¡A Hipotetizar que se (cambia) el Mundo! Argentina, 2011. Una familia no llega a destino. Su coche aparece y reaparece, repetido mil veces en los noticieros en su escorzo de cámaras de seguridad; pero la familia no. Los analistas acumulan datos sobre ellos: todos saben algo, pero nadie sabe nada. Aparecen en los medios los analistas policiales, un tipo de augur, que cambian y disuelven hipótesis de un día a otro, en las mareas del presente continuo. Con los resultados de las pesquizas y las investigaciones, esos sutiles mundos estallan, y el olvido se encarga de exculpar esas burbujas de sentido. En segundos se volverá a hipotetizar. Hipotetizan los detectives, los medios, y las chusmas de barrio. Expresiones hipotéticas como “Que sea lo que Dios quiera”, “la suerte esta echada” o “vamo´ a ver que sapa” descansan en teorías de lo real. Vivir en el mundo y hacer que las cosas sean legibles es todo un trabajo. Las hipótesis buscan darle argumento, trama, a lo que percibimos como “la realidad”. Crear, empezar o terminar algo son el resultado de hipótesis. Vivimos dentro de universos hipotéticos: el sentido común gramsciano funciona así, y los filósofos son hipotesistas profesionales. Pero no hay infinitas hipótesis. Inquietantemente, en “Mas allá del Bien y de Mal” (20), Nietzsche resuelve que, como las ideas filosóficas, la amplitud de todas las hipótesis residen dentro de las limitaciones de la gramática…. Quiero señalar que no es un problema que cada uno tenga una hipótesis de lo que pasa un “principio de realidad” diría Freud-, sino que compartimos varios que son evidentemente poco conducentes, o que por lo menos no han hecho de la vida un lindo lugar para vivir. En un mundo de coordenadas hipotéticas, sería una excelente prospectiva explorar otras hipótesis y si fuera posible, aventurarse en ellas como un recreo del mundo y, a la vez, como una forma de resistencia y de altermundismo artesanal. Tres hipótesis para usar en casa: 1- La realidad es un continuo de caos, con islotes de orden y sentido racional. Por una cuestión de momento o de lugar esos órdenes se desordenan y el islote reaparece en otro lado. Esta hipótesis es muy útil para cambiar de trabajo, ordenar papeles o empezar una charla con alguien interesante. 2- La naturaleza humana es un continuo con la experiencia animal y nuestros reflejos y acciones son, en realidad, instintos y atavismos. Lo que llamamos cultura es en realidad una forma de grito de guerra, de procreación, de dolor o de soledad. Es una hipótesis muy útil para vivir en el país del norte, aparecer en una foto mural en un local de comida rápida, justificar un atracón o una borrachera u, otros y otras. 3- No hay historia, no hay continuidades, el mundo se crea y recrea en cada instante: lo que hay, no fue nunca, ni será. El instante imperceptible esta acabando y creándose delante nuestro. Y yo no me meto en un crédito porque tengo miedo a que pasará con el dólar en el 2015…