20161014sve Pauta Predicacion Publica 546hb

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14 de octubre de 2016 A LOS CUERPOS DE ANCIANOS Asunto: Predicación en lugares públicos Índice Selección de lugares adecuados ............................................................... Párrs. 2, 3 Obtención de permisos y seguros ............................................................ Párrs. 4, 5 Equipo .................................................................................................... Párrs. 6, 7 Selección de los participantes ................................................................. Párrs. 8-10 Preparación práctica ............................................................................. Párrs. 11-15 Manejo de situaciones particulares ............................................................. Párr. 16 Exhibición de publicaciones ....................................................................... Párr. 17 Empleo de aparatos electrónicos ................................................................ Párr. 18 Predicación Pública Especial en Áreas Metropolitanas ............................... Párr. 19 Escuelas y universidades ............................................................................ Párr. 20 Residencias de ancianos y jubilados ........................................................... Párr. 21 Predicación en los puertos .......................................................................... Párr. 22

Estimados hermanos: 1. La presente reemplaza a la carta fechada el 15 de julio de 2014, y ya figura en el Índice de cartas para los cuerpos de ancianos (S-22). El párrafo 6 se ha modificado para indicar que nuestro programa de estudio bíblico se anunciará en determinados días del mes. El párrafo 12 contiene pautas actualizadas sobre el comportamiento de los publicadores en la predicación pública. Los ancianos deben estudiarlo a fondo, y los publicadores que participen en esta labor han de recibir capacitación según lo allí dispuesto. El párrafo 17 establece que en los sitios de predicación pública se debe tener unos cuantos ejemplares del folleto Jehová desea que vuelva. 2. Selección de lugares adecuados. Tras consultar con los demás ancianos, el Comité de Servicio de la Congregación decidirá en qué lugares se llevará a cabo la predicación pública. Se dará atención primordial a las zonas de gran circulación peatonal que sean más visibles, según las normativas en vigor. Los sitios potenciales incluyen estaciones de transporte, plazas públicas, parques, calles concurridas, centros comerciales, universidades, aeropuertos y lugares donde se organicen eventos anuales (véase “Nuevos programas de predicación pública” en Nuestro Ministerio del Reino de julio de 2013, páginas 4 a 6). Cuando los ancianos se enteren de la posibilidad de instalar un exhibidor de publicaciones en un acontecimiento importante, como una feria nacional o internacional del libro, pedirán más instrucciones a la sucursal. 3. Los lugares seleccionados para la predicación pública deberán estar dentro del territorio de la congregación. En el caso de las congregaciones de distintos idiomas que comparten el mismo territorio, será necesario que los respectivos superintendentes de servicio se comuniquen entre sí para lograr el máximo sin agobiar a los peatones o a los comerciantes.

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4. Obtención de permisos y seguros. Puede que en algunos sitios públicos se requiera el permiso de un o de las autoridades civiles antes de instalar un exhibidor. El superintendente de servicio o alguien designado por el cuerpo de ancianos averiguará si la ley exige algún permiso, licencia o seguro. De ser así, cualquier solicitud para instalar un exhibidor, una mesa o un quiosco de publicaciones deberá hacerse a nombre de un publicador individual y no a nombre de la congregación, de una corporación utilizada por la organización o de “Testigos de Jehová”. Si para conseguir un espacio en un área pública hay que pagar un pequeño cargo por concepto de istración, este correrá por cuenta del publicador y no de la congregación. Los publicadores deben leer con cuidado dichas solicitudes para que sepan qué tipo de responsabilidad jurídica asumen. Quienes solicitan permiso para distribuir publicaciones en zonas públicas lo hacen por propia iniciativa como parte de su ministerio personal. 5. En ocasiones, los es han eliminado los requisitos del seguro cuando se les ha explicado que nuestra obra de educación bíblica es de naturaleza voluntaria y no comercial. Cualquier reunión que se tenga con un será de carácter informal, como si se tratara de una reunión de vecinos, y no un debate sobre derechos legales. Si la reunión resulta infructuosa o si se cobra un cargo exagerado, el cuerpo de ancianos buscará otros lugares dentro del territorio donde se pueda realizar con éxito la predicación pública. 6. Equipo. El comité de servicio determinará qué artículos (incluidos los carteles) se van a usar y dónde guardarlos. Solo se exhibirá el material gráfico aprobado por la sucursal. Convendría que en determinados días del mes y de forma regular se pusieran carteles que anuncien nuestro programa de estudio bíblico. Estos se pueden rotar con aquellos en los que se exhiben nuestras revistas y diversos temas. 7. El equipo para la predicación pública se pedirá del mismo modo como se piden las publicaciones. El formulario Equipo para la predicación pública (S-80) contiene una muestra de fotografías, descripciones y costos de los exhibidores, mesas y quioscos de serie, entre otras cosas. El equipo será propiedad de la congregación. Pidan únicamente aquello que puedan aprovechar los publicadores que hayan recibido preparación y que la congregación pueda financiar. Se puede informar a la congregación que el costo del equipo se cubrirá con las contribuciones a la obra mundial. 8. Selección de los participantes. El comité de servicio seleccionará a publicadores capacitados para que participen en esta modalidad de predicación. Los seleccionados deben ser conocidos por presentar una apariencia digna, tener un aspecto profesional y vestir con buen gusto y modestia. Deben ser perspicaces y estar dispuestos a predicar en diferentes espacios públicos. Asimismo, deben mantener y fomentar buenas relaciones con los demás, comprometerse seriamente con su asignación y colaborar de buena gana con el cuerpo de ancianos. 9. Siempre que sea posible y práctico, el superintendente de servicio o alguien designado por el cuerpo de ancianos elaborará para cada sitio elegido un programa para los días entre semana y los fines de semana. Resulta ventajoso instalar los exhibidores de publicaciones los mismos días, a las mismas horas y en el mismo sitio, pues esta regularidad permite que la gente que transita por la zona los reconozca fácilmente. 10. Por lo general, es mejor asignar a dos o más publicadores juntos. Al elaborar el programa se deben tener en cuenta la seguridad de los participantes y el hecho de que no todos tienen las mismas habilidades. Los compañeros deben estar al tanto unos de otros, ya que las condiciones de una zona normalmente segura pueden cambiar de un momento a otro (Prov. 22:3; Ecl. 4:10, 12).

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11. Preparación práctica. El superintendente de servicio o alguien designado por el cuerpo de ancianos se encargará de la preparación inicial de los superintendentes de grupo, sus auxiliares y los publicadores seleccionados. La preparación se puede programar durante la semana en que el superintendente de servicio visita a los grupos. El superintendente de grupo y su auxiliar observarán y prestarán ayuda a los publicadores participantes, y si estos necesitan más preparación, el superintendente de grupo y el superintendente de servicio les ayudarán donde haga falta. 12. Los publicadores que atiendan un exhibidor, una mesa o un quiosco deben ser de trato afectuoso, amable y atrayente. Debe indicárseles que no aborden directamente a la gente, sino que dejen que esta los aborde a ellos. No obstante, las sonrisas cálidas y el o visual adecuado son fundamentales para realizar eficazmente la predicación pública (be pág. 125). Si una persona se fija en el exhibidor, el publicador debe invitarla a que se lleve la publicación que le interese y procurar entablar una conversación con ella, quizás diciéndole: “¿Se ha preguntado alguna vez qué dice la Biblia sobre este tema?”. También se puede mostrar a los publicadores cómo dirigir la atención de la gente hacia el exhibidor o la mesa mientras predican de modo informal a poca distancia (km 11/14 pág. 2). Los publicadores que participen en esta labor deben estar listos y dispuestos para hablar con toda persona que se acerque. Es importante, pues, que eviten utilizar innecesariamente dispositivos electrónicos o conversar demasiado entre sí, ya que podrían desatender a los transeúntes. 13. Los publicadores deben dar amplia publicidad a jw.org, por lo que se les debe enseñar qué características destacar. Por ejemplo, puede que alguien que vacile en hablar con nosotros o en aceptar publicaciones se sienta más dispuesto a visitar nuestra página (km 12/12 págs. 5 y 6). Los publicadores deben saber cómo ayudar a una persona interesada a acceder a los contenidos de jw.org en su idioma, incluidos los videos en lenguaje de señas para los sordos y las grabaciones de audio que puedan atraer a quienes tienen problemas de la vista. 14. Si un publicador entabla una conversación amigable con una persona y esta no tiene reparos en darle sus datos de o, el publicador deberá atenderla prontamente con el objetivo de empezar un curso bíblico. Si la persona vive fuera del territorio de la congregación o habla otro idioma, el publicador hará planes para que los Testigos de su localidad le den seguimiento. Siempre que sea factible, el publicador seguirá cultivando el interés de la persona por teléfono o por correo electrónico hasta que un publicador de la localidad se comunique con ella. 15. En caso de que alguien pregunte cómo se sostiene nuestra obra, el publicador puede explicarle que se pueden enviar donativos a la dirección que aparece en las publicaciones. Por motivos de seguridad personal y en vista del carácter voluntario de nuestro ministerio, los publicadores no deben aceptar donaciones ni colocar cajas de contribuciones. 16. Manejo de situaciones particulares. Es necesario enseñar a los publicadores qué hacer en determinadas situaciones. Por ejemplo: 1) Perturbadores: Conserve la calma y la cordialidad. No se ponga a discutir con la persona. Si se encuentra cerca de un exhibidor, aléjese para no ahuyentar a los transeúntes. Si la persona insiste en perturbar la paz o se encoleriza y lanza amenazas, es mejor retirarse del lugar. En situaciones extremas puede ser necesario recurrir a las autoridades. 2) Expulsados que desean regresar a la congregación: Obtenga el nombre y la dirección de la persona. Asegúrele que entregará sus datos a los ancianos de la zona donde vive, quienes con gusto la visitarán y le explicarán lo que debe hacer para volver a la congregación. 3) Periodistas: En términos generales, es mejor que los publicadores no concedan entrevistas personales. Si un periodista quiere averiguar al-

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go, se le puede sugerir que vaya a las secciones Sala de prensa o Sobre nosotros de jw.org, donde encontrará información sobre la obra de los Testigos de Jehová. Los ancianos llamarán a la sucursal para suministrar los datos de o del periodista y explicar brevemente qué cuestiones desea saber. 17. Exhibición de publicaciones. Dependiendo de las circunstancias locales y los intereses del público, el superintendente de servicio determinará la cantidad de publicaciones que se exhibirán. El buen juicio evitará que estas se desperdicien o se usen mal (km 12/11 pág. 2). Las publicaciones deben estar bien arregladas y presentarse en condiciones dignas, pues se sabe por experiencia que una disposición sencilla y atractiva da los mejores resultados. En muchas zonas convendría exponer los tratados, folletos, revistas y libros que gusten a un público amplio. En las campañas anuales de la Conmemoración y la asamblea regional se pueden fijar carteles alusivos a tales acontecimientos y distribuir invitaciones. También se pueden tener a mano revistas y otras publicaciones en los idiomas más solicitados. Si necesitan una cantidad de publicaciones mayor a la permitida en jw.org, comuníquense con el Departamento de Envíos. Aunque en la predicación pública no se exponen Biblias, se puede tener una reserva por si alguien pide una o demuestra sincero interés por la verdad. Además, se debe tener (pero no exhibir) una pequeña cantidad del folleto Jehová desea que vuelva en beneficio de los inactivos con quienes se encuentren los publicadores. 18. Empleo de aparatos electrónicos. Si se considera útil, se puede conectar un monitor de pantalla plana a un aparato electrónico portátil en la mesa o el quiosco de publicaciones. En él se pueden mostrar los carteles aprobados, demostrar las características de jw.org o presentar un video corto, como ¿Por qué estudiar la Biblia? 19. Predicación Pública Especial en Áreas Metropolitanas. Si en su zona ya se ha implantado este programa, los superintendentes de circuito y las congregaciones recibirán más información sobre el particular a fin de que todos puedan trabajar juntos de forma ordenada y organizada (km 7/13 págs. 4-6). 20. Escuelas y universidades. Antes de instalar un exhibidor en una escuela o una universidad, es mejor hablar con el director o el decano. Los encargados de visitar las escuelas y universidades del área deben identificarse abiertamente como Testigos de Jehová. Muchos educadores aceptan con agrado nuestros libros, revistas, videos y material en línea cuando los conocen y se enteran de su valor pedagógico (g 1/09 pág. 32; g 8/07 pág. 32). El superintendente de servicio puede capacitar a publicadores competentes para que hagan estas visitas. 21. Residencias de ancianos y jubilados. Algunos publicadores han obtenido buenos resultados al hablar con el o el encargado de actividades de este tipo de residencias y ofrecerse para animar a quienes les gusta leer y hablar de relatos bíblicos. Se les puede explicar que los voluntarios de la congregación tendrán mucho gusto en leer información bíblica, dar clases bíblicas gratis semanalmente o mostrar videos bíblicos a cualquiera que lo desee. Muchas veces, empleados, familiares, visitantes y voluntarios se unen al estudio. El superintendente de servicio puede capacitar a publicadores competentes para que hagan estas visitas (km 6/14 págs. 2-4). 22. Predicación en los puertos. La predicación en los puertos es un ministerio especializado que requiere instrucciones precisas de la sucursal. Si en el territorio de su congregación hay un puerto importante y todavía no han recibido instrucciones, sírvanse escribir al Departamento de Servicio e informen el nombre, la ubicación y el tamaño del puerto. Si ya hay un programa establecido pero no lo han notificado aún a la sucursal, escriban indicando de qué puerto se trata, qué se está haciendo y quién está a cargo.

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23. Tenemos la confianza de que Jehová bendecirá sus esfuerzos por llevar las buenas nuevas a todas las personas de buen corazón (Ecl. 11:6; 1 Cor. 3:6-9). Reciban nuestros cordiales saludos y amor cristiano. Sus hermanos,

c. c. superintendentes de circuito