LA ILUSTRACION En Kant confluyen el racionalismo y el empirismo, su filosofía pretende la emancipación del individuo y responde a los intereses de la razón. Para Kant la Ilustración es la emancipación del estado de ignorancia por medio del conocimiento, es la salida del hombre de la minoría de edad causada por él mismo. Debe salir junto con los demás del estado natural para entrar en el estado de derecho. La carencia del entendimiento produce la falta de decisión y apela a la consigna ¡atrévete a saber! Muy pocos son los que han podido liberarse de esa minoría de edad, por medio del esfuerzo, por eso son ciudadanos activos que tendrán plenos derechos. El ilustrado no teme las sombras y puede decir: ¡razonad lo que queráis y sobre todo lo que queráis, pero obedeced! El ilustrado tiene total libertad como pensador autónomo, por su valor para pensar por sí mismos. Los seres humanos, son más que máquinas de acuerdo con su dignidad. No vivimos en una época ilustrada, pero si en una época de la ilustración, aunque falta mucho para que los hombres estén en condiciones para servirse bien de su entendimiento. El concepto central de la Ilustración es la razón ilustrada, la soberanía de la razón, donde las leyes son impuestas por el entendimiento. La razón ilustrada tiene un carácter autónomo, porque es suficiente en sí y por sí misma. Los límites de la razón vienen impuestos por su propia naturaleza. La razón es una y la misma en todos los pueblos, hombres, culturas y épocas, y tiene una esencia o naturaleza fija, que se desarrolla en el tiempo pero siempre de acuerdo con esa esencia propia. La razón crítica, es crítica contra los prejuicios que la ciegan y paralizan; crítica contra la autoridad externa, es decir, la autoridad no reconocida por la propia razón; contra la superstición y la idolatría. La Ilustración viene a exigir la secularización de la vida humana mediante la desacralización, que produce la secularización del deber de una ética independiente de la religión. Propone la armonía de la voluntad de una persona con la voluntad de otra, de acuerdo a una ley universal de libertad.