Los 5 ritos tibetanos (extracto de Kelder)
Los 5 ritos tibetanos Presentación. Extracto del libro "Ancient Secret of the Fountain of Youth" (Antiguo secreto de la fuente de la juventud) de Peter Kelder, publicación la cual es a su vez una versión revisada del libro "The Eye of Revelation" (El ojo de la revelación), del mismo autor. Traducción libre del inglés, idioma original de la obra. Asegúrate de leer todo el material antes de proceder a realizar los ejercicios. "Los efectos y consecuencias que se generen de la práctica de estos ejercicios son responsabilidad exclusiva de quien realice los mismos". Este librito maravillosamente sencillo no es para todos. Deberías leerlo sólo si puedes aceptar la descabellada idea de que el envejecimiento puede ser revertido. Lo deberías leer sólo si te atreves a creer que la "Fuente de la Juventud" realmente existe. Si denodadamente te aferras a la prevaleciente idea de que tales cosas son imposibles, leer este libro será una pérdida de tu tiempo. Si, por otro lado, puedes aceptar que lo "imposible" es realmente parte de tu entendimiento, entonces estás justo donde hay abundancia de recompensas. La primera cosa importante de aprender es: el cuerpo tiene siete centros de energía que podrían llamársele vórtices. Los hindúes les llaman chackras. Son poderosos campos eléctricos, invisibles al ojo, pero sin duda completamente reales. Cada uno de estos siete vórtices se centra en una de los siete glándulas del sistema endócrino, y funciona estimulando la producción hormonal de las glándulas. Son estas hormonas las que regulan todas las funciones corporales, incluyendo el proceso de envejecimiento. En un cuerpo saludable, cada uno de estos vórtices revoluciona a gran velocidad, permitiendo a la energía vital, también llamada "prana" o "energía etérica", elevarse fluyendo a través del sistema endócrino. Pero si uno o más de estos vórtices empieza a disminuir su velocidad de giro, el flujo de la energía vital es inhibida o bloqueada, y pues ése es otro nombre para el envejecimiento y la enfermedad. Estos vórtices giratorios extienden su influencia hasta afuera en las carnes de un individuo saludable, pero en alguien viejo, débil y enfermo, difícilmente alcanzan la superficie. La manera más fácil de recuperar juventud, salud y vitalidad es empezar a hacer girar estos centros de energía hasta alcanzar su normalidad de nuevo. Hay cinco simples ejercicios que permitirán lograr esto. Cualquiera de ellos por su cuenta es útil, pero todos los cinco se requieren para los mejores resultados. Estos cinco ejercicios no son realmente ejercicios en todo caso. Los lamas les llaman "ritos".
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Los 5 ritos tibetanos (extracto de Kelder)
The body's seven energy vortexes are centered on the seven
Los siete vórtices de energía del cuerpo están centrados en las siete endocrine glands: (1)the reproductive glands, (2)the pancreas, (3) glándulas endócrinas: 1) las glándulas reproductivas, 2) el páncreas, 3) the adrenal gland, (4)the thymus gland, (5)the thyroid gland, (6) las glándulas adrenales, 4) la glándula timo, 5) la glándula tiroides, 6) the pineal gland, and (7) the pituitary gland. la glándula pineal, y 7) la glándula pituitaria. These energy vortexes revolve at great speed. When all are reEstos vórtices de energía revolucionan a gran velocidad. Cuando tovolving at high speed, and at the same rate of speed, the body is in dos están revolucionando a alta velocidad, y a la misma velocidad, el perfect health. When one or more of them slow down, aging and cuerpo está en perfecta salud. Cuando uno o más de ellos se lentifica, physical deterioration set in. sobrevienen el envejecimiento y el deterioro físico.
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Los 5 ritos tibetanos (extracto de Kelder) Rito número uno El primer rito es de lo más simple. Es efectuado con el expreso propósito de acelerar los vórtices. Los niños lo hacen todo el tiempo mientras juegan. Todo lo que tienes que hacer es permanecer erguido con los brazos extendidos, horizontales al piso. Ahora da vueltas hasta que te empieces a sentir ligeramente mareado. Una cosa es importante: debes girar de izquierda a derecha. En otras palabras, si pusieras un reloj en el piso con la carátula arriba, girarías en la misma dirección en que se mueven las manecillas. Al principio, la mayoría de los adultos son capaces de girar sólo cerca de media docena de veces antes de empezar a sentirse completamente mareados. Como principiante, no vayas a intentar hacer más. Y si sientes como que te sientas o vas cayendo para recuperarte del mareo, entonces por todos los medios deberías hacer justo eso. Como punto de partida, practica el rito sólo hasta el punto de sentirte levemente mareado. Pero con el tiempo, en tanto practiques todos los cinco ritos, serás capaz de girar más y más veces con menos mareos. También, en consideración de reducir el mareo, puedes hacer lo que bailarines y figuras del patinaje hacen. Antes que empieces a girar, centra tu mirada en un simple punto en línea recta. En cuanto comiences a girar, sostén tu mirada en tal punto tanto como te sea posible. Eventualmente tendrás que soltar tu campo de visión, de manera que tu cabeza puede girar tal como el resto del cuerpo. De pasar esto, gira tu cabeza muy rápidamente y reenfoca el punto de referencia lo más pronto posible. Este punto de referencia te permite estar menos desorienteado y mareado.
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Los 5 ritos tibetanos (extracto de Kelder) Rito número dos Siguiendo al rito número uno está un segundo rito, el cual estimula un poco más los siete vórtices. Es incluso más sencillo de hacer. En el rito número dos, uno primero yace plano en el piso, bocarriba. Es mejor recostarse sobre una alfombra gruesa o alguna especie de superficie firme y lisa. Ya que hayas pegado completamente la espalda al piso, extiende completamente tus brazos a lo largo de tus costados, y coloca las palmas de tus manos contra el piso, manteniendo los dedos pegados entre sí. Luego, levanta tu cabeza despegándola del piso, tocando el pecho con la barbilla, Mientras haces esto, levanta tus piernas, rodillas firmes sin doblar, hasta una posición vertical. De ser posible, deja que las piernas se extiendan sobre el cuerpo, hacia la cabeza, pero no dobles las rodillas. Luego baja lentamente tanto la cabeza como las piernas, rodillas firmes sin doblar, hacia el piso. Permite que todos los músculos se relajen, y luego repite el rito. Con cada repetición establece un ritmo de respiración: inhala profundamente mientras levantas las piernas y la cabeza; exhala completamente mientras bajas y te aflojas. Entre repeticiones, mientras permites que los músculos se relajen, continúa respirando al mismo ritmo. Mientras más profundo respires, mejor. De no ser capaz de mantener las rodillas perfectamente derechas, entonces dóblalas tanto como se requiera. pero en tanto continúes ejecutando el rito, intenta mantenerlas rectas tanto como sea posible.
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Los 5 ritos tibetanos (extracto de Kelder) Rito número tres El tercer rito debería practicarse inmediatamente después del rito número dos. También resulta ser de lo más sencillo. Todo lo que necesitas hacer es arrodillarte en el piso con el cuerpo erguido. Las manos deben colocarse contra los muslos. Ahora inclina cabeza y cuello hacia adelante, tocando la barbilla contra el pecho. Luego, impulsa cabeza y cuello hacia atrás tanto como se pueda, y al mismo tiempo inclínate hacia atrás arqueando la espalda. Mientras te arqueas, sujeta tus brazos y manos contra los muslos como apoyo. Al terminar de arquearte, regresa a la posición original y empieza el rito completo de nuevo. Como con el rito número dos, deberías establecer una pauta rítmica de respiración. Inhala profundamente en tanto arqueas la espalda. Exhala en tanto regresas a la posición erguida. La respiración profunda es de los más benéfico, así que mete a los pulmones todo el aire que puedas. Con la intención de centrar la atención en tu interior, cierra tus ojos al realizar el rito. De esta manera eliminas las distracciones y puedes focalizarte interiorizando en ti mismo.
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Los 5 ritos tibetanos (extracto de Kelder) Rito número cuatro Realizar por primera vez el rito número cuatro pudiera resultar algo difícil. Pero tras una semana, es tan sencillo como cualquiera de los otros. Primero, siéntate en el piso con las piernas rectas frente a ti y tus pies separados alrededor de 12 pulgadas (30 cm, aproximadamente). Con el tronco erguido, coloca las palmas de tus manos en el piso justo al lado de las nalgas. Luego, mueve la barbilla y toca con ella el pecho. Ahora lleva la cabeza hacia atrás tan rápido como se pueda. Al mismo tiempo, levanta el cuerpo en tal forma que las rodillas se doblen mientras que los brazos permanecen rectos. El tronco estará en línea recta con los muslos, horizontal y paralelo al piso. Y ambos brazos y las piernas, estarán rectos en vertical, perpendiculares al piso. Entonces, tensa cada músculo del cuerpo. Finalmente, relaja tus músculos y regresas a la posición original de sentado, y descansa antes de repetir el procedimiento. De nuevo, la respiración es importante para este rito. Inhala profundamente mientras levantas el cuerpo. Sostén la respiración mientras tensas los músculos. Y exhala completamente mientras desciendes. Continúa respirando al mismo ritmo también mientras descansas entre repeticiones.
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Los 5 ritos tibetanos (extracto de Kelder) Rito número cinco Cuando ejecutes el quinto rito, tu cuerpo ha de estar bocabajo, en el piso. Te has de apoyar con las manos, palmas abajo contra el piso, y los dedos de los pies en posición flexionada. A lo largo de este rito, tanto manos como pies deberían estar separados entre sí alrededor de 2 pies (5 cm, aproximadamente), y brazos y piernas tendrían que mantenerse rectas. Empieza con tus brazos perpendiculares al piso, y la espalda arqueada, tal que el cuerpo esté en posición combada. Ahora, impulsa la cabeza hacia atrás tanto como sea posible. Luego, doblándote a la altura de las caderas, lleva el cuerpo hacia arriba tomando una posición de "V" invertida. Al mismo tiempo, lleva la barbilla hacia adelante tocando con ella el pecho. Es todo lo que hay que hacer. Regresa a la posición original, y empieza el rito completo de nuevo. Al final de la primera semana, la persona promedio encontrará este rito como uno de los más fáciles de ejecutar. Tan pronto te vuelvas avezado en él, deja el cuerpo caer desde la posición levantada al punto de casi, pero no completamente, tocar el piso. Tensa los músculos por un momento, tanto en la posición levantada ("V" invertida) como en la posición en que yaces abajo. Sigue el mismo patrón de respiración profunda usada en los ritos previos. Inhala profundamente mientras levantas el cuerpo. Exhala completamente mientras bajas el cuerpo.
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Los 5 ritos tibetanos (extracto de Kelder) La gente al principo llega a considerar a los ritos como ejercicios isométricos. Es cierto que los cinco ritos sirven para estirar los músculos y las articulaciones que se hallen endurecidos, y mejora el tono muscular. Pero ése no es su propósito primario. El verdadero beneficio es normalizar la velocidad de rotación de los vórtices. Empieza a hacerlos girar a una velocidad correspondiente, por decirlo así, a un hombre o mujer fuerte y saludable de 25 años de edad. En tal persona, todos los vórtices están girando a la misma velocidad. Por otro lado, si pudieras ver los siete vórtices del hombre y la mujer de mediana edad, notarías que algunos de ellos han reducido su velocidad considerablemente. Todos ellos podrían estar girando a diferente velocidad entre sí, y ninguno habría de trabajar en armonía junto a los demás. Los lentificados causarían el deterioro de parte del cuerpo, mientras que los acelerados ocasionarían nerviosismo, ansiedad y fatiga. Así que, es la condición anormal de los vórtices lo que produce salud anormal, deterioro y envejecimiento. ¿Cuántas veces hay que realizar cada rito? Para empezar, se sugiere practiques cada rito tres veces al día durante la primera semana. Luego, cada semana que sigue, incrementa las repeticiones diarias por dos, hasta que llegues a ejecutar cada rito 21 veeces al día. Es decir, la segunda semana, ejecuta cada rito cinco veces; la tercera semana, ejecuta cada rito siete veces; la cuarta semana, ejecuta cada rito nueve veces diariamente, y así. En un lapso de diez semanas, estarás haciendo el número total de 21 repeticiones por día. Si tienes dificultades con el primer rito, el de los giros, practicándolo tantas veces como los demás. entonces simplemente hazlo tantas veces como puedas sin sentirte demasiado mareado. Eventualmente serás capaz de girar las 21 veces completas. Hay unas cuantas personas que encuentran difícil hacer los giros. Usualmente si omiten los giros y realizan los otros cuatro ritos por cuatro o seis meses, encuentran que pueden empezar a manejar los giros también. ¿En qué momento del día deberían realizarse los ritos? Pueden realizarse ya sea en la mañana o en la noche, cuando resulte más conveniente. Después de haber practicado los ritos por alrededor de cuatro meses, deberás empezar realizándolos el número completo de veces por la mañana, y luego en la noche realiza sólo tres repeticiones de cada rito. Paulatinamente incrementa las repeticiones, como lo hiciste antes, hasta que estés realizando todas las 21. Pero no es necesario realizar los ritos más de 21 veces, ya sea en la manaña o en la noche, a menos que estés realmente motivado para ello. ¿Es cada rito igualmente importante? Los cinco ritos trabajan mano con mano juntos unos con los otros, y todos ellos son igualmente importantes. Después de realizar los ritos por un tiempo, si encuentras que no eres capaz de hacerlos todos ellos el número requerido de veces, trata de dividir los ritos en dos sesiones, una en la mañana, y otra en la noche. Si encuentras imposible de realizar uno de los ritos por completo, omítelo y haz los otros cuatro. Después, tras un lapso de algunos meses, trata nuevamente de realizar aquél con el que tuviste dificultades. Pueden haber resultados más lentos de esta forma, pero llegarán sin duda. Bajo ninguna circunstancia deberías hacer un excesivo esfuerzo. Eso sería contraproducente. Simplemente haz tantos como puedas manejar, y ponte en forma paulatinamente. Y nunca te desanimes. Con tiempo y paciencia hay muy pocas personas que no puedan eventualmente realizar los cinco ritos 21 veces al día. ¿Y qué pasaría en caso de abandonarse por completo uno de los ritos? Estos ritos son bastante poderosos, tal que si uno de ellos se abandona mientras que los demás se siguen practicando regularmente el número completo de veces, podrían todavía experimentarse 8/13
Los 5 ritos tibetanos (extracto de Kelder) resultados excelentes. Incluso uno solo de los ritos podría hacer maravillas. Así que, si encuentras que simplemente no puedes realizar todos los ritos, o que no puedes realizarlos el número completo de 21 veces, asegúrate de llegar a tener buenos resultados con los que seas capaz de realizar. ¿Pueden los ritos ser ejecutados en conjunto con otros programas de ejercicios, o entrarían los dos en conflicto? Por todos los medios, si ya haces alguna clase de programa de ejercicios, continúalo. De no ser así, considera empezar alguno. Cualquier tipo de ejercicio, pero en especial el ejercicio cardiovascular, ayuda al cuerpo a mantener un equilibrio de juventud. Además, los cinco ritos ayudarán a normalizar el giro de los vórtices de manera que el cuerpo llega a ser incluso más receptivo al beneficio de los ejercicios. ¿Alguna otra cosa más a considerar respecto a los cinco ritos? Hay dos cosas más que podrían ayudar. Además de las respiraciones rítmicas entre repeticiones de los ritos, entre cada rito ayudaría mantenerse erguido con tus manos en las caderas, respirando profunda y rítmicamente varias veces. Mientras exhalas, imagina que cualquier tensión que pueda estar en tu cuerpo es expulsada, permitiendo sentirte completamente relajado y tranquilo. Mientras inhalas, imagina que te llenas a ti mismo con una sensación de bienestar y regocijo. La otra sugerencia es que tomes ya sea un baño tibio o una ducha, pero que no sea fría, después de practicar los ritos. Pasando rápidamente sobre el cuerpo una toalla húmeda y después una seca, es probablemente incluso hasta mejor. Algo hay que advertir de evitar: nunca debes tomar una ducha o toalla húmeda con agua tan fría como para enfriarte internamente. Si lo haces, perderás todo lo ganado por practicar los ritos. Por supuesto que debes practicar los ritos a diario para poder lograr beneficios reales. Puedes saltear u omitir un día a la semana, pero nunca más que eso. Después de todo sólo toma veinte minutos o algo así para hacer todos los cinco. Y una persona físicamente en forma puede ejecutar los ritos en diez minutos o menos. Si tienes problemas para encontrar tiempo suficiente, tan sólo levántate unos minutos más temprano, o ve a la cama no tan tarde por la noche. Otros factores coadyuvan a determinar cuán dramáticamente transformes tu apariencia física. Dos de éstos son la actitud mental y el deseo. La actitud mental es lo que hace la diferencia. Si eres capaz de verte a ti mismo joven a pesar de tu edad, otros te verán de la misma forma también. A diez semanas de práctica continua, podrás tener buenos resultados, verte más joven y sentirte con más vitalidad. Cuando los hayas realizado por alrededor de dos años, notarás un cambio mucho más pronunciado. Pero hay más todavía. No está dicho todo lo que se tiene que saber. Si realmente quieres restaurar a plenitud tu salud y apariencia de juventud, hay un sexto rito que debes practicar. No se había dicho nada al respecto hasta ahora puesto que no te resultaría de provecho sin haber obtenido primero buenos resultados de los otros cinco. Para poder tener ventaja del sexto rito, se requiere aceptar una muy difícil autorrestricción; y hacer esto por el resto de tu vida. Respecto a este rito adicional debe quedar claro que debería elevarse la energía reproductiva del cuerpo. Este proceso de ascenso de la energía no sólo causaría la renovación de la mente, sino del cuerpo en su conjunto también. Pero esto entrañaría una restricción la cual la mayoría de la gente no está dispuesta a aceptar. 9/13
Los 5 ritos tibetanos (extracto de Kelder) En la mujer y el hombre promedio, parte --por lo común una gran parte-- de la energía vital que alimenta los siete vórtices es reencauzada como energía reproductiva. De manera que mucha de ella es disipada en el primer vórtice quedando así sin posibilidad de alcanzar a los otros seis. En aras de convertirse en una supermujer o un superhombre, esta poderosa fuerza vital debe ser conservada y sublimada, de manera que pueda ser utilizada por todos los vórtices, en especial el séptimo. En otras palabras, es necesario convertise en célibe para que la energía reproductiva pueda ser recanalizada a un uso superior. Ahora bien, sublimar la fuerza vital es asunto muy simple, y aún así, a través de los siglos, los intentos del hombre han fallado. En Occidente, órdenes religiosas enteras han intentado hacer esto y han fallado, porque ambicionan domar la energía reproductiva mediante su supresión. Hay sólo una manera de domar este poderoso impulso, y ésa no es disiparlo o suprimirlo, sino transmutarlo --y al mismo tiempo elevarlo--. De esta forma, no sólo habrás descubierto el "Elíxir de la Vida", como le llamaban los antiguos, sino que también lo habrás de usar, lo cual los antiguos rara vez fueron capaces de conseguir. Ahora bien, el sexto rito es la cosa más fácil de realizar. Debería practicarse sólo cuando sientas un exceso de energía sexual, y haya un deseo natural de su expresión (excitación). Afortunadamente este rito es tan simple que puedes hacerlo dondequiera, en cualquier momento, cuando se sienta el impulso. Aquí está todo lo que tienes que hacer: Colócate de pie erguido y lentamente deja escapar todo el aire de tus pulmones. Mientras haces esto, inclínate hacia adelante hasta tocar las rodillas con tus manos. Expulsa el último remanente de aire, y cuando los pulmones ya estén vacíos, regresa a la posición erguida inicial. Coloca tus manos en las caderas y presiona sobre ellas; esto hará que se levanten los hombros. En tanto haces esto, hunde (contrae) el abdomen tanto como te sea posible, y al mismo tiempo infla (levanta) el pecho. Ahora, mantén esta posición tanto como te sea posible. Cuando finalmente te veas forzado a meter aire a tus pulmones vacíos, deja que el aire ingrese a través de la nariz. Estando llenos los pulmones, exhala a través de la boca. Mientras exhalas, relaja los brazos, dejando que cuelguen naturalmente a los costados. Luego toma varias respiraciones profundas a través de la boca o la nariz, permite escapar el aire a través de boca o nariz. Esto constituye una ejecución completa del rito número seis. Alrededor de tres repeticiones es lo que mayoría de la gente necesita para redirigir su energía sexual y elevar esa poderosa fuerza. Hay tan sólo una diferencia entre una persona sana y con vitalidad y otra que es una supermujer o un superhombre. En el primer caso, la fuerza vital se transforma en energía sexual, mientras que en el segundo esta fuerza se eleva para crear balance y armonía entre todos los siete vórtices. Ésta es la razón por la que una supermujer o un superhombre rejuvenece día con día y momento a momento. Él o ella crea dentro de sí mismo el verdadero "Elíxir de Vida". La "Fuente de la Juventud" ha estado dentro de uno todo el tiempo. Los cinco ritos --o seis, para ser más precisos-- son tan sólo la llave para abrir la puerta a tal fuente. Por favor, que quede claro que para realizar el rito número seis es absolutamente necesario que el individuo tenga activo su impulso sexual. Él o ella posiblemente no pudiera transmutar la energía reproductiva si resulta tener poca o nada que transmutar. Es absolutamente imposible realizar este rito para una persona que ha perdido su impulso sexual. Ni siquiera debería intentarlo. porque podría si acaso llegar a desilusionarse, y hacerse más daño que bien. En lugar de eso, cada individuo, sin importar su edad, debería primero practicar los otros cinco ritos hasta conseguir un impulso sexual normal. Al conseguir esto, se está en camino de convertise en supermujer o superhombre. También, un individuo no debería intentar el rito número seis a menos que se sienta genuinamente 10/13
Los 5 ritos tibetanos (extracto de Kelder) motivado a ello. Si un individuo se siente incompleto en términos de expresión sexual, y debe luchar para superar la atracción que le brinda, entonces ese individuo no es realmente capaz de transmutar la energía reproductiva y dirigirla hacia arriba. En lugar de ello, la energía podría ser mal dirigida hacia la lucha y el conflicto interno. El sexto rito es sólo para aquéllos que se sienten sexualmente completos, y que tienen un real deseo de probar y moverse a diferentes metas.
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Los 5 ritos tibetanos (extracto de Kelder) La comida correcta, las combinaciones correctas de comida, la proporción correcta de comida, el método correcto de comer se combinan para producir maravillosos resultados. Si tienes sobrepeso, te ayudará a bajar. Y si eres de bajo peso, te ayudará a subir. Mantén en mente estas cinco cosas: 1) Nunca comas fécula (almidón) y carne en el mismo alimento, aunque si eres fuerte y saludable, no necesitas preocuparte demasiado al respecto. 2) Si el café te ocasiona molestias, tómalo negro, sin ponerle leche o crema. Si aún así te sigue provocando molestias, elimínalo de tu dieta. 3) Mastica tu comida hasta volverla líquida, y córtala en trozos que puedas masticar bien. 4) Come yema de huevo cruda una vez al día, a diario. Tómala ya sea antes o después de las comidas, no durante ellas. 5) Reduce al mínimo la variedad de comidas que ingieras en cada alimento. El quinto vórtice en la base del cuello gobierna las cuerdas vocales, y también tiene una conexión directa con el primer vórtice ubicado en el centro sexual del cuerpo. Por supuesto, todos los vórtices tienes conexiones en común, pero estos dos están, por así decirlo, enlazados uno al otro. Lo que le afecta a uno, le afecta al otro. Como resultado, cuando la voz de un hombre es alta y chillona, esto indica que su vitalidad sexual está baja. Y si la energía del primer vórtice es baja, puedes apostar que pasa lo mismo en los otros seis. Ahora bien, todo lo que se necesita para incrementar la velocidad de los vórtices es practicar los cinco ritos. Pero hay otro método que los hombres pueden usar para acelerar el proceso. Es fácil de hacer. Todo lo que se requiere es fuerza de voluntad. Simplemente necesitas hacer conscientemente el esfuerzo de bajar el tono de tu voz. Escúchate hablar, y si te oyes pasar a alto o chillón, ajusta tu voz a un registro bajo. Escucha a hombres que tienen voces firmes y buenas al hablar, y toma nota del sonido. Luego, cuando sea que hables, cuida que tu voz esté baja, en ese tono masculino, tanto como sea posible. Antes de lo esperado, la vibración baja de tu voz acelerará el vórtice en la base de la garganta. Y a su vez, ayudará a acelerar el vórtice en el centro sexual, el cual es la puerta del cuerpo a la energía vital. En cuanto el flujo de esta energía se incremente, el vórtice de la garganta se acelerará todavía más, ayudando a la voz a estar más grave, y así sucesivamente. Hay otro excelente ejercicio de vocalización. Como otras cosas efectivas, es completamente sencillo. Donde quiera que estés, ya sea solo o acompañado en un lugar lo suficientemente ruidoso como para vocalizar sin molestar a los demás, practica pronunciando en tono bajo, en parte usando la nariz, "Mim -- Mimm -- Mimm -- Mimm". Repítelo una y otra vez, bajando tu voz por etapas hasta que la fuerces hasta lo más bajo que te resulte posible. Es efectivo de hacer por la mañana como primera actividad, cuando tu voz tiende ya a estar en un nivel bajo. Después, haz un esfuerzo por mantener tu voz a ese nivel por el resto del día. Una vez que estés consiguiendo progresos, practica en el baño de manera que puedas oír a tu voz reverbar. Luego, trata de conseguir el mismo efecto en un salón amplio. Cuando la vibración de tu voz sea intensificada, causará que los otros vórtices de tu cuerpo se aceleren, espercialmente el primero en el centro sexual, y el sexto y el séptimo en la cabeza. En mujeres viejas, la voz también puede llegar a ser alta y chillona, y debería también bajarse en la misma forma. Claro que la voz femenina es naturalmente más alta que la masculina, y las mujeres no deberían intentar bajar su voz al punto de sonar masculinas. De hecho, sería benéfico para una mujer cuya voz es anormalmente masculina intentar alcanzar su nivel de voz, usando el método ya descrito. 12/13
Los 5 ritos tibetanos (extracto de Kelder) Hace miles de años, los lamas descubrieron que el nivel de vibración del sonido "Oh-mmm..." es especialmente poderoso y efectivo. Tanto hombres como mujeres encontrarán altamente beneficioso cantar este sonido por lo menos varias veces cada mañana. Resulta todavía más útil repetirlo a lo largo del día cada vez que puedas. Llena tus pulmones completamente de aire, manténte erguido y lentamente expele todo el aliento para crear el sonido "Oh-mmm...". Divídelo en dos partes entre la "Ohhh..." y la "Mmmm...". Siente la "Ohhh..." vibrar a través de las cavidades del pecho, y la "Mmmm..." vibrar a través de las cavidades nasales. Este simple ejercicio te ayuda grandemente para alinear todos los siete vórtices, y serás capaz de sentir sus beneficios casi desde el primer momento. No olvides, es la vibración de la voz lo significativo, no el acto de cantar ni el significado del sonido. Ahora hay que referir unas cuantas cosas que pueden hacernos todavía más jóvenes, incluso aunque no afecten directamente a los vórtices. Aunque la mayoría de la gente se preocupa por el hecho de envejecer, lo cierto es que ellos llegan a tener un dudoso placer por el envejecimiento y los malestares que trae consigo. No hace falta decir que esto no va a hacerlos más jóvenes. Si una persona vieja realmente quiere rejuvenecer, debe pensar, actuar y comportarse como una persona joven, y deshacerse de las actitudes y maneras de la gente vieja. La primera cosa a ponerle atención es tu postura. ¡Párate derecho! Piensa en tu postura como algo a incluir entre tus actividades diarias. Yergue la espalda, echa el pecho afuera, mete la barbilla y mantén la cabeza arriba. Cuando camines, levanta bien los pies; no los arrastres. Mantén un ojo en el camino y otro en tu forma de andar. Con el fin de alcanzar esta hazaña, debes primero desear hacerlo. Luego debes aceptar la idea no sólo de que es posible sino de que lo podrás hacer. En tanto la meta de rejuvenecer te resulte un sueño imposible de lograr, se mantendrá justo como eso: algo imposible. Pero una vez que abraces completamente la maravillosa realidad de que puedes de hecho rejuvenecer en apariencia, salud y actitud, y una vez que energetices esa realidad con un deseo focalizado, ya estás tomando tu primer trago de las aguas sanadoras de la "Fuente de la Juventud". Los cinco sencillos ritos aquí expuestos son una herramienta que te puede capacitar para alcanzar tu propio milagro personal. Después de todo, son las cosas simples de la vida las que resultan las más poderosas y efectivas.
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