todos los hombres mediante la falsedad de la religión, y finalmente es vencido por Jesús. En las líneas esenciales, esta aventura es comparable a la del Satán de Milton; pero los detalles episódicos y los signi­ ficados a éstos atribuidos por Blake quedan muy lejos del mundo de Milton y de sus ideas sobre el arte.

MINUCIAS, GRANOS DE ARENA S l o s s - W a l l i s : Las Minucias son las realidades captadas

visionariamente, de las cuales la ilusión de materialidad no es sino “ una cáscara excrementicia y un disfraz” . La 314

percepción sensorial, incapaz de penetrar más allá del velo de lo fenoménico, no puede descubrir la realidad escondida, la entidad espiritual. El cúmulo de cualidades físicas que constituye la realidad para el hombre “ natu­ ral” o sin inspiración, no es sino una ilusión. La imagen de Blake para tal falso concepto es un grano de arena. El visionario capta lo real oculto detrás de la ilusión de lo fenoménico: encuentravun mundo en un grano de arena. La elección de este término para representar las entida­ des del mundo espiritual y de la moralidad profunda pueden ser en parte debidas a la antipatía de Blake ha­ cia las generalidades y la “ suavidad” en arte y a su pro­ pio ideal de claridad de trazado y minuciosa precisión de detalles.

OLOLON Río del Edén, nube divina, presencia misteriosa y múl­ tiple, musa inspiradora de Milton, mensajera de los Eternos.

OOTHOON Encarna el alma de los inocentes placeres del amor; la amante por excelencia. Hija de Los y de Enitharmon, su esposa o emanación en las V i s i o n e s de las H ij a s de A l b i ó n , es la “ dulce alma de América” porque Blake, que había saludado con entusiasmo el levanta­ miento de las colonias americanas contra la metrópoli inglesa, esperó largo tiempo que la joven república reali­ zaría en su suelo la plenitud de la Ubeitad. O o th o o n 315

simboliza la rebeldía del puro instinto contra la tiranía de la razón y de la ley.

ORC Hijo de Los y de Enitharmon, forma elemental de la vida, de múltiples metamorfosis, genio de la libertad re­ volucionaria, dios mártir. La verdadera poesía, que es Los, es fautora de la Revolución. Que Ore sea el hijo de Los en la enorme mitología de Biake no fue un ac­ cidente genealógico. Blake creía que los verdaderos poe­ tas son raros, y que por el hecho de serlo están obligados a unirse a la causa capaz de establecer una vida sabia, condición de la buena poesía. Ore es el poder de rebel­ día en el hombre, la protesta humana contra la condi­ ción imhecilizadora del mundo. Ore es el hijo de Los, pero, una vez nacido, está más íntimamente ligado con Luvah, que está a su vez ligado con Jesús. Ore es furor, pasión divorciada del amor; Jesús es amor, pasión divor­ ciada de la ira. S l o s s - W a l l i s : E s uno de los símbolos fundamentales en los primeros Li br os P r o f é t i c o s . En A m é r i c a , E ur opa , Canto de Li be r ta d, Ore significa la vo­ luntad de emancipación moral. En América se pre­ senta como la “ imagen de Dios” , por mucho tiempo os­ curecida, que viene a liberar a la Humanidad a través del aniquilamiento de las Leyes. El movimiento revolu­ cionario americano, como el francés, es para Blake el símbolo y la promesa de la liberación del hombre de to­ das las formas de opresión, legales y morales. Ore es el antagonista de Urizen, “ dios de este mundo” , poder que se expresa en códigos de moral represiva. S i bien enca­ denado, Ore permanece en efecto en actividad, y final­

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mente rompe sus ataduras: aparece ya aquí la concepción de Blake de que el logro de la libertad humana debe darse a través de acontecimientos catastróficos. En los últimos Li br os P r o f é t i c o s , en los Cuatro Zoa y en Milton, el símbolo Ore sufre una radical mo­ dificación. La cualidad mesiánica de Ore es ahora eli­ minada del Evangelio de Blake. En los C u atro Z oa viene descrito el conflicto entre Ore y Urizen, que repre­ sentan los extremos de la anarquía y del legalismo: sus mundos son respectivamente fuego y nieve. Como en América, pero con significado completamente diverso, Ore aparece transformado en Serpiente. Como tal es lla­ mado tal vez Satán, y es representado como aliado de Urizen y de la Sinagoga de Satán en la lucha contra el mundo de Regeneración de Los. Ore triunfa en fin sobre Urizen, pero es una victoria sin consecuencias porque él representa el mismo tipo de mal que domina en la vida, y en un pasaje Los Cuatro Zoa, V I I I , 468) también Ore, viene asociado a Urizen con significación análoga a vida mundana no visionaria.

PALAMABRON Hijo de Los y como tal símbolo de la fuerza regenera­ dora que reside en la vida terrena; pero en E u r o pa apa­ rece como agente de la madre Enitharmon en el em­ peño de sojuzgar al hombre por medio de las Leyes y de la Religión.

PAINE Thomas Paine, nacido en Thetford, en Norfolk, el 29 de mero de 1737, hijo de un corsetero cx-cuáquero, fue el 317

más agudo de los deístas y de los escritores radicales. D« su obra T h e R i g h l s o f Man (1791-1792), la más famosa de todas las réplicas a las “ Reflexiones sobre la Revolución sa” de Burke, se vendieron sólo en In­ glaterra un millón y medio de ejemplares. La pintoresca historia, repetida por casi todos los biógrafos de Paine, que se escapó a Francia después de una dramática adver­ tencia de Blake es falsa y no responde a su carácter. En realidad, después de ser nombrado representante por Calais en la Asamblea Nacional sa, abandonó In­ glaterra, voluntaria y legalmente, para ocupar su escaño. Votó contra los Girondinos, y en el proceso de Luis XVI fue “ el único” que “ propuso un asilo en América para el Rey” . Con ello ofendió a la facción de Robespierre, y en 1794 fue encarcelado; no sin escribir antes de su arresto la primera parte de La Edad de la Razón (The Age of Reason) contra el Ateísmo y el Cristianis­ mo, y en defensa del deísmo. La segunda parte apareció en 1795 y la tercera vio la luz en 1807. El libro le ena­ jenó la amistad de Washington y de la mayoría de sus viejos amigos. Aparte de los Derechos del Hombre, La Edad de la Razón tuvo una influencia más duradera que cualquier otra de sus obras." A pesar de su reputación entre los devotos, La Edad de la Razón era una obra anticlerical, no una obra antireligiosa. S c h o r e r : Los deístas, al proclamar optimistamente 1; suficiencia de la razón humana como un instrument» moral y religioso, sostenían que la religión del Viej> Testamento, fundada en el concepto del error humano ; en la consiguiente necesidad de la ley y de un Dios le gal, era innatural, en tanto que la Religión de Jesús er la verdadera religión, o, como decía Blake, la religió de la antigüedad. Absolutamente como Blake, Paine hiz notar que el tirano Jehová era una idealización de 1í

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sacerdotes tiranos y de los reyes pero apenas cristiano, y con innecesaria vehemencia fue tras las inconsecuencias de la historia del Viejo Testamento.

PARACELSO Felipe, Aureolo, Teofrasto, Bombastus von Hohenheim, generalmente conocido por “ Paracelso” — traducción aproximada de Hohenheim— nacido en Suiza en 1493 y muerto en Salzburgo en 1541, es un extraño personaje. Calumniado sabio, ha cargado con el peso de una injusta leyenda que le pinta como borracho, libertino, charlatán y loco. Sin duda que adoleció de muchos defectos, y que no siempre parece perfectamente equilibrado; pero esto no obsta para que sea uno de los personajes más extraor­ dinarios que registra la historia. Dueño de un saber uni­ versal, derivó sus conocimientos “ no de los cauces grie­ gos sino de la fuente directa original de Oriente” . Su concepto de la vida era básicamente gnóstico o si se quie­ re Neoplatónico; y este carácter de su doctrina fue bien comprendido por uno de sus primeros críticos, Daniel Sennert, quien recalcó que una de las más característi­ cas ideas paracélsicas era realmente Maniquea. Ésta era a creencia en las “ simientes” de la enfermedad, disemiíadas sobre la tierra, que encarnan el principio malo que, lespués de la Caída, invadió las semillas de la Pureza :readas por Dios. Se puede casi asegurar que la ilustra­ ron de Blake a su Profecía “ E u ro p a ” , descrita genealmente como “ El Atizonamiento de las Espigas de Trio” , delata influencia paracélsica. Sostuvo asimismo Paacelso que en toda cosa creada hay dos cuerpos: el viible y el invisible. Esta doctrina común también en iertos círculos médicos del Renacimiento, sería resuciida por Blake en El M a t r i m o n i o del Ci el o y del 319

I n f i e r n o : “ El Hombre no tiene un cuerpo distinto de su alma; pues eso que se llama Cuerpo es una porción del Alma percibida por los Cinco Sentidos, pasajes prin­ cipales del Alma en esta edad” . Pero, por encima de todo, fue la doctrina de Paracelso, relativa a la Imagi­ nación, la que había de influir más poderosamente en la mente de Blake. Pocos pensadores han concedido a la Imaginación la importancia que le dispensó Paracelso: “ El imaginativo nato descubre las fuerzas latentes de la Naturaleza. La Imaginación logra preeminencia sobre todo. La firme Imaginación puede llevar a término to­ das las cosas” . Ninguna otra enseñanza podía ser más agradable a una mente como la de Blake, que definió toda creación como “ las varias imágenes sublimes y di­ vinas tal como se ven en el Mundo de la Visión” . En el opúsculo de “ V irtu te Im a g in a tiv a ” se halla la cu­ riosa frase “ comprensión corpórea” que hallaremos usa­ da en Blake en su famosa “ Definición de la más sublime Poesía” , al escribir a su amigo Tomás Butts una carta, fechada el 6 de julio de 1803, que ha desvivido a la mayoría de los críticos. Finalmente, hay una convicción propia de Paracelso que halló amplio eco en el espíritu de Blake. Paracelso estuvo siempre poseído de la certeza de que la verdad era más una experiencia fructífera de la realidad que un pensamiento abstracto. A la lógica de los aristotélicos la compara con la “ levadura de los Fa­ riseos, que se mueven de acá para allá entre las escuelas que impiden el poder de la naturaleza y no siguen ni r Cristo ni a la luz natural. Son los muertos que entierrar a los muertos” . En realidad, no hay una doctrina má: paracelsiana que la que Blake sustenta en la siguient* declaración: “ Debo crear un sistema o ser esclavizad« por otro, obra del Hombre; no he de Razonar ni Com parar; mi tarea es Crear” .

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RAQUEL Y LÍA F r y e : Las “ hijas del Fraude” , Raquel y Lía, las her­ manas por las cuales en el A n tig u o T esta m en to Ja­ cob se avino a servir a un amo que después tenía que engañarle, pueden estar en relación con el símbolo V a la ; igualmente Jacob es para Blake una analogía de Albión, siendo el progenitor epónimo de los Israelitas como Al­ bión lo era de la humanidad.

RAHAB Diosa de las religiones autoritarias, es, por otra parte, una de las fuentes del Deísmo. R ah ab creó a Voltaire; de ahí que Rahab represente la virtud moral a secas, así como la Moral Puritana procede también de este “ esta­ do” que Blake anatematiza a lo largo de sus L i b r o s P r o f é t i c o s . Rahab es símbolo análogo a Hijas de Al­ bión. Ella, Rahab, es un “ Estado Eterno” y en él, “ en el estado denominado Rahab” , significa la instigadora de la Moral Natural o de la Religión Natural, y a Rahab es menester abandonarla antes de que pueda trabar amis­ tad con el Hombre. Rahab, es, con otros términos, la manifestación temporal de V a l a, de la cual posee real­ mente todos los atributos: “ Misterio” , “ La Gran Babi­ lonia” , “ Aborrecimiento de la Desolación” , “ Religión en­ cubierta con la Guerra” , “ Dragón Escarlata” , “ Meretriz Secreta” . 1 e r : El nombre R ah ab significa “ violencia” , se encuentra en Isaías, LI, 9 (¿N o eres tú el que cortó a Rahab, y el que hirió al dragón?). Asociada con Babi­ lonia, se encuentra en el Salmo LX X XVII, 4 (“ Yo me

F is h

321 Poemas profètico* y prosas, 11

acordaré de Rahab y de Babilonia entre los que me co­ nocen” ). R ah ab es la epifanía del error, en los acabijos de cada epiciclo histórico y sobre todo al fin del ciclo entero de la historia: es el momento en el cual se hace finalmente manifiesta la tendencia a convertir la cultura mundana en sustituto del conocimiento inspirado.

REVOLUCIÓN SA F i s h e r : “ Revolución” designa en Blake lo primero de

todo el esfuerzo del intelecto de abandonar el error y, se­ gún las palabras del Apocalipsis (X X I, 5 ), “ renovarlo todo” . Sólo en sentido secundario indica la lucha para de­ rribar una forma de gobierno e instaurar otra. En La R e v o l u c i ó n Fr an c es a Blake desea condenar el error político en la persona del Rey, del Obispo y del latifun­ dista aristocrático — simbolizado este último por el así llamado Duque de Borgoña, una invención de Blake para ampliar su razonamiento. La condenación sobreviene como representación de una lucha entre las fuerzas de la reacción, los “ Elegidos” , y las fuerzas de los revoluciona­ rios, los “ Réprobos” , Necker, símbolo del hombre común en su acusación de los excesos de la monarquía: Siéyes, el abate del pueblo; Orleans, el noble pasado a la revolu­ ción, constituyen la oposición a la tentativa de exaltar el orden feudal como una analogía estable del orden ce­ leste. La lucha entre los dos contrarios se convierte en la menle de Blake en símbolo del despertar del intelecto humano de su viaje de sueño que ha durado el arco de seis mil años, que es la unidad cíclica de su mito.

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RINTRAH Hijo de Los, representa la pasión y el furor, pudiendo decirse de este “ estado” lo que se ha dicho de Palamabron. En los primeros L i b r o s Pr &f ét ic os aparece como un demonio de la ira y de la furia, y aparece es­ pecialmente en E ur o pa y en Á f r i c a entre los hijos de Los y de Enitharmon; es un instrumento de Urizen que impone sus Leyes y Religiones al hombre. El significado que pueda tener en El M a t r i m o n i o del C i el o y del I n f i e r n o , aunque similar en cierto modo con el pasaje de Europa (II, 127-130), puede arrojar cierta luz sobre este símbolo. Allí Rintrah contribuye a frustrar una ten­ tativa prematura para derribar el poder de Urizen, el símbolo de la represión. Del mismo modo, en el A r g u ­ m e n to del M a t r i m o n i o del C i el o y del I n f i e r n o , Rintrah podría ser figura de la perversidad, que es pre­ sentada como Moral bajo el símbolo “ Ángel” de las Apa­ riciones, al cual corresponde el “ Abyecto” del A rg u ­ m en to, mientras “ el Justo” llega a ser un diablo. Su nombre parece derivar de IN D R A , dios del panteón hindú. F r id la n d e r :

RUBÉN S l o s s - W a l l i s : R u bén representa el “ Hombre Vegeta­

tivo” o Mortal. El símbolo ilustra, en Je ru sal em, el paso del hombre de un plano de existencia más alto a otro inferior y su retorno, a través de la existencia terre­ na, al estado primitivo. En el estado originario Rubén era un gigante, y se llamaba Merlin. Caído en el sueño de la muerte espiritual o, para usar otra expresión sim­ bólica, transformado en un Errante, es el ser descarria323

do por las ilusiones y dudas provocadas por la razón y la fe en los sentidos. Aunque sus sentidos expansivos son “ limitados” hasta el punto que logra olvidarse de su estado anterior, y es asediado por los tormentos de la duda que siguen a la negación de la visión, está em­ plazado en un medio ambiente de actividades regenera­ doras. La última fase del proceso regenerador empieza y guarda relación como “ Divina Analogía” con los acon­ tecimientos de la historia judía desde Abraham a Jesús.

SATÁN S l o s s - W a l l i s : Símbolo utilizado a menudo, que hace referencia a la pretensión de la mente racional a la auto­ suficiencia y la divinidad. Satán no representa obliga­ toriamente todo el mal posible e imaginable, sino sólo aquella parte de éste que la divina Voluntad permitió antes de que se iniciase el proceso de regeneración. En pocos pasajes Satán es concebido como un ser malvado, y aún en ésos, generalmente, se refiere al estado de caída de este o aquel personaje o carácter de la mitología blakiana, y también tal vez a la personificación del conjun­ to de todos los “ espectros de los muertos” , esto es de to­ dos los males que se concentran en un solo “ gran mal” , exactamente como todas las virtudes se reúnen, en suma, en una única suprema virtud, J e r u s a l e m , o bien como todas las realidades se concentran en una única gran Realidad, la Congregación de Dios, Jesús. En rigor, Sa­ tán debe ser concebido como un “ Estado” y no como una “ Existencia humana” . C a z a m ia n : A través de las divagaciones mitológicas, las revelaciones crípticas, la hinchazón de V ala, M ilto n y Jeru salem , se transparenta, al fin puesto en evidencia,

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el mensaje del profeta. Será quizá captado en una forma más precisa y más clara, teniendo presente el sentido y la evolución de dos figuras que no han cesado de flotar en el horizonte de su pensamiento, y que recobran para él al final de su vida el lugar de primer plano, que les atribuye el cristianismo primitivo: la de Satán y la de Jesús. El principio del Mal, después de haber en El M a t r i ­ m o n i o del C ie lo y del I n f i e r n o encarnado la “ energía” , es decir las fuerzas de la vida y del porvenir, reviste una complejidad desconcertante en la barahúnda de Los Cuatro Zoa. En la iconografía de Blake, apa­ rece primero radiante de juventud y de belleza, semejan­ te a un efebo antiguo; se identifica luego más y más con la serpiente que, algunas veces, se enrosca alrededor de los . Su papel se transforma sin cesar; se convierte en U rizen (o J e h o v á ); es el “ espectro” de Los, luego el de M ilto n y de A lb ió n . Macho y hem­ bra, “ un horror hermafrodita” , se disimula en V ala, que personifica el mundo de las apariencias; es “ Rahab” , la tiranía de las antiguas religiones, así como “ Tirzah” , o el naturalismo filosófico; el fanatismo cruel y ciego así como el escepticismo y el ateísmo.

SWEDENBORG Ingeniero, experto en minería, paleontólogo, filósofo, cul­ tivador de varias ciencias, y de la mística, Emanuel Swedenborg nació en Estocolmo en 1688, y murió en Londres en 1772, de apoplejía, cuando contaba ochenta y cinco años. Emanuel Swedenborg fue de un modo ex­ traño un puente entre dos mundos. Nadie mejor que él hubiese podido ser un hijo del “ Iluminismo” . Sin em­ bargo, este científico considerable vino a ser al final un 325

visionario religioso influido por la literatura metafísica y y mística que había anteriormente despreciado. Aún así, jamás había de abandonar un cierto positivismo, hasta diríamos un cierto materialismo heredado de su menta­ lidad primera, y que constituía una contradicción dentro de sus escritos espiritualistas. Los detalles de la “ tran­ sición” se encuentran en su Diario (1743-1744). Tras una serie de experiencias psíquicas, quedó convencido totalmente de la relación entre lo Finito y lo Infinito. Después emprendió la publicación de una serie de co­ mentarios bíblicos, empezando con “ La Palabra Expli­ cada” , y procediendo luego a la publicación en Londres de la “ Arcana Caelestia” , entre los años 1749-56. A par­ tir de esta fecha su vida transcurre entre Estocolmo, Londres y Amsterdam, escribiendo e imprimiendo una gran variedad de obras en las que expuso su experiencia y sus doctrinas. Los libros que más habían de influir sobre Blake, entre los que Swedenborg produjo por estas fechas, fueron: La Sabiduría de los Ángeles en relación al Divino Amor y la Sabiduría, La Sabiduría de los Ángeles en relación con la Divina Providencia, y su última obra, La Verdadera Religión Cristiana. Blake fue simpatizante del movimiento swedenborgiano mien­ tras residió en Lambeth. Aunque el entusiasmo por Swe­ denborg no había de durarle mucho, retuvo algunos pun­ tos de su doctrina. Especialmente, le dejó una honda huella la concepción swedenborgiana de los “ Estados” . La discusión de la cuestión de los estados, en la obra: Wisdom of Angels concerning the Divine Providence, debe haber concentrado la atención de Blake sobre este asunto. Pero no había de tardar mucho en rechazar las ideas de Swedenborg y el desafío lo encontramos en el Libro Segundo del poema M i l t o n donde el poeta nos sirve su “ Teoría de los Estados” , que es con mucho más original y más profunda que la de Swedenborg. 326

THARMAS S l o s s - W a l l i s : E s uno de los Cuatro Zoa; es llamado el

“ Padre Pobre” , “ padre de los gusanos y del fango” , tér­ minos que asocian vagamente este símbolo con las for­ mas elementales de la existencia. En Los Cuatro Z o a , Tharmas es generalmente figura de la duda y de la de­ sesperación, que anda errante en busca de Enion, su dé­ bil, ilusoria Esperanza. Como los otros Zoa, también él pretende el dominio sobre los hombres, y lucha con Urizen para hacerse con este poder. Tharmas es estado asociado con Tama (tamas), el tercer guna del Bhagavadgita, que indica el tipo de actividad más instintivo, aquel que prevalece en el sue­ ño y en la pereza. En el mundo de la Caída, Tharmas representa los instintos y las sensaciones. Tharmas y Enion son declarados los progenitores de Enitharmon, “ El Espacio” : las funciones instintivas son precisamente aquellas que revelan al hombre el espacio, y Tharmas está asociado también específicamente con la lengua (gus­ to y tacto). Los nombres de Enion y Tharmas fueron formados de Eni-tharm- ON. “ Tharmas” puede tener alguna relación también con Thammuz o Tammuz, nom­ bre sirio de Adonis. Fish e r :

THEOTORMON Los Hijos de Los representan la fuerza regeneradora de la vida, y entre estos hijos los hay que nunca fueron “ generados” , frase que elude la interpretación, salvo que implica que los tales no abandonan jamás su función. Éstos son: Rintrah, Palamabron, Theotormon y Bromion. Ellos ofrecen una vaga correspondencia con Los 327

temente símbolo de la vida mortal carente de ilumina­ ción. F i s h e r : El nombre U lro puede derivarse de ru ler (gobernante) o simplemente de ru le, el principio de aquella “ Forma Matemática” que es “ Eterna en la Me­ moria razonante” (Véase “ Sobre la Poesía Homérica y sobre Virgilio” ).

URIZEN Personaje central de la mitología blakiana. Es en las V i s i o n e s de las H ij a s de A l b i ó n donde aparece por primera vez. Es el dios malo que creó este mundo, el dios del razonamiento abstracto, de la ciencia, de la balanza y el compás, de las prohibiciones morales y re­ ligiosas. Es un viejo con barba, como si fuera de escar­ cha, celoso y vindicativo, a quien su vista torpe no im­ pide querer dominarlo todo. Desde 1793 es el enemigo jurado de Blake, al que no escatima escarnios e invec­ tivas. Urizen, el Papinemo de las poesías del Manuscrito Rossetti, es el “ Creador de los Hombres” que representa la concepción ortodoxa de la Divinidad, contra la cual se alza Blake. En Los Cuat ro Zoa, Urizen representa el origen de la moral represiva, de la religión y de la filo­ sofía falta de visión, si bien no queda claro si Urizen encarna el mal de la Ley Mosaica, o si por el contrario es el espíritu del Mal del universo el que impone tal ley. En las partes últimas escritas de Los Cuatro Zoa (No­ ches VII y V III) el símbolo se emparenta con el Espec­ tro. Como el Espectro, Urizen constituye al mismo tiem­ po un aspecto de la mente del hombre y una de las fuerzas demoníacas del mundo humano, los Z oa, que 330

tienden a dominar al hombre. Urizen entra en conflicto con Ore, con la “ Mujer Tenebrosa” , con Milton. El más significativo de tales conflictos es, sin embargo, el que entabla con Los, durante el cual las figuras de Urizen y de Los son definitivamente contrapuestas como las del Eterno Sacerdote y el Eterno Profeta. H i r s c h : Este nombre bien podría ser un juego de pa­ labras nacido de “ y ou r re a son ” . Conjetura plausible, indicando el posesivo de la segunda persona despectiva­ mente la baja estima en que Blake tenía a la Razón. F r i d l a n d e r : El nombre deriva quizá del griego O rizo,

delimitar, circunscribir.

URTHONA S l o s s - W a l l i s : Urthona es el cuarto de los Zoa, y era el nombre eterno de Los antes de la Caída, antes, esto es, de la separación del Tiempo de la Eternidad; Los es el nombre del símbolo con referencia a la vida del hombre. Es difícil de todos modos establecer la precisa relación entre los dos nombres. Los es a veces llamado el espectro de Urthona, y a veces Urthona es llamado el espectro de Los, mientras que en un pasaje ambos son identificados. Es sin embargo probable que Blake lo con­ cibiese inicialmente como una figura única representante de la energía espiritual. D a m o n : El nombre deriva de Ur y T h on , tierra. F r i d l a n d e r : Hace referencia a la vez al griego era o, amar, y th eón , de los dioses: esto es, el amado de I09

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una figura cuasi-Cabalística, el Hombre Eterno, que apa­ rece con el propósito de representar en principio un ele­ mento de lo Universal, después el mismo Universal. El Hombre es uno de los Eternos. Él “ cae” , y el resto de los Eternos obra activamente para volverlo a juntar a ésos. La Caída es debida a la rebelión de los Cuatro: (In­ telecto, Luvah, la emoción, Tharmas, la sensación, Urthona, la imaginación). Cada uno de éstos intenta, de vez en cuando, establecer su propio dominio sobre el hombre, así que la materia de los mitos contenidos en las Noches I-VII está constituida a base de los conflic­ tos por el predominio que los Z oa sustentan, pero sin que ninguno de tales conflictos llegue a una conclusión definitiva. El mito de la Noche IX narra cómo, con la subordinación de los Z oa, la unidad ideal volverá a ser un hecho. Cuando, alrededor de 1800, Blake adoptó un Cristianis­ mo a su modo, el mito de Va la necesariamente debía ser revisado. En un pasaje de la Noche IX, que es la más cercana a la redacción primitiva de la obra El Hom­ bre Eterno es el elemento caído de los Eternos, mientras que Urizen constituye un elemento del Hombre rebelde. El resto de los Eternos, de hecho nada preocupado, tra­ baja para la reunificación. Las Noches VII y VIII actua­ les, añadidas después de la mencionada evolución, re­ presentan en cambio el mundo de los Eternos como “ Con­ gregación de Dios” , una Providencia eternamente activa vista, en relación a la vida del hombre caído, como la Divina Visión o Jesús. E l H om b re E tern o es un ele­ mento de la “ Congregación de Dios” , caído, pero para ser redimido en el Tiempo por el proceso de la vida, cuyo principal acontecimiento está constituido por la En­ carnación y la Crucifixión. En esta nueva forma del mito, los Zoa son presentados, pues, ya como potencias externas y generalmente antagónicas del hombre, ya 334

como teniendo cada uno un puesto en el ser de los indivi­ duos humanos: Razón o Urizen, Emoción o Luvah, Ener­ gía Espiritual o Los, Sensación o Tharmas. Este significa­ do doble, en parte demoníaco en parte psicológico, de los Z o a , es uno de los motivos de la dificultad que ofrecen las últimas “ profecías” de Blake. Una tentativa de una más precisa definición de los Zoa pondría frente a difi­ cultades insuperables. Éstos son llamados “ Vidas en la Eternidad” , “ Criaturas vivas” , los “ Cuatro Elementos” de los “ Cuatro Universos” ; son los puros “ Sentidos Eter­ nos” , los “ Nervios de la Sensación” , los “ Ríos de la Vi­ da” o los “ Cuatro Ríos de las Aguas de la Vida” , “ los Ca­ rros de la Humanidad” . Pero ninguna de éstas puede ser definición decisiva. El mismo Blake lo ha declarado al decir: “ cuáles sean las Naturalezas de estas Criaturas vi­ vas el Padre Celeste lo sabe; ningún individuo lo sabe ni puede en toda la Eternidad saberlo” ( Los Cuatro Zoa, 1-7-8). El término “ Z o a ” puede ser derivado del texto griego del Apocalipsis (IV, 6 ), donde hallamos el original del “ beast” de la Versión Autorizada inglesa de 1.611. La imagen tiene además un precedente en la visión de Ezequiel de las “ criaturas vivas” (Ezequiel 1-5-6): “ Y en medio de ella, la figura de cuatro animales. Y éste era su parecer; había en ellos semejanza de hombre; y cada uno tenía cuatro rostros y cuatro alas” . Es también po­ sible que Blake hubiese pensado en un personaje de la literatura popular de su tiempo, “ Zoa, the Beautiful Indian” , personaje que empero era una muchacha, mien­ tras que los Zoa blakianos son varones. Además, Blake corregía Vala en Felpham, propiamente en la época en la cual, como resulta de una carta a su hermano James del 30 de enero de 1803, había empezado a leer el Nue­ vo Testamento en el texto griego: y, como fuente, la neotestamentaria es quizá aquélla que mejor caracteriza 335

aquel momento de Blake. El poeta adoptó la forma plu­ ral griega como un singular inglés, escribiendo y cortan­ do luego el plural inglés con un apóstrofo, wZoaV\ se­ gún el uso del siglo xvm . F r y e : En el origen del mito de Los Zoa se encuentra el mito del carro y del trono. El carro se encuentra tam­ bién en las pinturas alegóricas del Renacimiento que representan triunfos de los dioses o de la virtud; en el Bagavadgita, Krishna, “ la divina imaginación” de Arjuna, es el cochero de Arjuna, y una figura análoga apa­ rece en el Fedro de Platón. Pues, el carro es conducido por animales, que por lo mismo pasan a ser símbolos de Dios; en los triunfos mencionados, Venus es siempre guiada por palomas, Juno por pavos reales, Baco por leo­ pardos, etc. En Ezequiel, Dios se hace visible sobre un carro rodeado de cuatro “ criaturas vivas” llenas de ojos, cada una semejante a un águila, un buey, un león y un hombre juntamente. En el A p o c a l i p s i s el carro de Ezequiel se ha convertido en un trono, y allí encontramos usada la misma expresión: “ criaturas vivas” , si bien £<|>a se haya traducido en la Biblia inglesa de 1611 por “ beasts” . Asimismo, en el T im e o , Dios, queriendo hacer a este mundo semejante al más bello y al más per­ fecto de los seres inteligibles, crea un animal visible que incluye en sí a todos los demás animales de naturaleza análoga. D a m o n : Urizen, Luvah, Tharmas, y Urthona — razón, pasión, cuerpo o sentido— tienen una analogía con los cuatro “ elementos ocultos” de Paracelso. F i s h e r : E l sign ificad o secundario de la palabra griega £<¡>ov, que en tal sentido se encuentra habitu alm en te en la form a p lu ral, es “ fig u r a ” o “ im ag en ” — com o se

336

diría para pinturas o esculturas. En L os L ib r o s P r o fe ­ ti eos, Blake usó la forma plural “ Zoa” para indicar la imagen de cada uno de los cuatro aspectos originarios de la Existencia Eterna del Hombre.

337

PRÓLOGO

7

CANTOS DE INOCENCIA Introducción.............................................................21 El chiquillo n e g r o ..................................... ......... 22 La divina i m a g e n ..................................... ......... 24 de ESBOZOS POÉTICOS (1783) Canto de un p a s t o r ..................................... ......... 27 Canto de un viejo pastor.............................. ......... 28 CANTOS DE EXPERIENCIA (1794) de CANTOS DE INOCENCIA Y DE EXPE­ RIENCIA (1789-1794) Introducci ón. . . . . . . . 33 Respuesta de la t i e r r a .......................................34 El terrón y el g u i j a r r o .............................. .........35 Jueves Santo.............................................................36 El deshollinador............................................ .........37 La m o s c a .............................................................38 El pequeño v a g a b u n d o .......................................39 L ondres........................................................... .........40 El t ig r e ........................................................... ........ 41 El hombre e s e n c ia l..................................... ........ 42 341

del MANUSCRITO ROSSETTI (1793-1811) Me tendí......................................................... V i ................................................................... Pena i n f a n t i l ............................................ A Papinem o.................................................. P ed í.................................................................. Oí . ........................................................... Si esto que escriben los profetas . . . Os d i r é ........................................................... No son más dulces los goces matutinos . . Notas l a v a t e r ............................................ No hay religión natural (1788) . . . Todas las religiones son una (1788) . . Tiriel (Alrededor de 1789) . . . .

45 46 47 49 50 51 52 53 54 55 59 62 64

EL LIBRO DE THEL (Alrededor de 1789) Lema de T h e l ............................................ Augurios de i n o c e n c i a .............................. La revolución sa (versos 83-120) . .

75 82 87

EL MATRIMONIO DEL CIELO Y DEL INFIERNO (Alrededor de 1790) A rg u m e n to .................................................... 93 La voz del d i a b l o ..................................... 95 Visión m e m o r a b le ..................................... 97 Proverbios infernales..................................... 98 Visión m e m o r a b l e ..................................... 104 Visión memorable . . . . • . 107 Visión m e m o r a b l e ..................................... 109 Visión m e m o r a b l e ..................................... 114 Un canto de libertad..................................... 116

342

VISIONES DE LAS HIJAS DE ALBIÓN (Alrededor de 1793) A r g u m e n to .................................................... Visiones...........................................................

121 122

de AM ÉRICA-U NA PROFECÍA (1793) Preludio (versos 1 a 3 7 ) .............................. Una profecía (versos 95 a 135)

135 138

LIBRO DE URIZEN (1794) Fragmento (Cap. V I I ) .............................. Fragmento (Cap. V I I I ) .............................. Fragmento (Cap. I X ) ..............................

143 145 148

EUROPA (1794) Europa - Introducción..................................... Europa - Una p r o f e c í a .............................. El canto de Los (1795) - África . A s ia .................................................................

153 155 157 160

de LOS CUATRO ZOAS i LOS TORMENTOS DE AMOR Y CELOS EN LA MUERTE Y JUICIO DE ALBIÓN - EL HOMBRE ANTIGUO (1797-1804) Lamentación de Enión Noche II (últimos versos) . . . . Noche VIII (versos 533-595) . Notas a W a t s o n ............................................ Notas a B a c o n ............................................ Anotaciones a la versión de Boy del infierno de D ante.................................................... Anotaciones a las “ Reflexiones” de Reynolds de MILTON Milton - P refacio............................................ Milton (Libro II, 3 0 -3 3 )..............................

167 169 172 178 182 184 195 196 343

Milton (Libro II, 4 0 -4 1 ).............................. Catálogo descriptivo número II (Selección) Escrito alrededor de 1809 . Catálogo descriptivo número V (Selección) .

204 208 210

MANIFIESTO (FRAGMENTOS) (Escrito alrededor de 1810) Manifiesto - F ra g m e n to s.............................. Visión del juicio final (Fragmentos) 1810 .

215 224

JERUSALEM (1804-1820) J e r u s a l e m ............................................ Jerusalem (Cap. III, 69-71) . A los cristianos..................................... Jerusalem (Cap. IV, 91) . Jerusalem (Cap. IV, 94-99) . Anotaciones a “ Siris” de Berkeley . Hojas sibilinas (La poesía de Homero) . Sobre V i r g i l i o ..................................... El grupo de Laoconte.............................. El eterno Evangelio..............................

235 238 244 246 248 257 259 260 261 265

SÍMBOLOS Y F U E N T E S ..............................

281

344

cf

Impreso en el mes de diciembre de 1971 en los talleres de G r á f ic a s D ia m a n t e

Zamora, 83, Barcelona

ASIA

Los Reyes del Asia, como oyeran el clamor que se ele­ vaba de Europa, salieron corriendo de su red, de su ca­ verna tejida en los antiguos tiempos, porque las tinieblas asiáticas temblaban de miedo ante los fuegos de Ore, de llamas espesas y forjadoras de pensamientos. Y los reyes de Asia se levantaron y, presa de amargura su alma, dijeron: “ ¿No buscará el Rey el Hambre de la landa o el Sa­ cerdote irá a buscar la Peste en los Pantanos para opri­ mir, asustar y diezmar a los habitantes de la montaña y de la llanura, en los días de henchida prosperidad y en las noches de deliciosos cantos? “ ¿No pondrá el Consejero el freno de La Pobreza al hom­ bre laborioso, para fijar el precio del trabajo, o para in­ ventar riquezas alegóricas? “ Y los amonestadores particulares de los hombres ¿no provocarán incendios en la ciudad, a fin de tener mon­ tones de humeantes ruinas durante la noche de la pros­ peridad y del desenfreno? “ ¿Se apartará al hombre de su sendero, se impondrán pro­ hibiciones al niño desde el seno de su madre, se privará de pan a la ciudad, para que los otros aprendan a obe­ decer, para que el orgullo perezca en los corazones y la concupiscencia de los ojos se sosiegue, y los oídos ensor­ dezcan desde la infancia y las fosas nasales se cierren, 160

para que los mortales gusanos aprendan a tomar el ca­ mino que empieza en las puertas de la tumba?” Urizen oyó sus gritos, y sus agitadas y temblorosas alas pasaron, enormes, por encima de las rojas llamas, arras­ trando nubes de desesperación a través de los cielos de Europa. Y sus Libros de bronce, de hierro y de oro se fundieron y cayeron sobre la tierra mientras volaba y movíase pesadamente, gritando y llorando. Y se detuvo sobre Judea, y permaneció en su antiguo lugar, y extendió sus nubes encima de Jerusalén, porque Adán, un esqueleto convertido en polvo, yacía en el jar­ dín del Edén, y Noé, blanco como la nieve, sobre el mon­ te Ararat. Entonces los truenos de Urizen surgieron desde la alta tiniebla por él tejida. O r e , furioso en medio de las tinieblas de Europa, se levantó como una columna de fuego por encima de los Alpes, se irguió como una serpiente de llamas. ¡Y la hos­ ca Tierra se encogió! En adelante, entre el polvo de los muertos, las osamentas se juntan y entrechocan; la arcilla estremecida alienta, y la carne se yergue, desnuda: Padres y Amigos, Madres e Hijos, Reyes y Guerreros. La Tumba chilla alborozada, mueve sus flancos huecos y se abraza al sólido tallo. Su seno se hincha, presa de un salvaje deseo, y leche, sangre y vino glandular se precipitan como ríos, gritan y danzan en las montañas, los valles y las llanuras. Aquí termina el Canto de Los. Urizen lloró.

161 Poemas prof éticos y prosas, 6

Zoa. El “ fiero” Rintrah corresponde a Urthona y Los; el templado y lastimero Palamabron a Luvah; Theotormon, “ plagado de inquietud” , a Urizen; y Bromion, “ el conocimiento amoroso” a Tharmas.

TIRIEL Con toda seguridad Blake conocía la obra de Agrippa: La Oc ul ta F i l o so f í a. Los nombres Tiriel y Zazel provienen del capítulo X X II de esta obra que incluye las listas de los nombres divinos pertenecientes a las tablas de los Planetas. Tiriel es la “ Inteligencia” del Planeta Mercurio y Zazel el “ demonio” de Saturno. T i r i e l representa dramáticamente, o por lo menos alegóricamente, la autoridad gastada, el dogma sin vigencia. El personaje, ciego, es una especie de rey Lear reducido a desnuda esencia psicológica. Sus hijos sienten repugnancia por él y se burlan de sus palabras. Tras un largo vagar lejos de su arruinado palacio, llega finalmente al lugar donde viven H ar y H eva (trasunto de Adán y Eva, o bien, según algunos exégetas, encar­ naciones de la pintura y la poesía), los cuales se hallan sentados al pie de un roble, el árbol del error. A causa de la estrecha vigilancia a que los somete Mnetha (¿Ate­ nea?) se hallan reducidos a una pueril trivialidad, que es como Blake consideraba la poesía neoclásica. T ir ie l es invitado a escuchar a Har, que canta encerrado en una gran jaula, símbolo de las convencionales formas de la poesía del siglo xviii. Tiriel prosigue su camino pero encuentra a I j i m (¿im agen?), personaje que re­ presenta la religión popular y la superstición, quien le hace regresar a su palacio. De nuevo Tiriel maldice a B a rtra :

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sus hijos e hijas, personificaciones de los cinco sentidos, los servidores de la razón.

TIRZAH S l o s s - W a l l i s : Tirzah, “ Religión Natural” , repite me­ ramente el símbolo de Rahab. El nombre es el de una hija de Salphaad (Números, X X V II, 7 ). R ahab y T i r ­ zah son identificadas con Las Hijas de Álbión; repre­ sentan la religión de Babilonia, o Misterio, y aparecen en activa oposición a los esfuerzos regeneradores de Los.

ULRO Es el país de la Razón y del materialismo, una inmensa comarca horrorosa, dominada por una especie de mon­ taña, la Roca de las Edades, formada por las almas de los hombres convertidas en piedra. En J e ru s al em, Blake se esfuerza por poner en claro que no se opone a la materia sino a la teoría materialista, y con este fin des­ linda a lo largo del poema el Mundo de la Generación, “ formas materiales vivas que se abren como una flor desde el centro de la Tierra en el cual la Eternidad re­ side” , y el concepto de Ulro, el universo newtoniano de la materia inorgánica “ los abstractos vacíos entre las Es­ trellas” , “ las Ruedas de Tortura Satánicas” . S l o s s - W a l l i s : Ulro es el estado de error total, el sue­ ño mortal del espíritu, el modo de vivir que rechaza la visión; es pues el estado natural del hombre, que ha na­ cido “ espectro” y que llega a regenerarse tan sólo por medios espirituales. Ulro es por la misma razón, frecuen-

329

dioses, lo que concuerda con el significado atribuido a Los de espíritu poético y profético. F i s h e r : El nombre “ U r t h o n a ” puede ser un anagra­ ma del griego dpo'vou, que se encuentra en el Apoca­ lipsis, IV, 6, en la descripción de las cuatro “ criaturas vivas” .

VALA S l o s s - W a l l i s : V a l a, título primitivo del libro ahora

conocido como Los C uat ro Zoa, pasa a ser, como resul­ tado de las repetidas aunque no sistemáticas revisiones de la obra hechas por Blake, título del todo inadecuado, puesto que el personaje que designaba, y que en la pri­ mera redacción aparecía central, pasó después decidida­ mente a segundo plano. Diversos pasajes de las N o c h e s II, III, V y IX indican que la obra original constituía una alegoría, que tenía a V a l a por figura principal, puesta en relación con los funestos resultados del “ amor que quiere dominio” , del secreto y de la vergüenza en amor y de la división en el espíritu causada por los celos. En un sentido más amplio, la alegoría representaba quizá el poder de la engañosa belleza de la Naturaleza, perso­ nificada en V a l a, y que tiende a distraer al hombre de la vida del espíritu. En las Noches VII y V III de Los Cuat ro Zoa y en J er us al e m, Vala es el contrario de Jerusalem, constituyendo la sombra, “ Babilonia” . Mien­ tras que Jerusalem es el bien ideal, la visión de la ver­ dad inspiradora, Vala es ya un símbolo del mal, ya un malvado poder espiritual. Es juntamente el rechazo de la visión y el mal consiguiente en la esfera moral. Val a es, pues, símbolo de aquella ilusión que se presenta al 332

hombre como universo físico, es “ Naturaleza, madre de todo” y al mismo tiempo representa el principio espiri­ tual del mal, que induce al hombre a la aceptación del error. F r y e y F i s h e r : Bl ake sacó el nombre “ Vala” de los

E ddas, en los cuales “ Vola” es la sibila, y su canto profético es la Völuspa (Profecía de la Vidente), sobre la cual Blake quería quizá modelar la propia profecía.

VEGETACIÓN S l o s s - W a l l i s : Éste, y todos los términos con él empa­ rentados, son usados por Blake con relación a la ilusión de corporeidad que el hombre tiene acerca del mundo, o una porción cualquiera. El error es inherente a la acep­ tación del “ vegetativo” como real, y acentuado después por el hecho de que tal error viene atribuido como re­ sultado de la percepción de los sentidos a las “ actividades femeninas” , o, con análogo significado, a los poderes del “ espectro” , los cuales intentan “ hacer vegetante la Di­ vina Visión” , pervertir la verdad de la Imaginación en los errores de la Religión Natural. El hombre, cuando se sujeta a las limitaciones de los sentidos, viene también descrito como “ ligado a los tallos de la vegetación” .

Z OA S l o s s - W a l l i s : El mito de Los Cuatro Zoa es propues­ to por Blake por primera vez en V A L A , escritura origi­ naria de Los Cuatro Zoa. En la base del mito hay

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